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Chile Chile · Santiago
Críticas de Objetivo
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Críticas 24
Críticas ordenadas por utilidad
2
16 de julio de 2021
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este film es un experimento absurdo de interactividad. Te ofrece opciones para elegir el curso de la historia pero muchas de ellas rebotan de vuelta al argumento principal, lo cual resulta totalmente decepcionante porque lo que uno espera es realmente elegir un nuevo giro de la historia, no entrar en callejones sin salida. En principio pretendía verla sin acudir a las opciones pero el film se torna tan repetitivo que te ves algo obligado a elegir de vez en cuando, para, por ejemplo, no volver otra vez a la consulta de la sicóloga. Creo que el film es muy débil argumentalmente y se afirma más que nada en la novedad de elegir opciones, las cuales pretenden hacernos cómplices pasivos o activos de la inminente tragedia en que puede desembocar la vida del protagonista. Ya es muy tarde cuando te das cuenta que has sido un conejillo de indias, y es en ese momento en que echarás de menos no haber elegido la opción (no oficial) de apagar el televisor.
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3
26 de agosto de 2018
4 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al finalizar la película lamenté no haber consultado primero los comentarios acá... lenta de principio a fin... ¿Por qué entonces la vi? Bueno, se trataba de un film de Scorsese, no? Siempre estuve a la expectativa, esperando el giro, el sobresalto en la historia... el cual no llegó.

Los últimos 20 minutos me parecen los mejores momentos de la película. La escena final muy bien elaborada, quizás una de las escenas que pudiera llegarse a decirse "clásicas" (no sé porque me acordé ahora de la escena final del "Circo" de Chaplin)... pero no quedará en la retina de nadie dado que la película no suministra el sustento para ello. La escena en cuestión está hecha para emocionar, quizás sacar lágrimas, pero no lo logra porque durante 122 minutos nunca conmovió. Llegas sin emociones al final, imposible emocionarse de la nada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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2
13 de marzo de 2019
2 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Estás viendo está película en Netflix? ¿No estás muy seguro de seguir viéndola? Pues no la veas...

Para ser sincero no tenía idea de que era un remake... Había visto varios films de Hitchcock pero ésta no... Por lo que pensé que estaba frente a algo nuevo (aunque la música en ciertos pasajes me parecía alusiva a otras épocas...) y la verdad a la mitad de la película me dije "¿Cómo es posible no poder escribir un guión decente para una película que seguramente costó millones de dólares?"... Pero señores ¡¡Qué libreto tan horrible!! Tan horrible que obliga a los actores a sobreactuar...

¡¡Pero por favor!! ¡¡Cuántas llamadas telefónicas!! ....

En un momento dado parecía que la pelicula se inclinaba a las apariciones fantasmagoricas de los personajes más que por los parlamentos: "no te escuché entrar", "no te ví", "pensé que no estabas", "soy yo, tu marido"... prfff....

Lenta, sin suspenso, una trama digna de ponerle pausa para entenderla, actuaciones horribles como la de Viggo Mortensen, casi al nivel de un Ben Affleck, plano, plano, plano, su personaje era todo sonrisitas...

Los diálogos completamente forzados, ni siquiera la conversación entre los policias resultó natural... Hasta los pandilleros en el callejón no convencen... El conserje que se queda mirando con cara de circunstancia un par de veces y jamás gatilla en la trama ¿Para qué acudir a esos recursos?
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1
28 de julio de 2022
19 de 74 usuarios han encontrado esta crítica útil
Demasiadas temporadas y demasiados capítulos para narrar la transformación de James McGill en Saul Goodman.

El abogado de Walter White y Jesse Pinkman fue sin lugar a dudas un personaje importante y clave en Breaking Bad pero no tanto como para merecerse seis temporadas para su propio spin off.

En 3 o 4 temporadas pudo haberse perfectamente narrado una historia bastante decente, pero no, la serie se planteó un ritmo inicial demasiado lento que la obligó a transformarse y dinamizarse a medio camino, proceso que les costó sumar 1 o 2 temporadas más de lo previsto para un simple spin off. Su desmesurada extensión la verdad es sólo a prueba de fans. De ese tipo de fans acérrimos e incondicionales que incluso aseguran que están frente a una “obra de arte” o una "obra maestra".

