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5,2
3.819
8
12 de agosto de 2016
12 de agosto de 2016
16 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
“La justicia es de Dios, a nosotros solo nos queda el Derecho”, es un dicho común entre los abogados y que aplica perfectamente al primer largometraje de la directora CourtneyHunt, quien se apoya de un guion excelentemente realizado por Nicholas Kazan (Reversal of Fortune, Fallen) para entregar una película muy bien lograda, que a pesar de que no será contendiente para llevarse algún premio, cumple de manera brillante con su cometido, exponiendo de manera excelente cómo se lleva a cabo un proceso judicial, en los cuales la verdad jurídica no siempre corresponde a la realidad.
La cinta presenta la historia Richard Ramsey, quien acepta defender a Mike Lassiter, un menor de edad acusado de matar a su propio padre, un prominente abogado de moral cuestionable, que fuera amigo cercano del propio Richard. Contando únicamente con el apoyo de una novata cuyo único talento es su capacidad de detectar cuando una persona miente y bajo la presión de una madre que desea la absolución de su hijo a toda costa, el sagaz abogado deberá de ingeniárselas para salir airoso en un juicio en el cual todas las evidencias juegan en su contra. Mientras avanza el proceso, una serie de verdades acerca del difunto saldrán a la luz, las cuales deberán de ser aprovechadas por Ramsey para cumplir con su objetivo y devolver al muchacho a su angustiada madre.
El protagonista de la película es Keanu Reeves (The Matrix) quien cumple con una actuación decente, más no sobresaliente, al interpretar a Richard Ramsey. Por otra parte, Renée Zellweger (Cold Mountain, Chicago) regresa sin pena ni gloria a la pantalla grande como la esposa del difunto abogado. Destaca la actuación del joven Gabriel Basso como Mike Lassiter, teniendo una participación un poco más notable que el resto del elenco. Para cerrar con el reparto, está Jim Belushi como Boone Lassiter, la víctima del asesinato, y cuya participación se limita a los flashbacks utilizados para recordar las situaciones que causaron el homicidio.
La realidad es que el filme no aporta nada extraordinario en cuanto a cinematografía y actuaciones. De hecho, podría decirse que se trata de un capítulo ampliado de la serie Law & Order: Special Victims Unit. Sin embargo, la cinta cumple con su cometido de entretener al público, manteniendo al espectador atento en todo momento mientras hace sus propias conclusiones acerca de la resolución del caso. Lo más destacado es la forma en como exhibe la manera en que se lleva a cabo un proceso judicial, en el cual lo que realmente importa son los hechos probados y la forma en cómo éstos pueden ser utilizados para obtener un resultado favorable. Así, los personajes “manipulan” las evidencias, testimonios e incluso hechos circunstanciales para obtener sus objetivos. Al final, la verdad será revelada dejando sorprendidos a propios y extraños.
Calificación: TÚ DECIDES.
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Twitter @Wraparty
La cinta presenta la historia Richard Ramsey, quien acepta defender a Mike Lassiter, un menor de edad acusado de matar a su propio padre, un prominente abogado de moral cuestionable, que fuera amigo cercano del propio Richard. Contando únicamente con el apoyo de una novata cuyo único talento es su capacidad de detectar cuando una persona miente y bajo la presión de una madre que desea la absolución de su hijo a toda costa, el sagaz abogado deberá de ingeniárselas para salir airoso en un juicio en el cual todas las evidencias juegan en su contra. Mientras avanza el proceso, una serie de verdades acerca del difunto saldrán a la luz, las cuales deberán de ser aprovechadas por Ramsey para cumplir con su objetivo y devolver al muchacho a su angustiada madre.
El protagonista de la película es Keanu Reeves (The Matrix) quien cumple con una actuación decente, más no sobresaliente, al interpretar a Richard Ramsey. Por otra parte, Renée Zellweger (Cold Mountain, Chicago) regresa sin pena ni gloria a la pantalla grande como la esposa del difunto abogado. Destaca la actuación del joven Gabriel Basso como Mike Lassiter, teniendo una participación un poco más notable que el resto del elenco. Para cerrar con el reparto, está Jim Belushi como Boone Lassiter, la víctima del asesinato, y cuya participación se limita a los flashbacks utilizados para recordar las situaciones que causaron el homicidio.
La realidad es que el filme no aporta nada extraordinario en cuanto a cinematografía y actuaciones. De hecho, podría decirse que se trata de un capítulo ampliado de la serie Law & Order: Special Victims Unit. Sin embargo, la cinta cumple con su cometido de entretener al público, manteniendo al espectador atento en todo momento mientras hace sus propias conclusiones acerca de la resolución del caso. Lo más destacado es la forma en como exhibe la manera en que se lleva a cabo un proceso judicial, en el cual lo que realmente importa son los hechos probados y la forma en cómo éstos pueden ser utilizados para obtener un resultado favorable. Así, los personajes “manipulan” las evidencias, testimonios e incluso hechos circunstanciales para obtener sus objetivos. Al final, la verdad será revelada dejando sorprendidos a propios y extraños.
