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Críticas ordenadas por utilidad
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8
10 de mayo de 2008
10 de mayo de 2008
21 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran film del amigo Trufas que incluye en su equipo al español Néstor Almedros, habitual director de foto de algunos de sus mejores películas.
Basado en el caso real de un niño de unos 12 años encontrado en el bosque de Aveyron en la Francia del año 1800 después de haber vivido sin ninguna otro contacto humano durante al menos sus 8 anteriores años de vida. Truffaut se sirve de esta historia (que no ha diso el único caso parecido de la Historia) para planteranos hasta qué punto el peso de la cultura es importante en la socialización del ser humano. Una cultura, por supuesto, que no es otra que la de "las luces", de la que tan orgullosamante se presumía en la Francia (y el mundo occidental por extensión) del momento y de hoy en dia, pese a que a un mismo tiempo se tendía (y tiende) a una cierta idealización (y esencialización) de aquello extraño y "salvaje", de aquello que se presume más cerca de la naturaleza que de la "cultura".
En el film veremos como el profesor que adopta al niño (interpretado por el propio Trufas) en esa Francia en pleno período de la Ilustración acabará obsesionándose, pese al relativo afecto que le tiene al muchacho (y a los verdaderos "logros" que consigue), en la imperiosa necesidad de que el muchacho avance en su "educación". A destacar por encima de todo la extraordinaria interpretación del chaval Jean-Pierre Cargol en el papel de ése pequeño salvaje al que se le pondrá el nombre de Victor y que nos emociona en muchos momentos del film, como magnífico es el plano final (como lo fue otro muy distinto, el de los 400 golpes protagonizado entonces por otro niño, el alter ego de truffaut, Jean-Pierre Léaud)....
Basado en el caso real de un niño de unos 12 años encontrado en el bosque de Aveyron en la Francia del año 1800 después de haber vivido sin ninguna otro contacto humano durante al menos sus 8 anteriores años de vida. Truffaut se sirve de esta historia (que no ha diso el único caso parecido de la Historia) para planteranos hasta qué punto el peso de la cultura es importante en la socialización del ser humano. Una cultura, por supuesto, que no es otra que la de "las luces", de la que tan orgullosamante se presumía en la Francia (y el mundo occidental por extensión) del momento y de hoy en dia, pese a que a un mismo tiempo se tendía (y tiende) a una cierta idealización (y esencialización) de aquello extraño y "salvaje", de aquello que se presume más cerca de la naturaleza que de la "cultura".
En el film veremos como el profesor que adopta al niño (interpretado por el propio Trufas) en esa Francia en pleno período de la Ilustración acabará obsesionándose, pese al relativo afecto que le tiene al muchacho (y a los verdaderos "logros" que consigue), en la imperiosa necesidad de que el muchacho avance en su "educación". A destacar por encima de todo la extraordinaria interpretación del chaval Jean-Pierre Cargol en el papel de ése pequeño salvaje al que se le pondrá el nombre de Victor y que nos emociona en muchos momentos del film, como magnífico es el plano final (como lo fue otro muy distinto, el de los 400 golpes protagonizado entonces por otro niño, el alter ego de truffaut, Jean-Pierre Léaud)....
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
....donde la mirada de "el pequeño salvaje" al refererirse su maestro a los nuevos intentos que haran al dia siguiente para seguir avanzando en sus aprendizajes, después que el chico haya huido y sin haber encontrado ya su sitio en el bosque haya vuelto a la casa del profesor (¿cuidador?), se nos clava en el alma. ¿Qué nos dice esa mirada?

