No se puede decir que este anime alcance el nivel de exageración de otras series deportivas como Inazuma Eleven, Prince of Tennis o la conocidísima Captain Tsubasa, pero incluso así uno no puede dejar de preguntarse por qué algunos personajes de Kuroko no Basket no juegan en la NBA. Tenemos a uno que encesta desde su campo, y lo mejor de todo es, amigos, ¡que no falla nunca un tiro!. Otro mete canastas de todo tipo y pelaje: desde detrás del tablero, ganchos, lanzando el balón como si ejecutara un pase, etc. Me sorprende sobremanera que este anime esté en la posición 33 del top de myanimelist, no puedo evitar pensar que se debe a la votación masiva de fujoshis -por alguna razón la serie se presta a interpretaciones "yaoieras", no me pregunten por qué-.

En su defensa, he de reconocer que la animación es excelente y que algunos partidos resultan interesantes, aunque sea por el hecho de averiguar cómo vencerá el equipo protagonista. No me atrevería a afirmar que este anime no pueda gustar a los que posean un mínimo conocimiento de las reglas baloncestísticas, pero eso sí, olvídense de las posesiones de 24 segundos y de que los jugadores son estudiantes japoneses, entre otras cosas.

Ya me lo advirtieron: el anime no hace justicia al excelentísimo manga. No obstante, finalmente decidí verlo y opinar por mí mismo. En los primeros minutos del anime sí se atisban algunas de las pizcas de genialidad que hacen tan grande al manga, pero señores, debemos estar ante uno de los pocos casos en los que la adaptación animada es mucho más lenta que la de papel, pues si mal no recuerdo el capítulo 19 -de 24 que tiene la serie- todavía asistimos a acontecimientos del tomo 3 del manga. Así pues, el anime se hace lento, e incluso soporífero por momentos. Y como no podía ser de otra manera, se inventan un final, aunque he de decir que el del manga tampoco resulta demasiado convincente. Lo dicho, si han leído el manga el anime no merece la pena.