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8
20 de abril de 2024
20 de abril de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es triste ver un mundo en donde ya no se puede hacer una película como ésta en la que los protagonistas viajan en un tren de verdad en un país de verdad, donde los actores SON actores, no figurines que ponen la carita y poco más, donde la banda sonora es majestuosa y espectacular…
La frase: Se da usted cuenta de que él tortura a sus mayordomos con un refinamiento que haría palidecer a Torquemada y la Inquisición?
La escena: Difícil elegir una sola escena en una cinta pletórica de lugares, yo destacaría la vitalidad de las escenas en Norteamérica, el relajamiento de las escenas en la India, la elegancia de Paris o Londres, el colorido de las escenas en España.
El momentazo: Por supuesto el momentazo es el mismo en la película que en la novela, la entrada de Fogg al “Reform club”.
La actuación: Mario Moreno (Cantinflas) se luce en escenas como el baile flamenco o la plaza de toros, no hay dobles, él hace las escenas.
La conocida novela de Julio Verne ha visto muchas versiones fílmicas y ésta de 1956 a mi me resulta entrañable pues fue la primera que vi, es luminosa, espectacular, con un enorme elenco de actores, grandes escenarios (la escena de la plaza de toros necesitó de 10.000 extras y la de los pieles rojas fue algo parecido), los trenes y barcos son magníficos y qué decir de los vestuarios , vehículos y demás en Londres, en Paris, el espectador se siente realmente en el siglo XIX y no estamos viendo dibujos o fotos sino lugares acondicionados con maestría.
La película está llena de detalles como ver a Frank Sinatra de pianista en el “Saloon” y sin importar de qué escena se trate surge una estrella, John Carradine, Marlene Dietrich, Robert Morley, Noel Coward (¿lo recuerdan en “Italian job” versión original de los 60s?), John Gieguld, Trevor Howard, Charles Boyer, Cesar Romero, Peter Lorre, Buster Keaton y una gigantesca lista de famosos, todo un lujo de actores de reparto y como una curiosidad que asombrará a más de uno, en la película participaron 68.894 personas, 7.959 animales y 74.685 disfraces o vestidos de época.
En cuanto a los efectos especiales fueron pocos y siempre como complemento de las escenas “in situ”, son espectaculares los barcos, los trenes, el globo, Michael Todd (Productor) y Michael Anderson (director) decidieron, siempre que fue posible, trabajar con escenarios reales.
La frase: Se da usted cuenta de que él tortura a sus mayordomos con un refinamiento que haría palidecer a Torquemada y la Inquisición?
La escena: Difícil elegir una sola escena en una cinta pletórica de lugares, yo destacaría la vitalidad de las escenas en Norteamérica, el relajamiento de las escenas en la India, la elegancia de Paris o Londres, el colorido de las escenas en España.
El momentazo: Por supuesto el momentazo es el mismo en la película que en la novela, la entrada de Fogg al “Reform club”.
La actuación: Mario Moreno (Cantinflas) se luce en escenas como el baile flamenco o la plaza de toros, no hay dobles, él hace las escenas.
La conocida novela de Julio Verne ha visto muchas versiones fílmicas y ésta de 1956 a mi me resulta entrañable pues fue la primera que vi, es luminosa, espectacular, con un enorme elenco de actores, grandes escenarios (la escena de la plaza de toros necesitó de 10.000 extras y la de los pieles rojas fue algo parecido), los trenes y barcos son magníficos y qué decir de los vestuarios , vehículos y demás en Londres, en Paris, el espectador se siente realmente en el siglo XIX y no estamos viendo dibujos o fotos sino lugares acondicionados con maestría.
La película está llena de detalles como ver a Frank Sinatra de pianista en el “Saloon” y sin importar de qué escena se trate surge una estrella, John Carradine, Marlene Dietrich, Robert Morley, Noel Coward (¿lo recuerdan en “Italian job” versión original de los 60s?), John Gieguld, Trevor Howard, Charles Boyer, Cesar Romero, Peter Lorre, Buster Keaton y una gigantesca lista de famosos, todo un lujo de actores de reparto y como una curiosidad que asombrará a más de uno, en la película participaron 68.894 personas, 7.959 animales y 74.685 disfraces o vestidos de época.
