De nuevo lo han logrado. Otra serie ambientada en Andalucía donde solamente hablan andaluz los extras, algunos secundarios y, por supuesto, la chusma. Es como volver a los ochenta y a Verano Azul. Solamente les ha faltado doblar a los pocos que se oyen usar su habla natural.
Imaginaos la excelentísima serie Hierro, de la misma plataforma y creo que hasta de la misma productora, sin sus actores locales hablando en su maravilloso acento. Bueno, pues se ve que esta vez no han considerado necesario aumentar la representación para contar esta historia de mafiosos de chichinabo.
Igual es para que no se quejen los que cada vez que oyen hablar a un andaluz piden subtítulos.
Ya podían aprender de Malaka.

Porque es eso, un videojuego. Con todo lo odioso además de Japón: sexista, machista y masoca a tope.
Para enseñar a los jóvenes nipones que lo importante es darse de cabezazos contra el muro, aunque no sirva de nada. Pura teoría del ganbare y del gaman, que no conduce a ninguna parte.

Pero lo peor de todo, aburrido.