You must be a loged user to know your affinity with Scott Carey
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

6,5
66.986
4
11 de octubre de 2009
11 de octubre de 2009
19 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de demostrar, con la impresionante "Mar adentro", que no era un director especializado únicamente en thrillers y películas de terror, Alejandro Amenábar da un paso más en su camino hacia la diversificación de géneros con este peplum de tintes filosófico-científicos. Lo hace demostrando que a nivel técnico puede competir perféctamente con las grandes superproducciones americanas. En este sentido "Ágora" no es ninguna cutrez ni nada por el estilo. Muy al contrario, presenta una factura impecable en aspectos como la fotografía, montaje, vestuario ...
El principal handicap del film se haya en su concepto general y en el guión. Da la impresión que Amenábar ha querido aglutinar demasiados temas en una misma película y esto ha dado como resultado un híbrido que se mueve entre la película de romanos de corte clásico, la trama de hipótesis científicas y la inevitable historia de amor (complétamente prescindible) para endulzar el argumento e intentar captar un número mayor de espectadores. Así pues, entre confrontaciones religiosas que recuerdan inevitablemente a la situación política actual y elucubraciones sobre cual es el centro del universo la película transcurre un poco en tierra de nadie a modo de esforzada denuncia de los dogmas y reivindicando la duda y la investigación como manera de progreso social.
Si bien Alejandro Amenábar parece consagrarse definitivamente con esta película (si es que no lo estaba ya), también pone en evidencia que este tipo de producciones no son la mejor plataforma para demostrar todo su talento. Un tipo más modesto de filmes, donde importe más el contenido que la carcasa que lo recubre, donde el ingenio a la hora de elaborar el guión se eriga en una prioridad básica, se adecuan mucho más a su estilo de dirección. En "Ágora" nada sorprende ni emociona y en cambio hay muchos momentos (quizás demasiados) en que la trama aburre y pierde interés. Un evidente paso en falso en su carrera que parece aún mayor si se tiene en cuenta la obra maestra que había filmado anteriormente.
El principal handicap del film se haya en su concepto general y en el guión. Da la impresión que Amenábar ha querido aglutinar demasiados temas en una misma película y esto ha dado como resultado un híbrido que se mueve entre la película de romanos de corte clásico, la trama de hipótesis científicas y la inevitable historia de amor (complétamente prescindible) para endulzar el argumento e intentar captar un número mayor de espectadores. Así pues, entre confrontaciones religiosas que recuerdan inevitablemente a la situación política actual y elucubraciones sobre cual es el centro del universo la película transcurre un poco en tierra de nadie a modo de esforzada denuncia de los dogmas y reivindicando la duda y la investigación como manera de progreso social.
Si bien Alejandro Amenábar parece consagrarse definitivamente con esta película (si es que no lo estaba ya), también pone en evidencia que este tipo de producciones no son la mejor plataforma para demostrar todo su talento. Un tipo más modesto de filmes, donde importe más el contenido que la carcasa que lo recubre, donde el ingenio a la hora de elaborar el guión se eriga en una prioridad básica, se adecuan mucho más a su estilo de dirección. En "Ágora" nada sorprende ni emociona y en cambio hay muchos momentos (quizás demasiados) en que la trama aburre y pierde interés. Un evidente paso en falso en su carrera que parece aún mayor si se tiene en cuenta la obra maestra que había filmado anteriormente.

