Ves Los Otros, alucinas. Ves esta, te hace recordarla, pero no es lo mismo. Respiras el cine de Amenábar. Ves a Bayona (la indudable pasta que se mueve por detrás) y te hace recordarlo, pero tampoco es lo mismo. Pero percibes la escuela del chilenoespañol... sin ser tampoco la misma.

Y es que Bayona ha hecho una dirección que recuerda a otras pero que no, que imprime su esencia, buen gusto y el más difícil todavía: que aún podamos dar saltos en el cine con todo lo que hemos visto ya y que nos sabe a déjà vu.

La presentación, guión, fotografía, la Rueda, el mocoso de rizos... todo se muestra impecable. Como diría Risto, "es un gran producto".

Si no la has visto, te estás perdiendo una de las cintas más apuestas del pasado año.

Sencilla, quizá algo plana, pero con un mensaje claro, demoledor y que resume, como decían los Genesis, "this is the world we are living". Interesante recordatorio para todos y esencial para estudiantes como pudieran ser American History X, La Misión u otras de similar calado ético y/o social.

Magistral, brillante, compleja, exquisitamente narrada, con un Ralph Fiennes inmenso (posiblemente con el mejor papel secundario visto en los últimos años) y con momentos de gran cine, del bueno, del de verdad, del que hace reflexionar. John Williams puso la guinda con una banda sonora a la altura de las circunstancias, mostrando auditivamente lo que la realización hacía con la vista. Posiblemente, sea el "Lo que el viento se llevó" de Spielgberg, capaz de ensombrecer a todo lo hecho anterior y posteriormente. Absolutamente imprescindible.

Pues a mí me gustó, pero también sabía lo que iba a ver. Es una cinta que si se va a verla sin prejuicios, gusta e incluso pasas a formar parte del clan protagonista. Y es que está muy bien hecha, con unos efectos visuales no muchas veces vistos, y con una sensación de angustia con la cámara en mano de la que metrajes anteriores han querido jugar con la tranquilidad del respetable. Se juega con lo que se ve y lo que no se ve, mostrando un especial énfasis en lo que se escucha o se intuye, que es lo que realmente causa cierta ansiedad.

El ánimo de recurrir a actores poco conocidos amplía los valores de la cinta (recordemos el peliculón documentaloide "United 93"). Con respecto al guión... ¿cuál se podría hacer ante una calamidad de este calibre? Sin duda, el efecto "directo" le daba un golpe de efecto extra a su favor, convirtiéndose en un auténtico "reality".

Cuando voy al cine (con los actuales precios, cada vez menos) quiero sentir algo. Ya el mero hecho de no recordar que pagué lo que pagué por la entrada de la novia, la mía propia, las palomitas y un par de refrescos, dice bastante. Es una apuesta interesante que, aunque ya se han visto cosas similares, la fusión de Cloverfield es realmente ganadora.

Oscura, reflexiva, capaz de enseñar la frustración y miedo humanos a base del sometimiento (grandísima María Galiana) y de la ira cuando se toca fondo (Ana Fernández). Película sencilla pero profundamente cautivadora, apoyada en unos diálogos creíbles y en unas interpretaciones realmente magistrales. De lo mejor que ha dado el cine español. Imprescindible.