Haz click aquí para copiar la URL
You must be a loged user to know your affinity with Macarrones
Críticas 229
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
8
20 de diciembre de 2006
67 de 74 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este es un clásico del cine italiano. Muy bien rodada e interpretada, se trata de una película (una más) que denuncia los horrores de la guerra y retrata la vida cotidiana de los soldados italianos durante la I Guerra Mundial. Con un realismo casi naturalista se narra lo absurdo de los combates, la ineptitud de los mandos, el frío, el hambre de los pobres soldados, con el gordo, el analfabeto, el oficial fatalista que obedece a los generales insensatos sabiendo que sus órdenes son un disparate, sus escenas de rancho, cartas de las novias, muertes entre alambres espinosos, todo eso... Es un poco como "Senderos de gloria" pero con chistes. Seguramente la película de Kubrick influyó en la elegancia con la que está rodada esta "Gran guerra" de Monicelli, que es sobresaliente desde el punto de vista técnico, tanto en el rodaje de las escenas más íntimas y desenfadadas como en las de batallas y masas. Los actores, por supuesto, están muy bien. En general la mezcla de pequeños episodios dramáticos con otros cómicos funciona más o menos bien, aunque también es la mayor debilidad de la película: se nota demasiado la plantilla, el alternar risas con bombazos y drama. Los protagonistas son dos pícaros (bueno, dos caraduras) que tratan de escaquearse de todos los trabajos (nada más militar, por otra parte): este recurso está un poco visto y su reiteración en esta película resulta también un poco previsible, aunque lo compensa la calidad de los actores (Sordi y Gassman). Silvana Mangano, por su parte, es un prodigio de naturalidad y gracia; en todas las escenas en las que ella sale la pantalla se llena de luz y uno entiende que nuestros abuelos estuvieran enamorados de ella (bueno, mi abuelo nunca habló de la Mangano ni creo que nadie la conociera en su pueblo, pero uno se pone a escribir aquí y de repente se siente como si estuviera en el programa de Garci y se pone cachondo con las señoras estupendas en blanco y negro y dice frases como estas y selecciona su escena favorita, casi me están entrando ganas de fumar y todo).

Todos los secundarios son también excelentes. Imprescindible verla en versión original por la riqueza de las hablas dialectales italianas (me imagino que en la versión doblada todos pronunciarán como si anunciaran sopas Knorr).
13 de febrero de 2010
89 de 121 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fui al cine lleno de prejuicios, esperando que Tom Ford hubiera convertido una de mis novelas favoritas en un anuncio de colonia. Bueno, pues lo ha hecho, pero entre anuncio y anuncio (impecables trajes, estilosísimos modelos, grandes machos que se pasean por aquí y por allá, primerísimos primeros planos de ojos, poéticos desnudos) se le cuela una película bastante digna, quizá un poco sosa, donde nada parece haberse dejado al azar: hasta el último pliegue de una sábana está estudiado y colocado con primor, ya puede uno descalabrarse en un accidente de coche que acaba posado en la nieve estilosísimo, sin una arruga en el pantalón. Los actores están bien y eso que Colin Firth no es precisamente mi favorito. En este caso cumple con sobriedad su papel y no parece un suplente (como en casi todas sus películas). Es más, en la escena del baile con Julianne Moore se le ve hasta suelto y encantador. Julianne Moore está estupenda, cómo no, y eso que aparece caracterizada como si fuera Aramis Fuster, con su mismo peinado y su sombra de ojos. Con todo, ni Firth ni Moore nos hacen olvidar que sus personajes son infinitamente menos ricos e interesantes que sus referentes literarios (bueno, sí son más ricos en un aspecto: viven en unas mansiones de cortar el hipo; aquí se demuestra que la cuenta corriente de los directores de cine y los modistos es infinitamente superior a la de los novelistas. El salón de Julianne Moore parecía el de Angela Channing).

En resumen: se trata de una adaptación hecha con dignidad. Intuyo que "Un hombre soltero" es un texto que le toca hondo a Tom Ford y verdaderamente le importa, y por eso ha querido poner sus millones y su talento al servicio de esta hermosa historia. Quizá le falte experiencia y garra, pero no amor por Isherwood. Y eso se nota y lo compartimos.

