Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
You must be a loged user to know your affinity with indrani
Críticas 32
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
6
29 de abril de 2011 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En "Malditos bastardos", Quentin Tarantino vuelve a hacer lo que mejor se le da -recrearse en los diálogos, casi siempre asombrosamente entretenidos para lo insustanciales que llegan a ser; en la violencia, a poder ser ejercida masivamente y con gusto; etc.- sólo que de forma más floja a como lo hizo en "Kill Bill" (para mí, de lejos su mejor obra). Por eso, esta película se ve como repetición de otras, ya es difícil que nos sorprenda, pues pocas novedades aporta a su modo de hacer cine.

Tarantino vuelve a recurrir a sus ya habituales capítulos, en los que se inician diferentes subtramas, siempre conectadas con las demás con mayor o menor obviedad. La mejor, con diferencia, es la primera; es brillante, prácticamente perfecta en su estilo, en su ejecución, en su sentido del suspense; nada sobra ni falta. De ahí en adelante se inicia la cuesta abajo, alguna que otra vez llegando a tocar fondos de aburrimiento y de insustancialidad. Los diálogos son más pulidos que nunca, desbastados de cháchara que no viene a cuento, aunque, paradójicamente, llega a echarse de menos ese elemento, que, cuando está bien utilizado, llega a ser muy de agradecer en este director. Hay muchas secuencias que simplemente están estiradas como chicles, en los que la acción se mueve a paso de tortuga sin nada que lo justifique.

En cuanto a la ambientación -años 40, II Guerra Mundial- yo la veo más como excusa para que Tarantino incluya algunos personajes histrónicos y exagerados (el propio Hitler, por ejemplo, y el oficial nazi interpretado por Christoph Waltz, a mi juicio, no tan sobresaliente actuación como la pintan) y la acción bélica, violenta por definición, de la mano del escuadrón secreto antinazi llamado "Bastardos", capitaneado por Brad Pitt, éste sí, en mi opinión, el más tocado por la gracia actoral en esta película. La subtrama sobre la chica judía no tiene mucho fuste, quizá por la aparente desgana o falta de habilidad suficiente por parte de la actriz que la interpreta, o quizá porque el argumento flojea más de lo que suele ser habitual en películas de este director.
8 de diciembre de 2013
6 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Viendo la cantidad de críticas que ponían "El impostor" por las nubes, me preguntaba exactamente cuál habría sido el problema para que esta aparente joya hubiera quedado relegada al olvido y hubiera cosechado tan mediocres resultados de taquilla. Tras haberla visto, tuve mi respuesta: el público, afortunadamente, no es tonto y se ha negado a comulgar con ruedas de molino o, en otras palabras, a tragarse una castaña pilonga de proporciones tan difícilmente equiparables a ésta.

"El impostor" es una de esas películas que intentan ser superinteligentes, pero no a base de inteligencia, sino de fuegos artificiales, secuencias pretendidamente hipnotizantes y juegos de estilo en los que no reside otra cosa que la vacuidad más absoluta y desoladora. Y no hace falta llegar al final para darse cuenta de ello; a medida que avanza la trama se le va cayendo al emperador el traje a trozos, dejándolo a la vista del respetable totalmente en cueros; y este cuerpo desnudo no es ni bonito, ni respetable.

"El impostor" bebe de películas como "Sospechosos habituales" o "Memento", que, a diferencia de ésta, sí descansaban en guiones escritos con inteligencia y con respeto hacia el público, y no se basaban en giros argumentales totalmente gratuitos ni en conejos sacados de chistera alguna. Pero "El impostor" es pura prosopopeya. Nada en ella tiene sentido, no hay ni una sola secuencia que no sea gratuita, no hay ningún diálogo que conduzca a nada digno de mención o recuerdo. Las prometedoras secuencias iniciales con el sospechoso pijo y automáticamente antipático sometido al polígrafo están llenas de pistas que no señalan a ningún sitio, y diálogos pretendidamente tensos que se agotan en sí mismos.

Le pongo dos estrellas porque los actores lo hacen bien, pero nada más.

Esta vez, el público ha dado a esta peliculeta el trato que merecía.
1 de septiembre de 2014 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podían haber titulado esta película "Reconstrucción ficticia aproximada de cómo se rodó 'Psicosis'" y habría resultado responder mucho mejor a lo que es, pero "Hitchcock" seguramente tenía más gancho comercial.

