Lo primero, olé por la niña rumana. Su interpretación resulta dulce y carismática. Perfectamente situado ese idioma inglés tan naturalmente dudoso que parlotea. Catinca posee esa mística que consiguen todos los grandes niños actores que los sitúan en la frontera entre la insalvable candidez de su edad y la madurez propia de un adulto.
Enhorabuena al director por descubrirnos esa preciosa sonrisa del este que cuando aparece esconde con un sólo hálito todas las dificultades que le impiden ser más frecuente.
Si no te apeteció durante la película, darle un besazo en sus esponjosas mejillas o compartir sueños e historias con ella como hace el protagonista, mirátelo. Acude al médico muy en serio, porque te estás muriendo, y puede ser contagioso.

Por otro lado la película no está mal, pero no está todo lo bien que parece que va a estar. Crea enormes expectativas que no llega nunca a satisfacer dejando un leve sabor a decepción. Pero es cierto que parece que Tarsem Singh puede ofrecer cosas importantes en próximas historias.

Contar que se descubre que el muerto de la peli es el humor no es destripar el final, yo respeto el cine, esto se descubre desde el inicio. El que no respeta el arte que nos ocupa es el graciosín del guionista de esta puta mierda de 'american pie 5' disfrazada de comedia inglesa elegante que por lo visto, más de un borreguito come-pajas se ha tragado, consiguiendo arrancar lo más profundo de sus hipócritas carcajadas becerriles 'beeeee beeee jajaja'. Lo único que se me ocurre, porque yo siempre me muestro reticente a aceptar que un artista que consigue crear una historia, sea retrasado, es que todo esto haya sido un experimento para demostrar que la gente es capaz de comerse un moñigo de mierda ensangrentada si viene servida en fuente de porcelana china bien emplatada y aliñada con trufa blanca y azafrán. Pero sino... Es como una de las galas de 'noche de fiesta', como una película de Paco Martínez Soria pero sin ser entrañable, antigua ni tradicional. Es como el compañero que se cree chistoso de la oficina y pelota del jefe, ese que todos hemos tenido que soportar, y que con tanto acierto retratan en la serie 'The office'. Cómo mi primer 'cuñao'... bueno y cómo el último.
Y cómo el último deseo antes de que la familia Oz venga a por mí... por favor, sólo pido que no haya nadie a quien quiero que le guste esta película, por favor que no me pase algo tan duro. Preferiría incluso tener que verla otr... eeeh... ejem... ¡que no me pase algo tan duro por favor!

Carolina Bang me pone muy cachondo. Está buenísima, tiene las tetas enormes, la piel blanquita y el culo redondito mmmhhh. Una vez en un primer plano le miré los ojos y también son preciosos. Además ese nombre de actriz porno no me ayuda nada a calmarme. Y el papel de tía que sólo sirve para eso me lleva al borde del onanismo.

Vale, una vez purgados los influjos inevitables de mi testosterona, paso a comentar la película.
Carolina Bang es un gran descubrimiento. Al menos para los que no la conocíamos de sus anteriores trabajos en series poco trascendentes. Esta chica da muy bien en cámara y tiene un futuro asegurado en el mundo audiovisual, sobre todo en el visual.

Con mis gafas del revés y mi túnica fosforescente oso a vaticinar que se mantendrá en series de perfil bajo, magazines televisivos de humor y actualidad mientras hace algún papelillo de vez en cuando con su amigo Álex De la Iglesia.Si es amiga de Álex es que además de guapa es buena chica y natural. Entonces tendré que odiarla por no estar conmigo.
Ah sí, la película, perdón.

Pues soy un afiliado al mundo ‘De la Iglesia’, al universo verbenero no tanto. Pero su cine me encanta por su sinceridad. Por su cercanía, por su ritmo. Porque entretiene, porque divierte, porque da pena y asco.
Y esta balada es un buen ejemplo de lo que es el repertorio ‘De la Iglesia’ que se caracteriza por lo dicho y por su acierto casi científico en los casting.
Una vez más, aparte de la exuberante Bang, nos sorprende con un reparto tan ingenioso como su propia filmografía.

Carlos Areces en su papel de payaso triste parece metido con calzador antes de verla, y en los primeros 15 minutos de película. Cuando termina parece imposible imaginar a otro actor haciendo de Javier.