Calificación: TÚ DECIDES.
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10
17 de febrero de 2018
17 de febrero de 2018
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existen historias en las cuales hasta cierto punto es válido clasificar y desarrollar a los personajes para colocarlos en los extremos del bien y el mal, siempre y cuando se consiga el objetivo de transmitir un mensaje y dejar una lección al espectador. No obstante, el mundo real es más complejo, en éste no existen héroes inmaculados ni villanos completamente malvados, solo personas llenas de imperfecciones que deciden actuar o reaccionar de acuerdo a sus propias circunstancias. Es así como el más reciente trabajo del director y guionista Martin McDonagh (In Bruges, Seven Psychopaths) plantó cara a The Shape of Water en el pasado año cinéfilo, ya que mientras esta última es un cuento de hadas, la cinta del británico es un duro golpe de realidad.
Ante la incapacidad para encontrar al responsable del brutal asesinato de su hija adolescente, Mildred Hayes decide tomar cartas en el asunto y exhibir a un departamento de policía que parece estar más ocupado en oprimir a las personas de color que en resolver el caso. De esta forma, renta tres anuncios espectaculares expuestos sobre una carretera en las inmediaciones de la ficticia localidad de Ebbing, Missouri con mensajes hirientes dirigidos en particular al alguacil Bil Willoughby para exigir justicia. Como era de esperarse, la particular muestra de descontento hace eco en el pueblo, despertando la animadversión de unos ciudadanos que a pesar de condenar el homicidio de la joven, desaprueban la reacción debido a que consideran que a pesar de la falta de resultados el oficial es un ciudadano ejemplar. De entre todos, destaca el oficial Jason Dixon, un inmaduro oficial sin escrúpulos que hará todo lo posible por limpiar el nombre de su jefe, aunque muy a su manera.
El guion de McDonagh es extraordinariamente complejo, ya que se trata de una historia en la cual es muy difícil tomar partido y empatizar con alguno de los personajes. Los presuntos villanos sobrellevan como pueden sus propios conflictos personales mientras que la supuesta heroína dista mucho de ser un dechado de virtudes. Paradójicamente, Mildred denuncia la violencia generando más violencia, mientras que Dixon intenta proteger el buen nombre del cuerpo policíaco con acciones por demás detestables. En medio de todos, Willoughby dará un golpe de timón que marcará el rumbo de los acontecimientos y cambiará la perspectiva del público. Así, uno puede pasar de la empatía a la animadversión hacia los personajes en instantes, para llegar a un final que deja las respuestas al criterio del espectador.
El racismo característico del estado de Missouri es el marco en el que se desenvuelve una cinta que se caracteriza por su ironía y un humor negro que incluso hace que el público se sienta culpable por reír ante situaciones trágicas por su naturaleza. Decir que es un llamado en contra del racismo y la misoginia es un error, más bien se trata de un reflejo de la condición humana y de las pasiones que motivan a las personas que tienen que afrontar una tragedia, reaccionando de formas poco convencionales e incluso irracionales que solo se podrían explicar si uno se pone en su lugar para intentar comprender el duro momento por el que están pasando.
Por si todo lo anterior fuera poco, la película es un auténtico duelo de actuaciones. Por una parte, Frances McDormand (Fargo, Almost Famous) es impresionante como la ruda e impasible Mildred, un personaje que le queda a la medida. Mientras tanto, Sam Rockwell (Seven Psychopaths) sorprende gratamente por su capacidad de encarnar los vicios y complejos del agente Dixon. Completa la terna Woody Harrelson (The People vs. Larry Flynt, The Messenger), quien nuevamente demuestra su gran talento en el papel de Willoughby, un comprensivo alguacil que tiene que lidiar con sus propios demonios en medio de la turbulencia desatada en su pueblo.
Es así como se trata de una película redonda llena de claroscuros protagonizados por actores que interpretan a personajes que dentro de su ambivalencia resultan ser humanamente perfectos y quienes en lugar de encontrar redención quedarán como lo que son: gente común. Los sucesos son llevados de forma magnífica gracias a la excelente dirección de McDonagh para llegar a una conclusión en la cual los juicios de valor quedarán al criterio de un espectador que saldrá fascinado por haber disfrutado de casi dos horas de excelente cine. Sin lugar a dudas, se trata de uno de los mejores filmes del año.
Calificación: TÚ DECIDES.