En cuanto a los efectos especiales fueron pocos y siempre como complemento de las escenas “in situ”, son espectaculares los barcos, los trenes, el globo, Michael Todd (Productor) y Michael Anderson (director) decidieron, siempre que fue posible, trabajar con escenarios reales.

4,9
402
6
17 de abril de 2024
17 de abril de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Habemos muchos espectadores a los que nos encantan las películas de viaje en el tiempo, quizás porque los guiones son necesariamente complejos, quizás por las enormes posibilidades que presenta el tema, son películas que sin embargo se han vuelto escasas por la mentalidad mas simplista, menos científica, menos aventurera de los tiempos que corren en el siglo XXI. Millennium es original y compleja.
La frase: Esto no es el fin…es el fin del principio….
La escena: Las escenas que ya han ocurrido y ahora se ven desde otra perspectiva al ser modificado algún detalle, la más importante cuando Bill Smith encuentra el extraño instrumento del futuro y todo se complica.
El momentazo: Cuando Louise (Cheryl Ladd) trata de seducir a Bill tratando de adaptarse a la época es interesante y cómica.
La actuación: Me gusta mucho la actuación de Cheryl Ladd (“Ángeles de Charly” originales) con sus despistes de estar en otra época (morder la manzana por la parte alta, fumar y comer al mismo tiempo o arrojar la colilla a donde caiga en el restaurante, etc.).
Me llama la atención la condescendencia con que algunos ven la visión a futuro que tenía esta película pero yo me temo que su visión puede ser más realista que la actual en la que mucha gente parece adormecida (atontada) en cuanto al inminente peligro de destrucción del planeta en que vivimos, a ver que dicen cuando llegue la ola gigante…
También es curioso (aunque eso si que no me sorprende nada) que muchos no entienden ni jota de lo que pasa, no señores críticos, la película no es ningún galimatías, es simplemente una cinta que juega con el viaje en el tiempo, un concepto bastante complejo, algunas partes son incluso brillantes en la sutileza en que van dándonos la información de la compleja trama.
La frase: Esto no es el fin…es el fin del principio….
La escena: Las escenas que ya han ocurrido y ahora se ven desde otra perspectiva al ser modificado algún detalle, la más importante cuando Bill Smith encuentra el extraño instrumento del futuro y todo se complica.
El momentazo: Cuando Louise (Cheryl Ladd) trata de seducir a Bill tratando de adaptarse a la época es interesante y cómica.
La actuación: Me gusta mucho la actuación de Cheryl Ladd (“Ángeles de Charly” originales) con sus despistes de estar en otra época (morder la manzana por la parte alta, fumar y comer al mismo tiempo o arrojar la colilla a donde caiga en el restaurante, etc.).
Me llama la atención la condescendencia con que algunos ven la visión a futuro que tenía esta película pero yo me temo que su visión puede ser más realista que la actual en la que mucha gente parece adormecida (atontada) en cuanto al inminente peligro de destrucción del planeta en que vivimos, a ver que dicen cuando llegue la ola gigante…
También es curioso (aunque eso si que no me sorprende nada) que muchos no entienden ni jota de lo que pasa, no señores críticos, la película no es ningún galimatías, es simplemente una cinta que juega con el viaje en el tiempo, un concepto bastante complejo, algunas partes son incluso brillantes en la sutileza en que van dándonos la información de la compleja trama.

5,7
1.974
7
17 de abril de 2024
17 de abril de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La frase: ¿Alguna vez viste un pato que no supiera nadar? .
La escena: Las escenas de largas filas de camiones en las interminables y siempre soleadas praderas norteamericanas son las protagonistas de esta película.
