You must be a loged user to know your affinity with Orlok
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

7,6
12.495
8
18 de febrero de 2012
18 de febrero de 2012
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Condensa todo lo necesario para emocionar, una buena historia romántica de agridulces sensaciones, con momentos tristes haciendo que te divertidas. Se puede definir como un carrusel de emociones, en la actualidad es tan difícil conseguir encontrar una película del mismo género que consiga lo mismo de forma tan controlada, tan eficaz... es una lastima. An Affair to Remember títulada en castellano como Tú y Yo, es un remake de la película Love Affair de 1939, la curiosidad es que ambas están dirigidas por Leo McCarey. Estoy pendiente de ver la primera, que como mínimo, seguro que resulta tan brillante como la versión del 57.
Lo más gracioso es que exista otra versión más actual de 1993 titulada Sleepless in Seattle, pero en castellano decidieron que fuera Algo para recordar con Tom Hanks y Meg Ryan, la comparación del reaparto ya habla por si sola. También se realizó en 1994 un remake de la original del 39 titulada en castellano Un asunto de amor, igual que la original Love Affair, por lo que tengo entendido es una especie de calco actualizado pero sin gracia. Será mejor que retomemos An Affair to Remember de 1957, un melodrama con un duo protagonista no solo de lujo, pues bordan a sus personajes, los cuales están muy elaborados y definidos. Cary Grant consigue con su innato encanto que mantengamos la sonrisa y hacer que nos tiemblen los lagrimales cuando toca. Deborah Kerr se hace inolvidable transmitiendo ternura y pasión de una forma muy elocuente. La relación que vivirá el tándem es una historia de amor con una progresión hacía lo triste, narrado de tal forma que mantiene la expectación hacia como se desarrollarán los hechos de forma intensa aunque liviana.
El resto de secundarios son formidables, con gran interés para una fantástica historia. Hay que decir que su final resulta de una emotividad sorprendente, te quedas sonriendo durante mucho rato después de verlo con tan solo pensar en el; los afortunados y afortunadas que lo hayan visto saben a lo que me refiero. Pero no solo por el final vale la pena la película, rodada en scope consigue llamar la atención por su colorido, la fotografía de Milton R. Krasner consigue momentos muy bellos, en conjunto con determinados encuadres claves, hace de está película algo más que un arquetipo en su género. La banda sonora también es de mención especial, el compositor Hugo Friedhofer consigue unas dulces melodías que se graban en tu interior y relacionadas con determinados elementos se potencia la emoción del momento.
La película dispone de muchas situaciones cómicas, rodadas con elegancia y llenas de diálogos ingeniosos. Por otra parte, los momentos dramáticos están muy bien dosificados y lo que más se potencia con todo ello es la emotividad. La verdad es que An Affair to Remember resulta imprescindible, obligatoria si disfrutas con este género. Que quede entre Tú y Yo... Es una película que todas tus amistades te recomendarían ver... y que tú recomendarías a todas tus amistades.
Lo más gracioso es que exista otra versión más actual de 1993 titulada Sleepless in Seattle, pero en castellano decidieron que fuera Algo para recordar con Tom Hanks y Meg Ryan, la comparación del reaparto ya habla por si sola. También se realizó en 1994 un remake de la original del 39 titulada en castellano Un asunto de amor, igual que la original Love Affair, por lo que tengo entendido es una especie de calco actualizado pero sin gracia. Será mejor que retomemos An Affair to Remember de 1957, un melodrama con un duo protagonista no solo de lujo, pues bordan a sus personajes, los cuales están muy elaborados y definidos. Cary Grant consigue con su innato encanto que mantengamos la sonrisa y hacer que nos tiemblen los lagrimales cuando toca. Deborah Kerr se hace inolvidable transmitiendo ternura y pasión de una forma muy elocuente. La relación que vivirá el tándem es una historia de amor con una progresión hacía lo triste, narrado de tal forma que mantiene la expectación hacia como se desarrollarán los hechos de forma intensa aunque liviana.
