Aterradora, horrenda, horrorosa, espantosa… H-O-R-R-I-B-L-E. Sí, he buscado sinónimos para denominarla. Sinceramente, no logro comprender cómo ha superado la selección de cintas para concurso, y es que no he visto peor película en mucho tiempo. A partir de El limpiador he creado una nueva categoría entre películas aburridas. Por un lado están las películas lentas en las que te duermes (lo que no implica que sea mala) como con The fifth season y sus largos planos generales; y por otro lado están las películas como El limpiador, en las que deseas dormir, morir o twittear.

Eusebio es un simple limpiador que se ve envuelto en un mundo donde ha aparecido una nueva epidemia que mata a la gente en cuestión de días. En una de estas limpiezas, Eusebio se encuentra a un chico, hijo de una de las víctimas. A partir de aquí comenzará una supuesta historia de amor “padre e hijo” que no consigue hacernos empatizar con los protagonistas en ningún momento.

He intentado pensar qué tiene de bueno El limpiador. Dices tú, la historia, la música, el sonido, los planos, la fotografía, los colores… NADA. Estuvimos hablando los sufridores que vimos El limpiador en la gran pantalla y no conseguimos sacar nada bueno en ninguno de sus aspectos, ni siquiera de las interpretaciones.

Si alguien os cae mal ya sabéis lo que tenéis que hacer: regaladle una entrada para que vea El limpiador y malgaste 100 minutos de su vida. La valorará más desde entonces.