Película rodada al estilo del cine de antes, con sus requeridas pausas y fundamentada en un guión bien elaborado (de hecho se basa en una obra de teatro).

Sin llegar a ser una excelente película, ni mucho menos una obra maestra, su visionado es moderadamente ameno, "se deja ver". La premisa de la historia se nos hace de principio poco creíble; que una bella joven se enamore de un insulso señor que le dobla la edad... no parece en principio algo excesivamente verosímil (aunque en la realidad se den casos más extraños, siempre se dice que la realidad supera a la ficción).

Si aceptamos, digerimos, este hecho y decidimos seguir dándole recorrido a la historia esta nos dará su particular "coartada" para tan extraña situación.

Personalmente creo que Garci no podía sacarle mucho más partido a una historia que, bajo mi punto de vista, no dá más de sí, más allá de mostrar las inquietudes de la época en que se desarrolla (finales de los años 50), através del estraño "affaire" Lolita - señor maduro.

Los actores superan con buena nota el reto. Convincente Pataky en el papel de chica inocente/pícara, que incluso tiene un sorprendente proceso de maduración a lo largo del metraje en su personalidad (por cierto, esas mamas operadas no encajan excesivamente con el marco temporal de la película). "Chirriante" (en el buen sentido) el personaje entre soso y tímido que interpreta Hipólito, con un parecido físico y casi gestual con el político José Luís Rodríguez Zapatero (no sé si se ha buscado a posta, aunque lo dudo). Estupendos los secundarios, desde los padres de Ninette (casi unos arquetipos, sobre todo él), pasando por el amigo de Andrés (Villén) y acabando por la "antipática" dependienta interpretada por Mar Regueras.

En fín película recomendable, que no imprescindible, que te deja la sensación de que la historia principal no es más que una excusa para el trasfondo social que se intenta representar sutilmente y que en sí misma tiene escasa consistencia, dejando sabor a poco.