Lo mejor de esta película se lo lleva la parte técnica: los escenarios, los planos, el color. Todo es soberbio de manera que te mete por completo en una historia y un mundo que narrativamente no está igualmente desarrollado. Va a una marcha menos en cuanto a ritmo y profundidad de los personajes y los diálogos.
Muy destacable la interpretación de un casi irreconocible Fabrice Luchini como Fouché y la hechura que da Vicient Cassel al personaje de Vidocq. Impresionante los escenarios del canal en la persecución de Anette y los subterráneos de la parte final.
Podría haber dado más de sí esta película pero, por su construcción y buena realización, no deja de ser un peliculón de época, a la manera realista que por fin se hacen estas películas -o casi- que convierte la visita al cine en un tiempo muy bien empleado

Es bastante previsible en cuanto a su estructura -ver spoiler- no tanto en cuanto a la resolución de la trama. Se apoya en grandes interpretaciones, sobre todo Helen Mirren y, más aún, Ian McKellen, con una de las mejores interpretaciones, para mí, que he visto en el cine.
Muy recomendable para ver cine y olvidarte de todo por lo bien hecha que está y por cómo la pantalla te absorbe, aunque después de acabada no te diga mucho más

Casualmente leí la novela hace dos semanas y, teniéndolo tan reciente, quizá te fijas demasiado en cómo se ha hecho la adaptación.
Sin entrar en ello del todo, durante bastante rato me ha parecido que la película se desarrollaba sin mucha gracia y que le habían quitado buena parte de la que aportaba la novela -quizá entrando demasiado pronto en el meollo de la historia, suavizando un tanto al crítico incrédulo- pero luego pisa el acelerador y te mete de lleno en esa intriga suave, atrayente, mientras te bañas en el mundo de los libros, para bien y para mal -lo que es la pura literatura y el negocio editorial- desarrollando bien los quiebros de la historia.
Te deja buen sabor de boca la resolución -incluso cuando crees que ya ha acabado- aunque lo podían haber redondeado un poquito más.

Como no tenía previsto ver esta película ni ninguna expectativa, todo lo que venía era bien recibido.
Es una comedia y arranca unas cuantas buenas risas, que no es poco. Entretiene y da un poquito que pensar, si quieres pensar, más allá del entretenimiento.
Está bien hecha y bien interprerada.
Eso sí, me ha sorprendido que el director sea Álvaro Fernández-Armero... para mal.

Tengo que advertir que no he visto la serie y que me encantan este tipo de películas, siempre que estén bien hechas.
Así que salí encantado.
Destaco el ritmo narrativo, soberbio, impecable, la perfección de las imágenes, la interpretación de un amplísimo elenco, perfectamente conjuntado.
Combina bien diversas historias y la hace más interesante todavía el excelente humor inglés.
Sólo un pero "gordo" en spoiler