Desde el vamos, al presentarse como Corto cinematográfico, aprueba de manera excelente ya que en los treinta minutos pudo expresar y compartir un mensaje muy potente.
El guión tiene el potencial de ser muy profundo con sus escenas que parecen simples y sencillas si solo fuéramos un robot pero cuanto más se tenga memoria, sensibilidad y humanidad, es un bucle de ilimitada reflexión.
Teniendo en cuenta que es un cortometraje, cumple con lo requiere una historia bien contada, ser claro en el mensaje en el tiempo disponible.

El guión sin nada para destacar, los personajes pocos convincentes. A veces los contenidos que están de moda por la época sociocultural e histórica, son necesarios cuando son callados pero cuando son repetitivos, de relleno o forzados en cada producción, realmente cansan y aburren.
Es un film que serviría hace 15 años atrás pero creo que ya son contenidos ya que no hacen falta mostrarlos como algo silenciado, aceptado y normalizado.
Nada para describir que sea para recomendar esta película. Es sólo para ponerla mientras se cocina o se limpia o se está haciendo alguna tarea de trabajo o estudio, como cuando se pone música de fondo y bajita.

Siendo ultra amante de la primera película de Gladiador y que me ha dejado hermosos sentimientos al verla, es inevitable que haya mucha exigencia en la secuela y quise no tener muchas expectativas y tratar de entender que siempre luego de una gran espectacular película, es muy riesgoso acercarse al nivel alcanzado. Cuando vi que en el reparto estaba Denzel Washington, debo admitir que creí que llegaría al nivel glorioso de la primera película pero no fue tan así.
Creo que el punto más flojo es el actor Paul Mescal como Lucius, a mi modo de ver un protagonista que no llena ni llega a transmitir un mínimo de ser el gladiador liberador como Maximus, características muy distintas, hasta como soberbio o confiado y Maximus era un General hasta con humildad. Digo estos detalles porque no se parecen en nada y más allá de que se parezcan o no, el actor no completa al espectador. La elección de Denzel desde mi punto de vista, fue un salvavidas a que no se caiga la motivación del espectador.
Debo resumir que está muy lejos de la primera película. Muchas continuaciones corren ese peligro de acercarse a lo logrado en las primeras versiones y está secuela, corrió ese peligro y no lo pudo evitar.

Primero destacar los papeles que interpretaron Diego Velazquez y Michel Noher dentro de la plantilla actoral que fue buena en general. La fotografía y los planos usados siempre son importantes y han logrado la ambientación y percepción al espectador que querían lograr. Algo gratificante es no sentir algunas escenas de relleno como utilizan muchos guiones sino que apenas un poco cuando mostraban las relaciones de la hija del psicólogo en el bar por ejemplo, por suerte no fueron repetitivas esas dinámicas y el guión no dispersó su sentido y Orientación. La serie admito que la vi sin ninguna expectativa y quizás eso jugó a favor, aunque eso no le quita lo logrado en cada episodio. Los personajes de Velazquez el Psicologo Dorrego y el de Luciano interpretado por Noher, fueron muy convincentes.
Recomendable.

Todos los episodios fueron dinámicos, entretenidos, incentivados la curiosidad sobre temas sencillos desde la sencillez de los recursos utilizados por la Dirección y producción. Casi todos los episodios invitan a seguir mirando los próximos. Salvo los episodios 8 y 9 (Kadish para un bar Mitzvah y Reina de las bodas) fueron los que no atrapan al espectador, no entretenían y eran muy predecibles.
La serie aprueba si es considerada para entretener y pasar el rato un poco, no son de esas producciones que desafían a la audiencia.