El resto de secundarios son formidables, con gran interés para una fantástica historia. Hay que decir que su final resulta de una emotividad sorprendente, te quedas sonriendo durante mucho rato después de verlo con tan solo pensar en el; los afortunados y afortunadas que lo hayan visto saben a lo que me refiero. Pero no solo por el final vale la pena la película, rodada en scope consigue llamar la atención por su colorido, la fotografía de Milton R. Krasner consigue momentos muy bellos, en conjunto con determinados encuadres claves, hace de está película algo más que un arquetipo en su género. La banda sonora también es de mención especial, el compositor Hugo Friedhofer consigue unas dulces melodías que se graban en tu interior y relacionadas con determinados elementos se potencia la emoción del momento.
La película dispone de muchas situaciones cómicas, rodadas con elegancia y llenas de diálogos ingeniosos. Por otra parte, los momentos dramáticos están muy bien dosificados y lo que más se potencia con todo ello es la emotividad. La verdad es que An Affair to Remember resulta imprescindible, obligatoria si disfrutas con este género. Que quede entre Tú y Yo... Es una película que todas tus amistades te recomendarían ver... y que tú recomendarías a todas tus amistades.
10 de noviembre de 2012
10 de noviembre de 2012
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como cada año, el Festival de cine fantástico y de terror de Sitges trae algunas de las propuestas del carismático cineasta de disciplina heterogénea, Takeshi Miike. Una de esas propuestas es la adaptación del videojuego Ace Attorney, conocido en Japón como Gyakuten Saiban, una saga de videojuegos perteneciente al género de aventura conversacional y la novela gráfica. El juego fue publicado por Capcom y creado por Shu Takumi, se inició en Game Boy Advance y luego dio el salto a la Nintendo DS, donde se aprovecha la particularidad de la doble pantalla y el micrófono. En el videojuego los jugadores asumen el papel de un abogado defensor en un tribunal ficticio, ahora seremos espectadores de la representación de esta curiosa premisa a través de una curiosa película.
Takashi Miike ha demostrado con creces que es capaz de adaptar al cine cualquier cosa, por lo mismo que puede saltar de género en género, siendo capaz y con total desfachatez de realizar lo peor y lo mejor dentro del ámbito cinematográfico. En esta ocasión y con mucha gracia, realiza una adaptación de un videojuego en clave de humor, con el excentricismo necesario para dejarte fuera de juego, pero con la suficiente tenacidad para meterte en la película. Pocas son las adaptaciones de un videojuego al cine que valgan la pena, un mínimo de gracia tuvo la primera parte de la saga de las películas Resident Evil (2002), tampoco estuvo mal Final Fantasy: The Spirits Within (2001) y quizás, la que más destaca en cuanto adaptación que pretende captar el espíritu del videojuego es Silent Hill, dirigida por Christophe Gans en el 2006. Luego hay una larga lista de adaptaciones con secuelas donde mediocridad, es el adjetivo más benevolente, pues se han llegado a realizar películas vomitivas.
No es necesario conocer el juego para disfrutar de Ace Attorney, pues como película es absorbentemente divertida, pero claro, si conoces el juego o incluso lo has disfrutado, es toda una prerrogativa cinematográfica. De ahí que la estética de la película sea tan particular, el diseño de los personajes son igual que en el videojuego, pero lo mejor de todo, es que encima están muy bien interpretados. Solo es necesario echar un vistazo a diferentes trailers o vídeos sobre el videojuego Phoenix Wright: Ace Attorney, para ver que han realizado un buen trabajo en la adaptación. Los efectos digitales están comedidos para beneficio de la película, hay muchos, pero no es un desparrame innecesario. Está película tiene esa particularidad nipona de exagerar de forma rimbombante, acciones o situaciones, que para nada lo son en la realidad. Después de ver la película dan ganas de ser abogado sólo para gritar: OBJECTION!
Y si hay algo que tendría que objetar sobre la película, es que hay un punto donde la trama se torna hacia una confusión un tanto peculiar, su anti-clímax se alarga un poco más de lo necesario, hay un sobre exceso de información o quizás, se podría definir mejor como: marear la perdiz. Pero no es nada grave, pues una vez llegamos al autentico clímax todo da igual, solo quieres levantarte de la butaca y gritar: Objection! (Señalando de forma impune con el dedo indice). Casi fue lo que ocurrió literalmente en el cine Retiro de Sitges, durante la proyección, la película conseguía arrancar carcajadas y aplausos, pero donde hubo un autentico subidón fue al finalizar los créditos finales, quienes quedamos en la sala fuimos recompensados por el detalle final. En nuestro país, si no han habido cambios, Selecta Visión ha adquirido los derechos de explotación, aunque aún no han detallado si se estrenará en cine o se distribuirá directamente en formato domestico.
