De entre los tres primeros episodios de la saga, me quedo con esta parte como la más apasionante, sin que los dos anteriores episodios desmerezcan en nada al episodio III. Es una película maravillosa, visualmente hablando, que te mantiene pegado a la pantalla sin pestañear. Aunque su duración sea de dos horas y pico, parece que sólo han pasado 5 minutos cuando termina. Tampoco hay que dejarse engañar por las votaciones, pues aunque los episodios IV, V y VI estén mejor valorados o considerados, no son mejores que los tres primeros episodios, y si reciben mejores críticas, quizá sea por el componente nostálgico que poseen. En definitiva, se trata de una gran película, como los restantes cinco episodios de la saga.

Hasta hoy había sido reacio a ver esta película, pues creía que los westerns de antes eran mucho mejores que los posteriores a los 80. Cuán equivocado estaba, pues Silverado es una película excelente. No tiene nada que envidiar a auténticos clásicos de este género, incluso supera a muchos de ellos... su único fallo para superar en nota a estos clásicos es que se trata de una película relativamente moderna; si se hubiese rodado en los años 60 estaríamos ante una obra maestra del género del oeste.
La película es trepidante, rápida y divertida... no te da tregua ni un solo momento. Las interpretaciones son muy buenas y la banda sonora es maravillosa. Estamos ante uno de los 10 mejores westerns de la historia.

Poco más se puede decir de una película que es magnífica. Aunque no tenga un gran rigor histórico, la verdad que da exactamente igual, pues no se trata de un documental ni nada por el estilo, sino de una de las mejores películas de la historia del cine. La interpretaciones, las recreaciones de las batallas, las escenas y la banda sonora son maravillosas.

La película en sí no es que esté mal, pero queda totalmente devaluada por la interpretación de este pringao llamado Nicolas Cage. ¿Quién le ha dicho a este señor que vale para la interpretación? Es soso, aburrido, no tiene carisma.... Además se empeña en hacer papeles de tío duro, resultando entonces más patético que de costumbre. Si hiciese un papel secundario, de tontito o de pringao, hasta podría encajar en una película, pero de protagonista no da la talla ni de lejos.

Ya no se hacen películas del oeste como las de antes, y en este caso queda claramente demostrado. Toda mi vida he odiado los remakes, porque hacer un remake refleja una falta de imaginación y una pobreza de ideas impresionantes.
Me resulta increíble que esta película pueda tener 10 nominaciones a los Oscars, cuando es muchísimo peor que la original.
No es necesario contar más de esta película... si os gusta el género y tenéis opción de ver cualquiera de las dos, os aconsejo la original de John Wayne. Yo he visto las dos, y en esta versión de los hermanos Coen he tenido que ir pasando las escenas con el ratón cada dos por tres porque es un auténtico coñazo.
La últimas grandes películas que se hicieron del Oeste fueron Silverado y Sin Perdón. No busquéis más allá de estas dos películas porque quedaréis terriblemente decepcionados.