Sádica, sórdida, un thriller con un humor negrísimo, donde cada personaje es mas detestable que el anterior. Tiene alguna que otra escena desagradable y quizás da alguna vuelta de tuerca exagerada, a la ya de por si deprimente y dura vida de la familia protagonista, quizás le falta que funcione un poco mejor esa pizca de humor en la esas escenas. Pero la película funciona y funciona muy bien sobretodo por las grandes actuaciones donde por momentos simpatizas con personajes con los que realmente es muy difícil hacerlo.

Visualmente impecable, rodada durante 4 años en 28 países, para buscar las localizaciones perfectas. Un cuento que van modificando los protagonistas, donde los inicios del cine tienen un papel muy importante, unas actuaciones correctas y muchas ganas de verla.

Pero el resultado no fue el esperado, impacta visualmente, pero en ningún momento me enganchó, la historia me pareció mas bien floja a ratos aburridas y no conseguí empatizar con ninguno de los personajes. Poco mas que una película vacía, que solo es interesante por su estética.

Yamamoto es un yakuza que tras una guerra de bandas tiene que marcharse de Japón y va a Los Ángeles a reencontrarse con su hermano pequeño, allí veremos que logra kitano y su banda en el mundo del hampa.

Se nos muestran dos mundos, el tradicional japonés y el americano, buena película un poco "americanizada" pero Kitano sabe mantener su esencia.

Sólo se vive una vez, la segunda película de Fritz Lang en EEUU, explica la historia de Eddie , un gran Henry Fonda, un ladrón de poca monta que ha sido condenado 3 veces, si vuelve a delinquir, le condenaran a la silla eléctrica. Esa amenaza y el deseo de empezar una nueva vida junto a su futura mujer, que trabaja para el defensor del pueblo, hará que luche con todas sus fuerzas para ir por el buen camino.

Las malas compañías, los prejuicios de la sociedad y la etiqueta de delincuente pesará más que el amor del matrimonio y las buenas intenciones. Todo ellos hará que el destino de la pareja se vaya acercando al abismo peligrosamente.

La película parte de una buena idea, tiene una buena fotografía y buenas actuaciones, pero el paso de los años y algunos detalles que están metidos con calzador, para ir cuadrando la historia, hace que lo que para muchos es una obra maestra, a mí me parezca una buena película pero no más.

Argo es una buena película, todo esta bien hecho, el guión ( basado en una historia real ), las actuaciones, la dirección, etc.. pero le falta algo para poder ser una gran película, quizás es esa manera de contar todo de forma tan correcta, que la hace un poco plana. Y me quedó la sensación que empieza dando una visión imparcial del conflicto y luego se decanta clarisimamente por EEUU.

Se pasa un buen rato aunque yo recortaría 15-20 minutos de sus 120 minutos de duración.