Gibson vuelve a demostrar que la calidad no tiene porqué tener renombre o críticas de cinéfilos a su favor. Se trata de una pelicula fascinante y brutal, rápida y emocionante, adictiva y sobrecogedora. Filmando con una estética insuperable, Gibson es el mejor rodando acción y haciendo real la violencia, hasta el punto de meterte en las propias luchas físicamente.
Con un sonido increíble y una historia dinámica la historia de los libros sobra.
Grande Gibson, grande.

Nuevo género de cine que oxigena la comedia. Se trata de algo nuevo, cómico y dramático, inteligente, novedoso y distinto. Totalmente anárquica la película te introduce en un mundo irreal y caótico. Murray demuestra ser un camaleón de la interpretación, sólo él puede desarrollar un papel tan surrealista de manera magistral. Sin embargo, el caos es tan grande en ocasiones que puedes llegar a desconectar. Gran mérito de Anderson, crea un nuevo género y lo hace muy bien.

Cero cine, cero guión, cero actores, cero historia, cero creatividad y cero total. Siendo la primera parte algo novedosa en la segunda se repite todo pero con menos creatividad, lo cual es difícil. No recomendada para ningún público.

A pesar del inicio con fuerza e intriga, la película acaba siendo insoportable. Con un Gere correcto y un Norton de gran calidad, la trama es suficiente en un principio. Tristemente se convierte en una historia insípida y previsible que cae en las típicas escenas judiciales de toda la vida. No hay creatividad ni invención. Vuelve la escena de cineasta sin recursos ( protagonista que bebe para olvidar ) y el final es previsible, a pesar de que ruegas que llegue. En conclusión, aburrida, típica y por momentos tediosa. Buen inicio de algo muy malo.

Cinta pésima que destroza a dos grandes actores como son Botto y Suárez. Sin guión, sin ideas, sin movimiento y sin momentos que la salven de un caos decepcionante. No hay conexión ni novedad. Únicamente, la belleza de Suárez y su saber trabajar permiten no sentirte estúpido al verla entera.