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Ante la incapacidad para encontrar al responsable del brutal asesinato de su hija adolescente, Mildred Hayes decide tomar cartas en el asunto y exhibir a un departamento de policía que parece estar más ocupado en oprimir a las personas de color que en resolver el caso. De esta forma, renta tres anuncios espectaculares expuestos sobre una carretera en las inmediaciones de la ficticia localidad de Ebbing, Missouri con mensajes hirientes dirigidos en particular al alguacil Bil Willoughby para exigir justicia. Como era de esperarse, la particular muestra de descontento hace eco en el pueblo, despertando la animadversión de unos ciudadanos que a pesar de condenar el homicidio de la joven, desaprueban la reacción debido a que consideran que a pesar de la falta de resultados el oficial es un ciudadano ejemplar. De entre todos, destaca el oficial Jason Dixon, un inmaduro oficial sin escrúpulos que hará todo lo posible por limpiar el nombre de su jefe, aunque muy a su manera.
El guion de McDonagh es extraordinariamente complejo, ya que se trata de una historia en la cual es muy difícil tomar partido y empatizar con alguno de los personajes. Los presuntos villanos sobrellevan como pueden sus propios conflictos personales mientras que la supuesta heroína dista mucho de ser un dechado de virtudes. Paradójicamente, Mildred denuncia la violencia generando más violencia, mientras que Dixon intenta proteger el buen nombre del cuerpo policíaco con acciones por demás detestables. En medio de todos, Willoughby dará un golpe de timón que marcará el rumbo de los acontecimientos y cambiará la perspectiva del público. Así, uno puede pasar de la empatía a la animadversión hacia los personajes en instantes, para llegar a un final que deja las respuestas al criterio del espectador.
El racismo característico del estado de Missouri es el marco en el que se desenvuelve una cinta que se caracteriza por su ironía y un humor negro que incluso hace que el público se sienta culpable por reír ante situaciones trágicas por su naturaleza. Decir que es un llamado en contra del racismo y la misoginia es un error, más bien se trata de un reflejo de la condición humana y de las pasiones que motivan a las personas que tienen que afrontar una tragedia, reaccionando de formas poco convencionales e incluso irracionales que solo se podrían explicar si uno se pone en su lugar para intentar comprender el duro momento por el que están pasando.
Por si todo lo anterior fuera poco, la película es un auténtico duelo de actuaciones. Por una parte, Frances McDormand (Fargo, Almost Famous) es impresionante como la ruda e impasible Mildred, un personaje que le queda a la medida. Mientras tanto, Sam Rockwell (Seven Psychopaths) sorprende gratamente por su capacidad de encarnar los vicios y complejos del agente Dixon. Completa la terna Woody Harrelson (The People vs. Larry Flynt, The Messenger), quien nuevamente demuestra su gran talento en el papel de Willoughby, un comprensivo alguacil que tiene que lidiar con sus propios demonios en medio de la turbulencia desatada en su pueblo.
Es así como se trata de una película redonda llena de claroscuros protagonizados por actores que interpretan a personajes que dentro de su ambivalencia resultan ser humanamente perfectos y quienes en lugar de encontrar redención quedarán como lo que son: gente común. Los sucesos son llevados de forma magnífica gracias a la excelente dirección de McDonagh para llegar a una conclusión en la cual los juicios de valor quedarán al criterio de un espectador que saldrá fascinado por haber disfrutado de casi dos horas de excelente cine. Sin lugar a dudas, se trata de uno de los mejores filmes del año.
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8
25 de julio de 2017
25 de julio de 2017
17 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de conseguir la inclusión al MCU (Marvel Cinematic Universe) del superhéroe más emblemático de la franquicia en Captain America: Civil War, el advenimiento de una película de Spider-Man en solitario resultó ser uno de los más esperados en el 2017. De la mano del director Jon Watts (Cop Car) y media docena de guionistas llega Spider-Man Homecoming, el sexto largometraje inspirado en el arácnido en un periodo de 15 años. Desde su aparición al lado de Avengers el año pasado, el camino que tomaría la nueva historia de Peter Parker estaba definido: se trataría de un adolescente inexperto e incapaz de controlar sus recién adquiridos poderes, dándole un nuevo enfoque a las historias que el público estaba acostumbrado a ver en el cine con relación a este personaje.
La nueva película de Spider-Man se desarrolla inmediatamente después de los eventos suscitados en Civil War. Después de haber luchado codo a codo con Iron Man y compañía, el joven superhéroe regresa a casa para retomar su rutina habitual como adolescente. Así, el joven tendrá que regresar a la preparatoria y lidiar con los problemas típicos de su edad: abusos de sus compañeros, indiferencia de las niñas, regaños de los profesores, además de un eterno aburrimiento al no presentarse ninguna aventura que siquiera se asemeje a lo vivido en días anteriores. En cuanto suena el timbre, el muchacho se pone su nuevo súper traje (cortesía de Stark) para iniciar su patrullaje por el barrio en busca de ese gran supervillano que le permita demostrar su valía como candidato a formar parte de los poderosos Avengers. Los deseos de Peter se harán realidad con la aparición de Vulture un traficante de armas con poderes indescriptibles desarrolladas gracias a la tecnología alienígena que la batalla contra Loki dejó esparcida por toda la ciudad.