[www.loscriticonos.com]
Takashi Miike ha demostrado con creces que es capaz de adaptar al cine cualquier cosa, por lo mismo que puede saltar de género en género, siendo capaz y con total desfachatez de realizar lo peor y lo mejor dentro del ámbito cinematográfico. En esta ocasión y con mucha gracia, realiza una adaptación de un videojuego en clave de humor, con el excentricismo necesario para dejarte fuera de juego, pero con la suficiente tenacidad para meterte en la película. Pocas son las adaptaciones de un videojuego al cine que valgan la pena, un mínimo de gracia tuvo la primera parte de la saga de las películas Resident Evil (2002), tampoco estuvo mal Final Fantasy: The Spirits Within (2001) y quizás, la que más destaca en cuanto adaptación que pretende captar el espíritu del videojuego es Silent Hill, dirigida por Christophe Gans en el 2006. Luego hay una larga lista de adaptaciones con secuelas donde mediocridad, es el adjetivo más benevolente, pues se han llegado a realizar películas vomitivas.
No es necesario conocer el juego para disfrutar de Ace Attorney, pues como película es absorbentemente divertida, pero claro, si conoces el juego o incluso lo has disfrutado, es toda una prerrogativa cinematográfica. De ahí que la estética de la película sea tan particular, el diseño de los personajes son igual que en el videojuego, pero lo mejor de todo, es que encima están muy bien interpretados. Solo es necesario echar un vistazo a diferentes trailers o vídeos sobre el videojuego Phoenix Wright: Ace Attorney, para ver que han realizado un buen trabajo en la adaptación. Los efectos digitales están comedidos para beneficio de la película, hay muchos, pero no es un desparrame innecesario. Está película tiene esa particularidad nipona de exagerar de forma rimbombante, acciones o situaciones, que para nada lo son en la realidad. Después de ver la película dan ganas de ser abogado sólo para gritar: OBJECTION!
Y si hay algo que tendría que objetar sobre la película, es que hay un punto donde la trama se torna hacia una confusión un tanto peculiar, su anti-clímax se alarga un poco más de lo necesario, hay un sobre exceso de información o quizás, se podría definir mejor como: marear la perdiz. Pero no es nada grave, pues una vez llegamos al autentico clímax todo da igual, solo quieres levantarte de la butaca y gritar: Objection! (Señalando de forma impune con el dedo indice). Casi fue lo que ocurrió literalmente en el cine Retiro de Sitges, durante la proyección, la película conseguía arrancar carcajadas y aplausos, pero donde hubo un autentico subidón fue al finalizar los créditos finales, quienes quedamos en la sala fuimos recompensados por el detalle final. En nuestro país, si no han habido cambios, Selecta Visión ha adquirido los derechos de explotación, aunque aún no han detallado si se estrenará en cine o se distribuirá directamente en formato domestico.
[www.loscriticonos.com]

5,1
100
6
13 de octubre de 2010
13 de octubre de 2010
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
El primer día del festival Sitges 2010 ya dieron comienzo las primeras sesiones nocturnas. En la primera maratón de bienvenida, como no, en el cine El Retiro, para mí el más autentico aunque menos glamuroso del festival, se proyectaron cuatro películas: Captif, The Possession of David O'Reilly, Blood River y la que pasamos a comentar, una locura llamada Pig. Fue la última película de la maratón y se puede decir, que la más sorprendente. La impresión que puede dar está película es negativa, alguien que la vea sin saber nada sobre ella la causará repulsión y es posible que bajo un prejuicio justificado, piense que el director sea alguien sin mucho conocimiento del medio, que intenta abrirse paso llamando la atención de una forma desesperada. Pues aunque tampoco sea un dato importante y una cosa no tenga nada que ver con la otra, el realizador de esta película, Adam Mason, es licenciado en la escuela internacional de cine de Londres, lleva más de 12 años trabajando, dispone de 9 películas como director, auto-produciéndose y escribiendo guiones. En un principio no tendría la necesidad de llamar la atención con una película de este estilo, aunque lo que si conseguirá, de forma irremediable, es que para bien o para mal, se hable de él.
