You must be a loged user to know your affinity with Sandra Desmond
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred
Miniserie

7,1
1.283
8
22 de junio de 2012
22 de junio de 2012
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé si soy víctima del sentimentalismo y la nostalgia, pero sí, para mi esta película es un merecido 8.
Evidentemente, ni por calidad, ni por interpretaciones, ni por recursos cinematográficos; ya que la calidad es bastante deplorable, sino porque este telefilm es pura magia y encanto. Es cine de entretenimiento para los niños y los no tan niños que aún disfrutan viendo este tipo de películas de una generación ya muerta donde los cuentos importaban, donde aún eran leídos. Incluso el hecho de que tenga unos efectos y unos recursos tan chabacanos le suma mayor encanto.
Y El décimo reino, es especialmente uno de los telefilm más asombrosos y perfectamente realizados; de una generación y de un género dinamitado ya. Cuentos dentro de cuentos, historias que se superponen, lugares y personajes de ensueño, además de carismáticos y encantadores. Todos estos ingredientes hacen que consiga echar la vista atrás y llorar por pura nostalgia sabiendo que los cuentos llevados a la televisión han muerto hace ya más de 10 años.
Toda mi infancia me he criado con este tipo de películas. Recuerdo con especial cariño los sábados por la noche, mientras mis padres salían con sus amigos y yo aun no tenía edad para salir, como me iba a la cama de mis padres, ponía Telecinco (cuando no, señores, no, cuando aún no había prácticamente televisión basura) a las 22:00 y veía los maravillosos (y cutres, muy cutres jaja) telefilmes que echaban sobre princesas y hechizos, sobre maleficios y cuentos y como soñaba con ellos. Ahora, la infancia ha muerto. Muere con su primera consola, con su primer videojuego, con su primer ordenador y con su primer móvil.
Y yo solo siento una tristeza sobrehumana al echar la vista atrás y saber que las nuevas generaciones no vivirán la infancia tan intensamente como se hacía antaño.
Gracias a este tipo de películas y gracias por hacernos soñar.
Evidentemente, ni por calidad, ni por interpretaciones, ni por recursos cinematográficos; ya que la calidad es bastante deplorable, sino porque este telefilm es pura magia y encanto. Es cine de entretenimiento para los niños y los no tan niños que aún disfrutan viendo este tipo de películas de una generación ya muerta donde los cuentos importaban, donde aún eran leídos. Incluso el hecho de que tenga unos efectos y unos recursos tan chabacanos le suma mayor encanto.
Y El décimo reino, es especialmente uno de los telefilm más asombrosos y perfectamente realizados; de una generación y de un género dinamitado ya. Cuentos dentro de cuentos, historias que se superponen, lugares y personajes de ensueño, además de carismáticos y encantadores. Todos estos ingredientes hacen que consiga echar la vista atrás y llorar por pura nostalgia sabiendo que los cuentos llevados a la televisión han muerto hace ya más de 10 años.
Toda mi infancia me he criado con este tipo de películas. Recuerdo con especial cariño los sábados por la noche, mientras mis padres salían con sus amigos y yo aun no tenía edad para salir, como me iba a la cama de mis padres, ponía Telecinco (cuando no, señores, no, cuando aún no había prácticamente televisión basura) a las 22:00 y veía los maravillosos (y cutres, muy cutres jaja) telefilmes que echaban sobre princesas y hechizos, sobre maleficios y cuentos y como soñaba con ellos. Ahora, la infancia ha muerto. Muere con su primera consola, con su primer videojuego, con su primer ordenador y con su primer móvil.
Y yo solo siento una tristeza sobrehumana al echar la vista atrás y saber que las nuevas generaciones no vivirán la infancia tan intensamente como se hacía antaño.
Gracias a este tipo de películas y gracias por hacernos soñar.
8 de septiembre de 2013
8 de septiembre de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dejando a un lado el fanatismo que despierta esta película debido a mi pasión por la saga literaria, me voy a centrar únicamente en los aspectos fílmicos de la misma, que al fin y al cabo es a lo que venimos aquí.
Pues bien, la película es una castaña pilonga, así sin más. Destaca Robert Sheehan en su interpretación como Simon Lewis que es lo único que consigue despertar el interés y evitar los ronquidos en esta película. Pero lejos de este carismático personaje la película se antoja liosa y enrevesada. A pesar de pertenecer al género fantástico, no tiene pies ni cabeza. Las explicaciones sobre el mundo que nos rodea y sobre el sentido de los personajes es un completo lío. Malgastan muchos minutos en escenas absurdas y metidas con calzador en lugar de en utilizarlos para introducirnos en el mundo de los dichosos cazadores de sombras, subterráneos y demonios.