Antonio de la Torre no sorprende, pero acojona que pa’ eso lo hemos llamao. Muy acertado. Y la tropa ‘De la Iglesia’: Luis Varela, Terele Pávez, Santiago Segura… le dan ese punto de simpatía y colegueo canalla que tan bien consigue el Tío Álex.

Aún con todo esto me da la sensación de que este tío puede dar más de sí. Tal vez es que es joven todavía, o que se está reservando o que está recaudando primero, o simplemente es que me equivoco. Pero siento que estamos ante un director de los buenos que parece tener un poco de ansiedad en su transición a la madurez artística.

Finalmente mostrar mi desencanto con la excesiva semejanza de ciertos aspectos de la película con alguna de las anteriores del propio Álex De la Iglesia. A saber esa cornisa de ese lugar emblemático de Madrid del que cuelgan esos protagonistas al final de la peli o ese feo que enloquece porque nunca ha tenido los privilegios del guapo.

Película de las buenas ‘100 % De la Iglesia’. Si fuera de las primeras sería de las mejores, siendo como es la última se queda en sólo buena.

Intrascendente, liviana, hueca, sosa...

Lo que yo pensaba que sería. Lo suponía, pero se la ha tragado tanta gente elevándola a categoría de producto indispensable que tenía que probarla para que no me llamaran prejuicioso.

Y es que da la sensación de que no sólo yo sabía, antes de ponerme con ella, de la insustancialidad de este snack. El enorme reparto que le otorga su textura crujiente y hace que piquemos los paladares de barrio, ignorantes y ajenos a la necesidad de un buen maridaje, dan la sensación de estar demasiado ocupados. Como si la crisis hiciera mella en todos los estratos y estas estrellas tuvieran varios trabajos que mantener a la vez que rodaban 'Enemigos Públicos'. Y desde luego no era éste el principal.

Salvo de este juicio a Marion Cotillard y probablemente sea porque mi juicio tampoco es principal cuando se trata de esa tan bella cuan sutil mujer y ojalá por siempre señorita Cotillard.

Indulto a Bale porque me cae 'mu' bien este tío y porque tampoco su papel da para mucho más y condeno a pesar de y precisamente por ello a Johnny Depp que me resulta tan simplón, aburrido y falto de carisma como no pensaba que alcanzaría. Hubiera sido más sincero darle el papel a Justin Bieber.

La ví hace dos semanas y ya no me acuerdo de nada de ella, así que voy a dejar constancia de esta crítica para que cuando pase el tiempo no vuelva a picar por la curiosidad.

Mensaje al futuro: ¡No la veas otra vez! Pierde el tiempo con una nueva, esta ya descubriste que no tiene nada interesante ni emocionante y te deja una sensación totalmente insulsa... Aaah! me recuerda a mi ex.

No me había fijado mucho en ella la verdad, aquella noche tenía pensado estar con otra, alguna que ya deseara desde hace tiempo, o alguna de las recién llegadas de las que todos hablaban. Sin embargo, el destino decidió por nosotros.
Mi televisor aquel domingo sólamente sintonizaba Canal Nou. Después de comprobar lo desfasado, ridículo e irrisorio que resulta el cine de antes, gracias al pase que dieron de 'Charada'. Se apareció humilde y sincera.
Era más, la situación y el hueco albedrío, que mi propio interés lo que nos llevo a encontrarnos. Allí estaba ella: entretenida, intrigante, presuntuosa y dubitativa. No pude sino quedarme a mirarla y disfrutar con todas las virtudes que insinuaba. Quería conocerla... ¿De quién eres? ¿Cuál es tu edad? ¿Quién son los actores en tu vida? Me sorprendió. La muchacha, que dignamente y en alevosa nocturnidad, se exhibía por los retretes de las casas de espectáculos de la costa, me llamó cálidamente la atención. Me guiñó el ojo y no me resultó embarazoso sentirme rendido ante ella.
No era la película de mi vida, sus defectos le negaron cualquier regalo, cualquier presente hallado en mi futuro. Pero supe que nunca me arrepentiría de haberla encontrado, de saborear aquellos momentos de complicidad.
Prefiero recordar todos los detalles brillantes e inigualables que me regaló, que gangrenarme quemando las páginas de amor que jamás me inspirará.
Eres Preciosa...