Así pues, el título es un poco engañoso -no del todo, pero sí un poco- porque en realidad no es una película sobre Alfred Hitchcock, sino una película cuyo protagonista es Alfred Hitchcock. Es un matiz importante para quien espere un biopic con enjundia. La enjundia en cuestión, para los fans que esperen conocer mejor la misteriosa figura del director de suspense, consiste -y se agota, hay que decirlo- en unos diálogos con chispa entre él y su mujer, Alma, que, según nos viene a decir la película, vino a ser la genia oculta en la -gran- sombra del realizador, participando muy directamente en el rodaje y el montaje final de sus filmes y tomando decisiones que realmente correspondían al autor. Los diálogos son verosímiles porque en realidad esas sentencias sarcásticas, esas ocurrencias entre lo pedante-elegante y lo grosero-ofensivo, le pegan mucho a la idea que tenemos de cómo era Hitchcock en realidad. No tenemos la sensación de estar oyendo un guión recitado, sino un diálogo que probablemente sucedió tal como lo estamos oyendo. A eso ayuda la interpretación de Anthony Hopkins, con una vocalización muy buena, aunque hay que decir que en ningún momento se tiene la sensación de estar viendo a Hitchcock; tampoco a Hopkins con maquillaje, sino a alguien que se parece vagamente a Hitchcock pero que no es él (aunque tampoco Hopkins). Me gustó más cómo estaba caracterizado Anthony Perkins, por ejemplo.

En "Hitchcock", la parte más aprovechable y la mejor hecha es, pues, la parte de los diálogos donde adivinamos la amargura, los posibles traumas psicológicos, la envidia, las inseguridades y la malicia del Hitchcock de verdad. Eso está muy logrado. Lo demás es puro telefilme sin mayor trascendencia. Hay algunas escenas interesantes sobre el rodaje de "Psicosis", pero nada más. Las escenas de Hitchcock con Janet Leigh y Vera Miles son pura anécdota y no aportan nada a la historia principal, ni tampoco a nuestro conocimiento de Hitchcock.

Al final, la película acaba siendo una extraña mezcla de mini-biopic de bajos vuelos, película de auge-caída-auge y afrontamiento de problemas y crónica cotilla de un personaje que sigue suscitando mucho morbo e interés.
30 de abril de 2011 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sospecho que a los fans acérrimos de la serie "Predator" no les ha debido de hacer mucha gracia esta revisión-homenaje-continuación (odio la palabra "secuela" en este contexto, pues además está mal utilizada) de la serie. Yo, personalmente, puesto que no soy especialmente fan, la he visto como una película de ciencia-ficción y acción más, sin esperar un argumento muy trabajado, gran profundidad en la construcción de personajes ni coherencias a prueba de bomba, y me ha servido para pasar un rato bien entretenido.

La película se concibe como continuación de la serie "Depredador", saltándose el capítulo que supuso "Alien vs Predator" (y haciendo bien, en mi opinión). Varios desconocidos aterrizan (literalmente) en una jungla, e inmediatamente se huelen que algo no va bien y que están en peligro. El personaje de Adrien Brody se erige en líder, y empiezan a buscarse la vida y a intentar salir de allí, pero los depredadores (criaturas extraterrestres que pueden hacerse invisibles a ojos de los humanos) les andan a la zaga.

Como digo, se puede ver casi sin hacer caso de los diálogos, repletos de frases tópicas. Los personajes son fácilmente distinguibles porque cada uno es de una nacionalidad o raza (cosa que se agradece, porque en este tipo de películas con personajes planos, resulta fácil confundirlos y armarse un lío). Casi todos podemos predecir lo que va a pasar, desde el principio, con algún giro inesperado.
9 de agosto de 2014 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Habiendo leído las -en general- muy halagüeñas críticas de "El vuelo", me he llevado una decepción, al encontrarme con una película que tan sólo por un elemento -lo gloso más adelante- me ha parecido superior a un telefilme cualquiera. Ese elemento no es la interpretación de Denzel Washington, ya que no soy el tipo de espectador que es capaz de apreciar o de valorar probablemente en su justa medida un papel actoral, y mucho menos de ir a ver una película tan sólo por el nivel de su elenco. Defecto mío será, pero cada uno es como es y se fija en lo que se fija.