En cualquier caso, y como se dice siempre en estos casos, el libro es mucho mejor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
== Propuesta de remake español ==

Título: «El profe de lengua es mariquita»

Director: Amancio Ortega
Guionista: José Luis Moreno

Actores:
George (Colin Firth): Luis Merlo
Jim (Matthew Goode): Paco León
Charley (Julianne Moore): Aramis Fuster
Chapero (Jon Kortajarena): Macarrones

En atención a las peculiaridades del cine español más comercial, los productores decidirían convertir la historia en una comedia ligera, ambientada en Zahara de los Atunes. Se estrenaría en el Festival de Málaga y ganaría una Biznaga de plata (da igual cuál). Después tendría tres candidaturas a los goya: Mejor dirección artística, mejor diseño de vestuario y mejor maquillaje y peluquería. Aquí no ganaría ningún premio.
11 de octubre de 2007
110 de 164 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya por delante que a mí me encanta el cine de Cronenberg desde que lo descubrí en "Desayuno al desnudo" y que "eXistenZ" es una de mis películas favoritas (con esto ya sé que mi criterio quedará desautorizado para muchísima gente en vista de lo que se lee por ahí).

"Promesas del este" es una muy, muy interesante actualización del cine negro tradicional. Se presentan con naturalidad muchos de los elementos típicos –y tópicos– del género que Cronenberg recrea con tan buen pulso que da la impresión de que es la primera vez que se ven sobre una pantalla: así, la ciudad como un escenario hostil y un laberinto de fealdad y corrupción (Londres, en este caso), con abundancia de escenas nocturnas, muelles donde se arrojan cadáveres y lluvia; el entramado mafioso con sus ronqueras, su código de honor propio y su red de fidelidades familiares y clientelares; la ambigüedad extrema de ciertos personajes, etc.). Todo ello nos remite al cine clásico y lo hace de muy buena ley (si se me permite la expresión). Lo contemporáneo viene por la manera muy explícita de narrar las escenas de violencia y el poco pudor (y ninguna idealización) con los que se muestran los desnudos (habría sido inconcebible rodar una escena como la de los baños públicos con cualquier estrella del cine negro).

¿Qué rechina en este engranaje? La psicología y la historieta de la comadrona/madre frustrada no me pareció bien encajada del todo.

Los actores están muy bien sin excepción y Viggo Mortensen, en particular, es estupendo. Muy recomendable para los amantes del cine de mafiosos. Absténganse las almas sensibles que se marean con la sangre.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
******
Expolio
******
¿Qué le pasa a Naomi Watts con la policía? ¿No paga las multas de tráfico, atropelló a alguien con la moto y se dio a la fuga, tiene cuentas pendientes con la justicia o qué? Porque lo más normal es, si uno se ve envuelto en una situación como la suya, acudir corriendo a la comisaría, digo yo. Para empezar: ¿Por qué no lleva directamente el diario a la policía? La única razón que se me ocurre es porque, de haberlo hecho, Cronenberg habría tenido que contar otra película y no estaba por la labor.
¿Y por qué Watts y el Mortensen convaleciente, con lo pachucho que estaba el pobre, tienen que ir en moto hasta los muelles para salvar al bebé en vez de llamar a la pasma? Porque en el cine las estrellas hacen estas cosas. Si se hubiera roto un cable del ascensor, Mortensen se habría descolgado para salvar a la matrona; si hubiera habido un incendio, él la habría sacado de las llamas con sus propios brazos; todo menos que un bombero nos eclipse a la estrella.
La música: en general está muy bien (preciosa la escena del acordeón en la fiesta rusa), aunque a veces subraya las intenciones del director de forma muy tosca o inapropiada (el coro que se oye en la escena de la investidura archimafiosa de Mortensen parecía un recurso un poco simplón, si el personaje hubiera sido español se habrían oído castañuelas, supongo).
Una curiosidad: la iluminación navideña de Londres es, según esta película, igual que la de Gamonal, con unas luces birriosas que se encaraman al fuste de las farolas como si fueran una hiedra anoréxica.