Además, uno de los alicientes que trata de vender la película es la "épica" historia de amor entre los personajes y su tragedia Shakesperiana, que lejos de resultar veraz y entendible resulta absurda e ilógica. No consiguen transmitir la tensión sexual ni el romanticismo entre los personajes, simplemente, de repente, te muestran que están irremediablemente atraídos y enamorados, porque sí, porque es menester en toda película de adolescentes.
Por no hablar de los actores, cuyas interpretaciones, bajo la salvedad del ya mentado Robert Sheehan, son deleznables. Parece que están en una tarde de domingo haciendo ganchillo en sus butacones mientras ven su programa favorito. Ves como se mueven, hablan y hacen cosas extrañas, pero en ningún momento entiendes para qué o por qué.
Las escenas no están bien conjuntadas. Da la sensación de que grabaron todo el metraje por escenas y luego las juntaron de forma inconexa entre sí.
En definitiva, es una película insostenible. Ni lo bastante épica como Harry Potter, ni lo bastante romántica como Crepúsculo. Es un quiero y no puedo constante que hace por tratar de contentar a todos y termina quedando coja y echando aguas por todas partes. Como ya anunciaba en el título... Consigue pasar plenamente desapercibida y resultar indiferente hacia el espectador.
Pues bien, la película es una castaña pilonga, así sin más. Destaca Robert Sheehan en su interpretación como Simon Lewis que es lo único que consigue despertar el interés y evitar los ronquidos en esta película. Pero lejos de este carismático personaje la película se antoja liosa y enrevesada. A pesar de pertenecer al género fantástico, no tiene pies ni cabeza. Las explicaciones sobre el mundo que nos rodea y sobre el sentido de los personajes es un completo lío. Malgastan muchos minutos en escenas absurdas y metidas con calzador en lugar de en utilizarlos para introducirnos en el mundo de los dichosos cazadores de sombras, subterráneos y demonios.
Además, uno de los alicientes que trata de vender la película es la "épica" historia de amor entre los personajes y su tragedia Shakesperiana, que lejos de resultar veraz y entendible resulta absurda e ilógica. No consiguen transmitir la tensión sexual ni el romanticismo entre los personajes, simplemente, de repente, te muestran que están irremediablemente atraídos y enamorados, porque sí, porque es menester en toda película de adolescentes.
Por no hablar de los actores, cuyas interpretaciones, bajo la salvedad del ya mentado Robert Sheehan, son deleznables. Parece que están en una tarde de domingo haciendo ganchillo en sus butacones mientras ven su programa favorito. Ves como se mueven, hablan y hacen cosas extrañas, pero en ningún momento entiendes para qué o por qué.
Las escenas no están bien conjuntadas. Da la sensación de que grabaron todo el metraje por escenas y luego las juntaron de forma inconexa entre sí.
En definitiva, es una película insostenible. Ni lo bastante épica como Harry Potter, ni lo bastante romántica como Crepúsculo. Es un quiero y no puedo constante que hace por tratar de contentar a todos y termina quedando coja y echando aguas por todas partes. Como ya anunciaba en el título... Consigue pasar plenamente desapercibida y resultar indiferente hacia el espectador.

7,4
50.256
3
22 de junio de 2012
22 de junio de 2012
11 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos horas de metraje en las que lo único que aparece es un piano, un depravado, una muda ficticia desesperada (y puta, muy puta), una niña repelente e insoportable, un pagafantas resentido (sí, ese es Sam Neill) y música de piano. Insoportable música de piano que se repite una y otra vez, y que hace hincapié constante en el asco y repulsión que siento hacia la protagonista de este sobrevaloradísimo film.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Para empezar, chica muda que en realidad no lo es, se casa con pagafantas porque está acabada y necesita que la coloquen. Él, encima de acarrear con una viuda muda y una niña repelente que no es suya, ni siquiera se encama con su esposa :-/
La única preocupación de la muda fingida es su piano; el cual tras tirarse varios días en el borde de la playa ni desaparece, ni se fastidia por la humedad, y el depravado de los tribales horteras en la nariz consigue el piano y la muda le da clases. Pero no solo eso, sino que se prostituye por un piano. SE PROSTITUYE por un piano, ¡SE PROSTITUYE POR UN PIANO! Dando así, un espectáculo de penosidad y vergüenza ajena como nunca he sentido.