7,2
1.338
7
18 de mayo de 2006
18 de mayo de 2006
20 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película coral de cuatro pequeñas y un tanto agridulces historias entrecruzadas, una magnífica fotografia y una cámara que se desplaza lentamente para acerarse a los personajes y sus historias en un Vietnam deprimido. Y como suele pasar en el buen cine oriental hablan más las imagénes que los personajes
10
4 de agosto de 2007
4 de agosto de 2007
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El problema de 'Septiembres' es que sus personajes le interesan más a Bosch que al espectador (...) estilo de filmación demasiado pulcro y reportajístico. (...) Puntuación: ** (sobre 5)." (Antonio Weinrichter: Diario ABC)
El problema de algunos críticos de cine es que sólo les interesa su propio ego y que se atreven a hablar en nombre de "el espectador", derecho que (que yo sepa) "el espectador" no les ha otorgado pero para eso estan ciertos espacios donde quien puede escribir es ese "espectador" para decir que la historia de Fortu, Jose, Arturo, Aurora, Norma, Beto y Rudolf no sólo me ha interesado sino que me ha llegado y emocionado de principio a fin. Gracias Carles Bosch por atreverte a mostrarnos aquello que algunos no quieren ver, aquello de lo que nos avergonzamos, aquello(s) a los que castigamos y repudiamos porque nos muestra(n) cuan esructuralmente injusta nuestra sociedad del "bienestar" es, porqué Fortu, Jose, Arturo, Aurora, Norma, Beto y Rudolf somos o pudieramos haber sido, tú, yo o (casi) cualquiera de los demás.
El problema de algunos críticos de cine es que sólo les interesa su propio ego y que se atreven a hablar en nombre de "el espectador", derecho que (que yo sepa) "el espectador" no les ha otorgado pero para eso estan ciertos espacios donde quien puede escribir es ese "espectador" para decir que la historia de Fortu, Jose, Arturo, Aurora, Norma, Beto y Rudolf no sólo me ha interesado sino que me ha llegado y emocionado de principio a fin. Gracias Carles Bosch por atreverte a mostrarnos aquello que algunos no quieren ver, aquello de lo que nos avergonzamos, aquello(s) a los que castigamos y repudiamos porque nos muestra(n) cuan esructuralmente injusta nuestra sociedad del "bienestar" es, porqué Fortu, Jose, Arturo, Aurora, Norma, Beto y Rudolf somos o pudieramos haber sido, tú, yo o (casi) cualquiera de los demás.
Documental

5,4
1.440
6
11 de junio de 2007
11 de junio de 2007
18 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
La tesis de los presuntos asesinatos de algunos famosos “rock star” es una constante, sobretodo en los casos (que no son pocos) en que esas muertes se producen “en extrañas circumstancias”. Aun hay quien dice que Jimi Hendrix fue asesinado, ya siendo un gran consumidor de ácidos no lo era de heroína y sin embargo “presuntamente” según el parte foresnse, Jimi murió de sobredosis de esa substancia.
En cualquier caso, independientemente de la tesis de la película, hipótesis difícil de contrastar pese a los muchos datos que se vierten sobre el presunto asesinato de Kurt Cobain (y la verdad, es deprimente sobretodo ver a un padre acusar a su propia hija de asesina como es el caso del “chalado” padre de Courtney), el film tiene diversos focos de interés.
Siempre resulta interesante ver en la pantalla el entorno donde Kurt creció, su ciudad, los garitos donde empezó a tocar, sus “colegas”, las grabaciones de audio y de super 8 de su tia (que parece que es una de las personas que más profundamente lamenta su ausencia), sus amigos de verdad (por cierto, ¿hay alguno que no sea “yonki”?). Todo ello nos ayuda a entender a un tio, hijo de una generación de hippies, que no supo adaptarse a un entorno (el de la fama) aún más hostil que el de su Seattle de infancia y juventud, donde pese a la separción traumática de sus padres cuando el tenía 8 años, sus complejos en el instituto por estar demasiado delgado, su obesisón por los fetos, su tendencia depresiva (y quizás autolítica), aún tenía algo en lo que creer, el rock’n’roll.