*************
Una vida de cine
*************
Esta la vimos mi pata Servadac y un servidor en los Cines Princesa de Madrid. Nuestra última diversión es llegar a las taquillas de los cines corriendo, medio minuto antes de que empiecen las películas: ya hemos echado los bofes ante las sufridas taquilleras de los Verdi y los Princesa (ayer no sé qué nos pasó, pero de una manera bastante cronenbergiana nos perdimos por los túneles del metro). Nos sorprendimos hablando de otros filmaffiniteros (Bloomsday, Maldito Bastardo, Khaledia, Dromedario, Gilbert, Tantra, Grandine, Tomine y muchos más) como si los conociéramos de algo o fuéramos amigos íntimos (será porque los que sí conocemos son bastante impresentables: lo digo por ti, Samir). A Servadac, de un modo también muy cronenbergiano, le tocaron los pies una pareja de orientales que se sentaron en las butacas de delante. Pero eso mejor que lo cuente él, si le apetece.
24 de octubre de 2006
69 de 82 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo bueno de la película: es ágil, entretenida, los actores en general están muy bien (siempre dentro del mismo registro, eso sí; además, no saben pegarse y los bofetones y patadas y caídas al suelo parecen de un grupo de teatro de aficionados que actúan en un teatro de la Caja de Ahorros para su familia, aunque en el fondo el cine español es eso, una función familiar donde todos somos un poco tías o cuñados de Ernesto Alterio y Victoria Abril y vamos a verlos hagan lo que hagan).

A lo que iba. Lo malo de "Incautos": que su argumento, poco a poco, se convierte en el lío padre. Una cosa es hacer una película de tramposos y otra llenarla de trampas y embrollar de tal manera al espectador que, con el mismo esfuerzo con el que trata de entender la película, uno puede leerse la "Fenomenología del Espíritu" en versión original y sin notas. A fuerza de querer dar una vuelta de tuerca al argumento lo que se logra es pasarse de rosca hasta caer en lo inverosímil.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Los historiadores del futuro usaran esta película como prueba de las pocas medidas de seguridad que había en los aeropuertos antes del 11-S. Las escenitas finales son el colmo del absurdo aparatoso (y menos mal que Federico era un estafador profesional, de la vieja escuela, discreto...).
15 de febrero de 2009
69 de 84 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es difícil juzgar los méritos de una película que se ha visto con los ojos llenos de lágrimas y con la mirada empañada. Yo procuro apartar mis emociones a la hora de juzgar una película, a veces sentimos emociones muy intensas con obras imperfectas a las que podemos amar apasionadamente. A mí «Camino» me ha emocionado mucho pero, además, creo que se trata de una gran película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¿Por qué nos duele tanto esta historia de hadas, esta fantasía sobre el amor? ¿Por qué les molesta tanto a algunos? Precisamente por su realismo y mesura. Fesser tiene las condiciones de ser una especie de Tim Burton a la española: posee imaginación visual, un sentido del humor sarcástico pero también lleno de humanidad, muestra dotes de gran fabulador y es capaz de plasmar una imaginería potente y original con maestría técnica. Se nota que ama a los actores y consigue de ellos actuaciones memorables. En «Camino», a diferencia de sus películas anteriores, ha abandonado el esperpento, la deformación caricaturesca. Todo es dolorosamente cercano y real: hasta los sueños, los miedos, las pesadillas. Sus enfermeras son reales, los pasillos del hospital, las mortificaciones de las numerarias, las pequeñas renuncias, la fe, los ídolos dorados. Y, sin embargo, Fesser cuenta una historia mágica, una historia donde el Más Allá está presente, donde suceden hechos extraordinarios, donde se esperan milagros porque son posibles. Camino es un cuento. Y como en todos los cuentos infantiles, hay una crueldad intrínseca con los niños: padres que abandonan a sus hijos en el bosque, brujas que se comen a niños, madrastras celosas de la belleza de sus hijastras, gigantes que acosan a los chavales... Y mentiras, mentiras y más mentiras. Este es un cuento con malentendido (como todos los cuentos), su equívoco y su ansia de beso, que no llega.

Me gusta la imaginación onírica de Fesser, su valentía para afrontar un asunto tan poco grato para el gran público (que ya sabemos lo que le gusta), su homenaje a los cuentos y a la Cenicienta (enriquece un mito ya muy visto), me gusta cómo resucita el viejo paralelismo entre el teatro y la vida, su tesis de que el amor es más poderoso que la muerte. ¡Hasta consigue redimir el nombre de Camilo José Cela y lo desvincula de la caspa, los orinales y los artículos del ABC! Eso sí es un milagro.

Gracias, Fesser.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para