Es una pena en lo que está derivando la saga de "Expediente Warren", que empezó con dos buenas películas bastante interesantes. Todo parecía hacer presagiar que la saga derivaría en una especie de Cuarto Milenio desarrollando algunos de los expedientes paranormales de los Warren, como por ejemplo, la muñeca Annabelle, que de inicio no estaba mal, pero también ha decaído bastante. No se entiende muy bien qué tienen que ver La Monja y ahora esta Llorona con los Warren, o al menos no se explica en las películas. Centrándome en La Llorona, su guión es penoso, la historia de La Llorona se la cepillan en dos minutos (tampoco es que dé para más), y lo demás es una concatenación de clichés de película mala de terror, con sustos predecibles, reflejos en espejos que todo el mundo espera, personajes idiotas que la fastidian en el momento más oportuno,.... lo de siempre, vamos.

Pero, una película puede no ser original, pero al menos divertir, entretener,.... pero es que incluso en lo que es repetitivo es pobre, lenta y torpe.

En definitiva, una película que se propone como secuela de Expediente Warren, pero que poco tienen que ver y ese título se le queda muy grande.

Magnífica película, con un relato escalofriante y un ambiente muy sórdido relacionado con el mundo de las drogas. La película retrata a la perfección un mundo muy interesado en el que las personas solo valen lo que pueden dar a los demás, y una vez no tienen nada que dar, no valen nada. La amistad no existe, los valores se fueron por la ventana y la familia simplemente se desvaneció. Una vez entras en ese mundo, no hay salida, o estás dentro o no estás, pero no sales. Marcelo es un personaje entrañable, triste, amable, que intenta ser honrado en un mundo donde eso es imposible, y lo tiene que buscar haciendo cosas deleznables, como distribuir droga a su entorno. La crueldad con la que el drama trata a Marcelo inquieta a cualquiera, pero por desgracia, todo es real, y tenemos a muchos "Marcelos" en nuestro entorno.

Cine del bueno, película muy recomendable.

Me gustaron las dos películas del Expediente Warren, ya la primera de Annabelle (2014) me resultó rebuscada para sacar una película a raíz de otra película tirando de la muñeca, pero se dejaba ver. Para ésta nueva entrega no iba buscando una gran película, esperaba cualquier excusa para que la muñeca reviviera diera unos sustos a la sala, poco más. Y eso es exactamente lo que ofrece la película, sin más. Si alguien va buscando algo más, se equivoca. Hay que tener en cuenta que el reparto cuenta con dos actores, Miranda Otto y Anthony LaPaglia, que son muy experimentados, pero no son actores TOP, y que además, pronto se adivina que no pasan de ser un mero reclamo para dar una mejor imagen de profesional a una película que de no ser de terror, sería perfecta candidata para el Multicine de A3 de los domingos por la tarde.
Como digo, una película honesta, que da exactamente lo que ofrece, unos sustos nada originales, pero siempre efectivos

La primera parte de este "El último exorcismo" fue una película aceptable, con algunas buenas ideas y un cierto toque de originalidad, aunque recordara a cosas ya hechas anteriormente, aunque no cansadas. Esta segunda parte ha abandonado las pocas virtudes de la primera, y ha seguido el camino fácil de todas las películas de exorcismos ya vistas, con sustos facilones, tramas predecibles, rituales ya vistos en otras películas, y así hasta completar un magnífico compendio de cómo se puede arruinar los pocos méritos que sembró una al menos entretenida primera parte.
Película absolutamente prescindible.

Como he dicho en mi titular, Byzantium es una buena película del género de vampiros, quizás de lo mejor que se ha publicado desde aquella magistral "Déjame entrar", película de la que bebe mucho Neil Jordan. Sin embargo, no creo que sea tan buena como algunos críticos especializados dicen y como muchos de los visitantes de esta web afirman. Lo que sí ocurre es que después de ver tanto despropósito en el género de vampiros de los últimos años, el simple hecho de ver una película que aborda la causa vampírica desde la visión tradicional, desde una desgracia y no una virtud, y por supuesto, nada de vampiros que van al instituto a ligar, pues resulta como poco confortable poder disfrutar de una historia real de vampiros.
La película tiene claramente un gran y prometedor inicio, y un muy interesante aunque previsible final. Sin embargo, el cuerpo de la película languidece por momentos.
Película muy recomendable para todo seguidor del género, pero si se ve con ojos objetivos y no desesperados por los despropósitos de este género, no será una película tan buena como se afirma.