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Críticas 101
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
1
22 de septiembre de 2021
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pese a ser considerados durante decenios como imposibles de llevar al medio audiovisual (alguna vez así los calificó el mismísimo Stanley Kubrick), los trabajos del filólogo y escritor J. R. R. Tolkien han tenido una considerable cantidad de adaptaciones al cine y la TV: cortos animados sin animación, las películas infantiles de Rankin Bass, la incompleta adaptación de Bakshi en una rotoscopia igual de incompleta, las archiconocidas trilogías de Peter Jackson, series enormemente ambiciosas, más películas animadas y también una grotesca sucesión de miniseries low-cost procedentes de los lugares más insólitos.

A este último grupo pertenece Khraniteli ("guardianes", según el traductor de Google), la primera adaptación live-action de La Comunidad del Anillo, el primero de los tres tomos en los que había sido dividido por cuestiones editoriales (para que luego se recrimine insistentemente a Peter Jackson por algo similar con cierta trilogía) El Señor de los Anillos, continuación de El Hobbit y magnum opus de Tolkien, ambientada en uno de los universos de fantasía más influyentes e imitados de la historia reciente y una novela definitoria e impulsora (junto a otras creaciones de mediados del s XX) del género fantástico contemporáneo.

Khraniteli fue emitida en una única ocasión por la Televisión de Leningrado (posteriormente Televisión de San Petersburgo) en 1991, y se dice que estuvo perdida durante treinta años hasta que en 2021 fue redescubierta y subida a YouTube para nuestro deleite. Pues si nunca hubiera aparecido tampoco nos habríamos perdido mucho.

Con una calidad propia de una función escolar grabada con una vieja cámara de vídeo doméstica, Khraniteli es, como Süpermen Dönüyor, Dünyayı Kurtaran Adam y Jaani Dushman: Ek Anokhi Kahaani, una de esas subproducciones austeras y estrafalarias que se terminan convirtiendo en leyendas del Internet profundo, pero que de las que es mejor ver sólo un vídeo resumen o una recopilación de escenas especialmente ridículas porque, aunque en principio puedan parecer graciosas, su completo visionado resulta insoportablemente aburrido (y en este caso son cerca de dos horas).

Lo primero que notamos es, obviamente, que la producción es cutre. A decir verdad, extremadamente cutre. Cuestión de medios y presupuesto, de acuerdo, pero es que inmediatamente comprobaremos que la dirección es absolutamente demencial, las interpretaciones son terribles, el montaje es pésimo y el ritmo, bueno, no es que sea malo, es que no hay ritmo alguno, y abundan los tiempos muertos de psicodelia gratuita en los que la historia no avanza y resulta realmente difícil entender qué demonios está pasando; y todo eso tiene una justificación más difícil.

Sin embargo, sí hay una explicación (que no justificación) para esto: Khraniteli se rodó del tirón en sólo 9 horas, sin apenas preparación ni planificación de ningún tipo, lo que es un disparate cuando se trata de adaptar una obra de semejante vastedad (aunque esta miniserie de dos episodios se corresponda "solamente" con el primer tercio).

La adaptación del guion y la dirección estuvieron a cargo de Natalya Serebryakova, una figura misteriosa de la que no se conocen más trabajos ni se encuentra más información salvo que es su hija (¿alguien ha dicho nepotismo?) quien da vida a Legolas en esta miniserie, porque, sí, es una mujer quien encarna a Legolas y no es ni de lejos una de las decisiones más extrañas tomadas a la hora de llevar La Comunidad del Anillo a la televisión soviética.

El inicio es altamente desconcertante. No se me malinterprete, el resto también, pero conociendo la historia por las películas de Bakshi y de Jackson o directamente por la novela de Tolkien (preferentemente, ya que hay partes omitidas en otras adaptaciones y que sí están presentes en esta) más o menos puede ir adivinándose lo que está ocurriendo. No ocurre eso con el extraño prólogo con el que comienza, pues en él aparece un narrador que bien podría representar al propio Tolkien si no fuera porque no se han molestado en caracterizarlo de forma que pueda recordar remotamente a él, así que quedará como un narrador anónimo que añade un poco más de absurdidad a todo esto (como si hiciera falta).

Sobre el prólogo en sí, pues que nadie espere algo del estilo del de la trilogía de Peter Jackson, no ya por la calidad, sino porque en lugar de poner en contexto solo confunde más: tras un minuto de un extraño montaje de planos del Anillo (que parece de cartulina), cosas ardiendo y gente a caballo (los Nazgûl, se supone) acompañado de la música esperable en un trabajo de este nivel (cuidado, que se pega), entra en escena el misterioso narrador, pero se queda en silencio fumando en pipa mientras mira de forma inquietante a cámara y enseguida vuelve el montaje con otro minuto más de planos del Anillo, gente a caballo, lo que parece una mujer mendigando en la nieve y un texto en cirílico muy pixelado, seguido de nuevo del narrador quien, tras otro medio minuto (que parece mucho más) en silencio, por fin comienza a narrar. No puede decirse que nada de esto haya sido necesario, pero el contador de vergüenza va a más cuando el supuesto narrador interrumpe la historia, unas pocas veces para contar algo que ya han mostrado o van a mostrar a continuación, y unas cuantas más para simplemente quedarse mirando fijamente a cámara en silencio mientras fuma en pipa. Un delirio todo.

Sin embargo, la trama es una adaptación inesperadamente fiel de la novela, dentro de lo que cabría esperar, pues también se han eliminado momentos importantes porque sí (que nadie espere ver al Balrog), y sigue las vivencias de Frodo (por decir algo) desde el centésimo decimoprimer cumpleaños de Bilbo en Hobbiton hasta la disolución de la Compañía en el Parth Galen (supongo, porque el final es particularmente confuso).

(Sigue sin spoilers importantes)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El corte entre los dos episodios está ubicado en las Quebradas de los Túmulos, porque la única sorpresa que no es para mal (del todo) es que en esta versión sí han dejado al excéntrico Tom Bombadil y a Baya de Oro, aunque por algún motivo son enormes. Eso sí, tienen una mesa y vajilla tamaño Hobbit. Además del gigantismo, también tienen la costumbre de estar fuera de perspectiva respecto a los Hobbits cuando comparten plano. Y quien crea que toda esa parte del libro, desde el Bosque Viejo al interior del túmulo, es extraña que espere a ver cómo la han hecho aquí.

