A pesar de que tengo una edad o quizá por eso el apellido Balenciaga me transporta a mi infancia, seguramente porque aparecerían comentarios sobre él en la revista Hola y fotos de señoras elegantísimas y de altísimo poder adquisitivo. Pero ahí queda todo mi saber sobre este genio porque tampoco he sentido un especial interés sobre el mundo de la alta costura. Soy hombre y lo único que sé hacer es coserme un botón.

Pero vamos a la serie sobre este genio vasco que me enganchó desde el primer capítulo. Un Balenciaga retirado concede por primera vez, después de muchas dudas, una entrevista a la redactora jefe de un medio británico. Y así es como iremos conociendo a través de flashbacks su irrupción en el mundo de la alta costura, que se centraba en París, este personaje de origen humilde que desde pequeño tenía una pasión y una vocación que tenía que expresar. Hijo de una costurera y de un pescador, que murió joven, viendo coser a su madre nació en su interior la necesidad de coser y crear.

Alberto San Juan en una interpretación magnífica nos va mostrando el personaje críptico, perfeccionista y controlador que fue Balenciaga. Celoso de su vida privada y de sus creaciones no concedía entrevistas ni le gustaba ser fotografiado. Tenemos que retroceder hasta 1937, en plena guerra civil española, cuando se traslada a París. Los medios informativos no tenían los recursos que tienen ahora que cualquier famoso puede ser fotografiado y espiado fácilmente aunque había intentos para descubrir sus secretos privados y profesionales.

Y así se va desgranando la historia de este genio a través de seis capítulos. La ambientación de esta serie vasca es rica y muy cuidada con un trabajo de preproducción minucioso y perfeccionista. La fotografía impecable y las interpretaciones de los actores/actrices son de diez. El guion me parece excelente.

Cristóbal Balenciaga es una rara avis entre las series españolas, una serie que hay que ver.

Cucut es una producción de TV3 para televisión. Este comentario lo hago después de ver el capítulo nº 1. Desde el primer momento nos damos cuenta de que vamos a ver “más de lo mismo”, el típico thriller rural cansino que arranca bostezos y que se parece a tal serie que se parece a otra y así sucesivamente. Los 50 minutos de duración se hacen tediosos, eternos, las situaciones son previsibles y los personajes estereotipados. Mejor váyase a dormir !!!.

Excelente película de Arantxa Echevarria que consiguió el Goya ex aequo con El 47. Lo merecían las dos.

Un thriller muy bien hecho, basado en hechos reales, que mantiene el interés hasta el final. No sé las licencias que se habrá podido tomar la directora y guionista pero la historia se narra con mucha fluidez y sensación de veracidad llegando a un final con un suspense digno de elogio.

Explica el caso de una joven policía (Carolina Yuste) que con 20 años de edad se infiltró en ETA durante 8 años dejando todo contacto con familia y amigos apenas sin protección policial, ya que no estaba avalada por un juez, logrando la desarticulación del comando Donosti. Si cometía un error podía acabar en la cárcel y su trabajo, si tenía éxito, no sería ni premiado ni remunerado.

Carolina Yuste está absolutamente magistral hasta el punto que los demás actores quedan un poco a su sombra.

Excelente ambientación y fotografía de Javier Salmones. La infiltrada es sin duda una de las mejores películas españolas de 2024.