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Críticas ordenadas por utilidad
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6,5
47.239
10
13 de febrero de 2012
13 de febrero de 2012
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Han pasado ya unos cuantos años y la he visto varias veces, ninguna revisión ha sido desencantada ni decepcionante, me sigue hipnotizando como cuando la vi en su estreno.
El caso es que no llego a ningún conocimiento, mi análisis es estéril, se agota en el momento de empezar y me quedo en blanco. Es como darme una y otra vez contra un muro, o como ver un abismo vacío, sin gravedad. Sencillamente no puedo pensar en esta película, carezco por completo de recursos, de inteligencia. No puedo entrar.
Para mí es justo el tipo de obra soñada, lo traslado a cualquier forma de manifestación artística, la que me deja con cara de tonto feliz. La que no tengo que juzgar porque carezco de argumentos, la que me produce solo una sensación de vacío relajante, de inocencia hacia lo que desconozco, algo que no me irrita, una zona neutra de ignorancia.
No puedo decir mucho más, solo expresar una sensación muy personal que no es base real de nada, una afiliación a lo intangible.
Estoy afuera de esta película, apoyo las manos y miro a través del cristal. Esto no sucede muchas veces.
El caso es que no llego a ningún conocimiento, mi análisis es estéril, se agota en el momento de empezar y me quedo en blanco. Es como darme una y otra vez contra un muro, o como ver un abismo vacío, sin gravedad. Sencillamente no puedo pensar en esta película, carezco por completo de recursos, de inteligencia. No puedo entrar.
Para mí es justo el tipo de obra soñada, lo traslado a cualquier forma de manifestación artística, la que me deja con cara de tonto feliz. La que no tengo que juzgar porque carezco de argumentos, la que me produce solo una sensación de vacío relajante, de inocencia hacia lo que desconozco, algo que no me irrita, una zona neutra de ignorancia.
No puedo decir mucho más, solo expresar una sensación muy personal que no es base real de nada, una afiliación a lo intangible.
Estoy afuera de esta película, apoyo las manos y miro a través del cristal. Esto no sucede muchas veces.
26 de agosto de 2011
26 de agosto de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hombre, no está mal para una noche de verano pero no sé donde están las excelencias de que hablan algunos críticos. A mí me parece bastate simplona de principio a fin.
En primer lugar lo de inyectar a un primate algo que le haga más listo no me parece ningún golpe imaginativo de guión para nada; me parece más bien todo lo contrario. Al ver el final del "Planeta de los simos" original, con la estatua de la libertad rota y semienterrada, pensaba que después de una guerra nuclear o alguna supercatástrofe parecida, la eliminación de humanos daba pie al ascenso de los primates. Algo así como lo que pasó con los mamíferos tras la desaparición de los dinosaurios. Pero qué va, una inyección y vale. No sé que le hubiera parecido esto a Franklin Schaffner.
Y la verdad, a partir de ahí todo lo demás no me parece de mucho mérito. Es simplemente ver como el mono se hace cada vez más listo sin ninguna escena realmente original o sorpresiva. Yo no veo ninguna reflexión sobre evolución, ecología, ética ni nada de alguna supuesta profundidad. ¿O acaso ha descubierto esta película que cazar monos y someterlos a situaciones abusivas para investigar es algo denunciable?
Los actores en mi opinión bastante justitos, y el que reproduce los movimientos del mono no hace ni la sombra del trabajo que hizo con el golum. Por cierto, esta vez ¿también hacía falta que la chica fuera tan guapa, simpática, sensible, considerada, aplicada y majísima toda ella? Hay que joderse.
En primer lugar lo de inyectar a un primate algo que le haga más listo no me parece ningún golpe imaginativo de guión para nada; me parece más bien todo lo contrario. Al ver el final del "Planeta de los simos" original, con la estatua de la libertad rota y semienterrada, pensaba que después de una guerra nuclear o alguna supercatástrofe parecida, la eliminación de humanos daba pie al ascenso de los primates. Algo así como lo que pasó con los mamíferos tras la desaparición de los dinosaurios. Pero qué va, una inyección y vale. No sé que le hubiera parecido esto a Franklin Schaffner.
Y la verdad, a partir de ahí todo lo demás no me parece de mucho mérito. Es simplemente ver como el mono se hace cada vez más listo sin ninguna escena realmente original o sorpresiva. Yo no veo ninguna reflexión sobre evolución, ecología, ética ni nada de alguna supuesta profundidad. ¿O acaso ha descubierto esta película que cazar monos y someterlos a situaciones abusivas para investigar es algo denunciable?