El filme cuenta con el mérito de ofrecer una imagen distinta a lo que ha manejado MCU en sus entregas anteriores, mostrándose como una película de adolescentes cuyo protagonista cuenta con súper poderes (algo que en su momento resultó ser el gran éxito de la serie de televisión Smallville). De esta forma, los enemigos principales de Peter Parker serán inexperiencia, su timidez y su falta de valor para afrontar a los abusones de la escuela, los cuales se cruzarán inesperadamente cuando tenga que verse las caras con Vulture. En términos generales puede decirse que se trata de una cinta excelente, la historia es entretenida y logra combinar atinadamente comedia y acción, apoyándose como siempre de magníficos efectos especiales y agregando buenas actuaciones.
No obstante, el esfuerzo por encajar a Spider-Man en el MCU y sobre todo de hacerlo “actual” derivó en un desapego excesivo con la historia original del personaje. Mientras los fans del arácnido tuvieron un año de superar a una tía May mucho más joven (y atractiva) que se aleja por mucho a su versión original, nunca esperaron ver a un Flash hindú o que el futuro amor de Parker será una chica de raza negra que, a pesar de no llevar el nombre de Mary Jane, anuncia que sus amigos la conocen como “MJ” referencia específica a uno de los personajes estelares e inamovibles de las aventuras del hombre araña, situación que para los fanáticos (o no tanto) cae como un verdadero balde de agua helada.
Por otra parte, la aparición de Iron Man como un mentor genera bastante inconformidad, sobre todo por el hecho de que los poderes del arácnido parecieran ser más un complemento de un traje diseñado por Tony Stark. Hay que recordar que precisamente uno de los atractivos de Spider-Man consistía en la forma en cómo él mismo diseñaba su vestimenta y armamento, situación que fue dejada de lado con tal de hacerlo encajar en el MCU. Aunque se puede decir que el rol del hombre de hierro es acertado al no exceder su protagonismo, este distanciamiento de uno de los puntos esenciales en la naturaleza del personaje principal también resulta bastante cuestionable.
En cuanto a las actuaciones, Tom Holland se desenvuelve adecuadamente sobre la línea trazada para el superhéroe arácnido, logrando imprimirle una personalidad original al personaje. No obstante, Michael Keaton (Birdman, Spotlight) es sin duda el más destacado del filme, demostrando estar tan seguro de su renacimiento como actor al no tener reparos en volver a interpretar a un personaje salido de las historietas, decisión que todos los fans del género le tienen que agradecer por encarnar al mejor de los villanos que se han visto en el MCU. El éxito de Vulture como antagonista se debe a que Adrian Toomes (el hombre detrás del supervillano) resulta ser aún más intimidante cuando no trae puesto su traje, lo cual se acentúa gracias a un atinado giro en el argumento de la historia. Así, se cuenta por fin con un némesis cuya personalidad y objetivos cuentan con un excelente desarrollo, convirtiéndose en uno de los puntos más relevantes de la cinta.
En conclusión, si bien la película es bastante buena, no puede decirse que es la mejor que se ha realizado en torno al personaje. El gran problema es que Spider-Man no es Iron-Man, Captain America y compañía, se trata del superhéroe más popular de Marvel. Si uno cambia a la novia de Thor o Dr. Strange la gente ni siquiera lo notará, modificar los orígenes de Ant-Man o Black Panther no despertará inconformidad alguna, dando un amplio margen para desarrollar historias distintas inspiradas en los personajes del cómic. No obstante, Spider-Man debe de manejarse con más cuidado al ser una historia con personajes conocidos por propios y extraños, por lo que por más que se intente exaltar a la diversidad racial, es de gran importancia apegarse lo más posible al cómic del cual se inspira para evitar desilusionar al público, a menos que el encargado de dirigir sea Chistopher Nolan y cuente con la capacidad de crear extraordinariamente un propio universo para superhéroes emblemáticos.
Calificación: TÚ DECIDES
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La nueva película de Spider-Man se desarrolla inmediatamente después de los eventos suscitados en Civil War. Después de haber luchado codo a codo con Iron Man y compañía, el joven superhéroe regresa a casa para retomar su rutina habitual como adolescente. Así, el joven tendrá que regresar a la preparatoria y lidiar con los problemas típicos de su edad: abusos de sus compañeros, indiferencia de las niñas, regaños de los profesores, además de un eterno aburrimiento al no presentarse ninguna aventura que siquiera se asemeje a lo vivido en días anteriores. En cuanto suena el timbre, el muchacho se pone su nuevo súper traje (cortesía de Stark) para iniciar su patrullaje por el barrio en busca de ese gran supervillano que le permita demostrar su valía como candidato a formar parte de los poderosos Avengers. Los deseos de Peter se harán realidad con la aparición de Vulture un traficante de armas con poderes indescriptibles desarrolladas gracias a la tecnología alienígena que la batalla contra Loki dejó esparcida por toda la ciudad.
