Desde el principio, su tono de tristeza, su lentitud, y su propuesta narrativa non invitan al optimismo.
Esta claro que la decadencia traspasa la pantalla, y la "road movie" de la compañia Benavente, acaba siendo una sucesión de reflexiones en off, que enmascaran una falta de ritmo, de conflictos, y que lastran al aburrimiento, un propuesta de homenaje fallido, a toda una generación.

Con textos salpicados desde Camus, Sartre, Kropotkine...hasta Rosa Luxemburgo, la película aparte de mezclar formatos desprende ensayo y drama con la performance teatral. Acompañado además de una excelente interpretación actoral y una perfecta banda sonora. Mezcla también imágenes de archivo; campaña de J.Trudeau (primer ministro de Canadá), golpe de estado en España, etc...que sirven por si solo para el análisis y el debate del relato y de las propias imágenes. No es una película para recomendar a todo el mundo, pero si te atreves y valoras el riesgo, seguro que el viaje existencial que te llevas, vale la pena.