El guión es malo, y se nota, cuando un capo de las drogas legendario, un crack que ha sabido pasar desapercibido años y años para montar su imperio, decide, un día, en un arranque de lógica profunda, ir en persona a cepillarse al protagonista y lo hace tan penosamente que consigue que lo maten.

El guión es malo, y se nota, cuando te tragas el tercer capítulo "de relleno" en el que siguen vendiéndote que el protagonista es un tipo bueno al que todo le sale mal y se ve casi obligado a hacer el mal.. Y empeora todavía más cuando empiezan a hacer giros de guión, alternando un capítulo en que el prota es malvado con otro en que es bueno, en un infantil intento de provocar dudas a los espectadores y catapultar a Walter a la categoría de "antiheroes", un poco como le pasa a Dexter. No digo que esté bien jugar con las dudas, pero hay maneras mas sútiles, trabajadas...Menos evidentes, de dar a entender lo mismo.. Claro que uno puede ser sutil cuando la serie es buena, pero cuando no, tiene que ir al grano...

El guión es malo, y se nota, cuando temporadas enteras se graban en 4 escenarios contados, con planos cortos, y centrándose en los "profundos" sentimientos de Walter, o de su socio yonki, o de su mujer... Y es que las series buenas, no le dan muchas vueltas a los sentimientos de desasosiego del paleto de turno, sino que presentan hechos, y cosas que pasan, y mientras disfrutas viendo cosas, a lo largo de los capítulos, un día descubres que entiendes a ese personaje y no porque te lo hayan dado todo masticado y clarito..

Y es que es un poco como pillarse una borrachera.. Puedes hacerlo con una botella de whisky que ha reposado años en una barrica tomandose el tiempo de generar el alcohol dulcemente, o pillarte la primera botella de tekila barato que encuentras en la gasolinera de al lado.. Pero por fortuna, a diferencia de con Breaking Bad, tras la borrachera tendrás la suerte de no recordar nada de lo que pasó.