Vi "Año de gracia" doblada al español y supongo que en catalán deberá tener giros lingüisticos tronchantes porque yo aún le estoy buscando la gracia.

No hace reír: no tiene ni situaciones ni diálogos cómicos.
No hay una historia detrás: chico de pueblo llega la ciudad. Se instala con una vieja y se enamora de una pedorra. Bien, ¿y qué? Nada. Sales del cine pensando que has asistido a un capítulo de Gran Hermano.
Actores: La Sardá sale haciendo de Sardá, lo cual se le da estupendamente. Millán... bueno, está ok. Hay que tener en cuenta que su papel parecía parido por un chimpancé con resaca, así que le doy crédito. El resto, para olvidar.

No conozco bien Barcelona ni el barrio de Gracia. Después de la película sigo sin conocerlo, por lo que si la película debía retratarlo, mal.

Lo único bueno, la opinión del protagonista de la Universidad española. Has dado en el clavo, chaval.

Entro en filmaffinity para comentar exclusivamente películas españolas. Cada vez que veo alguna siempre me digo lo mismo: "ahora, ésta sí va a ser". Y salgo siempre igual. Hasta los mismísimos.

Dice filmaffinity que el género de esta película es "thriller". Por favor, por favor, por favor.

La película arranca con un asesinato, no se sabe de quién.

Luego pasamos a la escena del tetamen. Una tía rubia enseñando las domingas en una escena en la que se espera que creamos que su personaje es una pendona. Venga vale, comprado lo de pendona.

A partir de ahí una mezcla de "sé lo que hicisteis el último verano" y... no sé. En realidad, nada. A veces incluso te da la sensación de que la película está hecha por aficionados con una cámara digital (la escena de la ducha, por ejemplo).

Y a todo esto el muerto resucita. Y resucita convertido en muchos. Se clona.
¿Y el asesinato del principio? Ah, no se dice nada. No vuelve a aparecer en la película.

¿Se entiende mi crítica? Pues igual pasa con "el último fin de semana". No hay nada que entender.

Lo que prometía ser un thriller judicial acaba desembocando en un drama pseudoerótico de escaso interés.

La historia te engaña al principio. Aparece un cadáver brutalmente asesinado y una juez de instrucción (una Peter Pan frustrada) se hace cargo del caso. Bien.

A continuación aparece en escena Silvestre y ya se acaba lo bueno. No lo digo por Silvestre (ya opiné de él en The Pelayos), sino por su personaje. La historia deriva (y naufraga) en una ridícula persecución sexual que se carga toda la trama. A partir de ahí, como ya han dicho algunos opinadores, todo es previsible. Nada de lo que ocurre sorprende, interesa ni entretiene.

Ni tan siquiera el contenido erótico. Hablan por ahí de que si se ven los cuerpos desnudos de los protagonistas. Los culos y el tetamen de la Watling de refilón. Poco más. Por eso lo llamo "pseudoerótico". Tampoco ahí puede catalogarse "lo mejor de Eva".

Con todo, si tienes pocas exigencias a nivel de guión y te pone la Watling, esta película puede ser una buena manera de pasar la tarde.

Un consejo Leonor: si te da corte salir en bolas, no lo hagas. Tu exigencia de ponerte las bragas al levantarte de la cama provoca un salto de guión.

De una interesante comedia teatral de Galcerán los autores de esta película extraen un ejercicio de crítica al capitalismo en forma de drama social donde "todo vale" incluyendo la humillación y el dejarse humillar.

El caso es que la película empieza bien, con fuerza. Muy sólida gracias a un excelente Carmelo Gómez y una creíble Adriana Ozores. Ellos dos junto con Fernández y Alterio (su mejor papel a mi juicio) componen un cuarteto de personajes que consiguen algo muy difícil: te lo crees.

El problema es que en la segunda parte de la cinta la historia decae, pierde interés. Coincide esa parte con el incremento de peso de gente como Noriega (¿quién le habrá dicho a éste que sabe actuar?) y Najwa Nimri, a la que casi no consigo oír en toda la película. Estos dos son el contrapunto cutre de un buen elenco de actores. Ah, y lo de la pobre Natalia Verbeke. Bueno, la culpa será del que hizo el casting.

En resumen: le pongo un 7 gracias a los primeros 40 minutos de película. El resto, flojillo. Pero pasarás un rato agradable.

Cuando uno ve esta película se asusta. Da un poco de repelús todo lo que ocurre, porque después de todo a cualquiera de nosotros podría sucederle. ¿O no?

Es cierto que hay familias que se han quedado colgadas sin dinero y sin casa. Son casos trágicos, pero que antes o después se terminan solucionando de alguna manera. Perder 50.000 euros como le pasa al protagonista (con trabajo, como su novia) es un problema con mayúsculas, pero nadie en esa situación echa todo a rodar y cae en la espiral de autodestrucción que plantea la película. Ahí esta mi problema con "Cinco metros cuadrados". La realidad se presenta cruda en la primera media hora pero a partir de ahí se deforma hasta convertirse en una caricatura que, a mi juicio, echa a perder la valoración final de la cinta.

Dicho lo anterior, el trabajo de todos los implicados es bastante aceptable. Lemcke consigue comprimir la historia en menos de 90 minutos (con alguna trampa, eso sí), lo cual es muy de agradecer. La pareja protagonista está bien, en particular Tejero. Aunque el personaje de Alterio está menos trabajado y termina haciendo un mutis de difícil explicación. De los secundarios, destacar a Gutierrez Caba (pedazo de actor). Todos están bien, incluyendo al infumable Secun de la Rosa.

En fin, recomendable. Para acojonarte un poquillo antes de empepitarte.