Creo que esta película está infravalorada. Cuando la vi por primera vez me sorprendió mucho: me entretuvo y me hizo reir. Y es que se nota cuándo una comedia tiene algo de sustancia: un director decente y actores decentes en una historia con mucha imaginación, buen desarrollo (lógico, lineal y verosímil) y buen humor. Es una película original, no cansa, y los gags hacen gracia (los que menos los de Scott) por la seriedad de los personajes: se parte de un grupo de científicos que se lo toman en serio pero se enfrentan a situaciones comprometidas que hacen reir al espectador. Además los efectos son buenos, e incluso la catalogaría de ciencia-ficción. Para mí, una de las mejores comedias que he visto nunca. Dentro del absurdo: imaginación, mucha imaginación.

Siento mucho tener que decir esto después de una buena premisa inicial, pero es una buena idea original que acaba convirtiéndose en un pastelón sensiblero, utópico y cursi con una moral extraña. La culpa para mí en gran parte es sin duda de su directora, Mimi Leder, que es nefasta (como ha demostrado con sus otras películas), ya que no sabe sacar el potencial de los actores, cuyas interpretaciones se quedan flojas (hablando de Spacey y Hunt -y Caviezel en todo caso-, cuyos esfuerzos son mayores, ya que el resto del reparto es nulo, incluido Joel Osment). Además, igual que con Deep Impact, casi me duermo, ya que aporta un ritmo lento, aburrido y monótono. Llega un momento de la película en que todo se hace previsible y estás deseando que ocurra ya, pero la directora se empeña en demorarlo hasta irritarme (llegados los 100 minutos empecé a ver la peli en velocidad 2x). Para mí, una decepción y un rollo.

Genial y poderosa: esta exquisita elegía aborda las dudas más profundas de la fe y del existencialismo con honestidad, rigor y humor, removiendo inevitablemente la mente del espectador. Filosofía pura en un escenario metafórico pero real: contexto lúgubre, actores maravillosos, personajes profundos, diálogos brillantes y desbordantes de ingenio...

En su conjnto representa una gran obra de arte, en este caso del séptimo arte.
Puede resultar algo larga o lenta, por su amena densidad, pero es una de las películas más inteligentes y reflexivas que he visto nunca. Joya de su época, es sin embargo tremendamente actual. Chapeau Bergman!

Sobria, limpia y bien construida. Aunque los personajes son algo planos, las atmósferas que crea Natali (como en Cube) son de una rareza hipnótica, oníricas. Es entretenida y enigmática, y aporta un imaginario fácilmente asimilable, no obstante...(ver spoiler)

No me parece mala. De hecho, incluso me parece original. Hay que ser un poco permisivo y entender el género en que se encuadra esta premiada película. Los efectos están conseguidos, y la combinación gore-humor se ajusta a los cánones, pero con salero. Película interesante, a mí no me defraudó.