Canta es de esas pelis que, aunque pienses que es más para los peques, al final te gana porque es entretenida y buen rollo asegurado. Es como ver un talent show, pero en versión animada y con personajes que, sin darte cuenta, terminas queriendo. Cada uno tiene sus problemas, su historia, y entre las canciones que todos conocemos y los momentazos de humor, te quedas pegado a la pantalla.

La animación está muy cuidada, llena de color y detalles, y la música es el alma de la peli: temazos uno tras otro que te pillas tarareando sin querer. Vale, no es la historia más sorprendente del mundo, pero tampoco lo necesita, porque el ritmo, el carisma de los personajes y los mensajes de ir a por tus sueños hacen que lo disfrutes un montón.

Es una peli perfecta para desconectar, reírte y pasar un rato súper agradable. Ya sea en plan chill en casa o con amigos, Canta tiene ese rollo ligero y divertido que a veces justo necesitas. Y oye, si sales cantando algo después, nadie te puede culpar.

Serie que combina acción, drama y supervivencia en un mundo postapocalíptico lleno de zombis y conflictos humanos. Con una narrativa que explora la lucha por la esperanza y la moralidad, logra mantener el interés, aunque algunas temporadas pierden fuerza. Su elenco entrega actuaciones sólidas, destacando relaciones y dilemas que trascienden el género. Una producción intensa y emocionante para los amantes de las historias de supervivencia.

Un punto positivo bajo mi persona es que ha dado lugar a un universo expandido con múltiples series derivadas.

Esta serie te da una idea de que hacer y no hacer en un mundo postapocaliptico.

Viendo la serie por decimocuarta vez siento que me transporta a aquellos años 2000, una época donde las redes sociales era hablar con el vecino. La serie tiene un humor de la época, imposible no reírte en algún momento , personajes dinámicos que interactúan con naturalidad, creando situaciones hilarantes y memorables.
Una joya de la televisión española que sigue siendo irresistible.

Miniserie que me atrapó desde el primer momento. Explora un tema intrigante y complejo, presentando una historia profunda y humana que, a pesar de su corta duración, logra captar la atención del espectador de manera efectiva.

La actuación de Carmen Machi es brillante, me quito el sombrero. Uno de los pilares sobre los que se sostiene la serie.

A pesar de ser una miniserie, se pasa volando debido a su ritmo ágil y lo envolvente de la trama, lo que hace que quieras seguir viendo sin parar. Sin duda, una opción que no decepciona.

Pobres Criaturas (o Poor Things, si hablamos del título original) es una de esas pelis que te sacan de lo convencional y te llevan por un viaje tan extraño como fascinante. Es puro cine raro pero maravilloso, con una mezcla de comedia negra, fantasía y una pizca de drama que te deja pensando. La dirección tiene un estilo visual súper cuidado, casi como un cuadro en movimiento, con escenarios extravagantes que parecen salidos de un sueño raro… o de una mente completamente genial.

El punto fuerte está en el guion y, sobre todo, en la protagonista. Su evolución es de esas que te tienen pegado porque es un personaje fuera de lo común, pero a la vez te hace cuestionarte cosas súper humanas. Eso sí, no es una peli para todo el mundo, si no estás abierto a lo excéntrico o a ideas algo locas, puede que te cueste conectar.

Lo guay es que no solo entretiene, también tiene mensajes profundos sobre identidad, libertad y qué significa ser humano, pero todo contado con un humor oscuro que te saca carcajadas en los momentos más inesperados. Es de esas que no solo se disfrutan, sino que te dejan con un buen rato de conversación después. Si te gusta lo diferente y no te importa salir de tu zona de confort, esta peli es un win.