El filme cuenta con el mérito de ofrecer una imagen distinta a lo que ha manejado MCU en sus entregas anteriores, mostrándose como una película de adolescentes cuyo protagonista cuenta con súper poderes (algo que en su momento resultó ser el gran éxito de la serie de televisión Smallville). De esta forma, los enemigos principales de Peter Parker serán inexperiencia, su timidez y su falta de valor para afrontar a los abusones de la escuela, los cuales se cruzarán inesperadamente cuando tenga que verse las caras con Vulture. En términos generales puede decirse que se trata de una cinta excelente, la historia es entretenida y logra combinar atinadamente comedia y acción, apoyándose como siempre de magníficos efectos especiales y agregando buenas actuaciones.
No obstante, el esfuerzo por encajar a Spider-Man en el MCU y sobre todo de hacerlo “actual” derivó en un desapego excesivo con la historia original del personaje. Mientras los fans del arácnido tuvieron un año de superar a una tía May mucho más joven (y atractiva) que se aleja por mucho a su versión original, nunca esperaron ver a un Flash hindú o que el futuro amor de Parker será una chica de raza negra que, a pesar de no llevar el nombre de Mary Jane, anuncia que sus amigos la conocen como “MJ” referencia específica a uno de los personajes estelares e inamovibles de las aventuras del hombre araña, situación que para los fanáticos (o no tanto) cae como un verdadero balde de agua helada.
Por otra parte, la aparición de Iron Man como un mentor genera bastante inconformidad, sobre todo por el hecho de que los poderes del arácnido parecieran ser más un complemento de un traje diseñado por Tony Stark. Hay que recordar que precisamente uno de los atractivos de Spider-Man consistía en la forma en cómo él mismo diseñaba su vestimenta y armamento, situación que fue dejada de lado con tal de hacerlo encajar en el MCU. Aunque se puede decir que el rol del hombre de hierro es acertado al no exceder su protagonismo, este distanciamiento de uno de los puntos esenciales en la naturaleza del personaje principal también resulta bastante cuestionable.
En cuanto a las actuaciones, Tom Holland se desenvuelve adecuadamente sobre la línea trazada para el superhéroe arácnido, logrando imprimirle una personalidad original al personaje. No obstante, Michael Keaton (Birdman, Spotlight) es sin duda el más destacado del filme, demostrando estar tan seguro de su renacimiento como actor al no tener reparos en volver a interpretar a un personaje salido de las historietas, decisión que todos los fans del género le tienen que agradecer por encarnar al mejor de los villanos que se han visto en el MCU. El éxito de Vulture como antagonista se debe a que Adrian Toomes (el hombre detrás del supervillano) resulta ser aún más intimidante cuando no trae puesto su traje, lo cual se acentúa gracias a un atinado giro en el argumento de la historia. Así, se cuenta por fin con un némesis cuya personalidad y objetivos cuentan con un excelente desarrollo, convirtiéndose en uno de los puntos más relevantes de la cinta.
En conclusión, si bien la película es bastante buena, no puede decirse que es la mejor que se ha realizado en torno al personaje. El gran problema es que Spider-Man no es Iron-Man, Captain America y compañía, se trata del superhéroe más popular de Marvel. Si uno cambia a la novia de Thor o Dr. Strange la gente ni siquiera lo notará, modificar los orígenes de Ant-Man o Black Panther no despertará inconformidad alguna, dando un amplio margen para desarrollar historias distintas inspiradas en los personajes del cómic. No obstante, Spider-Man debe de manejarse con más cuidado al ser una historia con personajes conocidos por propios y extraños, por lo que por más que se intente exaltar a la diversidad racial, es de gran importancia apegarse lo más posible al cómic del cual se inspira para evitar desilusionar al público, a menos que el encargado de dirigir sea Chistopher Nolan y cuente con la capacidad de crear extraordinariamente un propio universo para superhéroes emblemáticos.
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5
6 de octubre de 2016
6 de octubre de 2016
15 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Del director Derek Cianfrance (Blue Valentine, Brother Tied) llega la adaptación al cine de la novela del mismo nombre escrita por M.L. Stedman, la cual aunque presenta una historia interesante, no ha sido llevada de la mejor forma a la gran pantalla. La cinta relata la vida de Tom Sherbourne, un militar retirado que decide aceptar un solitario trabajo como guardián de un faro con tal de dejar atrás a los fantasmas de la “Gran Guerra” y pasar el resto de su vida en total tranquilidad. No obstante, la calma se interrumpe abruptamente cuando conoce a Isabel, una joven de la localidad quien decide que su amor es más grande que el aislamiento y así contraer matrimonio con Tom. Los recién casados viven de forma tranquila como los únicos habitantes de la isla del faro, todo es paz y quietud hasta que la pareja enfrenta dificultades para tener un hijo, situación que inundará sus vidas de pena y tristeza.
