You must be a loged user to know your affinity with Alber H LaFleur
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

6,7
14.157
8
17 de mayo de 2008
17 de mayo de 2008
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues no sé. Cuando los bodrios de Amenábar o Almodóvar petan los Goya y el premio al mejor director novel de ese año (apartado en el que Carlos Iglesias también estaba nominado) se lo llevó la (en mi opinión sobrevaloradísima) película 'Azuloscurocasinegro' me da la impresión de que algo sigue podrido en España. Apestaba entonces y sigue apestando ahora.
Alejada del tufillo politizado y cansino de otros retratos de la época, esta película desborda humanidad, humor, reflexiona sobre la patria y el desarraigo. Todos los actores están soberbios. Vale que tampooco es nada del otro mundo, ni lo intenta. Sólo es una historia sencilla y entrañable narrada desde un punto de vista completamente personal ("aquí se vive mejor, pero para los de siempre"). Hubiese deseado que hubiera durado una hora más.
Alejada del tufillo politizado y cansino de otros retratos de la época, esta película desborda humanidad, humor, reflexiona sobre la patria y el desarraigo. Todos los actores están soberbios. Vale que tampooco es nada del otro mundo, ni lo intenta. Sólo es una historia sencilla y entrañable narrada desde un punto de vista completamente personal ("aquí se vive mejor, pero para los de siempre"). Hubiese deseado que hubiera durado una hora más.

6,9
16.230
1
9 de diciembre de 2012
9 de diciembre de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabo de ver una película larga, interesante y atípica con dos historias centrales bien distintas que se cruzan y que enganchan pero que sabe a poco a la postre. Demanda a gritos un final a la altura de las expectativas, y no tan tibio y cortante como es el caso. Y si no saben qué hacer, que aprendan del vecino, que se inventó una lluvia de ranas.
'Juegos secretos' es, ademas, muy indie y muy ‘American Beauty’, muy anti Irak, anti armas, muy "proteged a los niños que el hombre del saco existe", muy de ‘cultura del miedo’ que diria Michael Moore (al que se refieren en alguna ocasión). Tenemos a Kate Winslet, que es como la versión joven y lozana de Susan Sarandon, a Jennifer Connelly, también muy poco dada a comercialismos, que se come la peli por momentos a pesar de ser menos que secundaria. Hasta sale la actriz que hizo de Joy en 'Hapinness', haciendo un papel parecidísimo, casi un homenaje. Sin embargo, no deja de ser un producto yankli más, que se conforma con raspar la superficie al estilo de ‘Padre de familia’ y con eso se cree que muy transgresor y muy guay.
'Juegos secretos' es, ademas, muy indie y muy ‘American Beauty’, muy anti Irak, anti armas, muy "proteged a los niños que el hombre del saco existe", muy de ‘cultura del miedo’ que diria Michael Moore (al que se refieren en alguna ocasión). Tenemos a Kate Winslet, que es como la versión joven y lozana de Susan Sarandon, a Jennifer Connelly, también muy poco dada a comercialismos, que se come la peli por momentos a pesar de ser menos que secundaria. Hasta sale la actriz que hizo de Joy en 'Hapinness', haciendo un papel parecidísimo, casi un homenaje. Sin embargo, no deja de ser un producto yankli más, que se conforma con raspar la superficie al estilo de ‘Padre de familia’ y con eso se cree que muy transgresor y muy guay.

6,9
15.717
1
22 de marzo de 2008
22 de marzo de 2008
22 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas cosas rescataría de este film pesado, pretencioso e isoportable que sólo disfrutarán cinéfilos gafapastas irredentos y fans de Johnny Depp. Lo único que se salva es la puesta en escena y algunos momentos violentos, un paso más allá del spaguetti western de Sergio Leone. La guitarrita de Neil Young, después de dos horas insufribles le puedo decir por donde se la puede meter.

7,3
60.243
1
16 de agosto de 2008
16 de agosto de 2008
14 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Típico mierdathriller de domingo por la noche, con tufillo de Tarantino y Guy Ritchie, con la que Ben Kigsley y Morgan Freeman (cada vez más desorientados) pagan las facturas. Sería entretenida si no fuera porque es insufrible, tramposa, inverosímil, previsible, trillada, graciosa sin gracia, dañina y además insulta la inteligencia del espectador en varios momentos. Quisiera decir algo más, pero la vi hace dos días y ya la he olvidado.