Como he adelantado, resulta prácticamente indispensable conocer previamente la historia de El Señor de los Anillos, porque quien no haya leído la novela ni visto alguna de las versiones cinematográficas no entenderá nada de lo que pasa aquí. Aún así, debido a su inenarrable montaje caracterizado por confusos saltos en la trama, generalmente cuesta seguir la sucesión de acontecimientos y hay momentos en los que resulta complicado procesar lo que estamos viendo, bien porque las representaciones son peculiares (siendo benévolos) y se alejan de las descripciones de la obra original, por lo que cuesta reconocer a los personajes (Los Hobbits y Enanos son de talla humana, mientras que Bombadil es gigante, Gandalf el Gris viste de morado y rojo, Gollum es un ser como de musgo que lleva días de fiesta y va drogadísimo, el tumulario parece una mezcla entre la muñeca Anabelle de las películas de The Conjuring y una ginoide sexual de Ghost in the Shell, el Ojo es un ojo corriente que se ríe raro, y a Saruman no sé ni cómo describirlo), o bien porque la escena resulta completamente incomprensible (atención al Hombre-Sauce, al ataque de los Huargos y a todo lo que ocurre en Moria y en Lórien).

Ya he dicho que la dirección y la fotografía son desconcertantes, con abundantes planos de velas porque sí, las interpretaciones no hay por dónde cogerlas y además los efectos de sonido son demenciales (unos hilarantes, otros incómodos); pero seguramente lo peor de todo (que ya es decir) son unos efectos especiales que aúnan algunos de los peores cromas que puedan encontrarse (mención especial al flashback del hallazgo del Anillo con Déagol bajo el agua) y garabatos que aparecen pintados estáticos sobre la imagen para representar la magia. Cierto que estamos ante una producción modesta de 1991 (año del estreno de Terminator II, por poner en contexto, sé que no son comparables) pero los efectos son mucho menos convincentes que los de películas de Méliès hechas noventa años antes, cuando los responsables de esta miniserie ni siquiera habían nacido.

Resumiendo, Khraniteli es una rareza arrítmica, confusa y cutre, si acaso recomendable únicamente para un sector del fandom Tolkiendil que encuentre interesante ver cómo han adaptado ciertos momentos (aunque habrá decepciones por los que se hayan saltado), especialmente los que no aparecieron en otras películas. Y si resulta que en algún lugar, por algún motivo, a alguien le quedan ganas de más, también existen dos miniseries de El Hobbit del estilo de Khraniteli, y por ello ya voy avisando de que tampoco son más digeribles.

Supongo que la lección que podemos extraer es que para adaptar una obra tipo epopeya de fantasía épica de esta magnitud seguramente sea necesario algo más que un poco de voluntad y una mezcla de una comprensión limitada del material original, una preparación nula, poco tiempo de rodaje y menos medios.



Aspectos positivos: La verdad es que es relativamente fiel a los acontecimientos narrados en la novela; incluso tenemos a Tom Bombadil, a Baya de Oro y toda la parte del viaje desde el Bosque Viejo a los túmulos, y eso es algo que ni Peter Jackson ni Ralph Bakshi se atrevieron a dejar.
Aspectos negativos: Con lo ridícula que resulta en todos los sentidos, esta desconcertante versión de La Comunidad del Anillo debería servir para echarse unas risas, pero sus casi dos horas se hacen muy largas.
Puntuación: 0.5
Caminando entre Dinosaurios (Miniserie de TV)
MiniserieDocumental
Reino Unido1999
6,8
3.766
Documental
8
7 de julio de 2020
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hubo un tiempo en el que los documentales de dinosaurios (y sobre cualquier otra criatura del registro fósil) consistían exclusivamente en alguien, a veces como voz en off, a veces un actor caracterizado como Sir Richard Owen (el paleontólogo creador del término "dinosaurio"), explicando detalles sobre estos animales, sobre la historia de la paleontología y sobre el trabajo de quienes se dedican a ella, valiéndose de dramatizaciones, secuencias animadas, tomas de esqueletos y modelos en museos, excavaciones reales y entrevistas. Todo cambió con esta serie documental.

En 1999, el zoólogo Tim Haines con el respaldo de la BBC acometió la complicada empresa de realizar lo que sería un documental normal y corriente sobre fauna salvaje en su medio natural. Eso sí, con animales que llevan extintos, al menos, 65 millones de años. El resultado es la obra que más ha influido en la imagen que tiene el público de los dinosaurios no avianos (y demás fauna contemporánea a ellos), junto a la saga de Jurassic Park, con el handicap de que esta es un documental de TV y no una superproducción de Hollywood. Sin embargo, tal fue su éxito que la seguirían otros documentales derivados (Caminando entre las Bestias, Caminando entre Monstruos, Caminando con Cavernícolas, Chased by Dinosaurs y Sea Monsters) y hasta una película innecesariamente infantilizada (es decir, la serie no lo está en absoluto y arrasó entre el público infantil). Por desgracia, debido a una mezcla de falta de evidencias, excesos en la corrección de viejos errores y demasiada imaginación, lo cierto es que se cometieron bastantes inexactitudes a la hora de recrear la apariencia de los animales y actualmente (y unos cuantos descubrimientos después) han quedado bastante obsoletos. Aún con eso, esta sigue siendo una obra bastante a tener en cuenta por cualquier persona interesada en el tema.

La serie original consiste en 6 episodios, centrados en distintos momentos y ecosistemas del Mesozoico: la Pangea del Tiásico tardío, la Norteamérica y el mar de Tethis del Jurásico, Australia y un viaje desde Sudamérica a las islas que formarán la Península Ibérica durante el Cretácico, y Norteamérica a finales del Cretácico. A ellos se suman el especial "La Balada del Gran Al", que reconstruye la vida de un ejemplar particular de Allosaurus conocido por un esqueleto muy completo, y dos making-of que explican no solo cómo se rodó desde el punto de vista técnico, sino en qué se basaron para reconstruir a los animales y sus vidas.