En medio de su melancolía, Isabel recibe un inesperado “milagro”, un bote encalla en la isla del faro con dos pasajeros, un hombre muerto y una bebé recién nacida con vida. A pesar de que Tom considera que lo correcto es dar aviso y localizar a los padres de la niña, cede ante las súplicas de Isabel y decide adoptarla sin informar a nadie. No obstante y a pesar de la felicidad que su hija adoptiva le trae tanto a él como a su esposa, el fantasma de la duda no lo dejará descansar en ningún momento, mucho menos cuando al regresar a la localidad descubre la identidad de la verdadera madre. Así, la pareja deberá de enfrentar el dilema moral entre hacer lo correcto o callar con tal de seguir siendo felices con su familia perfecta.
Si bien el argumento de la cinta es bastante interesante, la ejecución de la misma deja mucho que desear. El inicio de la película, dedicado a la forma en cómo Tom e Isabel se enamoran, transcurre de forma muy lenta y carente de emotividad, situación que se extiende incluso cuando se proyectan los primeros meses de los recién casados. Aunque se intenta potencializar el drama ocurrido durante el tiempo en que no pueden tener hijos, el objetivo no se cumple de la mejor manera. De esta forma, el inicio de la película es un prolongado letargo que sólo se interrumpe cuando se descubre la identidad de la verdadera madre de la niña. No obstante, incluso la forma en cómo se proyecta el dilema moral en el cual tanto Tom como Isabel se ven inmersos no llega a ser del todo convincente. Asimismo, existe un fallo de cinematografía puesto que, en realidad, el espectador nunca llega a percibir esa sensación de aislamiento entre el faro y la localidad a la que pertenece, ya que en la película se muestra una gran cercanía entre ambos espacios.
En lo que respecta al reparto, el recién nominado al Oscar como mejor actor, Michael Fassbender (Steve Jobs) es el encargado de interpretar a Tom Sherbourne, desempeñando un buen trabajo al plasmar de forma bastante realista a un hombre carente de sensaciones y visiblemente afectado por la guerra. Por otra parte, la ganadora del Oscar Alicia Vikander (The Danish Girl) encarna a Isabel, cumpliendo con una actuación aceptable al presentar a una mujer cuyo carácter impulsivo es totalmente opuesto al de su marido. Para completar el cuadro, está la también ganadora al Oscar Rachel Weisz (The Constant Gardener) quien se encarga de desempeñar el papel de Hannah, la verdadera madre de la hija adoptiva de los Sherbourne, en un plano secundario que adquiere mayor fuerza conforme avanza la cinta, capaz de despertar antipatía o simpatía dependiendo de la forma en cómo uno juzgue la historia. De esta forma, si bien el reparto principal es de primer nivel, la realidad es que sus actuaciones cumplen con el cometido de la cinta sin llegar a ser extraordinarias.
Considerando lo anterior, si bien la película puede ser efectiva para poner sobre la mesa el debate acerca de si la pareja cometió un secuestro, de la moralidad de sus acciones e incluso acerca de quién puede decirse que en realidad es un padre, éste es más bien mérito de la novela y no de la cinta, puesto que carece de aquellos momentos que hacen que el espectador se vea inmerso en el dilema moral que viven sus personajes.
Calificación: TÚ DECIDES.
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En medio de su melancolía, Isabel recibe un inesperado “milagro”, un bote encalla en la isla del faro con dos pasajeros, un hombre muerto y una bebé recién nacida con vida. A pesar de que Tom considera que lo correcto es dar aviso y localizar a los padres de la niña, cede ante las súplicas de Isabel y decide adoptarla sin informar a nadie. No obstante y a pesar de la felicidad que su hija adoptiva le trae tanto a él como a su esposa, el fantasma de la duda no lo dejará descansar en ningún momento, mucho menos cuando al regresar a la localidad descubre la identidad de la verdadera madre. Así, la pareja deberá de enfrentar el dilema moral entre hacer lo correcto o callar con tal de seguir siendo felices con su familia perfecta.
Si bien el argumento de la cinta es bastante interesante, la ejecución de la misma deja mucho que desear. El inicio de la película, dedicado a la forma en cómo Tom e Isabel se enamoran, transcurre de forma muy lenta y carente de emotividad, situación que se extiende incluso cuando se proyectan los primeros meses de los recién casados. Aunque se intenta potencializar el drama ocurrido durante el tiempo en que no pueden tener hijos, el objetivo no se cumple de la mejor manera. De esta forma, el inicio de la película es un prolongado letargo que sólo se interrumpe cuando se descubre la identidad de la verdadera madre de la niña. No obstante, incluso la forma en cómo se proyecta el dilema moral en el cual tanto Tom como Isabel se ven inmersos no llega a ser del todo convincente. Asimismo, existe un fallo de cinematografía puesto que, en realidad, el espectador nunca llega a percibir esa sensación de aislamiento entre el faro y la localidad a la que pertenece, ya que en la película se muestra una gran cercanía entre ambos espacios.