El momentazo: La patrulla de Lyle atrapada y aplastada entre dos trailers.
La actuación: El sheriff Lyle interpretado, cómo no, por el siempre tosco dentro y fuera de la pantalla Ernest Borgnine en un personaje que es el contrapunto perfecto a la pandilla de alegres y despreocupados camioneros.
Los años 70s vieron surgir entre los jóvenes con automóvil el gusto por usar los radios de banda civil, los famosos “CVs” y esa moda surgió obviamente del uso que los rudos camioneros hacían del mismo para paliar las interminables horas en las carreteras. Convoy capta muy bien ese sentido de la libertad que se respiraba en el ambiente de camioneros.
Sin llegar al nivel de la otra gran “road movie”, de apenas un año antes, “Smokey and the bandit” (horrorosamente traducida como “los caraduras”) que tenía mejor música y posiblemente mejor guion y ritmo, Convoy es una entretenida película para apreciar y disfrutar de la libertad y los amplios horizontes, la fotografía es buena (el inicio filmado entre esas dunas de sal es estupendo), las actuaciones convincentes y el ritmo entretenido.
La escena: Las escenas de largas filas de camiones en las interminables y siempre soleadas praderas norteamericanas son las protagonistas de esta película.
El momentazo: La patrulla de Lyle atrapada y aplastada entre dos trailers.
La actuación: El sheriff Lyle interpretado, cómo no, por el siempre tosco dentro y fuera de la pantalla Ernest Borgnine en un personaje que es el contrapunto perfecto a la pandilla de alegres y despreocupados camioneros.
Los años 70s vieron surgir entre los jóvenes con automóvil el gusto por usar los radios de banda civil, los famosos “CVs” y esa moda surgió obviamente del uso que los rudos camioneros hacían del mismo para paliar las interminables horas en las carreteras. Convoy capta muy bien ese sentido de la libertad que se respiraba en el ambiente de camioneros.
Sin llegar al nivel de la otra gran “road movie”, de apenas un año antes, “Smokey and the bandit” (horrorosamente traducida como “los caraduras”) que tenía mejor música y posiblemente mejor guion y ritmo, Convoy es una entretenida película para apreciar y disfrutar de la libertad y los amplios horizontes, la fotografía es buena (el inicio filmado entre esas dunas de sal es estupendo), las actuaciones convincentes y el ritmo entretenido.

6,0
10.325
7
7 de abril de 2024
7 de abril de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La frase: ¿La prisión te da trajes de 400 dólares?...costó 957 y lo traje yo….
La escena: No sabia que a los “oscuros” les gustaban los coches importados… No tuve elección, un imbécil blanco se compró el último Cadillac descapotable…
El momentazo: Después de molerse mutuamente a puñetazos Jack y Reggie y ya en el coche Nolte tira otro puñetazo a Murphy, esa espontaneidad me hizo reír mucho.
La actuación: Los dos protagonistas bordan sus papeles y aún más, creo que hacen un papel combinado perfecto resaltando los contrastes, el policía guarro, todo el tiempo bebiendo y fumando, grosero con su novia, conduciendo como un loco y el ladrón elegante, refinado, con clase y estilo, esa mezcla es la que le da encanto a la película.
48 horas fue no solo la primera sino la mejor de las películas que se dio en llamar “buddy cop” (frase que describe las comedias con dos compañeros policías que trabajan juntos pero son muy diferentes, contrastantes y por lo general para remarcar más la diferencia suelen ser un blanco y un negro donde el segundo es siempre el refinado, el sereno, el listo, recordemos “Asalto al tren del dinero” o “Arma letal” por poner solo dos ejemplos).