Como sería de esperar, cada episodio se ocupa de una historia independiente sobre uno o varios ejemplares de una especie animal (algunas eran ya bastante populares, pero muchas otras se hicieron conocidas gracias a esta serie, como Postosuchus y Liopleurodon), lo que permite hacer un recorrido bastante completo por el mundo a lo largo de la era mesozoica, desde el Triásico superior, cuando los dinosaurios terminaron de imponerse a sus más directos competidores crurotarsios (grupo emparentado con los dinosaurios cuyos únicos supervivientes son los cocodrilos), hasta finales del Cretácico, cuando el impacto de un cuerpo celeste (cometa o asteroide) puso fin al reinado de los dinosaurios no avianos (el último episodio concluye con un breve y acertado epílogo que nos recuerda que las aves siguen aquí).

Como he adelantado, el mayor problema de este documental es que se tomaron excesivas licencias a la hora de recrear tanto el aspecto físico de los animales como su distribución y comportamiento. Sobre lo primero, algunas son justificadas (por ejemplo, sólo se conoce el color de muy pocas especies), pero otras no (como la exageración de tamaños), lo que causa a veces unas reconstrucciones que eran erróneas incluso en 1999 (en la zona de spoilers comentaré los casos más curiosos). También se incide en exceso en que los dinosaurios alcanzaron su esplendor durante el Jurásico y antes de extinguirse, a finales del Cretácico, llevaban millones de años en declive. En realidad, los dinosaurios alcanzaron su mayor diversidad en el Cretácico y prosperaron hasta el final de este periodo (los mayores dinosaurios son también del Cretácico y no del Jurásico); y el vulcanismo de finales del Cretácico probablemente fue consecuencia del impacto (quizá múltiple debido a la fragmentación) del cuerpo, y no anterior a este.

La ambientación, en cambio, es muy buena; y es lo mejor que podría conseguirse empleando escenarios actuales. Rodada en Nueva Caledonia, Nueva Zelanda, Tasmania, los bosques de araucarias de Chile y los bosques de secuoyas de California, el equipo buscó por todo el mundo los paisajes que mejor se ajustaban a los distintos ecosistemas que muestra la serie.

Sintetizando, estamos ante una obra curiosa, pionera y un referente en su género, que marcó un antes y un después en los documentales sobre paleofauna y que, 20 años después, todavía no ha sido igualada; y además, como he dicho, es junto a Jurassic Park la mayor responsable de la imagen que se tiene de los dinosaurios en la cultura pop actual y, también en este caso, pese a los errores y elucubraciones locas, más para bien que para mal. Todos sus episodios son entretenidos y, aunque la información que aporta necesita alguna actualización, sigue mereciendo la pena echarle un ojo.



Aspectos positivos: Las historias de cada uno de los episodios son entretenidas, verosímiles (aunque con el paso de los años probaran no ser completamente ciertas) y, sobre todo, están muy bien narradas. Las localizaciones ayudan mucho a la idea de recrear un safari por el mesozoico. Y la música acompaña con gran acierto.
Aspectos negativos: El paso del tiempo no le ha hecho mucho bien y ha quedado bastante anticuada, no tanto en los efectos visuales (que también) como desde el punto de vista científico, y eso en un documental, cuya finalidad es instructiva, no es algo que se pueda pasar por alto.
Puntuación: 7.5

(A continuación, comentario sobre las reconstrucciones de algunos animales)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Uno de los casos más sonados es el pliosauroideo Liopleurodon que protagoniza "Mar Cruel". Se lo representa como un animal enorme de 25 m y 150 t, tamaño que lo convertiría en uno de los mayores animales que han existido, rivalizando con la ballena azul. En realidad, Liopleurodon apenas alcanzaba unos 6 m. La confusión se debe a que los realizadores atribuyeron los restos de su pariente Pliosaurus (10-12 m) al género Liopleurodon. También se tuvo en cuenta el hallazgo de restos fragmentarios de otros pliosauroideos, aunque ninguno alcanza las dimensiones del de la serie (incluso las estimaciones más exageradas no superan las 50 t de masa). Desafortunadamente, la imagen del monstruo gigante caló hondo en la cultura pop, y la escena en la que caza a un dinosaurio desde el agua inspiró a películas como Jurassic World.

Algo similar ocurre con el pterosaurio Ornithocheirus, del que nos dicen que con 12 m de envergadura fue el mayor de todos. Curiosamente, en otro episodio aparece un Quetzacoatlus (bastante inexacto), otro pterosaurio que, con "solo" 11 m de envergadura, era mucho mayor que el Ornithocheirus real (2-4 m). Una vez más, el motivo es que este Ornithocheirus es en realidad su pariente Tropeognathus (unos 7 m) sobredimensionado.

Por supuesto, sobre los dinosaurios hay mucho que decir, pero, por cuestiones de espacio, voy a centrarme en cuatro ejemplos: Diplodocus, Utahraptor, Allosaurus enano/Australovenator y Tyrannosaurus.

Sobre Diplodocus es importante destacar que su diseño en Caminando Entre Dinosaurios, con sus aciertos y errores, reemplazó por completo a la antigua imagen de dinosaurio de "piel de elefante" y cuello en forma de s. Este Diplodocus tiene unas distintivas espinas que recorren todo el cuerpo y un cuello paralelo al suelo que no puede levantar. Lo primero se basa en impresiones de piel de otros diplócidos, pero lo segundo se debe en parte a una mala reconstrucción del esqueleto, y los diplócidos sí podían levantar algo más sus largos cuellos (más de 30º), aunque no tanto ni eran tan flexibles como para poner la antigua pose en s. El tamaño también fue aumentado hasta los 40 m de longitud. La explicación es que consideraron que otros grandes saurópodos (como Seismosaurus) serían reclasificados en el género Diplodocus, lo que terminó ocurriendo unos años después, aunque ninguno alcanza ese tamaño (unos 33 m de máximo), así que estamos ante otro caso de exageración. Además, el ovopositor es una licencia sin más fundamento.