Después llegó Courtney Love a modo de Nancy Spungen. Según parece hasta ella misma bromeaba con acabar como Sid & Nancy. De hecho, hasta el propio director utiliza el simil, de forma facilona, al llamar al film “Kurt & Courtney”. Courtney llegó a Kurt con su propia y triste historia a cuestas (abandono familiar, centros de acogida, refomatorios..) y con su total obesión por alcanzar la fama al precio que fuera, la cual cosa para algunos suposo el ocaso de Kurt . Y es que la misoginia, es una constante en el rock, pero a veces con mucha razón de ser...
Sea como fuere, según el director, wel documentalista Nick Broomfield, que se declara gran admirador de Kurt, la película pretende por encima de todo, mostrarnos las dificultades (y la censura) para poder investigar en profundidad a los famosos y su “mundillo” debido a los muchísimos intereses económicos en juego. Sin duda esa es una posible lectura. Otra lectura puede ser que nadie perdona a Courtney la ambición de ser una estrella y el codearse con el star system viniendo de ser una miserable grupie, streeper y yonki. En cualquier caso yo me quedo con la música de Kurt Kobain y con un “movimiento” que si bien pudiera parecer algo efímero desde una perspectiva histórica, nos dejó (también) grandes bandas y grandes discos para la historia del rock.
En cualquier caso, independientemente de la tesis de la película, hipótesis difícil de contrastar pese a los muchos datos que se vierten sobre el presunto asesinato de Kurt Cobain (y la verdad, es deprimente sobretodo ver a un padre acusar a su propia hija de asesina como es el caso del “chalado” padre de Courtney), el film tiene diversos focos de interés.
Siempre resulta interesante ver en la pantalla el entorno donde Kurt creció, su ciudad, los garitos donde empezó a tocar, sus “colegas”, las grabaciones de audio y de super 8 de su tia (que parece que es una de las personas que más profundamente lamenta su ausencia), sus amigos de verdad (por cierto, ¿hay alguno que no sea “yonki”?). Todo ello nos ayuda a entender a un tio, hijo de una generación de hippies, que no supo adaptarse a un entorno (el de la fama) aún más hostil que el de su Seattle de infancia y juventud, donde pese a la separción traumática de sus padres cuando el tenía 8 años, sus complejos en el instituto por estar demasiado delgado, su obesisón por los fetos, su tendencia depresiva (y quizás autolítica), aún tenía algo en lo que creer, el rock’n’roll.
Después llegó Courtney Love a modo de Nancy Spungen. Según parece hasta ella misma bromeaba con acabar como Sid & Nancy. De hecho, hasta el propio director utiliza el simil, de forma facilona, al llamar al film “Kurt & Courtney”. Courtney llegó a Kurt con su propia y triste historia a cuestas (abandono familiar, centros de acogida, refomatorios..) y con su total obesión por alcanzar la fama al precio que fuera, la cual cosa para algunos suposo el ocaso de Kurt . Y es que la misoginia, es una constante en el rock, pero a veces con mucha razón de ser...
Sea como fuere, según el director, wel documentalista Nick Broomfield, que se declara gran admirador de Kurt, la película pretende por encima de todo, mostrarnos las dificultades (y la censura) para poder investigar en profundidad a los famosos y su “mundillo” debido a los muchísimos intereses económicos en juego. Sin duda esa es una posible lectura. Otra lectura puede ser que nadie perdona a Courtney la ambición de ser una estrella y el codearse con el star system viniendo de ser una miserable grupie, streeper y yonki. En cualquier caso yo me quedo con la música de Kurt Kobain y con un “movimiento” que si bien pudiera parecer algo efímero desde una perspectiva histórica, nos dejó (también) grandes bandas y grandes discos para la historia del rock.
Concierto

7,6
586
8
6 de octubre de 2010
6 de octubre de 2010
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Rolling Stones Rock and Roll Circus es una curiosa película rodada para la TV en un estudio en forma de carpa con actuaciones en directo de las estrellas de rock del momento y números circenses llevados a cabo por diversos artistas (algunos ya muy mayores y otros reconocidos en esa época) que telonearon la actuación final de los Rolling Stones. El evento fue el día 11 de diciembre de 1968 y la grabación se prolongó desde las 2 de la tarde hasta pasadas las 5 de la mañana. El director fue Michael Lindsay-Horgg que ya había colaborado con los Stones y con otras bandas de rock en diversos videoclips y actuaciones en vivo.