5,3
35.582
1
22 de julio de 2013
22 de julio de 2013
12 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mira que adoro los cómics, pero cuando veo esas viñetitas y bocadillos pasando vertiginosamente en los créditos iniciales yo ya me echo a temblar. Después de petarlo con X-Men en el año 2000, parece que la factoría Marvel se ha propuesto, casi como un imperativo moral, torturarnos con tres o cuatro películas de superhéroes al año, auspiciadas por un Hollywood en serio declive creativo que parece encantado de que la casa de las ideas se provea de su aparentemente inagotable materia prima y así poder repanchingarse, sin sustos ni sudores, mientras la máquina de hacer millones sigue girando. Digo torturando porque muy pocas, por no decir ninguna, de estas gigaproducciones interesan más allá del más puro y onanístico entretenimiento palomitero en una sala de cine, y a veces ni eso.
Tal es el caso de Lobezno: Inmortal, el principal desvelo del director James Mangold, que ya ha firmado un puñado de títulos más que correctos (Copland, Identidad, En la cuerda floja, Inocencia interrumpida…), parece aquí conseguir el mayor número de situaciones posibles para que Hugh Jackman pueda lucir sus bíceps surcados de venas en camiseta de tirantes, cuando no el sixpack completo en todo su esplendor. Puro fanservice. Ahora explícales a las muchachas que Lobezno realmente es un tipo achaparrado, peludo y con una capacidad más bien nula para las relaciones sociales. ¡Y que podría ser vuestro tatarabuelo, joder!
Con todo, los compases iniciales de Lobezno inmortal son sensacionales: Logan en medio de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki en 1945, con sus garras de hueso, mucho antes de convertirse en el hombre de adamantium que es ahora. Genial. Poco después, aparece Jean Grey en los sueños húmedos del mutante, situándonos de forma sutil a continuación de los acontecimientos de X-Men 3: la decisión final sin que lleguemos a saber muy bien hasta qué punto la portadora del poder fénix es fruto de su imaginación. Otro puntazo para los fans.
Por supuesto, si algo me han enseñado las peliculas de superhéroes, y en especial las de superhérores Marvel, es a no fliparme con los arranques. Como era de esperar, ya metidos en harina, todo discurre por las sendas habituales, combinando, con la torpeza acostumbrada, momentos de tedio y grandilocuencia con otros de acción y peleas, garras haciendo ‘snikt’ y cara de mala hostia que no bastan ni por asomo para arrancarnos del sopor. No hay nada interesante, auténtico o, al menos, impredecible en la historia de amor de Logan, ni tampoco en las intenciones de los villanos. Lo de siempre, vamos.
La cinta se basa muy libremente en los primeros comics de Wolverine en solitario, iniciada en 1982 por Chris Claremont y Frank Miller, que se esforzaron en sacar el lado más humano del mutante mientras se convierte en un honorable samurai, como Robert Mitchum en Yakuza. Es verdad que hay escenas calcadas, como ese comienzo ‘in media res’ con el oso y el cazador o la imagen de Lobezno flechado como un acerico pero, en líneas generales, no se siente ningún apego a la historieta original que, todo sea dicho, tampoco es que haya envejecido demasiado bien. También se rescatan de allí, tomándose igualmente todas las licencias del mundo, los personajes de Mariko (la futura señora de Logan), Yukio, Harada o el Samurai de Plata. Mención especial merece el debut en la gran pantalla de la también ‘marveliana’ Viper, con ese atuendo imposible y ese rollo tan chungo a lo Poison Ivy (en plan “uhhh, soy las mas zorra y sexy y mis besos son letales”), que no puede estar más desfasado. Gracias a todos ellos el despropósito es completo.
En fin… Logan, rájanos, descuartízanos, quémanos con tus puros… Pero, por Dios, no nos aburras.
Tal es el caso de Lobezno: Inmortal, el principal desvelo del director James Mangold, que ya ha firmado un puñado de títulos más que correctos (Copland, Identidad, En la cuerda floja, Inocencia interrumpida…), parece aquí conseguir el mayor número de situaciones posibles para que Hugh Jackman pueda lucir sus bíceps surcados de venas en camiseta de tirantes, cuando no el sixpack completo en todo su esplendor. Puro fanservice. Ahora explícales a las muchachas que Lobezno realmente es un tipo achaparrado, peludo y con una capacidad más bien nula para las relaciones sociales. ¡Y que podría ser vuestro tatarabuelo, joder!
Con todo, los compases iniciales de Lobezno inmortal son sensacionales: Logan en medio de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki en 1945, con sus garras de hueso, mucho antes de convertirse en el hombre de adamantium que es ahora. Genial. Poco después, aparece Jean Grey en los sueños húmedos del mutante, situándonos de forma sutil a continuación de los acontecimientos de X-Men 3: la decisión final sin que lleguemos a saber muy bien hasta qué punto la portadora del poder fénix es fruto de su imaginación. Otro puntazo para los fans.
Por supuesto, si algo me han enseñado las peliculas de superhéroes, y en especial las de superhérores Marvel, es a no fliparme con los arranques. Como era de esperar, ya metidos en harina, todo discurre por las sendas habituales, combinando, con la torpeza acostumbrada, momentos de tedio y grandilocuencia con otros de acción y peleas, garras haciendo ‘snikt’ y cara de mala hostia que no bastan ni por asomo para arrancarnos del sopor. No hay nada interesante, auténtico o, al menos, impredecible en la historia de amor de Logan, ni tampoco en las intenciones de los villanos. Lo de siempre, vamos.
La cinta se basa muy libremente en los primeros comics de Wolverine en solitario, iniciada en 1982 por Chris Claremont y Frank Miller, que se esforzaron en sacar el lado más humano del mutante mientras se convierte en un honorable samurai, como Robert Mitchum en Yakuza. Es verdad que hay escenas calcadas, como ese comienzo ‘in media res’ con el oso y el cazador o la imagen de Lobezno flechado como un acerico pero, en líneas generales, no se siente ningún apego a la historieta original que, todo sea dicho, tampoco es que haya envejecido demasiado bien. También se rescatan de allí, tomándose igualmente todas las licencias del mundo, los personajes de Mariko (la futura señora de Logan), Yukio, Harada o el Samurai de Plata. Mención especial merece el debut en la gran pantalla de la también ‘marveliana’ Viper, con ese atuendo imposible y ese rollo tan chungo a lo Poison Ivy (en plan “uhhh, soy las mas zorra y sexy y mis besos son letales”), que no puede estar más desfasado. Gracias a todos ellos el despropósito es completo.
En fin… Logan, rájanos, descuartízanos, quémanos con tus puros… Pero, por Dios, no nos aburras.
Más sobre Alber H LaFleur
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here