Utahraptor (llamado erróneamente en el doblaje español "Velociraptor") aparece con una complexión más ligera, pero el principal error es la ausencia de plumas, y esto último es aplicable también al otro dromeosáurido (y a decir verdad a otros coelurosaurios), pese a que ya había indicios (actualmente certezas) que sugerían que las tenían. Un error repetido en Chased by Dinosaurus con el Velociraptor (aquí es más grave porque se hizo años después, cuando ya era algo probado).

Luego está el extraño caso del Allosaurus enano del episodio "Fantasmas del Bosque Helado". Dicho episodio se ubica en el Cretácico, 50 millones de años después del tiempo en el que vivió Allosaurus. El motivo es que inicialmente se clasificaron en este género los huesos de una pata, como si hubiera una última especie de Allosaurus superviviente, lo que sería imposible porque aunque fuera un descendiente directo ya no podría considerarse como tal. Sin embargo, después se demostró que este terópodo no era un pariente especialmente cercano de Allosaurus, sino un megaraptórido, y se renombró como Australovenator.

Y por último sólo me queda comentar que el Tyrannosaurus rex (sin duda, el dinosaurio no aviano más famoso) que vemos en "Fin de una Dinastía" es mucho menos corpulento de lo que debería (por no decir escuálido) y su masa está infraestimada (dicen 5 t, cuando se le suponen al menos 8). Ni los responsables quedaron satisfechos con su aspecto.
27 de marzo de 2020
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como dije en mis críticas de Naruto y de Naruto Shippūden, esta franquicia ha sido exprimida hasta la saciedad: una idea que podía haber dado para mucho no consiguió llegar hasta donde podía por las presiones de los editores para que Masashi Kishimoto alargara el manga mientras vendiera; y aún peor son los largos, aburridos, estúpidos y a menudo incoherentes rellenos que abundan en su adaptación animada. Por supuesto se ha hecho una cantidad absurda de películas a cuál más insulsa. De las 8 primeras películas de la franquicia ninguna pasa de ser un episodio de relleno muy largo, con villanos olvidables e idéntico desenlace. Sólo la 6ª entrega (3ª de Shippūden), Herederos de la Voluntad de Fuego, me resultó medianamente entretenida. La 9ª Road to Ninja, parte de una premisa más original (idea de Kishimoto), pero esta se desaprovecha completamente y termina pareciendo un fanfic llevado al cine. Y así llegamos a la 10ª, The Last, la primera película de Naruto que forma parte del canon (creada para el 15º aniversario de la franquicia), y en ella encontramos un argumento que continúa la historia del manga, aclarando algunos aspectos que quedaron inconclusos, aunque también dejando alguna pregunta aún sin respuesta; y hace las veces de enlace con la anticipada nueva generación de Boruto.

Es decir, con The Last tenemos al fin algo que no es un simple relleno. Al principio puede resultar extraña una producción de Naruto cuya trama gira en torno a una historia de amor (algo naif), además, desarrollada de forma muy apresurada para, después de cientos de episodios estancada, meterla en una sola película. Sin embargo, esa y otras singularidades son las que la diferencian del resto de filmes de la franquicia: la relación entre Naruto y Hinata, la progresión y desarrollo de esta historia y de sus personajes; y también la expansión de la mitología de ese mundo con más detalles sobre los Ōtsutsuki. Por otro lado, es también más lenta; tanto que a veces se hace pesada.

El inicio es inmejorable: tras un prólogo épico que resume la historia del Mundo Shinobi acompañada de "Greensleeves" (sinceramente, en la puñetera vida habría pensado que esa melodía encajaría en Naruto, pero después de ver esa escena no imagino una música más apropiada para ella), se muestra un primer encuentro entre Naruto y Hinata de niños (pequeña incoherencia incluida), para pasar a un día de clase con Iruka, antes del inicio de la serie de TV, seguido de una escena en la que vemos el crecimiento de Naruto desde los 12 años (edad al inicio de la serie) hasta los 19, mientras suena su característico (y nostálgico) leitmotiv (una variación del tema compuesto por Toshiro Matsuda). Y tras este prometedor comienzo, con la aparición del gran villano, la trama se desarrolla de forma más convencional (rescate incluido).

En general, The Last pretende ser más grande y con una amenaza global (lo que puede permitirse por su condición de canónica): la Luna comienza a acercarse a la Tierra, lo que finalmente podría llevar a una colisión de apocalípticas consecuencias (vale, la forma en la que se desprenden fragmentos en lugar de que ambos cuerpos se deformen por la atracción gravitatoria no tiene mucho sentido, pero los shōnen nunca se han caracterizado por su realismo a la hora de plasmar leyes físicas, y en Naruto la Luna es un tanto peculiar). Detrás de ese fenómeno está Toneri, un miembro del clan Ōtsutsuki, que busca despertar un dōjutsu capaz de rivalizar con el Rinnegan y destruir el "corrupto" mundo creado por Rikkudō. Toneri llega a la Tierra en busca de un Byakugan, confirmando explícitamente el vínculo entre los Hyūga y los Ōtsutsuki (algo vidente desde el momento en el que se mostró el Byakugan de Kaguya), y secuestra a la hermana menor de Hinata, Hanabi, llevándosela con él a la Luna.

Sin embargo, el guion es algo endeble. Entre otras cosas, no se aclara por qué Toneri decide actuar justo ahora y no cuando el Gedō Mazō "fue robado" (como él dice refiriéndose a cuando Madara Uchiha logró invocarlo) o cuando el Jūbi fue revivido. El hecho de que Toneri haya esperado tantos años, nunca haya intervenido en las distintas guerras y ataque ahora que el mundo está en paz, no tiene sentido alguno (a parte de que, obviamente, no existía como personaje hasta que se hizo esta película). Y todo el tema del Tenseigan y la rama de Hamura es algo difuso.

Respecto a la relación amorosa, ya he mencionado lo forzada que resulta (por parte de Naruto). También hay una bufanda roja por medio que supone un cliché típico del manganime: eso de incluir de alguna forma ese "hilo rojo del destino" que simboliza la unión eterna entre dos amantes (superstición propia de las culturas china y japonesa) ya ha aparecido previamente en Naruto (y en decenas de series y películas anime); y su representación en la forma de un objeto corriente, como una prenda, tampoco es una novedad (pudimos verlo tanto antes, en las cintas rojas para el pelo en Madoka Magica, como después, en Your Name). Kishimoto asegura haberse inspirado en algo que le ocurrió realmente, aunque a ojos de la audiencia eso no lo haga parecer más original.