Lo más cojonudo no es solo eso, sino que prostituta a cambio de piano, SE ENAMORA DE SU AGRESOR. ¿Te gusta que te degraden? ¿Te gusta que un depravado te toqué mientras tocas (valga la redundancia) tu adorable piano? ¿Eso te excita? ¿Eh, eh? No solo se prostituye por un piano (repito, ¡se prostituye por un piano!) Sino que intentan a partir de ahí mostrarnos una historia de amor entre putero y prostituta, como si fuese hermoso, como si la vergüenza ajena que experimenté al verlo se fuese a desvanecer porque resulta que no fue depravación, sino amor verdadero... PRRR ¡PA TI!
Lejos de ver el entramado de mujer que lucha contra todo por amor, veo la degradación de la mujer hasta límites insospechados.
Y lo peor es que cuando la cosa comienza prometer porque marido pagafantas coge el hacha, luego al cabo de los minutos la cosa termina en nada. Y lo peor no es eso, sino que encima luego alargan el film innecesariamente, sacan como el piano se hunde, como ella también, y PARA NADA. Ni siquiera nos dan el gusto de verla morir. INDIGNANTE.
Conclusión: Dos horas de metraje para ver a una sosa inexpresiva siéndole infiel a un pagafantas, para pasar a convertirse en pagafantas resentido y que le corte un dedo finalmente. ¡Ah! Y por supuesto piano, piano, piano. Como la película, vaya, lenta y aburrida.
La única preocupación de la muda fingida es su piano; el cual tras tirarse varios días en el borde de la playa ni desaparece, ni se fastidia por la humedad, y el depravado de los tribales horteras en la nariz consigue el piano y la muda le da clases. Pero no solo eso, sino que se prostituye por un piano. SE PROSTITUYE por un piano, ¡SE PROSTITUYE POR UN PIANO! Dando así, un espectáculo de penosidad y vergüenza ajena como nunca he sentido.
Lo más cojonudo no es solo eso, sino que prostituta a cambio de piano, SE ENAMORA DE SU AGRESOR. ¿Te gusta que te degraden? ¿Te gusta que un depravado te toqué mientras tocas (valga la redundancia) tu adorable piano? ¿Eso te excita? ¿Eh, eh? No solo se prostituye por un piano (repito, ¡se prostituye por un piano!) Sino que intentan a partir de ahí mostrarnos una historia de amor entre putero y prostituta, como si fuese hermoso, como si la vergüenza ajena que experimenté al verlo se fuese a desvanecer porque resulta que no fue depravación, sino amor verdadero... PRRR ¡PA TI!
Lejos de ver el entramado de mujer que lucha contra todo por amor, veo la degradación de la mujer hasta límites insospechados.
Y lo peor es que cuando la cosa comienza prometer porque marido pagafantas coge el hacha, luego al cabo de los minutos la cosa termina en nada. Y lo peor no es eso, sino que encima luego alargan el film innecesariamente, sacan como el piano se hunde, como ella también, y PARA NADA. Ni siquiera nos dan el gusto de verla morir. INDIGNANTE.
Conclusión: Dos horas de metraje para ver a una sosa inexpresiva siéndole infiel a un pagafantas, para pasar a convertirse en pagafantas resentido y que le corte un dedo finalmente. ¡Ah! Y por supuesto piano, piano, piano. Como la película, vaya, lenta y aburrida.

6,4
10.320
4
24 de diciembre de 2013
24 de diciembre de 2013
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde luego es el titular más aclaratorio que he dado hasta la fecha ya que creo que resume bastante bien el recorrido de 'Cypher', este poco conocido thriller cibernético.
Bien, empezamos con una película correcta, con una trama correcta y pese a ser de serie B (porque los escenarios no dan para mas) está elaborada y ciertamente al principio consigue convencer. Ya que lo bueno que tiene 'Cypher' es que es una película que va de menos a mas. De pronto tiene un golpe de emoción e impacto (que a mi no me sorprendió ya que adiviné el puzzle, no es por fliparme xD) y luego simplemente supura mierda por los cuatro costados.
Es decir, tienes un buen producto, con una idea no muy original pero al menos sorprendente ¿y de repente lo tiras por el retrete? Muy bien, colega, ¡give me five!
Bien, empezamos con una película correcta, con una trama correcta y pese a ser de serie B (porque los escenarios no dan para mas) está elaborada y ciertamente al principio consigue convencer. Ya que lo bueno que tiene 'Cypher' es que es una película que va de menos a mas. De pronto tiene un golpe de emoción e impacto (que a mi no me sorprendió ya que adiviné el puzzle, no es por fliparme xD) y luego simplemente supura mierda por los cuatro costados.
