Aunque está prevista para ello, es una película que no te embauca de emoción ni de intriga aunque si tenga algunos momentos puntuales de ello, y además hay que decir que sobra alguna escena que otra y que los actores están justitos, pero si la magia de otras épocas, la pizca de romanticismo y esa intriga puntual comentada antes te enganchan al sofá y la sigues viendo, cuando acaba la película te queda claro que merece la pena haberla visto.

Nada como ver desde dentro los chanchullos de un traficante de armas para darse cuenta de hasta que punto ni él mismo puede justificar lo que hace, aunque lo intente de cara al resto de gente que le rodea.

Este drama ahonda en esa problemática, con una historia bien ligada, y varias escenas curiosas, que la hacen en su conjunto más interesante que otras películas sobre el mismo tema.

Una lección para las dictaduras, en este caso las religiosas, pero serviviría para cualquier otra. Cómo una niña que no está dispuesta a pasar por el aro decide vivir su vida tal y como quiere, aunque no siempre sea del todo posible.

Que sea de dibujos le aporta ese toque distinto, y además el tono le añade el romanticismo, digámoslo así, que la hace lo necesariamente cercana para ser 100% creible.

Si en los colegios de esos paises se pusieran a los niños este tipo de peliculas en lugar de lemas morales e impositivos (primero tendrían que estar permitidas en esos paises), las nuevas generaciones no crecerían en el odio, sino en la comprensión y el respeto a la vida de los demás, que es lo que pretende conseguir esta obra.

Aporta una visión del nazismo desde un niño hijo de un mando nazi. Gracias a ello entre otras cosas se valora desde otro punto de vista lo que significó esta triste etapa de nuestra historia para las generaciones más jóvenes.

Por ello, lo cual la hace alejerse de la típica película sobre el nazismo, es entretenida. Recuerda en parte, pese a su menor calidad, a "La Vida es Bella", pero en este caso desde el lado alemán.

Crecer de la nada y caer, manías y locuras de ricos, pandilla de delincuentes que hace lo que quiere a costa de todo... ya existían películas que trataban muy bien todos esos temas; Casino (Al Pacino), Blow... todas ellas mejores a mi juicio básicamente por ser pioneras en esos temas y estilos de tratarlos. Esta se repite, y con menor profunidad que las anteriores (desde ya quien no haya visto las dos anteriores que deje de leer y se ponga a ello).

Sin embargo hay varias buenas escenas, hay emoción, es una especie de montaña rusa que te mantiene pegado al sillón y Di Caprio y su socio no lo hacen mal. A eso sumémosle que trata el tema de los fraudes bursátiles (aunque una vez más con escasa profundidad) y podremos verla sin aburrirnos. Podría haber estado mejor pero en este estilo las mejores ya se hicieron.