48 horas es una película muy bien dirigida y filmada, tiene mucha acción pero la misma no marea ni abruma, además fue la primera película importante de un Eddy Murphy que tras ella cosechó éxitos y subió como la espuma (de hecho por la secuela cobró 15 veces el sueldo de la primera). No tiene complejos al tratar la segregación racial, de hecho la usa con naturalidad (El capitán de la policía que es negro dice: “¡Si!, le he llamado negro”) y los bares/discotecas de blancos y negros son escenarios importantes de la cinta. Mención merece la energética interpretación de Brian O´Neal y sus “Busboys” (no confundir con Ryan O´neal) de la pieza “The boys are back in town”.
La cinta está llena de “guiños”, anécdotas y curiosidades, por ejemplo en los créditos finales podemos leer: policía joven, policía delgado, policía grande, policía viejo, cuentan también que muchos de los diálogos fueron improvisados por los dos protagonistas y que cuando Sally (Denise Crosby) golpea a Murphy con el bat lo hace tan real que en efecto le hace daño y como ultima curiosidad, dicen que en la película la palabra “fuck” (interjección grosera de disgusto, algo así como ¡joder!) se pronuncia 48 veces.
Entre los actores de reparto nos topamos con un Frank McRae que como capitán de la policía fue tan convincente que cuando Emilio Estévez y Samuel L. Jackson hicieron la parodia de todas las películas de acción (con el arma a punto), McRae se burló de si mismo haciendo el mismo papel, también vemos a un Jonathan Banks (¿lo recuerdan mas viejo y sin pelo en Breaking Bad?).
La escena: No sabia que a los “oscuros” les gustaban los coches importados… No tuve elección, un imbécil blanco se compró el último Cadillac descapotable…
El momentazo: Después de molerse mutuamente a puñetazos Jack y Reggie y ya en el coche Nolte tira otro puñetazo a Murphy, esa espontaneidad me hizo reír mucho.
La actuación: Los dos protagonistas bordan sus papeles y aún más, creo que hacen un papel combinado perfecto resaltando los contrastes, el policía guarro, todo el tiempo bebiendo y fumando, grosero con su novia, conduciendo como un loco y el ladrón elegante, refinado, con clase y estilo, esa mezcla es la que le da encanto a la película.
48 horas fue no solo la primera sino la mejor de las películas que se dio en llamar “buddy cop” (frase que describe las comedias con dos compañeros policías que trabajan juntos pero son muy diferentes, contrastantes y por lo general para remarcar más la diferencia suelen ser un blanco y un negro donde el segundo es siempre el refinado, el sereno, el listo, recordemos “Asalto al tren del dinero” o “Arma letal” por poner solo dos ejemplos).
48 horas es una película muy bien dirigida y filmada, tiene mucha acción pero la misma no marea ni abruma, además fue la primera película importante de un Eddy Murphy que tras ella cosechó éxitos y subió como la espuma (de hecho por la secuela cobró 15 veces el sueldo de la primera). No tiene complejos al tratar la segregación racial, de hecho la usa con naturalidad (El capitán de la policía que es negro dice: “¡Si!, le he llamado negro”) y los bares/discotecas de blancos y negros son escenarios importantes de la cinta. Mención merece la energética interpretación de Brian O´Neal y sus “Busboys” (no confundir con Ryan O´neal) de la pieza “The boys are back in town”.
La cinta está llena de “guiños”, anécdotas y curiosidades, por ejemplo en los créditos finales podemos leer: policía joven, policía delgado, policía grande, policía viejo, cuentan también que muchos de los diálogos fueron improvisados por los dos protagonistas y que cuando Sally (Denise Crosby) golpea a Murphy con el bat lo hace tan real que en efecto le hace daño y como ultima curiosidad, dicen que en la película la palabra “fuck” (interjección grosera de disgusto, algo así como ¡joder!) se pronuncia 48 veces.
Entre los actores de reparto nos topamos con un Frank McRae que como capitán de la policía fue tan convincente que cuando Emilio Estévez y Samuel L. Jackson hicieron la parodia de todas las películas de acción (con el arma a punto), McRae se burló de si mismo haciendo el mismo papel, también vemos a un Jonathan Banks (¿lo recuerdan mas viejo y sin pelo en Breaking Bad?).