Por otro lado, esta era la oportunidad perfecta (después de desaprovechar todas las que hubo en la serie) de mostrar algo de Hinata más allá de su papel estereotípico de dandere. De nuevo, oportunidad perdida: aunque durante el primer acto es mostrada de una forma muy real y, más adelante, demuestra ser algo más madura, sigue siendo una completa inútil como shinobi. Pasiva, apocada y necesitada de protección, más que una kunoichi, se la presenta como la "perfecta esposa" (desde un punto de vista muy conservador, claro), que parece estar más preocupada en tejer una bufanda para Naruto que en rescatar a su hermana (hasta ella se da cuenta de eso); y aún en las cosas que sólo ella puede hacer (por ser una Hyūga) necesita ayuda de Naruto.

(Continúa sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Naruto al menos sí ha ido evolucionando. Habrá a quien le desagrade esta versión más seria y madura del mismo, pero sin duda es preferible a dejarlo mentalmente estancado en sus 12 años. Sin embargo, es cierto que choca su repentino cambio de actitud hacia Hinata, de quien ignoró completamente su declaración (en el ataque de Pain a Konoha) y de quien ahora está completamente enamorado pues porque sí. En general, toda esta relación se desarrolla de forma brusca al estar comprimida en una única película. La culpa es de Kishimoto que nunca se atrevió a ir desarrollándola poco a poco en el manga, argumentando que no se le dan bien ese tipo de historias.

Toneri es el menos olvidable de todos los villanos de película de Naruto, lo que no quiere decir que sea un gran personaje, pero al menos es diferente de los antagonistas de las anteriores películas. El principal interés que despierta radica en que es un Ōtsutsuki y como tal puede darnos algunas pistas sobre ese clan y sus poderes, aunque en la cinta obtenemos más preguntas que respuestas. Tampoco queda del todo clara su obsesión con Hinata, y sus motivaciones son algo pobres, especialmente ahora que hay paz en la Tierra.

En cuanto al resto de personajes, Sai está ahí únicamente por sus habilidades, Shikamaru por su popularidad y Sakura porque se supone que es uno de los personajes principales en la serie, pero ninguno aporta mucho y bien podrían haber sido reemplazados por otros sin afectar al desarrollo de la película.

Por otra parte, con la participación de los mejores animadores de Naruto y Naruto Shippūden, como Hirofumi Suzuki (quien se ocupó de la muerte de Zabuza y el combate entre Gaara y Rock Lee, entre otros), Hiroyuki Yamashita (director de algunos de los mejores episodios de Shippūden, como el especial de la última pelea de Naruto y Sasuke) o Tetsuya Nishio (animador habitual en las películas y openings de Naruto, es conocido por su trabajo en Ghost in the Shell), Gorō Sessha (director del combate entre Sasuke y Killer Bee) o Anna Yamaguchi (quien ha crecido como animadora en Shippūden, pasando de un nivel mediocre en su debut a estar detrás varios episodios destacados), se esperaba un nivel alto en la animación, y en ese aspecto no decepciona. Y el dibujo es bueno, al menos todo lo bueno que puede ser en Naruto, manteniendo el estilo y la estética de la franquicia, consiguiendo crear algunos momentos realmente bellos.

En conclusión, estamos ante una película intermedia que por fin aporta algo a la franquicia. Es una película para fans, obviamente. A quien no le interese Naruto, que se olvide completamente de ella y quien pretenda empezar a ver este anime, debería empezar por la serie (que se informe antes de qué episodios son de relleno para saltárselos) o por el manga. Cuenta con una animación muy digna en la que se notan mucho (para bien) las manos de Suzuki y Yamashita (bueno, casi siempre para bien, porque se copia plano a plano la confesión del episodio 166, de Suzuki, repitiendo el mismo error de no dibujarle a Hinata las orejas en cierto momento), centra todo el protagonismo en Naruto y Hinata y revela interesantes detalles de ese mundo, pero deja también varias lagunas argumentales, por lo que el resultado podría haber sido mucho mejor.



Aspectos positivos: Continúa la historia de Naruto y expande ese mundo. Incorpora elementos que la dotan de cierta originalidad frente a las anteriores películas de Naruto tanto en el contenido como en las formas. Buen dibujo y animación. El genial prólogo. La forma en la que los créditos finales sirven para completar la trama de la película.
Aspectos negativos: La trama se vuelve confusa y no siempre es del todo coherente. El repentino enamoramiento de Naruto es poco creíble. La metáfora del "hilo rojo" está muy vista. No aprovecha la oportunidad para, dado su protagonismo, hacer de Hinata un personaje más complejo. Muchas preguntas quedan sin respuesta.
Puntuación: 5
Madoka Magica (Serie de TV)
SerieAnimación
Japón2011
7,7
2.021
Animación
10
25 de noviembre de 2017
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mahō Shōjo Madoka Magica o Puella Magi Madoka Magica es un anime que combina ideas muy dispares en una obra de sólo una docena de episodios. Como anime magical girl, encontramos un grupo de chicas mágicas que combate las maléficas criaturas que aparecen por la ciudad. Ni siquiera falta la "mascota" parlante superadorable. Pero eso no es todo.

La magia y la fuerte y, a menudo, exagerada carga emocional del mahō shōjo (amistad, compañerismo, amor) aparecen junto a conceptos físicos como las historias alternativas (universos paralelos) y las leyes de la termodinámica, concretamente la segunda (la entropía), algo de evolucionismo (selección natural frente a artificial, domesticación y cría selectiva), y múltiples y sutiles referencias artísticas, históricas, literarias y filosóficas. Todo ello adornado con la música clásica, new-age y el pop barroco de Yuki Kajiura (Noir, Tsubasa: Reservoir Chronicle, SAO). El resultado de esta extraña mezcla podría haber sido catastrófico, de hecho, sorprende que una locura así funcione, pero lo hace.

