Bien hecha, buena música y mejor ambientación, pero nada más. No me ha gustado que el español Alatriste tenga acento extranjero (y eso que se nota que Mortensen se ha esforzado mucho en que no se le note). No me ha gustado el constante tono gris oscuro de la película. Y no me ha gustado tanta espada y tanta lucha. En fin, me he aburrido soberanamente.

Del estilo de muchos films recientes (“21 gramos”, “Mystic River”, “Babel” y “Crash”), pero injusta y sorprendentemente menos conocido (¿le habrá perjudicado el título?), esta película destaca por ser sórdida y triste, pero magníficamente realizada y extraordinariamente interpretada por Sean Penn. De tintes similares a “Taxi driver” refleja bien el aislamiento, la insolidaridad, la tristeza y el ambiente depresivo de una sociedad que genera violencia y parece necesitar de un cambio radical en sus planteamientos.

Es una película interesante que retrata bien personajes muy distintos, de edades diferentes (aunque abundan los niños y adolescentes), unidos por lazos familiares, en circunstancias concretas y en momentos de estrecha convivencia, rayando en el hacinamiento. Aunque no hay sexo explícito en toda la película, esta destila sexualidad por todos sus poros, con una fuerte carga erótica que se inclina a lo incestuoso, lésbico y promiscuo, aunque, eso sí, sólo mental.

He de reconocer que tras el primer cuarto de hora de película había cogido un buen cabreo, pues eso no es lo que me esperaba. En fin, me pareció una tomadura de pelo, llamar “Bobby”, como reclamo, a una película en la que el asesinato de Robert Kennedy parecía secundario. Pasados esos minutos, la película empieza a tomar interés, ves muy notable la interpretación de Sharon Stone y una "vis" cómica muy interesante en Demi Moore, dos actrices que no han brillado nunca por sus dotes interpretativas. Por medio hay escenas y personajes menos interesantes y al final viene lo mejor, que es la adaptación, magnífica, del asesinato. El discurso final en "off" de Kennedy, es lento, pesado, demagógico, y desde luego sobra.

Típica película de Berlanga, que siempre refleja a ritmo trepidante y en clave de humor e ironía, las costumbres y el carácter españoles. Aunque todas sus películas son del mismo corte, hay que reconocer que la obra de este director es única e inimitable. Parece imposible imaginar a otro actor en el papel que hace Luis Escobar en la trilogía de Berlanga (“La escopeta nacional”, “Patrimonio nacional” y “Nacional III”).