Una de las pocas películas que me hizo pasar de un momento de estar tranquilo y relajado, a tenso, escalofriante y debo admitir que además con un poco de miedo. Marca mucho el retorno de Woody Allen luego de muchos traspies y muy fiel a su estilo enfocando algo que es un mundo maravilloso para El, que son las relaciones entre parejas y como en el tenis cuando una pelota toca la net, no sabes si la suerte determinará con lo que pase luego.

Punto aparte para la sensual Scarlet Johansson, que su papel lo hace muy bien, y Jonathan Rhys Meyers por un momento pensé que era Joaquin Phoenix (son muy parecidos físicamente). Muy recomendable.

Debo admitir que llega a ser lenta por momentos pero como el whisky, uno no se lo toma de un solo golpe sino que disfruta de cada sorbo.
La vida nos pone en situaciones que debemos afrontar muchas veces sin ánimo de hacer las cosas y a veces con el simple hecho de cumplir con los demás, (o con uno mismo) te puedes estar perdiendo de algo o alguien maravilloso. Además que el rencor nunca se irá si tu no lo dejas ir.

Es una pelicula que no sabes que exactamente que va a pasar (salvo que hayas leido el libro) no es para nada imprevisible pero además tiene intriga, drama, algo de comedia y visualmente es muy agradable.
Punto aparte la actuación de Ben Kingsley es espectacular.

Tan bien elaborada que parecian una pareja común. una excelente fotografía y la película se mantiene a buen ritmo, muchas personas deben sufrir no poder decir que son diferentes a nosotros y llevan su cruz por dentro por mucho tiempo o por toda una vida.

Una película que pensé no iba a estar tan divertida como me esperaba, pero la verdad que me gustó la variedad de personajes del museo y las buenas actuaciones de Owen Wilson, Ricky Gervais y Robbie Williams, tiene un muy buen ritmo sobre todo a mitad y final de la película, aunque cae en algunas incoherencias, la verdad la película da como para pasar un muy buen rato en el cine.