Los actores en mi opinión bastante justitos, y el que reproduce los movimientos del mono no hace ni la sombra del trabajo que hizo con el golum. Por cierto, esta vez ¿también hacía falta que la chica fuera tan guapa, simpática, sensible, considerada, aplicada y majísima toda ella? Hay que joderse.
Documental

7,2
947
7
20 de mayo de 2012
20 de mayo de 2012
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Solo por ver a este tipo pintando en calzoncillos y sandalias ya merece la pena. El supuesto mejor artista del siglo XX me recuerda a un bebé en pañales que acaba de descubrir los rotuladores y se pone a hacer borratajos. De un pez pasamos a una gallina y después a una cara y a lo que le da la real gana. Igual que un infante en una guardería.
El misterio no lo veo por ningún lado. Solo coge los rotuladores y deja que su cerebro los lleve donde le venga en gana. Menos misterioso imposible, más básico tampoco.
Pero el caso es que expone una actividad tán humana como el arte de una forma tán natural que te deja desarmado. Lo de menos son los dibujos, lo de más ver a un hombre desnudo realizando algo tán alejado del cinismo, de la mediocridad, de la miseria. Observándole pienso: Pero... ¿Tan difícil será relajarse un poco?
Gracias cabronazo, te quedaste acá, donde no hace daño. Donde todos vivimos en realidad, pero para la mayoría no es bastante.
El misterio no lo veo por ningún lado. Solo coge los rotuladores y deja que su cerebro los lleve donde le venga en gana. Menos misterioso imposible, más básico tampoco.
Pero el caso es que expone una actividad tán humana como el arte de una forma tán natural que te deja desarmado. Lo de menos son los dibujos, lo de más ver a un hombre desnudo realizando algo tán alejado del cinismo, de la mediocridad, de la miseria. Observándole pienso: Pero... ¿Tan difícil será relajarse un poco?
Gracias cabronazo, te quedaste acá, donde no hace daño. Donde todos vivimos en realidad, pero para la mayoría no es bastante.

7,3
3.934
7
28 de octubre de 2011
28 de octubre de 2011
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo hace no mucho ante la perspectiva de ver uno de estos melodramas académicos con semejantes títulos me entraba una pereza que jamás superaba. Bueno, pues al final me he decidido y este del tal Douglas Sirk me ha gustado. Pensaba que me encontraría un súperdesaguisado amoroso con deshonores bíblicos y vergüenzas generacionales o algo así y para nada.
De hecho me ha parecido una historia totalmente creíble y para nada pasada de moda. Está contada de forma muy natural cuando yo pensaba que en estas películas abundaban los amaneramientos y las imposturas. Además, en esto del Cine, donde sigue primando la visión machista en general, está bien ver que en los cincuenta ya había directores que sabían tratar el carácter de una mujer y hacer a ese personaje protagonista y responsable de todo el peso de la película.
Lo que me mata es el peinado de Jane Wyman, aunque supongo que en su momento estaba de moda entre la burguesía americana. A mi me parece de monja-enfermera en la anteprimera guerra mundial.
De hecho me ha parecido una historia totalmente creíble y para nada pasada de moda. Está contada de forma muy natural cuando yo pensaba que en estas películas abundaban los amaneramientos y las imposturas. Además, en esto del Cine, donde sigue primando la visión machista en general, está bien ver que en los cincuenta ya había directores que sabían tratar el carácter de una mujer y hacer a ese personaje protagonista y responsable de todo el peso de la película.
Lo que me mata es el peinado de Jane Wyman, aunque supongo que en su momento estaba de moda entre la burguesía americana. A mi me parece de monja-enfermera en la anteprimera guerra mundial.
5
19 de octubre de 2013
19 de octubre de 2013
13 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y no me gusta porque no me van las series donde nos podemos saltar a la torera las leyes de Newton. Y con esto no quiero decir que sea mala porque ni lo sé ni me importa. Intentaré explicarme:
A lo mejor a los guionistas, a quienes no discuto sus puntuales genialidades en esta historia, consideran que cuando se tiene una buena idea hay que encajarla y punto. Hasta aquí todo bien, pero a mi entender hay un problema. Si en un capítulo consideramos que el personaje de Moltisanti le pega un tiro en el pie a un pastelero porque el Moltisanti en cuestión es un notas más corto que las mangas de un chaleco, pues puede que esté muy bien, pero si luego no va a tener ninguna repercusión más que a un nivel estrechado (que no estrecho) entonces estamos haciendo trampa. ¡ Porque así es muy fácil hacer cualquier cosa !
