Un claro ejemplo de que segunda parte nunca fueron buenas.

Javier Fesser siguió con la temática esta segunda película de tragicomedia, humor y superación donde los toques de humor en general siguieron bastante bien tirados con los actores con capacidades especiales, curiosamente empezó la película con un argumento bastante interesante pero a lo largo de que fue avanzando la película se hizo muy extensa y fue una macedonia de temas actuales con calzador inexplicable trayendo el culmen dramático muy acompasado.

Los actores con capacidades especiales hicieron papeles bastantes salvables, aunque a Marín (Jesús Vidal) le ponen un papel que tampoco es entendible y le hacen interactuar muy poco cuando era de los mejores en la primera. Los actores sin capacidades especiales en general dejan bastante que desear en su actuación excepto Julio (Juan Margallo) y la directora del centro.