En lo que respecta al reparto, el recién nominado al Oscar como mejor actor, Michael Fassbender (Steve Jobs) es el encargado de interpretar a Tom Sherbourne, desempeñando un buen trabajo al plasmar de forma bastante realista a un hombre carente de sensaciones y visiblemente afectado por la guerra. Por otra parte, la ganadora del Oscar Alicia Vikander (The Danish Girl) encarna a Isabel, cumpliendo con una actuación aceptable al presentar a una mujer cuyo carácter impulsivo es totalmente opuesto al de su marido. Para completar el cuadro, está la también ganadora al Oscar Rachel Weisz (The Constant Gardener) quien se encarga de desempeñar el papel de Hannah, la verdadera madre de la hija adoptiva de los Sherbourne, en un plano secundario que adquiere mayor fuerza conforme avanza la cinta, capaz de despertar antipatía o simpatía dependiendo de la forma en cómo uno juzgue la historia. De esta forma, si bien el reparto principal es de primer nivel, la realidad es que sus actuaciones cumplen con el cometido de la cinta sin llegar a ser extraordinarias.
Considerando lo anterior, si bien la película puede ser efectiva para poner sobre la mesa el debate acerca de si la pareja cometió un secuestro, de la moralidad de sus acciones e incluso acerca de quién puede decirse que en realidad es un padre, éste es más bien mérito de la novela y no de la cinta, puesto que carece de aquellos momentos que hacen que el espectador se vea inmerso en el dilema moral que viven sus personajes.
Calificación: TÚ DECIDES.
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5,5
9.945
8
20 de abril de 2017
20 de abril de 2017
14 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
En diversas ocasiones, los creadores de dibujos animados aprovechan sus películas para enviar mensajes a un público no necesariamente infantil. De esta forma, Dreamworks se vale de los directores Hendel Butoy (The Rescuers Down Under) y Tom McGrath (Madagascar) para proyectar dilemas familiares y sociales que se presentan en la actualidad. Tim Templeton es un niño de siete años “chapado a la antigua”, sin necesidad de una tableta, Smartphone ni televisión, utiliza únicamente su imaginación para vivir toda una serie de aventuras increíbles, en las cuales sus cariñosos padres siempre tienen un rol protagónico. No obstante, el mundo de Tim se viene abajo cuando aparece su hermano menor, mejor conocido como “el jefe bebé”. El golpe de realidad que sufre el ahora hermano mayor es desastroso, el nuevo inquilino se ha apropiado de toda la casa y ha acaparado toda la atención de sus padres, sin duda, el apelativo de “jefe” le viene como anillo al dedo al intruso.
Por si fuera poco, no se trata de un bebé común y corriente, sino de uno de los pocos elegidos para que, en lugar de formar parte de una familia como cualquier recién nacido, sea parte de Baby Co., una poderosa corporación dedicada a velar por los intereses de los bebés en todo el mundo. De esta forma, el hermano menor viste de traje todo el tiempo y es capaz de hablar y dirigir a los bebés de los vecinos, siendo su paso por la familia Templeton efímero, ya que su objetivo es cumplir con su misión: evitar que los cachorros se roben todo el amor que le corresponde a los bebés y así conseguir su tan ansiado ascenso en la compañía. Inevitablemente, Tim descubrirá las intenciones de su hermano, a quien decidirá ayudar con tal de librarse de él y recuperar todo el afecto de sus padres.
Con una historia que parece más bien salida de la propia imaginación de Tim, la película trata sutilmente diversas cuestiones familiares y sociales bastante profundas. En primer lugar, el título de “el jefe bebé” inevitablemente alude a esa situación que tanto padres como hermanos mayores conocen perfectamente: la llegada de un recién nacido implica el inicio de una “dictadura” en la cual el pequeño es quien “manda” y tiene a todos los demás a su entera disposición. Continuando con los lazos fraternales, la cinta revela las dificultades de convivencia entre hermanos cuando el menor hace su aparición.
Por otra parte, el corporativismo aparece como el gran enemigo al que tiene que vencer Tim. Así, un niño acostumbrado a vivir grandes aventuras imaginarias, tiene que asimilar la realidad de un mundo que desconoce, aquel en el cual una persona vale en la medida de lo que produce, corriendo el riesgo de ser desechado sin miramientos si no obtiene resultados. En este mundo los héroes son diferentes, se premia el pragmatismo y no al valor, lo que hace que éstos repentinamente se conviertan en una pieza reemplazable que ha dejado de funcionar para la empresa. Del otro lado, está aquel empleado modelo a quien lo único que le importa es el ascenso en su carrera, dejando de lado familia y cualquier lazo afectivo que pudiera interponerse en su camino.