Puella Magi Madoka Magica es un mahō shōjo muy típico en su estética pero atípico en su contenido. En principio, llama la atención que mientras los manga/anime de chicas mágicas suelen estar englobados en el género shōjo, Madoka Magica a menudo suele catalogarse como seinen (por su trama, pues carece de fanservice ecchi y no resulta especialmente violento). En realidad, esta serie es sólo otro ejemplo de que esta clasificación, aún muy empleada (yo también la utilizo con frecuencia), está claramente obsoleta: afortunadamente casi todo el mundo ve y lee cualquier obra que le guste sin preocuparse de a quién se supone que va dirigida.

A simple vista, la serie puede parecer bastante usual. Los personajes están diseñados de acuerdo a la estética estereotipada moe (término que aparece en la serie en boca de uno de los personajes), no sólo en el caso de las chicas mágicas (como podría ser de esperar), sino también entre los adultos, provocando que casi todos los personajes parezcan mucho más jóvenes de lo que realmente son (los padres de Madoka, por ejemplo, parecen adolescentes, mientras que ella, cuya edad está en 14 años, parece una niña pequeña).

El planteamiento, de nuevo, parece poco original (también lleno de clichés del género mahō shōjo): una pequeña y adorable criatura llamada Kyubey se aparece ante algunas chicas adolescentes proponiéndoles un trato. Él cumplirá el deseo que le pidan y a cambio les otorgará poderes mágicos (los poderes dependerán en parte de la naturaleza del deseo pedido) para que combatan a las Brujas, unos seres que aparecen súbitamente y, aunque son invisibles a los ojos de la gente corriente, traen la desesperación a quienes los rodean, causando dolor y sufrimiento allá por donde pasan, incluso muertes, si no se las detiene. Estos poderes convierten a las chicas en Mahō Shōjo (en japonés "chica mágica"), o Puella Magi (más o menos, "chicas magas" en latín) en el nombre de la franquicia a nivel internacional y en las traducciones del manga y anime en España, las portadoras de esperanza nacidas de los deseos cuya misión de detener a las Brujas, nacidas de las maldiciones para traer desesperación, parece no tener fin. Por si fuera poco, de las brujas surgen escisiones, Familiares, que pueden terminar dando lugar a nuevas Brujas. Y la única forma de detenerlas es por medio de duros combates dentro de los psicodélicos laberintos que las Brujas generan y en los que se ocultan, siempre bajo la atenta e inexpresiva mirada de Kyubey.

A lo largo de la serie aparecen 5 Puella Magi (o candidatas a serlo) principales: Mami, Homura, Sayaka, Kyōko y la protagonista, Madoka. De nuevo, al principio, no hay nada llamativo, pues tanto en su personalidad como en su diseño se ajustan a arquetipos bien conocidos: Mami es una idealista que hace siempre lo que considera correcto, Sayaka es la mejor amiga de Madoka y Kyōko no aparece hasta muy avanzada la serie, surgiendo como rival. Madoka tiene una personalidad tan ingenua e infantil como su apariencia (siguiendo el estereotipo deredere) y parece el personaje menos interesante del quinteto. Enfrente, marcando un fuerte contraste, está Homura, un prototipo de personaje misterioso, frío, callado y distante (kūdere). Y, como suele ser habitual, cada una viene representada por un color, presente en su pelo, ojos y vestuario (el que llevan cuando actúan de Puella Magi). Sin embargo, a medida que progresa la historia las chicas van revelando una psicología más compleja, con distintos objetivos, intereses y miedos; e igualmente complejos son los vínculos que se establecen entre ellas.

Al igual que ocurre con los personajes, al principio todo parece mucho más sencillo. Kyubey les plantea a Sayaka y Madoka la opción de convertirse en Puella Magi. No tardan en conocer a otras dos chicas que ya han hecho el trato, Mami y Homura, pero, mientras la primera las anima, Homura intenta por todos los medios evitar que Madoka se convierta en una chica mágica. Sin embargo, ya desde el prólogo del primer episodio, en el sueño de Madoka, se nos ofrece un adelanto de lo que está por llegar. La incógnita de quién es realmente Homura, cuál es su motivación y qué relación tiene con Madoka, son los principales alicientes que nos harán continuar más allá de los primeros dos episodios, más convencionales, hasta vernos sumergidos en una oscura trama de amor y pérdida, dolor y desesperación; porque, como dice Kyubey, la esperanza genera una cantidad igual de desesperanza.

Poco a poco, la historia se va volviendo más sombría, mostrando una argumento más elaborado y unas relaciones entre ellas más maduras; y aunque como espectadores podemos anticiparnos a algunos aspectos (como el origen de las Brujas), siempre es mejor que dejen entrever algún detalle, aún cuando se reduzca el factor sorpresa, a que cualquier revelación quede forzada. Además, después de todo, el desenlace es poco previsible.

(Sigue sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Otro aspecto sobresaliente es la música a cargo de Kajiura, con sus composiciones entre el clasicismo contemporáneo y el pop, con letras en "kajiurago" (lengua artificial inspirada en las lenguas romance que fonéticamente parece una mezcla de latín y japonés). Entre el OST destacan temas tan motivadores como "Credens Justitiam" (tema de Mami), melancólicos como "Decretum" (el de Sayaka) o tétricos como "Symposium Magarum", sin olvidar el pegadizo tema de Kyubey "Sis Puella Magica!".

El opening es el mismo a lo largo de toda la serie, con la canción "Connect" compuesta por Shō Watanabe e interpretada por ClariS, se ajusta perfectamente a lo que cabría esperar de un anime mahō shojō y no permite hacerse una idea de qué va la serie: es alegre y trivial, mostrando imágenes que se alejan de lo que realmente vamos a ver. Sin embargo, en su letra puede percibirse el auténtico contenido de la historia, desde el punto de vista de un personaje en particular (esto resulta más evidente en el episodio 10 en el que el opening aparece al final, reemplazando al ending, y especialmente en la segunda película). Además, hay tres endings (bastantes para un anime de esta duración): "Mata Ashita" (episodios 1 y 2), inocente pero con un punto triste que anticipa lo que está por suceder. El emotivo "And I'm Home" (episodio 9), una tierna canción interpretada por las seiyū de Sayaka y Kyōko que viene acompañada de una única imagen estática de ellas (alude directamente a los eventos de este episodio en particular). Y el ending principal, "Magia" (episodios 3, 4, 5, 6, 7 y 11), compuesto por Kajiura y perfecto para este anime, mucho más turbio tanto en su música y letra (extraña mezcla de esperanza y pesimismo, como la serie misma, que también parece referirse a cierto personaje), como en su sombría animación y su perturbadora conclusión. Está interpretado por el grupo Kalafina, fundado por la propia Kajiura.