El proyecto original, sin embargo, surge de la idea de llevar a cabo una gira por los EEUU protagonizada por The Faces, The Who y The Rolling Stones, donde las tres bandas recorrerían el país en tren llevando consigo la carpa y todo el atrezzo circense. Dicho proyecto por el que Rod Stewart nunca mostró demasiado interés se iba a celebrar finalmente como gira de The Rolling Stones y The Who pero jamás se llevó a término debido a los problemas logísticos que suponía viajar en tren por EEUU donde ya entonces el tren prácticamente solía se utilizaba para el transporte de mercancía y su velocidad podía ser en algunos tramos de menos de 10km/hora. Finalmente el proyecto se convirtió la grabación de un programa de TV que jamás se pasó por TV ya que los Rolling Stones decidieron olvidarlo durante años, de hecho los rollos de película quedaron “perdidos” hasta 1996.
Pero viendo la película hoy día, hay que decir que bien valía la pena editarla. The Rollins Stones Rock and Roll Circus es un documento único que con la perspectiva de los años cobra un valor 100% documental de una época, finales de los años sesenta, donde los artistas de rock competían entre ellos dentro y fuera del escenario pero también dentro y fuera de él se admiraban y se respetaban.
Resulta extraordinario ver a los Who haciendo el gamberrete como público después de su propia actuación (excelentemente fresca por otro lado). O ver a la banda, llamada para la ocasión “The Dirty Mac”, compuesta por Mitch Mitchell (The Jimi Hendrix Experience), Eric Clapton, Keith Richards y John Lennon interpretando el tema bluesero llamado “Yer Blues. Otra cosa, más discutible, desde mi discutible punto de vista, es si resulta o no tan brillante la actuación de Yoko Ono, escondida en un rincón del escenario cubierta por una bolsa de plástico negro durante la interpretación de dicho tema y saliendo a berrear en el siguiente tema, “Whole Lotta Yoko” donde aparece el violinista Ivry Gitlis.
El proyecto original, sin embargo, surge de la idea de llevar a cabo una gira por los EEUU protagonizada por The Faces, The Who y The Rolling Stones, donde las tres bandas recorrerían el país en tren llevando consigo la carpa y todo el atrezzo circense. Dicho proyecto por el que Rod Stewart nunca mostró demasiado interés se iba a celebrar finalmente como gira de The Rolling Stones y The Who pero jamás se llevó a término debido a los problemas logísticos que suponía viajar en tren por EEUU donde ya entonces el tren prácticamente solía se utilizaba para el transporte de mercancía y su velocidad podía ser en algunos tramos de menos de 10km/hora. Finalmente el proyecto se convirtió la grabación de un programa de TV que jamás se pasó por TV ya que los Rolling Stones decidieron olvidarlo durante años, de hecho los rollos de película quedaron “perdidos” hasta 1996.
Pero viendo la película hoy día, hay que decir que bien valía la pena editarla. The Rollins Stones Rock and Roll Circus es un documento único que con la perspectiva de los años cobra un valor 100% documental de una época, finales de los años sesenta, donde los artistas de rock competían entre ellos dentro y fuera del escenario pero también dentro y fuera de él se admiraban y se respetaban.
