Cuenta la historia de una familia, a través del repaso a los momentos más importantes para cada uno de sus miembros.

Consigue construir una interesante trama contada inteligentemente, plagada de metáforas y de melancolía, y apoyada en una banda sonora muy destacable.

En definitiva: CINE CON MAYÚSCULAS

Os pongo en situación: Un pedante viejo cascarrabias dotado de un coeficiente de inteligencia, según él, de más de 200 y con un intento de suicidio a sus espaldas, acoge a una joven y cándida indigente sureña que acudió a Nueva York en busca del sueño americano. Esto no tiene otra consecuencia posible que acabar en boda, siempre que esté Woody Allen detrás de la cámara.

Vuelve el genial director a reencontrarse con su ciudad fetiche y en ella retorna a sus eternas obsesiones: retorcidas y complicadas relaciones de pareja, Nueva York, inevitables referencias a los judíos, personajes dignos candidatos a ocupar el diván de un psicoanalista... Todo ello aderezado con un guión sencillamente espectacular (tónica general en su filmografía), representado en las conversaciones, más bien monólogos, de su protagonista.

En esta película, el director estadounidense le da otra vuelta de tuerca más a las relaciones de pareja. Nos presenta una historia que gira en torno a la vida de un peculiar personaje que se cree el centro del universo principalmente por su inteligencia, por la experiencia que atesora, y que está alejado de las relaciones con las mujeres y prácticamente de las relaciones interpersonales, pues no ve a nadie que pueda alcanzar su nivel.
Ante este torrente arrollador de sabiduría, la inocente e indefensa joven, que no ha salido nunca de las fronteras del Mississippi, queda prendada y absorbida totalmente.
Esta atípica relación unida a la aparición de la "especial" familia de la chica, dará lugar a situaciones cargadas de comicidad.

Para esta película no ha contado con su última musa Scarlett Johansson, ni con grandes estrellas, pero no le hacen falta, es un gran director de actores. Este hombre será capaz de arrancar una excelente actuación hasta a la mismísima Carla Bruni, posible actriz de su próxima película ambientada en París.

Quizá "Si la cosa funciona" no sea de sus mejores obras, o no haya sido del agrado de muchos, y es que con Woody Allen no hay medias tintas, o lo amas o lo odias, o estás con él o le das la espalda. Yo siempre estaré contigo Woody...

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