Nada mas empezar ver la película, sé que estoy ante algo grandioso, que no voy a parar de reir y que nunca, nunca querré que acabe, porque cuando acabe ya no podre verla por primera vez, y seguramente la segunda vez que la vea, la veré en versión original, haciendo creer a mi subsconciente que es la primera vez que la veo, y descubriré lo afortunados que son los ingleses, porque ¡oh, sorpresa! El narrador en el original ni es tartaja, ni es Santiago Segura. Y sin más recomiendo esta película a cualquier persona con buen gusto.

Melancólica hasta decir basta, no quiero ni pensar lo que me pasará al ver esta película cuando pase de los 30 años. Me la recomendó mi tío que pasa ya bastante de los treintaytantos, me dijo que era una de sus películas favoritas, mi tío siempre me pareció una persona peculiar de esas que sabes que pudo ser más de lo que ha llegado a ser. En nuestras conversaciones trataba de descubrir el por qué de que no se lanzo a hacer algo más en la vida, o tomar otro rumbo, esta película lo analizó en un momento y me explicó todas las cuestiones por las que una persona se queda atrapada en el tiempo sin saberlo en el cuerpo de Peter Pan. Esta película roza la perfección con metáforas impresionantes sobre la vida, con humor rebosante de tristeza, con amistades reales, de las que no se cuidan o de las que no sabes porque te unen, de las que abandonas por alguna razón y el resto del tiempo en el trabajo piensas en recuperarla, pero no lo haces. Y sobretodo con interpretaciones fascinantes, sobre todo de Natalie Portman, que hace que te enamores con el protagonista y llegues a comprenderlo. Me parece increíble que no llegara a oír hablar antes de esta gran historia humana y cotidiana.

Hay que joderse las vueltas que da la vida con John Waters. Ví su primera película Pink Flamingos y me dieron ganas de vomitar, pero ahora desde la lejanía veo esa película como un ejercicio espiritual para alcanzar la comprensión de Cecil B. Demente.
La película no deja de ser una crítica desde las alturas, dicho de otro modo, como Víctor Manuel cantando al comunismo desde su chalet. Peca de ser poco underground como sus protagonistas, pero en conjunto es un dogma a seguir para los que les guste el cine.

La película rebosa un encanto por los cuatro costados que jamás había visto en el celuloide. Reir, te ries pero tampoco mucho. Puede que sea previsible, si. Puede que sea un poco floja y que no explote todo su potencial. Puede que si la hace otro... no me lo quiero imaginar. Pero es que tiene un encanto y unas frases finales que lo siento, me enamoran.

La película comienza un poco lenta y oscura, y la verdad no sabes por donde va la cosa, entre que te presentan a los del circo y a Woody iba perdido y tenía una amarga sensación de que esta de Allen no me iba a gustar. Pero puse de mi parte, no iba a rendirme, hasta ahora todas las películas que he visto me habían encantado. Y de repente no sé en que momento, la película me atrapó y ya no me soltó hasta el final. En mi opinión es una agradable comedia con el encanto de Allen, que hace que te enamores de lo que estas viendo, que preciosidad, que encanto, que ... piensas mientras babeas.