Y así, gustará a aquellos que crean en el "todo vale si la idea es buena", lo cual no es censurable pero sí discutible. Es decir, cada cual con sus gustos.
Voy más lejos a riesgo de despeñarme. Quizás estoy hablando con esto de la diferencia entre lo deslumbrante de la genialidad y lo profundo de la sabiduría. Volvamos al narizotas. En esa escena en cuestión queda muy claro en un lapso de metraje la personalidad del personaje sin tener que mostrar horas de su terapia con el psicoanálisis ni sus problemas de infancia. ¡ Deslumbrante y genial! Si en el capítulo siguiente encontramos el drama de la familia del pastelero con una investigación policial al respecto, si encontramos que la hija autista del pastelero le iba a regalar un dibujo en su cumpleaños que era al día siguiente, si encontramos que el policía encargado de la investigación es gay y tiene problemas en su departamento o posee una habilidad especial para mover las orejas o yo que coño sé... ¡Sabio y profundo!
De tal manera que yo, y solo si tengo que elegir, me quedo con la sabiduría porque la genialidad implica golpe y la sabiduría reflexión. Y lógicamente en mi ocio delante de una pantalla elijo yo.
Llegados a este punto, ni que decir tiene que las series que me gustan son las del tipo "The Wire" y "Breaking bad". Porque aquí el trabajo de guión es minucioso, determinista y concienzudo. Exige la currada padre. Y en cuestión de gustos, que es de lo que va esto, la ventaja la tienen los que saben relajarse, desdramatizar, y disfrutar de las dos cosas, pero también mola zambullirse un poco a ver que pasa. Más que nada por echarle un poco de intensidad al asunto, que andamos últimamente un poco descentrados de todo.
A lo mejor a los guionistas, a quienes no discuto sus puntuales genialidades en esta historia, consideran que cuando se tiene una buena idea hay que encajarla y punto. Hasta aquí todo bien, pero a mi entender hay un problema. Si en un capítulo consideramos que el personaje de Moltisanti le pega un tiro en el pie a un pastelero porque el Moltisanti en cuestión es un notas más corto que las mangas de un chaleco, pues puede que esté muy bien, pero si luego no va a tener ninguna repercusión más que a un nivel estrechado (que no estrecho) entonces estamos haciendo trampa. ¡ Porque así es muy fácil hacer cualquier cosa !
Y así, gustará a aquellos que crean en el "todo vale si la idea es buena", lo cual no es censurable pero sí discutible. Es decir, cada cual con sus gustos.
Voy más lejos a riesgo de despeñarme. Quizás estoy hablando con esto de la diferencia entre lo deslumbrante de la genialidad y lo profundo de la sabiduría. Volvamos al narizotas. En esa escena en cuestión queda muy claro en un lapso de metraje la personalidad del personaje sin tener que mostrar horas de su terapia con el psicoanálisis ni sus problemas de infancia. ¡ Deslumbrante y genial! Si en el capítulo siguiente encontramos el drama de la familia del pastelero con una investigación policial al respecto, si encontramos que la hija autista del pastelero le iba a regalar un dibujo en su cumpleaños que era al día siguiente, si encontramos que el policía encargado de la investigación es gay y tiene problemas en su departamento o posee una habilidad especial para mover las orejas o yo que coño sé... ¡Sabio y profundo!
De tal manera que yo, y solo si tengo que elegir, me quedo con la sabiduría porque la genialidad implica golpe y la sabiduría reflexión. Y lógicamente en mi ocio delante de una pantalla elijo yo.
Llegados a este punto, ni que decir tiene que las series que me gustan son las del tipo "The Wire" y "Breaking bad". Porque aquí el trabajo de guión es minucioso, determinista y concienzudo. Exige la currada padre. Y en cuestión de gustos, que es de lo que va esto, la ventaja la tienen los que saben relajarse, desdramatizar, y disfrutar de las dos cosas, pero también mola zambullirse un poco a ver que pasa. Más que nada por echarle un poco de intensidad al asunto, que andamos últimamente un poco descentrados de todo.
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