Su trayectoria como cineasta no fue un camino de rosas, Adam Mason comentó en entrevistas durante el festival como ha sufrido muchos desengaños en la industria del cine. Tras acumular diversas frustraciones, odio y rabia, él mismo describe su película como una especie de venganza particular o desahogo, para ello utilizó las siguientes palabras:
“es una película
repugnante, construida a base de
puro desprecio"
Lo más inverosímil de todo es que la película dispone de un buen resultado final, está trabajada y te hace dudar si en algunos momentos lo que ocurre es premeditado o pura improvisación. Gran parte de ello se debe a la fantástica actuación de su actor fetiche Andrew Howard. La particularidad del film es estar rodado en un solo plano secuencia, solo al final apreciaremos un pequeño montaje para poder explicar un desenlace, que otorga algo de sentido a la película. Las cosas no son lo que parecen y está película es un ejemplo de ello. Bien pensada y con algunos planos buscados con ingenio, tenemos un desarrollo de la acción trepidante en el que nunca deja de pasar algo. La película es repetitiva, pero consigue tenerte a la expectativa, parte de ello hay que darla a una magnifica banda sonora, rítmica e hipnótica. Esta película opta por ser una candidata del festival como película más extrema dentro de la sección MIDNIGHT X-TREME. Aunque tiene seria competencia, no deja de ser una arriesgada apuesta para quien sienta un morbo especial por este tipo de experimentos audiovisuales.
Su trayectoria como cineasta no fue un camino de rosas, Adam Mason comentó en entrevistas durante el festival como ha sufrido muchos desengaños en la industria del cine. Tras acumular diversas frustraciones, odio y rabia, él mismo describe su película como una especie de venganza particular o desahogo, para ello utilizó las siguientes palabras:
“es una película
repugnante, construida a base de
puro desprecio"
Lo más inverosímil de todo es que la película dispone de un buen resultado final, está trabajada y te hace dudar si en algunos momentos lo que ocurre es premeditado o pura improvisación. Gran parte de ello se debe a la fantástica actuación de su actor fetiche Andrew Howard. La particularidad del film es estar rodado en un solo plano secuencia, solo al final apreciaremos un pequeño montaje para poder explicar un desenlace, que otorga algo de sentido a la película. Las cosas no son lo que parecen y está película es un ejemplo de ello. Bien pensada y con algunos planos buscados con ingenio, tenemos un desarrollo de la acción trepidante en el que nunca deja de pasar algo. La película es repetitiva, pero consigue tenerte a la expectativa, parte de ello hay que darla a una magnifica banda sonora, rítmica e hipnótica. Esta película opta por ser una candidata del festival como película más extrema dentro de la sección MIDNIGHT X-TREME. Aunque tiene seria competencia, no deja de ser una arriesgada apuesta para quien sienta un morbo especial por este tipo de experimentos audiovisuales.

6,8
938
8
25 de noviembre de 2011
25 de noviembre de 2011
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Scabbard Samurai es una comedia dramática que consigue darte un vuelco al estomago. El director Hitoshi Matsumoto muestra una serenidad y perfecto dominio de las emociones, controla a la perfección el tempo y la narrativa. El inicio de la película desconcierta, con una puesta en escena tan efectiva como graciosa, nos preparan para pasar por una presentación de personajes sublime. Una vez estamos en situación comienza el espectáculo. La historia a modo de cuento, se narra a través de pocos personajes, la principal constante es el humor, en algunas ocasiones algo alocado, pero el tono de la película permite esa clase de excesos. Durante el desarrollo de la trama habrán varios contrapuntos dramáticos, poco a poco la emoción florece y nos conduce hacia un clímax de imprevisible emotividad.
