Estamos ante una película grandiosa, magistral. Pero no por ser tramposa. No por ser comercial. No por un empaque de primera categoría. Sino por un libreto que esconde múltiples lecturas y a cada cual es todavía mejor. No es un thriller de suspense al uso con calidad, sino un drama de descubrimiento, autoengaño, enfrentamiento a la realidad y de qué bando estas (del bando de la realidad o del que te presenta la historia de forma sesgada y subjetiva). Una película impresionante, inolvidable y todo un clásico reciente.

Puede ser el último gran vistazo a un impredecible director como Michael Mann. Ésta es una grandiosa película, notable, tensa y comandada por sus personajes antes que por su acción. Las cámaras en alta definición ayudan al espectador a meterse en la atmósfera y sacan todo el partido al rodaje casi íntegro nocturno. Cruise manda, Foxx estaba en su punto álgido y el resto del equipo es solvente. Muy, muy buena.

Una de esas enormes sorpresas de las que no se ven demasiado en el cine. Ni de esas que los estudios cinematográficos apuestan por ellas con considerable frecuencia. Esta película es como un milagro. Uno que combina acción, filosofía y argumento complejo con gracia y talento magistral. La dirección es mítica, su acción marcó tendencia, sus intérpretes están entregados hasta el fondo, sus giros son ingeniosos, sus efectos visuales de los mejores. Una obra maestra mítica e incontestable.

'Playtesting' puede ser el episodio más terrorífico a nivel explícito de la serie en su faceta más descarnada. Dejamos un poco de lado el acoso, los medios y las críticas al uso de ordenadores y móviles para centrarnos en una historia que viaja a los temores más primarios de su protagonista. Esto abre las puertas a sobresaltos, una atmósfera malsana y una trama angustiosa llena de geniales vueltas y revueltas. Cerrando con un final portentoso y audaz. Uno de los más terroríficos y mejores episodios de la serie antológica.

Y mira que Sir Anthony Hopkins es y será siempre inolvidable. Pero lo que hace Mads Mikkelsen aquí es de otro planeta. Así como un Hugh Dancy genial. Es una serie compleja, bizarra, extraña. Pero muy adictiva, sorprendente y magnífica. Consigue ser un producto único en su estilo y presentación. Aunque sea a costa de imágenes tan bellas como dignas de pesadilla. Una serie grandiosa.