Es decir, tienes un buen producto, con una idea no muy original pero al menos sorprendente ¿y de repente lo tiras por el retrete? Muy bien, colega, ¡give me five!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Es sencillamente ridículo, de mal gusto y en definitiva un insulto a la inteligencia de cualquier espectador, que de repente una persona se auto lobotomice DOS veces, con un plan estratégicamente ideado para obtener un fin, bajo consecuente de poder perder la memoria e identidad de por vida, por... UNA MUJER?! ¿Pero qué me estás contando?
Vale que la quiera, pero podrías simplemente haberte ido con la churri a una isla del pacífico donde nadie pueda localizaros en la vida y te ahorras toda esta morralla.
Vaya, en definitiva. El final, absurdo, ridículo e irrisorio hace que todo el film pierda por completo sentido y credibilidad.
Vale que la quiera, pero podrías simplemente haberte ido con la churri a una isla del pacífico donde nadie pueda localizaros en la vida y te ahorras toda esta morralla.
Vaya, en definitiva. El final, absurdo, ridículo e irrisorio hace que todo el film pierda por completo sentido y credibilidad.

8,0
12.111
8
22 de julio de 2015
22 de julio de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdadera historia tras este metraje es que se trata de marketing coorporativo, amigos. Sí, sé que dicho de esta manera suena raro, cierto, pero si os fijáis en los detalles podréis observar que el desarrollo de la misma es algo que podéis observar en muchas de vuestras empresas.
Por supuesto, huelga decir que Yimou es un visionario emprendedor y que el tío sabe lo que se hace; y ya hablo desde un punto de vista cinéfilo, pero ahora centrémonos en los símiles que en esta película podemos encontrar yendo por partes.
Para empezar, aunque el matrimonio sea un asco, el tío no merezca la pena y el aguante no esté pagado, ahí sigue la zagala de turno aguantando porque o no puede encontrar algo mejor o de encontrarlo va a estar peor pagado o bien ya ha desarrollado síndrome de Estocolmo y ha optado por el costumbrismo.
Y para terminar a sabiendas de que el ser humano es competitivo, imponiendo un sistema de recompensas en función a logros obtenidos y equiparando continuamente los resultados entre unas u otras para despertar la llama de la discordia, aumentan su rendimiento altamente.
¿Os suena de algo? Sí, señores, sí, estamos ante el capitalismo empresarial más visceral y explotador. Primero nos hacen creer que la mierda que nos dan es buena, y segundo nos hacen desear que nuestras mierdas sean más olorosas que las del resto.
Y aquí está lo más triste de todo. Y es que hay de quienes tienen complejo de Segunda Dama y creen que van a heredar la máxima mierda y de quienes; como la Cuarta Dama, nunca consiguen ser felices con esa mierda pero se agarran a ella porque es la única mierda que van a poder oler.
En fin, dejándome ya de metáforas empresariales y centrándome en el film, esta película detalla a la perfección el ansía humana por ganar esa interminable partida de Mahjong que es la vida de la que o te conviertes en depredador o presa. La gran incógnita es si la culpa o el remordimiento te lo permitirán por más que lo intentes.
Por supuesto, huelga decir que Yimou es un visionario emprendedor y que el tío sabe lo que se hace; y ya hablo desde un punto de vista cinéfilo, pero ahora centrémonos en los símiles que en esta película podemos encontrar yendo por partes.
Para empezar, aunque el matrimonio sea un asco, el tío no merezca la pena y el aguante no esté pagado, ahí sigue la zagala de turno aguantando porque o no puede encontrar algo mejor o de encontrarlo va a estar peor pagado o bien ya ha desarrollado síndrome de Estocolmo y ha optado por el costumbrismo.
Y para terminar a sabiendas de que el ser humano es competitivo, imponiendo un sistema de recompensas en función a logros obtenidos y equiparando continuamente los resultados entre unas u otras para despertar la llama de la discordia, aumentan su rendimiento altamente.
¿Os suena de algo? Sí, señores, sí, estamos ante el capitalismo empresarial más visceral y explotador. Primero nos hacen creer que la mierda que nos dan es buena, y segundo nos hacen desear que nuestras mierdas sean más olorosas que las del resto.
Y aquí está lo más triste de todo. Y es que hay de quienes tienen complejo de Segunda Dama y creen que van a heredar la máxima mierda y de quienes; como la Cuarta Dama, nunca consiguen ser felices con esa mierda pero se agarran a ella porque es la única mierda que van a poder oler.
En fin, dejándome ya de metáforas empresariales y centrándome en el film, esta película detalla a la perfección el ansía humana por ganar esa interminable partida de Mahjong que es la vida de la que o te conviertes en depredador o presa. La gran incógnita es si la culpa o el remordimiento te lo permitirán por más que lo intentes.
Más sobre Sandra Desmond
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here