Por último, la cinta funciona como advertencia para una sociedad en la cual es cada vez más frecuente encontrar a personas que caen en el absurdo de tratar a sus mascotas como si fueran hijos. De esta forma, en un mundo en el cual las tendencias van dirigidas a que todo sea pet friendly para que así los dueños puedan llevar a sus animales a todos lados, es importante que existan recordatorios para darle a cada quien el lugar que le corresponde. Después de todo, un cachorro nunca podrá ocupar el mismo sitio que un bebé, por lo que éstos no deberían de estar preocupados porque otros acaparen el amor que les corresponde.
Es así como con un magnífico trabajo de animación y una historia divertida, The Boss Baby es una excelente opción para que tanto niños como adultos pasen una agradable tarde de cine que les permita soltar más de una carcajada. De este modo, mientras Tim le recuerda al público la existencia de aquel mundo infantil en el cual cualquier niño puede crear sus propias historias e iniciar todo tipo de juegos utilizando solo su imaginación y nada de tecnología, su hermano menor aboga para que todo en este mundo ocupe el lugar que le corresponde, incluyendo el hecho de que sean actores de doblaje como Mario Arvizu, Pedro D’Aguillón, Arturo Mercado y Cony Madera quienes presten su voz a personajes animados y no luminarias que en ocasiones se eligen con tal de atraer más espectadores a las salas.
Calificación: TÚ DECIDES.
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Por si fuera poco, no se trata de un bebé común y corriente, sino de uno de los pocos elegidos para que, en lugar de formar parte de una familia como cualquier recién nacido, sea parte de Baby Co., una poderosa corporación dedicada a velar por los intereses de los bebés en todo el mundo. De esta forma, el hermano menor viste de traje todo el tiempo y es capaz de hablar y dirigir a los bebés de los vecinos, siendo su paso por la familia Templeton efímero, ya que su objetivo es cumplir con su misión: evitar que los cachorros se roben todo el amor que le corresponde a los bebés y así conseguir su tan ansiado ascenso en la compañía. Inevitablemente, Tim descubrirá las intenciones de su hermano, a quien decidirá ayudar con tal de librarse de él y recuperar todo el afecto de sus padres.
Con una historia que parece más bien salida de la propia imaginación de Tim, la película trata sutilmente diversas cuestiones familiares y sociales bastante profundas. En primer lugar, el título de “el jefe bebé” inevitablemente alude a esa situación que tanto padres como hermanos mayores conocen perfectamente: la llegada de un recién nacido implica el inicio de una “dictadura” en la cual el pequeño es quien “manda” y tiene a todos los demás a su entera disposición. Continuando con los lazos fraternales, la cinta revela las dificultades de convivencia entre hermanos cuando el menor hace su aparición.
Por otra parte, el corporativismo aparece como el gran enemigo al que tiene que vencer Tim. Así, un niño acostumbrado a vivir grandes aventuras imaginarias, tiene que asimilar la realidad de un mundo que desconoce, aquel en el cual una persona vale en la medida de lo que produce, corriendo el riesgo de ser desechado sin miramientos si no obtiene resultados. En este mundo los héroes son diferentes, se premia el pragmatismo y no al valor, lo que hace que éstos repentinamente se conviertan en una pieza reemplazable que ha dejado de funcionar para la empresa. Del otro lado, está aquel empleado modelo a quien lo único que le importa es el ascenso en su carrera, dejando de lado familia y cualquier lazo afectivo que pudiera interponerse en su camino.
Por último, la cinta funciona como advertencia para una sociedad en la cual es cada vez más frecuente encontrar a personas que caen en el absurdo de tratar a sus mascotas como si fueran hijos. De esta forma, en un mundo en el cual las tendencias van dirigidas a que todo sea pet friendly para que así los dueños puedan llevar a sus animales a todos lados, es importante que existan recordatorios para darle a cada quien el lugar que le corresponde. Después de todo, un cachorro nunca podrá ocupar el mismo sitio que un bebé, por lo que éstos no deberían de estar preocupados porque otros acaparen el amor que les corresponde.
Es así como con un magnífico trabajo de animación y una historia divertida, The Boss Baby es una excelente opción para que tanto niños como adultos pasen una agradable tarde de cine que les permita soltar más de una carcajada. De este modo, mientras Tim le recuerda al público la existencia de aquel mundo infantil en el cual cualquier niño puede crear sus propias historias e iniciar todo tipo de juegos utilizando solo su imaginación y nada de tecnología, su hermano menor aboga para que todo en este mundo ocupe el lugar que le corresponde, incluyendo el hecho de que sean actores de doblaje como Mario Arvizu, Pedro D’Aguillón, Arturo Mercado y Cony Madera quienes presten su voz a personajes animados y no luminarias que en ocasiones se eligen con tal de atraer más espectadores a las salas.
Calificación: TÚ DECIDES.
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