Imagino que los autores han tenido que pagar tantos peajes que habrán llegado a la parte creativa y/o artística exhaustos. No llega a ser un thriller judicial porque no llega a crear tensión alguna pero tampoco contextualiza mínimamente. No es cine político (pese a que hacerla es ya una tesis) aunque su contenido (su realidad) sea brutal e incontestable. Siempre podrá quedar aquello de que los hechos hablan por sí mismos. Pero en este caso, en el cine, no siempre bastan: para eso está el cine de acción.
A los que no vivieron esa época poco les va a aportar o ayudar para entenderla. Y tampoco ayuda mucho a pasar página pese al voluntarioso añadido de arranque. Y como espectáculo, como entretenimiento, el interés es muy reducido. ¡¡¡Una pena¡¡¡
La galería de personajes, con algo más de agudeza (o libertad, o lo que sea) daría para todo tipo de aproximaciones: desde el abogado con anillo(¿) a los diversos tipos de policías, hasta los propios Lasa y Zabala. Pero no se aprovechan con unas interpretaciones planas o desiguales
Voy a echarle la culpa de lo que para mí (con pena) es un fracaso a la corrección política que pretende que no pensemos por nuestra cuenta.

No le pongo un 9 por el final, pero tengo que decir que es la peli que más me ha emocionado en años. Sé que, en parte, es por la música de Chaikovsky, omnipresente y maravillosa y por Natalie Portman a la que admiro y deseo desde hace mucho y que (gracias al dios Aronosfsky) está igualmente omnipresente. Pero la fuerza con que se te hace vivir una historia de matices tan universales (el afán de superación, la competencia , el sexo como inspirador o inhabiltador, el dominio en la familia o en el trabajo, arte y vida etc.) se acerca a un 9 reservado para las obras maestras de generación. Veo como tema abierto lo que es realidad y ficción en lo que se despliega ante nuestros ojos. Que cada uno interprete lo que ve como quiera. Y eso me parece una gran virtud de la película. También me encanta la mezcla de géneros (thriller, de iniciación a la sexualidad, de Little Misss Sunshine etc.) pero para mí el mérito está en que te mete dentro, físicamente, todo lo que va sintiendo (viviendo ?) física y espiritualmente alguien en la tesitura de dar el salto para el que se (le) ha (han) estado preparando toda su vida.
La interpretación de la Portman es soberbia, pura entrega, sin reservas. Incluso hay muchos momentos (los de su asexualidad) de una ternura e indefensión sublimes.
En fin que me emocionó mucho y que me encantó. Que espero que le dén un Oscar como poco (a Natalie) y dos si son generosos (mejor película).

Mi primera conclusión tras conocer la historia, es que parece fácilmente explicable el éxito de la novela. Mi lectura (en cuanto la chica se pone a enfrentar su problema de alcoholismo empieza el punto de inflexión ) saca el positivo mensaje de que, casi siempre y casi todos, somos mejores y más capaces de lo que pensamos y que cuando se hace frente a las malas influencias nos hacemos fuertes con facilidad.
El tema de el reparto de roles por sexos es ya más discutible por maniqueo, pero aquí (y en el mercado del best-seller) funciona.
En cuanto a la peli en sí, la buena factura técnica y visual y las excelentes interpretaciones (singularmente de Emily Blunt) apenas se ven empañadas por algunas torpezas narrativas pero el conjunto funciona para mí.

De verlos como punta de lanza atrozmente vocacional de la dictadura, a currantes que llevan muy mala vida. Encargados de una función de desratización social que cada vez admiro más por necesaria. Y eso que el papelón de Javier Gutiérrez casi consigue evitar todo atisbo de empatía. Pero hoy la policía es cada vez más la UDEF de la Gurtel o de los EREs que el policía/asesino de la Transición. Puede que los jueces se sigan pareciendo un poco a los de la peli, pero la primera línea hace de médico de cabecera, de notario como poco o de cirujano en fin, de una sociedad de la que pretendemos no reconocer- cobardemente- formar parte.
Alberto Rodríguez nos impide, con el sinfín de matices que aparecen por cualquier rincón de su relato, alejarnos de dónde venimos y de lo que somos. Invita a la reflexión y al optimismo porque catarsis como la que se siente es mejor que cualquier indiferencia culpable.
La tensión con la que se vive un universo de seres baqueteados por el entorno, obligados a no salirse de límites ni de roles muy precisos. Nadie se salva y a todos, (menos a las víctimas , naturalmente) les damos una segunda oportunidad al acabar la película. Hay esperanza.

Una película muy digna, directa, con un duelo actoral muy destacable. Sorprende una superprofesional Sienna Miller que lo borda y un Buscemi que pone su gran personalidad y talento. Describe situaciones y personajes de hoy, desmitificando clichés y poniendo a la gente en su sitio. Me parece una buena reivindicación de una gran cantidad de gentes (chicas sobre todo) que se intentan ganar la vida en el mundo del espectáculo y me encanta su relativismo y la subversión de supuestas superioridades intelectuales y morales. Todos trenemos algún fantasma en el armario...aunque, en este caso, la "cultura de la calle" haga frente a la dominante ( revestida aquí de los mejores atributos de progresía) y salga (aparentemente al menos) mejor parada. Puede tildarse de teatral pero, en mi opinión, no es un defecto en este caso.