7,0
26.698
6
23 de mayo de 2010
23 de mayo de 2010
17 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sorprendente película que aborda las relaciones familiares desde un punto de vista muy peculiar. Perteneciente a ese tipo de films que no dejan indiferente a nadie, Canino nos describe el día a día de una familia imposible. Lo hace con un estilo frío, aséptico, muy cercano al cine de Michael Haneke. Abordando el horror de una manera que parece natural. Asombrando a cada nueva secuencia.
Me ha parecido una película extraña, diferente. A ratos absurda, pero con un magnetismo que te atrapa poco a poco. Las relaciones de los diferentes miembros de la familia alcanzan por momentos cotas de surrealismo máximo, y uno de los principales méritos del director es dar a estas un aire de naturalidad que se transmite al espectador de una forma casi imperceptible. De esta manera, se asiste a todo un catálogo de represión, humillación, falsedad y violencia que actúa como perfecta hipérbole destinada a la reflexión sobre la decadencia del concepto de familia tradicional tal y como se ha venido entendiendo hasta nuestros días.
No es un film perfecto, y carece de puntos de brillantez, pero su delirante planteamiento y lo desasosegante de su trama, le otorgan un puesto de honor en el listado de películas dificilmente olvidables. Hay que agradecer a su director esta bocanada de aire fresco que agite conciencias. Y es que en medio de tanta oferta comercial en que puedes adivinar el desarrollo de la trama prácticamente desde la primera secuencia, poder ver una película que te sorprende a cada fotograma, no tiene precio. Es esta, sin lugar a dudas, la principal virtud de uno de los films más aterradoramente originales de los últimos años.
Me ha parecido una película extraña, diferente. A ratos absurda, pero con un magnetismo que te atrapa poco a poco. Las relaciones de los diferentes miembros de la familia alcanzan por momentos cotas de surrealismo máximo, y uno de los principales méritos del director es dar a estas un aire de naturalidad que se transmite al espectador de una forma casi imperceptible. De esta manera, se asiste a todo un catálogo de represión, humillación, falsedad y violencia que actúa como perfecta hipérbole destinada a la reflexión sobre la decadencia del concepto de familia tradicional tal y como se ha venido entendiendo hasta nuestros días.
No es un film perfecto, y carece de puntos de brillantez, pero su delirante planteamiento y lo desasosegante de su trama, le otorgan un puesto de honor en el listado de películas dificilmente olvidables. Hay que agradecer a su director esta bocanada de aire fresco que agite conciencias. Y es que en medio de tanta oferta comercial en que puedes adivinar el desarrollo de la trama prácticamente desde la primera secuencia, poder ver una película que te sorprende a cada fotograma, no tiene precio. Es esta, sin lugar a dudas, la principal virtud de uno de los films más aterradoramente originales de los últimos años.

5,4
4.875
4
25 de octubre de 2009
25 de octubre de 2009
16 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
After nos relata la historia de tres amigos, de una edad próxima a los cuarenta años, que deciden quedar una noche para cenar después de estar un largo tiempo sin verse. En el transcurso de esta velada, que se prolongará hasta la madrugada, el director nos acerca a la realidad de cada uno de los tres personajes dividiendo la película en tres capítulos. De esta forma, tenemos una visión subjetiva de la manera en que cada uno de ellos vive esta noche de fiesta, al mismo tiempo que se nos ofrecen unas leves pinceladas de su vida en general. Así, podemos apreciar que se trata de tres personajes desencantados. Por diferentes motivos, han llegado a la edad de la madurez, pero no encuentran demasiado sentido a sus vidas, y durante esta noche deciden experimentar un regreso a su etapa adolescente. Alcohol, drogas y sexo conformarán los ejes básicos de estas horas, en que buscarán, aunque solo sea de manera momentánea, olvidar su anodina rutina.
Me ha parecido una película un tanto irregular, en la que se alternan aspectos muy positivos (especialmente brillante el trabajo de Tristán Ulloa, pero sobretodo de Guillermo Toledo) con otros en que el film deja bastante que desear. El guión, por ejemplo, retrata de forma realista la noche de desenfreno en la que se embrancan los tres personajes, pero ahí empieza y acaba todo. Sabemos muy poco de la vida que llevan y de los motivos que les empujan a actuar de la forma en que lo hacen, y esto hace que la película pierda algo de interés, pues queda limitada a la mera observación antropológica de tres individuos en una noche de marcha.Y claro, por muy convicentes que resulten los actores interpretando a sus personajes, pasarte la mayor parte del metraje viendo como beben y se drogan, llega un momento en que resulta demasiado reiterativo.
No sé si el mensaje que intenta transmitirnos el director es el de mostrar el desencanto de unos personajes que representan a toda una generación, o simplemente advertirnos de que el abuso de drogas y alcohol no conduce a nada bueno, pero el caso es que el resultado final de la película parece actuar de metáfora involuntaria de la vida de Manuel, Ana y Julio. Está tan vacía de contenido como su existencia.
Me ha parecido una película un tanto irregular, en la que se alternan aspectos muy positivos (especialmente brillante el trabajo de Tristán Ulloa, pero sobretodo de Guillermo Toledo) con otros en que el film deja bastante que desear. El guión, por ejemplo, retrata de forma realista la noche de desenfreno en la que se embrancan los tres personajes, pero ahí empieza y acaba todo. Sabemos muy poco de la vida que llevan y de los motivos que les empujan a actuar de la forma en que lo hacen, y esto hace que la película pierda algo de interés, pues queda limitada a la mera observación antropológica de tres individuos en una noche de marcha.Y claro, por muy convicentes que resulten los actores interpretando a sus personajes, pasarte la mayor parte del metraje viendo como beben y se drogan, llega un momento en que resulta demasiado reiterativo.
No sé si el mensaje que intenta transmitirnos el director es el de mostrar el desencanto de unos personajes que representan a toda una generación, o simplemente advertirnos de que el abuso de drogas y alcohol no conduce a nada bueno, pero el caso es que el resultado final de la película parece actuar de metáfora involuntaria de la vida de Manuel, Ana y Julio. Está tan vacía de contenido como su existencia.

