Está hecho todo de forma muy auténtica. Por ejemplo los actores son desconocidos por lo que aumenta el sentido de realidad. Y sus interpretaciones son perfectas.
Es una reflexión sobre el ser humano, sobre el bien y el mal que todos llevamos dentro.
Es un acercamiento a lo mejor y a lo peor que hay en nosotros.
Todo está hecho con gran naturalidad y de forma austera y sobria. Como debe ser. De los artificios y la cosas vanas ya se encarga Hollywood.
Tiene una gran puesta en escena con una maravilosa fotografía.
El único defecto quizá sea que todo queda muy abierto. El director no nos da las pistas suficientes. Quizá es demasiado morbosa en algún momento.
Contiene tres historias que se entrecruzan, a cual más hipnotizante.

Los dibujos son preciosos, llenos de un maravilloso colorido. Los personajes muy curiosos y creados con gran ingenio, así como el guión que también está lleno de humanidad y ternura.
Es una película instructiva para los niños, aunque el guión es algo complejo para su mentalidad.
Eso si, la historia es algo convencional, pero llena de ternura.
Hay cantidad de seres diferentes y muy divertidos.
El guión no es nada crispado, lo que es de agradecer al ser una película para niños.
Maravillosa, preciosa.

Menos mal que este director hizo muy pocas películas en Hollywood, porque el único defecto en esta película es el final feliz forzado típico de chorrilandia. Seguro que los productores de la Warner se lo impusieron. Los directores se equivocan al ir a trabajar a Estados Unidos. Menos mal que hay algunos que han rechazado ir a ese lugar desastroso para el cine. Tenemos el ejemplo de Angelopoulos y el de Almodovar. Ninguno de los dos ha querido ir a Estados Unidos porque sabían que estropearían su cine.
No recuerdo una mejor interpretación en toda la historia del cine que la de LILIAN GISH en esta sensible película.
Muy imaginativa, llena de ternura y visualmente perfecta. Maravilla de maravillas.