Los personajes principales están muy trabajados, su progresiva evolución está representada con perfección. El samurái sin espada Nomi, interpretado por Takaaki Nomi, apenas sin dialogo consigue hacernos pasar de la risa a la congoja. Todo ello con la ayuda de Sea Kumada en el papel de hija, es la pieza clave para que todo el engranaje de emociones funcione. El tono auto paródico es constante, pero durante el segundo acto la parte más cómica está trabajada de forma muy meticulosa, jugando con la repetición y acertados fuera de campo, se consigue que la relación entre encuadres y situaciones cobre un sentido que arranca sonrisas, incluso carcajadas.
Scabbard Samurai se trata de una de esas películas donde la fotografía, la preciosa banda sonora, diseño de producción, montaje, etc... Todos los elementos están bien encajados, compenetrados siempre al servicio de la película, lo único que puedes hacer es dejarte llevar, eso si, siempre siendo participe de la historia. Hitoshi Matsumoto demuestra una gran capacidad de trabajo, la forma de sintetizar el trasfondo de la película con cuidados detalles, a través de un tratamiento de frescura original, consigue que en ningún momento llegue la monotonía. Siempre hay expectativa, consigue que nos involucremos con los personajes con una narrativa visual y sonora que califico de sorprendente. La base de la película es la comedia, pero con el contrapunto dramático desarrollado con precisión; a pesar de lo simple que puede parecer, poco a poco alcanza cuotas muy elevadas y termina siendo una elaborada pieza sentimental. Se consigue hacer florecer las emociones con una delicada sensibilidad y profundo respeto. Dependerá del temperamento de cada persona, pero mucho ojo con la recta final del tercer acto, a mi me saltaron las lagrimas mientras no podía dejar de sonreír, una combinación brutal que como he comentado al principio, consigue un vuelco de estomago que te deja en un estado flotante. Incluso el pequeño detalle tras los créditos finales te arranca una sonrisa tonta cargada de sana melancolía.
Los personajes principales están muy trabajados, su progresiva evolución está representada con perfección. El samurái sin espada Nomi, interpretado por Takaaki Nomi, apenas sin dialogo consigue hacernos pasar de la risa a la congoja. Todo ello con la ayuda de Sea Kumada en el papel de hija, es la pieza clave para que todo el engranaje de emociones funcione. El tono auto paródico es constante, pero durante el segundo acto la parte más cómica está trabajada de forma muy meticulosa, jugando con la repetición y acertados fuera de campo, se consigue que la relación entre encuadres y situaciones cobre un sentido que arranca sonrisas, incluso carcajadas.
Scabbard Samurai se trata de una de esas películas donde la fotografía, la preciosa banda sonora, diseño de producción, montaje, etc... Todos los elementos están bien encajados, compenetrados siempre al servicio de la película, lo único que puedes hacer es dejarte llevar, eso si, siempre siendo participe de la historia. Hitoshi Matsumoto demuestra una gran capacidad de trabajo, la forma de sintetizar el trasfondo de la película con cuidados detalles, a través de un tratamiento de frescura original, consigue que en ningún momento llegue la monotonía. Siempre hay expectativa, consigue que nos involucremos con los personajes con una narrativa visual y sonora que califico de sorprendente. La base de la película es la comedia, pero con el contrapunto dramático desarrollado con precisión; a pesar de lo simple que puede parecer, poco a poco alcanza cuotas muy elevadas y termina siendo una elaborada pieza sentimental. Se consigue hacer florecer las emociones con una delicada sensibilidad y profundo respeto. Dependerá del temperamento de cada persona, pero mucho ojo con la recta final del tercer acto, a mi me saltaron las lagrimas mientras no podía dejar de sonreír, una combinación brutal que como he comentado al principio, consigue un vuelco de estomago que te deja en un estado flotante. Incluso el pequeño detalle tras los créditos finales te arranca una sonrisa tonta cargada de sana melancolía.
9
4 de julio de 2011
4 de julio de 2011
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un viaje al terror subconsciente, una propuesta de vampirismo que va más allá de lo narrativo. El resultado es una propuesta adelantada a su tiempo, estaba concebida para ser una realización muda, aunque por la reciente llegada del cine sonoro se añadieron efectos de sonido. De todos modos, Vampyr resultó ser un fracaso económico en taquilla que llevo a Dreyer al alejamiento cinematográfico, diez años tardó en volver a rodar su siguiente película, Dies Irae.