5,1
3.994
7
2 de abril de 2024
2 de abril de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La frase: La amiga que Webber ha conocido en la barra del bar: ¿Es justo que a los 40 las mujeres nos marchitemos mientras que los hombres se vuelven más interesantes?... barman: No, no es justo.
La escena: George (Doodley Moore) tiene la boca dormida por la anestesia del dentista, se ha tomado un par de coñacs y trata de hablar por teléfono con Samantha que se asusta y llama a la policía que lo encuentra soltando un galimatías.
El momentazo: Webber y su vecino tienen telescopios para espiarse mutuamente en sus por demás espectaculares mansiones de Beverly Hills, en una escena Samantha, novia de Webber se asoma y lo ve a él en la piscina del vecino con 3 mujeres desnudas encima.
La actuación: Además de Doodley Moore destacan Julie Andrews, Robert Webber, Brian Dennehy (el eficiente barman que sabe escuchar), Don Calfa (el divertido y loco vecino que organiza orgias).
Una comedia que lo tiene todo para pasar un buen rato, filmada en California, EEUU (Beverly Hills para ser exactos) y Manzanillo (México), cuenta con una espléndida dirección, un guion original y muy fluido, escenarios muy bellos, se filma por completo al aire libre como se hacían las películas en los 70s y 80s y lo mejor de todo la actuación soberbia de Doodley Moore, actor bajito inglés que irrumpió en escena riéndose de si mismo y demostrando que bajito, maduro y alejado de los estereotipos masculinos era capaz de ganarse a las damas y al público (No perderse “Infielmente tuya” 1984, remake de la película de Rex Harrison en los 40 o "Foul Play" de los 80s donde también borda a su personaje).
La música del maestro Mancini no decepciona, es hermosa y melancólica, los lugares en California y Manzanillo espectaculares, las historias entremezcladas humanas y entrañables (los novios, la chica del bar, el barman, el amigo gay de Webber en su también hermosa casa de Malibú, el cura que quiere ser compositor, la bella pero fría Jenny, Bo Derek), todo ello en un ambiente muy dinámico con “sketches” divertidísimos.
La escena: George (Doodley Moore) tiene la boca dormida por la anestesia del dentista, se ha tomado un par de coñacs y trata de hablar por teléfono con Samantha que se asusta y llama a la policía que lo encuentra soltando un galimatías.
El momentazo: Webber y su vecino tienen telescopios para espiarse mutuamente en sus por demás espectaculares mansiones de Beverly Hills, en una escena Samantha, novia de Webber se asoma y lo ve a él en la piscina del vecino con 3 mujeres desnudas encima.
La actuación: Además de Doodley Moore destacan Julie Andrews, Robert Webber, Brian Dennehy (el eficiente barman que sabe escuchar), Don Calfa (el divertido y loco vecino que organiza orgias).
Una comedia que lo tiene todo para pasar un buen rato, filmada en California, EEUU (Beverly Hills para ser exactos) y Manzanillo (México), cuenta con una espléndida dirección, un guion original y muy fluido, escenarios muy bellos, se filma por completo al aire libre como se hacían las películas en los 70s y 80s y lo mejor de todo la actuación soberbia de Doodley Moore, actor bajito inglés que irrumpió en escena riéndose de si mismo y demostrando que bajito, maduro y alejado de los estereotipos masculinos era capaz de ganarse a las damas y al público (No perderse “Infielmente tuya” 1984, remake de la película de Rex Harrison en los 40 o "Foul Play" de los 80s donde también borda a su personaje).
La música del maestro Mancini no decepciona, es hermosa y melancólica, los lugares en California y Manzanillo espectaculares, las historias entremezcladas humanas y entrañables (los novios, la chica del bar, el barman, el amigo gay de Webber en su también hermosa casa de Malibú, el cura que quiere ser compositor, la bella pero fría Jenny, Bo Derek), todo ello en un ambiente muy dinámico con “sketches” divertidísimos.
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