La serie se encuentra doblada al español y ha sido puesta a la venta en dvd y Blu-ray (que nadie espere verla en TV, al menos no en abierto, que ya nos conocemos el tipo de series que se emiten por aquí). Y aunque siempre es de agradecer que este tipo de productos lleguen a España, el doblaje cuenta con errores que son intolerables a estas alturas. Por un lado se repiten demasiado las voces de las actrices de doblaje. Por ejemplo, María Rosa Guillén, quien posee un timbre de voz muy característico, dobla tanto a la madre como a la maestra de Madoka, lo que resulta evidente por mucho que Guillén les dé un tono ligeramente diferente, y es especialmente molesto en una escena en la que tenemos un diálogo entre ambas. Y además, hay errores inexcusables, vulgarismos, siendo quizá el peor la aparición de la expresión incorrecta "contra más", en lugar de "cuanto más", un auténtico horror al oído.

En definitiva, Puella Magi Madoka Magica es una de las obras más interesantes que nos han llegado desde Japón en los últimos tiempos, y una de las más innovadoras y originales de la historia no sólo del mahō shōjo, sino de todo el anime. Una serie cuya pretensión inicial era la de llevar un concepto tradicionalmente infantil a un mundo más adulto, pero que acabaría por redefinir el género. Además, su brevedad hace que no se haga pesada ni se vuelva repetitiva y, aunque deja con ganas de más, su historia continúa en la película Rebellion y existen varios spin-offs en forma de manga (especialmente recomendable la saga Wraith Arc). Cuenta con una animación única y una espectacular banda sonora.



Aspectos positivos: Historia entretenida, bien construida y desarrollada. El giro que le da al anime mahō shōjo y la subversión de clichés. El magnífico soundtrack. La inconfundible estética.
Aspectos negativos: Se hace algo corta. Un poco más de detalle en la evolución de los personajes no habría venido mal, así como más detenimiento en los momentos más importantes. El diseño tan infantil de los personajes puede echar atrás a algunos.
Puntuación: 9.5
18 de septiembre de 2019
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los cortos derivados de películas y sagas cinematográficas son un recurso utilizado en varias franquicias para premiar de alguna forma la fidelidad de la fanbase (único público objetivo de estas obras), evitando además que decaiga el hype y la expectación entre las entregas de la saga; y por ello son casi siempre muy bien recibidos por dicha fanbase pero, generalmente, no tienen repercusión alguna fuera de ella. Después de algún tímido intento de spin-off que nunca llegó a fructificar, llega Jurassic World: Battle at Big Rock, el primer corto oficial y canónico de Jurassic Park/World; y se ajusta completamente a todo lo anterior.

Coescrito y dirigido por Colin Trevorrow (director solvente de la primera y guionista mediocre de las dos entregas de Jurassic World) que regresa a la silla de director tras cederle el sitio a J. A. Bayona en Jurassic World: Fallen Kingdom, Battle at Big Rock es un cortometraje sencillo y entretenido, que parece establecer la premisa de Jurassic World 3 e indicar por dónde podría ir, en líneas muy generales, la trama... y nada más. 8 minutos y medio no dan para mucho (excepto a Pixar).

La acción se ubica en el ficticio Big Rock National Park, un año después de los acontecimientos de Fallen Kingdom, cuando escaparon varias decenas de dinosaurios y unos pocos pterosaurios de la mansión Lockwood y se dispersaron por el estado de California. En este lugar se encuentra acampado un grupo de gente que no nos importa en absoluto porque lo que queremos es ver dinosaurios y, dada la brevedad del corto, estos no tardan en aparecer.

Sin embargo, quienes supusieron que el corto consistiría principalmente en una pelea épica entre un Allosaurus y un Nasutoceratops (sinceramente, no sé por qué hay tanta obsesión por ver peleas tipo kaijū en una serie fílmica sobre dinosaurios) se equivocaron. Algo de eso hay, sí, pero más bien estamos ante esa situación en la que un terópodo destroza algún vehículo intentando comerse a la gente de su interior, una escena que resulta ya todo un clásico en la saga desde aquella icónica set piece en la que la T. rex escapaba y destrozaba uno de los coches de la visita de prueba del primer Jurassic Park.

Al tratarse de un tipo de secuencia de acción que ha estado presente en todas las entregas salvo en la quinta, Battle at Big Rock parece una escena descartada de Fallen Kingdom que bien podría haber ido en el final de dicha película, si no fuera porque sería argumentalmente innecesaria y la alargaría en exceso. En cualquier caso, sea una escena reciclada de un guion temprano o sea algo escrito ex profeso, este corto funciona muy bien como epílogo a Fallen Kingdom y prepara bien el terreno para lo que pueda ser Jurassic World: Dominion.

Sin embargo, no hay nada que realmente destaque respecto al resto de la franquicia: ni el ataque de la Allosaurus está especialmente bien rodado, ni resulta tan tenso como debería. En parte se debe a que Colin Trevorrow no presenta la maestría de Spielberg a la hora de dirigir algo así, aunque calque planos de lo que este rodó en las caravanas de The Lost World, y en parte a que los personajes son unos completos desconocidos para nosotros y no nos importa demasiado lo que pase con ellos (una vez más, vamos a preocuparnos mucho más por un dinosaurio CG, en este caso la cría de Nasutoceratops, que por un personaje humano). La escena termina rápido (lógico, dada la duración del corto) y sin consecuencias importantes de cara a la próxima película (lógico, puesto que es una especie de spin-off al margen) y con una resolución bastante loca y anticlimácica.