La grandeza de Vampyr reside en su forma, muestra el terror como una sensación individual que cada persona percibe de forma distinta, no por lo que acontece a su alrededor, sino por como se percibe esa información. Vampyr es una película de sensaciones, la narración está en segundo plano, el montaje en paralelo confunde, fragmenta el espacio tiempo apartando la aparente lógica del argumento. La intención de Dreyer era recrear la sensación que se recuerda al tener una pesadilla, algo que consiguió aunque en su momento no cuajó con todo el público. La película es difícil de seguir, el montaje para reflejar sensaciones con toques surrealistas y elementos del expresionismo, es más perceptivo que narrativo. En la actualidad este tipo de línea se sigue utilizando con mayor o menor aceptación, por ejemplo, en películas de David Lynch. Cada fotograma de Vampyr ayuda a la construcción de un mundo fantasmagórico que se tambalea entre la realidad y lo irreal. Con cierto contenido sexual, onírico y surrealista, esta es una película con una fuerte carga enigmática
El personaje central es el conductor de la historia, una forma de hacer subjetiva la percepción del espectador hacia los simbolismos de cada plano. Nuestra mirada está ligada a la él, cada sugestión provocada por los extraños hechos que acontecen a su alrededor, repercute en la sensación que emiten las imágenes. La fotografía de la película de Rudolph Maté consigue uno de los efectos oníricos más especiales de la historia del cine, la variación de grises, la neblina y la gran iluminación que da vida a las sombras son una combinación hipnótica. Movimientos de cámara atrevidos y desconcertantes, encuadres llenos de simbolismo y un montaje paralelo para mostrar una narración idílica. Las localizaciones naturales, no se utilizaron decorados, los escenarios, así como el atrezzo, están llenos de pequeños simbolismos que potencian la idea de la muerte como un ente que está presente en todo momento. La sensación de terror y que el mal lo engloba todo hace de Vampyr una extraña experiencia. Vampyr es la expresión de lo que se siente cuando estamos entre el sueño y la realidad, una pesadilla atrapada en el celuloide.
La grandeza de Vampyr reside en su forma, muestra el terror como una sensación individual que cada persona percibe de forma distinta, no por lo que acontece a su alrededor, sino por como se percibe esa información. Vampyr es una película de sensaciones, la narración está en segundo plano, el montaje en paralelo confunde, fragmenta el espacio tiempo apartando la aparente lógica del argumento. La intención de Dreyer era recrear la sensación que se recuerda al tener una pesadilla, algo que consiguió aunque en su momento no cuajó con todo el público. La película es difícil de seguir, el montaje para reflejar sensaciones con toques surrealistas y elementos del expresionismo, es más perceptivo que narrativo. En la actualidad este tipo de línea se sigue utilizando con mayor o menor aceptación, por ejemplo, en películas de David Lynch. Cada fotograma de Vampyr ayuda a la construcción de un mundo fantasmagórico que se tambalea entre la realidad y lo irreal. Con cierto contenido sexual, onírico y surrealista, esta es una película con una fuerte carga enigmática
El personaje central es el conductor de la historia, una forma de hacer subjetiva la percepción del espectador hacia los simbolismos de cada plano. Nuestra mirada está ligada a la él, cada sugestión provocada por los extraños hechos que acontecen a su alrededor, repercute en la sensación que emiten las imágenes. La fotografía de la película de Rudolph Maté consigue uno de los efectos oníricos más especiales de la historia del cine, la variación de grises, la neblina y la gran iluminación que da vida a las sombras son una combinación hipnótica. Movimientos de cámara atrevidos y desconcertantes, encuadres llenos de simbolismo y un montaje paralelo para mostrar una narración idílica. Las localizaciones naturales, no se utilizaron decorados, los escenarios, así como el atrezzo, están llenos de pequeños simbolismos que potencian la idea de la muerte como un ente que está presente en todo momento. La sensación de terror y que el mal lo engloba todo hace de Vampyr una extraña experiencia. Vampyr es la expresión de lo que se siente cuando estamos entre el sueño y la realidad, una pesadilla atrapada en el celuloide.
Más sobre Orlok
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here