La serie partió desde el primer minuto proponiendo su propio estilo de narración: un estilo acompasado, sin prisa, excesivamente soft, totalmente opuesto al estilo de Breaking Bad; situación curiosa considerando que ambas series eran del mismo creador y prácticamente se repetía el mismo equipo de trabajo, y sobre todo considerando que se trataba del spin off de un personaje dinámico y carismático, por esto era natural esperar una serie que fuera heredera de su antecesora y no opuesta a ella.

Esta arriesgada apuesta hace que muchos capítulos, especialmente de sus primeras dos temporadas, se vuelvan soporíferos e intrascendentales, en contraste con los capítulos de sus temporadas restantes en que se agarra más ritmo e intensidad, volviendo al estilo original de los creadores.

La misión era contarnos cómo es que Saul Goodman llegó a administrar dinero proveniente del narcotráfico, revelarnos cómo es que un abogado llegó a tal punto de degradación, indolencia y corrupción, para lo cual teníamos que evidentemente conocer su vida anterior a Breaking Bad.

Y es aquí donde a mi criterio se comete el gran error de la serie: irse demasiado atrás en la vida de James McGill. Y lo peor de todo: narrando todo esto con ese impasible y desesperante ritmo característico. Veremos puesto un énfasis en el desarrollo de extensos diálogos que no mueven la trama para ninguna parte, diálogos que pretenden revelarnos detalles de los personajes que rodean a James McGill y que influenciaron en su metamorfosis a Saul Goodman; pero estos mismos personajes dejan de ser comparsa y comienzan a tomar demasiado protagonismo, como son por ejemplo las historias paralelas de Kim, Chuck y Howard, de quienes se podrían hacer perfectamente sus propios spin off (claro, para los más fanáticos). Todo esto no hace más que alargar la serie más de lo debido y retrasar la muda de piel de James.

Durante las dos primeras temporadas me sentaba a ver con buena disposición la serie, incluso el mismo día del estreno semanal, pero era inevitable que en varios episodios terminaba siempre quedándome dormido y despertando sólo con la música de cierre. Es que tratar de empatizar con la fobia de hipersensibilidad electromagnética de Chuck o entusiasmarse con los largos juicios del bufete HH&M fueron una batalla perdida para mis párpados.

El guion nos presentaba el conflicto con su hermano Chuck como una de las causas de su reencarnación en Saul Goodman, o nos mostraba también la influencia de Howard, de quien a veces recibía un trato algo menospreciativo, todo lo cual sumaba positivamente para que entendiéramos al abogado de Breaking Bad. Pero esta fórmula en algún punto comienza a aburrir, a saturar, en algún momento comienza a colapsar tu sinapsis neuronal.

Pensé en dejar botada la serie. De hecho se me comenzaron a acumular varios capítulos sin ver. Resulta que la evolución de Saul Goodman estaba siendo extremadamente lenta y a ratos aburrida. Quiero creer que esta sensación les pasó a muchos. Y quiero creer además que los creadores, libretistas y productores intuyeron esto y no tuvieron otra opción que dinamizar la serie incluyendo la trama y personajes de Breaking Bad en una dosis mayor, con el fin de rescatar a la serie de un posible rodamiento cuesta abajo. No tengo otra explicación, porque de pronto, a partir de la tercera temporada, la serie agarró más dinamismo y los episodios eran mucho más atractivos. Decidieron volver al estilo que les dio éxito.

Es así como el spin off de Saul Goodman fracasó como tal, durando en rigor sólo la primera temporada. Luego para no abortar el proyecto, comenzó la convivencia de dos tramas totalmente distintas: una era la evolución emocional del abogado y otra la guerra de los carteles. La misión ahora era sincronizar todos esos eventos entre sí, presentándose lógicamente algunos problemas en la continuidad del guion, lo que significó que la serie se alargaría más de lo previsto: a partir de ahí el spin off se promocionaría como la precuela de Breaking Bad para justificar su extensión.

Better Call Saul es un experimento que sobrevivió 6 temporadas, un experimento que empezó relativamente bien, trastabilló al poco andar, arriesgó incluso una eventual cancelación, fue rescatado a tiempo, sobrevivió, mutó, se lució, llegó en algún momento a estar al nivel de su antecesora, en fin, encarna todo lo que le pasa a un experimento, y que aquí está, en su sexta temporada y final.
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