6,5
20.575
4
27 de marzo de 2011
27 de marzo de 2011
14 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con una innegable factura indie y un reconocido prestigio en festivales y crítica especializada, “Winter's bone” se nos presentó como la gran alternativa al cine comercial en los pasados Oscars. La historia de una chica que ha de buscar a su padre desaparecido para impedir que su familia pierda su casa tenía el suficiente atractivo para presagiar un interesante melodrama con paisajes tanto físicos como humanos que justificaran la alta valoración con que venía avalada.
Lamentablemente, después de haber visionado la película, he de decir que todos los buenos augurios se han convertido en decepción. El film de Debra Granik es uno de los más aburridos que he visto últimamente. El tono general de la cinta es tan gris como el feo paisaje de Missouri (espléndidamente fotografiado, eso sí) que envuelve la acción de los personajes. El desarrollo de la trama es un tanto absurdo, el ritmo desesperadamente ralentizado, los personajes poco desarrollados y de una antipatía general que echa para atrás, el desenlace final tan insustancial como el resto del relato ... En definitiva, un estilo de realización que confunde el llamado cine de autor y que cree que este tipo de películas son mejores cuanto más críptico es su mensaje y más oscuro el entorno en el que se desarrolla.
Lamentablemente, después de haber visionado la película, he de decir que todos los buenos augurios se han convertido en decepción. El film de Debra Granik es uno de los más aburridos que he visto últimamente. El tono general de la cinta es tan gris como el feo paisaje de Missouri (espléndidamente fotografiado, eso sí) que envuelve la acción de los personajes. El desarrollo de la trama es un tanto absurdo, el ritmo desesperadamente ralentizado, los personajes poco desarrollados y de una antipatía general que echa para atrás, el desenlace final tan insustancial como el resto del relato ... En definitiva, un estilo de realización que confunde el llamado cine de autor y que cree que este tipo de películas son mejores cuanto más críptico es su mensaje y más oscuro el entorno en el que se desarrolla.

5,4
8.127
4
5 de julio de 2009
5 de julio de 2009
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
La última película de Renny Harlin -un cineasta especializado en blockbusters de acción- se trata de un thriller policíaco que indaga en las corruptelas de los agentes de la ley. Protagonizada por dos actores potentes -Samuel L. Jackson y Ed Harris- la película se ve perjudicada por un guión muy flojo, más propio de un telefilm de media tarde que de una cinta con un mínimo de pretensiones.
Los dos actores hacen lo que pueden para mantener la dignidad del film, conscientes que están trabajando en un producto menor. En especial Samuel L. Jackson, el protagonista principal, que tiene el papel mejor definido y más bien escrito, pero que se ve incapaz de elevar el tono de la película, incluso cuando comparte escenas con Ed Harris.
A falta de elementos para el lucimiento, el director se dedica a filmar primeros planos y a bajar la cámara a ras de suelo, quizás para dar un toque personal a un producto tan poco original que no consigue el que a priori debería ser su principal objetivo. Ni entretiene ni hace pasar un buen rato, y acaba perdiéndose en los abismos de la mediocridad más absoluta, mientras uno sale del cine pensando que la crisis ha debido de llegar también a Hollywood para que dos actores de la talla de los mencionados acepten manchar sus carreras con propuestas tan poco atractivas.
Los dos actores hacen lo que pueden para mantener la dignidad del film, conscientes que están trabajando en un producto menor. En especial Samuel L. Jackson, el protagonista principal, que tiene el papel mejor definido y más bien escrito, pero que se ve incapaz de elevar el tono de la película, incluso cuando comparte escenas con Ed Harris.
A falta de elementos para el lucimiento, el director se dedica a filmar primeros planos y a bajar la cámara a ras de suelo, quizás para dar un toque personal a un producto tan poco original que no consigue el que a priori debería ser su principal objetivo. Ni entretiene ni hace pasar un buen rato, y acaba perdiéndose en los abismos de la mediocridad más absoluta, mientras uno sale del cine pensando que la crisis ha debido de llegar también a Hollywood para que dos actores de la talla de los mencionados acepten manchar sus carreras con propuestas tan poco atractivas.
Más sobre Scott Carey
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here