"El vuelo" es, fundamentalmente, la historia de un alcohólico que, en este caso, resulta ser piloto de aviación comercial. Quizá el lector de esta crítica ya haya oído hablar de la primera media hora del filme y de lo buena que es; sinceramente, yo esperaba más espectacularidad, pero seguramente es fallo mío por haber leído tantas críticas y habérmelas creído en toda su exageración. Entre nosotros: no es para tanto, y el que se destaque esa media hora dice bastante poco del grueso de la película, la verdad. Bien, resulta que nuestro piloto alcohólico y cocainómano, tras haberse metido entre pecho y espalda tres botellines de no recuerdo qué bebida de alta graduación, más lo que llevaba antes de embarcar, más lo de la noche anterior, más una noche sin dormir por haber estado practicando sexo con una de sus azafatas, es capaz de forzar la máquina de su aeroplano y, en menos de una hora, de evitar una catástrofe con 102 muertos. Todo en el mismo vuelo.

Ahora bien: si de 102 personas que viajan con un piloto borracho mueren seis, el piloto ¿es un héroe que ha salvado 96 vidas, o un homicida imprudente al menos parcialmente responsable de seis muertes? En principio, el piloto Whitaker (Washington) es saludado como lo primero, pero a medida que nos adentramos en la jungla legal, con el sindicato de los pilotos, la aerolínea, el fabricante del avión, las familias de las víctimas y hasta el gobierno federal, las dudas que ya teníamos desde el principio, y el desagrado cada vez mayor que nos provoca el personaje de ese alcohólico recalcitrante, arrogante, estúpido y a ratos ridículo, van aumentando hasta hacer que podamos fácilmente inclinar la balanza hacia el otro lado.

Lo que sigue lo hemos visto cientos de veces en cualquier telefilme sobre alcohólicos. En este caso: Denzel recluyéndose, solo y alejado del mundo; Denzel bebiendo hasta reventar; Denzel acudiendo a una reunión de Alcohólicos Anónimos, negándose a identificarse como alcohólico y saliendo por pies por sentirse incómodo; Denzel luchando con sus demonios; Denzel intentando mantenerse sobrio mediante sólo su fuerza de voluntad; Denzel... ¿consiguiéndolo? En fin, todas las situaciones que nos sabemos de memoria. Entre medias, algunas escenas que ayudan a mantener el interés en la trama, como las reuniones del piloto con el abogado que intenta salvarle el pellejo a pesar de sí mismo; y las escenas del piloto con sus compañeros de tripulación, totalmente desaprovechadas y que llegan a ser anticlimáticas (podía haberse sacado mucho más jugo del enfrentamiento del comandante alcohólico con su copiloto, pero no está nada acertada esa caracterización del copiloto y su mujer como fervientes cristianos).

Habiendo mencionado el cristianismo, llega el momento de explicar por qué me parece que esta película merece un vistazo, y es precisamente por la presencia constante del elemento divino, de la "fuerza mayor", de "la mano de Dios", de la Providencia, del Destino, llámenlo como quieran. Es algo que yo al menos no he visto en muchas películas de héroes convertidos en antihéroes, y me parece digno de mención en este caso. Un personaje lo dice: cuando se opta por mirar la vida como algo enteramente controlado por Dios, la perspectiva de uno cambia y todo deja de tener tantísima importancia. En el caso de nuestro piloto alcohólico, podemos optar por ver los acontecimientos como obra de Dios de principio a fin, tanto su alcoholismo como las decisiones que toma como el accidente de avión y todo lo que sucede a continuación, incluidas las sucesivas tentaciones que sufre nuestro piloto, sus recaídas, sus pequeños triunfos, los dilemas morales a los que se ve enfrentado. Para mí, éste es el punto de vista más bello desde el cual se puede ver esta historia que, en el fondo, no difiere mucho de la historia de cualquier drogadicto, pues la cosa adquiere un valor más allá de lo humano cuando comprendemos que todo conspira para proporcionar la oportunidad de un cambio... que luego puede realizarse o no.

En resumen, "El vuelo" no es una gran película, y a veces es bastante espesa, pero tampoco es un telefilme de buena factura.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para