Sin embargo, el hecho de ver varios ejemplares de una nueva especie de dinosaurio y el fanservice que supone tener un Allosaurus por ahí (el terópodo y, de hecho, el dinosaurio debutante más desaprovechado de Fallen Kingdom), junto al puñado de guiños a las películas, entusiasmarán a cualquier fan. Y, al final encontramos lo mejor de todo el corto y es algo que justifica su visionado: un montaje de escenas breves durante los títulos de crédito en las que vemos un "what if... ?", en este caso sobre cómo sería si hubiera dinosaurios y otros grandes reptiles mesozoicos deambulando por el mundo en la actualidad. En este caso, tenemos la recreación de 5 vídeos de YouTube pero con animales de la saga, todo ello acompañado por el tema principal de The Lost World compuesto por John Williams.

Además de la acertada recuperación de esa melodía de la segunda entrega (un leitmotiv terriblemente infravalorado que sólo volvió a sonar fugazmente en Jurassic World), el resto de la música se compone de temas de Jurassic Park y de Jurassic World y distintas variaciones de los mismos. Desde las primeras notas, que son idénticas a las que abren la primera película de la saga (cuando aparece el título), a la suave irrupción de la melodía más representativa de la segunda trilogía, Battle at Big Rock esconde varias referencias musicales para deleite de su específico público. Eso sí, la nueva música incidental compuesta por Amie Doherty no pasa de ser una especie de copia superficial de la música de acción de Williams sin ningún atractivo especial.

Por otro lado, los efectos visuales están correctos (no olvidemos que es un corto que ni siquiera se exhibe en cines), con un animatrónico espectacular y un CGI casi a la altura del de Fallen Kingdom (y por lo tanto un poco mejor que el de Jurassic World), resultando en un par de planos realmente buenos a los que no se le pueden poner pegas, como cuando la Allosaurus aparece a contraluz.

Por último y como siempre, me gusta dedicar unas líneas a comentar por encima la exactitud (o no) de la apariencia de los animales extintos que son recreados. Obviamente, los dinosaurios con más presencia en el corto son el Nasutoceratops y el Allosaurus, buenas elecciones para no desgastar a los dinosaurios más populares (y explotados) de la saga y de paso ayudar a popularizar otras especies menos conocidas.

(Continúa sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El primero, el Nasutoceratops, es un dinosaurio ceratópsido pariente lejano del famoso Triceratops que hace su primera aparición en la saga en este corto, amparándose en que nunca se mostraron todos los animales que fueron trasladados a la mansión Lockwood y terminaron siendo liberados en Fallen Kingdom, y aparece con un diseño bastante exacto, bueno, la cabeza, porque sólo se ha encontrado un cráneo y una pata. El resultado que vemos en pantalla es una cabeza de Nasutoceratops acertada, con su particular hocico y sus cuernos que parecen de bovino (si bien el macho presenta unos cuernos sobredimensionados) y un cuerpo de ceratópsido centrosaurino genérico, con una constitución bastante robusta, más propia de reconstrucciones algo desfasadas aunque tampoco imposible; todo ello en un tamaño algo exagerado.

Por otra parte, la Allosaurus que vemos es impresionante, pero no del todo correcta. Es bastante grande, mucho más que el tamaño de un Allosaurus fragilis (la especie más conocida de Allosaurus, que medía unos 7-9 m), aunque se conocen parientes del Allosaurus (que quizá sean ejemplares más maduros u otra especie del mismo género) de un tamaño similar a la que aparece en el corto, como Epanterias o Saurophaganax (10-12 m y 3-4 toneladas). La justificación de esto es que se trata de un ejemplar completamente crecido de los Allosaurus "juveniles" de Fallen Kingdom que presentaban unas dimensiones similares a A. fragilis. Por lo demás, el diseño en general está bien, en la línea de los Allosaurus de Fallen Kingdom, aunque con la cabeza mejorada y con un aumento del tamaño de las crestas (no están coloreadas en un tono vivo porque se supone que es hembra). También exhibe una hilera de escamas o espinas queratinosas por toda la parte superior, desde el cuello hasta la cola, algo muy frecuente en las representaciones de este animal en la cultura pop (también de Epanterias) pero de lo que no hay evidencia alguna. Sin embargo, sí muestra las manos en una posición correcta, con las palmas hacia adentro, a diferencia de las películas de Jurassic Park en las que los terópodos llevan siempre las manos en pronación (con las palmas hacia abajo). Es un detalle bastante bueno que deberían mantener en futuras películas, cortos, series o lo que quiera que hagan.

En definitiva, estamos frente a una escena de acción jurásica (teniendo en cuenta que el Allosaurus sí es de este periodo), en forma de cortometraje, curiosa, correcta y hasta entretenida, a pesar de que no arriesga en lo más mínimo ni muestra nada nuevo (salvo la nueva especie) hasta las escenas de los créditos. Lo mejor es que ayuda a divulgar un género de dinosaurio relativamente desconocido para el gran público, como es el Nasutoceratops, lo que a su vez permitirá que la gente vea que el clado dinosauria incluye muchos más géneros que la decena que todo el mundo conoce. Lo peor es que esta obra no va dirigida al gran público, pues a quien no le gusten las películas, estos 8 minutos se le harán eternos. Y por "películas" me refiero a todas y cada una de las entregas de la saga, y no sólo a la primera. Es un producto para fans, así que, espectadores casuales, curiosos y gentes que pasaban por aquí, avisados estáis.



Aspectos positivos: Las escenas finales de dinosaurios y reptiles varios campando a sus anchas por ahí. La aparición de un dinosaurio poco conocido, el Nasutoceratops, y el protagonismo de otro bastante olvidado, el Allosaurus. El empleo del tema de El Mundo Perdido y de otros leitmotivs de la saga. Para ser un corto para TV y YouTube, visualmente está muy bien.
Aspectos negativos: No destaca ni en espectacularidad ni en tensión. Eso de que los depredadores aparezcan rugiendo cuando van a cazar poniendo en alerta a sus potenciales presas es absurdo y, aunque puede quedar bien en pantalla, se ha abusado ya tanto de ello en las dos películas de Jurassic World que cansa un poco. El desenlace del principal conflicto es bastante chorra.
Puntuación: 5.5
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