Resulta extraordinario ver a los Who haciendo el gamberrete como público después de su propia actuación (excelentemente fresca por otro lado). O ver a la banda, llamada para la ocasión “The Dirty Mac”, compuesta por Mitch Mitchell (The Jimi Hendrix Experience), Eric Clapton, Keith Richards y John Lennon interpretando el tema bluesero llamado “Yer Blues. Otra cosa, más discutible, desde mi discutible punto de vista, es si resulta o no tan brillante la actuación de Yoko Ono, escondida en un rincón del escenario cubierta por una bolsa de plástico negro durante la interpretación de dicho tema y saliendo a berrear en el siguiente tema, “Whole Lotta Yoko” donde aparece el violinista Ivry Gitlis.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Curiosa es también la actuación de Marianne Faithfull, aunque para mi gusto innecesaria ya que rompe el ritmo del programa. La bella ex-grupie, ex-musa de la banda y ex-novia del propio Jagger (entre otros miembros de la banda), “artista” posteriormente adicta, como Richards o Jones, a todo tipo de substancias (afortunadamente, como sabemos, Faithfull años después pudo superarlo) resulta un tanto sosa interpretando la balada “Something Better”.
Y extraordinario es ver a Tommy Iomi, el que sería el líder y guitarrista de Black Sabbath, tocando semiescondido tras un sombrero blanco, con la banda de Ian Anderson, Jethro Tull, en el tema “Song for Jeffrey”, ya que Tommy solo estuvo en la banda unas pocas semanas. Por cierto, si tocaron los Tull es porque Jagger optó por ellos en lugar de una nueva banda de rock a la cual consideró demasiado guitarrera, nada menos que Led Zeppelin.
Curioso resulta ver a Brian Jones en uno de los momentos más bajos de su carrera y de su vida personal, en lo que fue su última actuación con los Stones, ya que pocas semanas después fue despedido y muy pocos meses más tarde falleció. Y es que desafortunadamente en este documento hay tantas o más estrellas rockeras fallecidas prematuramente como los hay en otro gran documento filmado de la época, “Woodstock”: Jones, Moon, Lennon .. los cuales dejaron para siempre una profunda huella en la historia del Rock’n’Roll.
Finalmente destacar la extraordinaria actuación de los Stones y en especial de Mick Jagger (con su pelo teñido de negro con el que acababa de protagonizar el film rockero experimental “Performance”), que después de 15 horas de evento, con los cámaras y los artistas totalmente exhaustos (excepto The Who que parece que tenían cuerda para eso y más) fue capaz de interpretar “Sympathy for the devil” y de repetir hasta 4 tomas para dejarnos finalmente una de las más brillantes interpretaciones del tema, la cual ha quedado ya para la historia del rock y deleite de los que disfrutamos con ese gran circo que es el rock’n’roll!.
Y extraordinario es ver a Tommy Iomi, el que sería el líder y guitarrista de Black Sabbath, tocando semiescondido tras un sombrero blanco, con la banda de Ian Anderson, Jethro Tull, en el tema “Song for Jeffrey”, ya que Tommy solo estuvo en la banda unas pocas semanas. Por cierto, si tocaron los Tull es porque Jagger optó por ellos en lugar de una nueva banda de rock a la cual consideró demasiado guitarrera, nada menos que Led Zeppelin.
Curioso resulta ver a Brian Jones en uno de los momentos más bajos de su carrera y de su vida personal, en lo que fue su última actuación con los Stones, ya que pocas semanas después fue despedido y muy pocos meses más tarde falleció. Y es que desafortunadamente en este documento hay tantas o más estrellas rockeras fallecidas prematuramente como los hay en otro gran documento filmado de la época, “Woodstock”: Jones, Moon, Lennon .. los cuales dejaron para siempre una profunda huella en la historia del Rock’n’Roll.
Finalmente destacar la extraordinaria actuación de los Stones y en especial de Mick Jagger (con su pelo teñido de negro con el que acababa de protagonizar el film rockero experimental “Performance”), que después de 15 horas de evento, con los cámaras y los artistas totalmente exhaustos (excepto The Who que parece que tenían cuerda para eso y más) fue capaz de interpretar “Sympathy for the devil” y de repetir hasta 4 tomas para dejarnos finalmente una de las más brillantes interpretaciones del tema, la cual ha quedado ya para la historia del rock y deleite de los que disfrutamos con ese gran circo que es el rock’n’roll!.
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