Cuando ves las críticas de la película te das cuenta de la genialidad de Tarantino (no siempre, pero abundante). Nadie, o pocos-as, quedan indiferentes; es decir o les ha encantado la película o la odian a muerte por tostón. Y eso es lo grande del cine. No hay nada más triste como un film que se queda en ese 5 anodino que no dice nada. Aquí el tema es que o te ha molado (como a mí) o apaga y vámonos.
Los personajes (TODOS) están bordados en su papel. Desde los dos protas indiscutibles hasta la Tate y las colgadas del clan Manson... y ojo a la niña mexicana que lo flipas con ella. La fotografía excelente, la ambientación fantástica, la música... ¡qué decir de la música! para escucharla después en el spotify hasta que la desgastes. Ya por solo esto merece la pena verla. Pero bueno, es que además es eso: un cuento de lo que podía haber sido y no fue; tal vez la añoranza del director a esa época dorada del CINE (en mayúsculas) con las superproducciones, los clásicos spaghetti-western, las comedias, las películas bélicas... O acaso un reconocimiento y una admiración a los actores y actrices de siempre.
Recomendable al 100 por 100. has de verla y opinar. Ojo, porque como es firma habitual del director, tiene su momento gore-tarantiano (más o menos bestia), pero poco.
Por ponerle una pega, tal vez podía haber contado lo mismo con media hora menos de metraje. Pero bueno, es mal menor.

Entretenida, sin más, comedia blanca familiar para ver con los niños en una tarde palomitera sin grandes pretensiones. El Segura cae bien en general, con lo cual aporta su carisma. Los niños-as en conjunto lo hacen muy bien en sus papeles asignados. Toni Acosta correcta, Leo Harlem como siempre (en el Club de la comedia) y Silvia Abril exagerada y sobreactuada (tal vez por exigencias del guión o tal vez por que es así).

Cierto es que en mi defensa he de decir que las películas de super héroes no me entusiasman, así que ya iba al cine un poco reticente, eso sí, en compañía de mis dos adolescentes apegados a estos géneros. Pero como me salía The Rock y es un personaje que me encanta (me entretuvo con el "Rey Escorpión", lo he pasado pipa viéndolo en la saga "Fast & Furious" haciendo el cabra todo lo posible y más, en "Jungle Cruise" estaba de escándalo con unas poses de memes deliciosas junto a una espléndida Emily Blunt, con "Alerta Roja" eché unas risas, le vi salvar a medio mundo con "San Francisco" y me lo pasé de miedo en las dos continuaciones de "Jumanji") no se me puede echar en cara mi predisposición negativa al respecto.
Pero ¡oh! que lo mejor que tiene este personaje, el humor, los rostros de duro simpático y los diálogos (malos) pero chispeantes van y desaparecen de un plumazo para presentarnos un super héroe que vuela más y da tanto miedo como un helicóptero Apache en pleno combate. Serio, duro, impasible, antihéroe y antitodo. Mucha acción (demasiada), mucho vuelo (demasiado), mucho lío (demasiado), muchos efectos especiales (espectaculares pero en esta época no es una gran sorpresa) y, lo peor, un guión flojo y un metraje laaaaaaaaargo (demasiado).
En fin, a los adolescentes les molará pero a sus padres en general... pues vaya.

Pues eso, La La Land es un musical a la antigua usanza que a mí me ha recordado en algunos momentos a las películas clásicas de Fred Astaire y Ginger Rogers, en otros a musicales jóvenes y alegres tipo Grease y en otros a comedias románticas como Love Story. No te defraudará si lo que buscas en una película musical, sin grandes pretensiones, optimista en general pero sin pecar demasiado y ante todo muy entretenida y bien interpretada... y bailada.

Todo efectos digitales estupendos para sacar a un videojuego de su espacio virtual y ponerlo al alcance de los chavales en una película que no aporta gran cosa, entretenida y a veces cansina y bastante violenta en su conjunto. Cero valores, mucho histrionismo (con Jim Carrey no podía ser de otra forma) y una mascota sónica que se mueve más que los precios.
Pasable tirando a floja a aunque a los críos les gustará.