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Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
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Críticas 1.160
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
9
5 de marzo de 2008
242 de 264 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para aquellos que no podemos ser Napoleón, María Antonieta, Howard Hugues o Charles Kane, existen películas como "El apartamento", una hermosísima crónica de aquellos personajes grises, ninguneados por el cine o por la historia, gente en cuyo devenir no interviene ningún hado redentor, sino que avanzan contra la previsible corriente de su destino con la determinación de aquellos que no tienen más opciones en la vida que aguantar lo que se les venga. Jack Lemmon es la encarnación de uno de esos tristes personajes, un tipo mediocre cuyas aspiraciones en la vida pueden contarse con los dedos de una mano. Con el objetivo de ascender en su monótono trabajo, en el que no es más que un número, presta su apartamento para las citas amorosas de sus jefes; hasta el día en que el amor -una luminosa Shirley MacLaine- se cruza en su camino de manera inesperada. El resto de la historia, la dejo a descubrir por los afortunados que se acerquen a ella por primera vez y que sepan encontrar la magia escondida entre esos retazos de drama tristísimo, envueltos en un aroma de sutil comedia. Nunca se le brindó tanta justicia al discreto encanto del aura mediocritas ni tanta poesía a la conciencia de un desarraigo que va más allá de fronteras, nacionalidades y épocas. Para recomendar y ver incansablemente, una y otra vez.
16 de junio de 2008
251 de 290 usuarios han encontrado esta crítica útil
- Porque lloras cuando tienes que reír y ríes cuando tienes que llorar. Y está hecho aposta.

- Porque si ese monstruito no es un Profundo, que baje Lovecraft y lo vea.

- Porque ¿en qué otra película verás un héroe lobotomizado, una heroína campeona olímpica de tiro al arco y un pseudohéroe oficinista que reniega de la familia?

- Porque desborda un maravilloso sentido del absurdo, sin complejos ni justificaciones.

- Porque es deliciosamente imprevisible. Porque estamos hartos de sabernos las películas.

- Porque te produce la sensación de estar viviendo un cine realmente libre, que dinamita las barreras entre géneros con gracia, talento y mimo por el disfrute propio y ajeno.

- Porque si dinamitas tus propias barreras, las mismas que te impelen a clasificar las películas como si de especímenes biológicos se tratasen, tú serás el primer sorprendido y encantado de haberla visto.
24 de noviembre de 2008
293 de 376 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tuve ocasión hace tiempo de leer "Crepúsculo", la novela superventas de Stephanie Meyer sobre el amor imposible entre una adolescente y un vampiro y aunque se me antojó una especie de versión descafeinada y sin sexo de la saga de los carpatianos de Christine Feehan (mismo rollo, pero en calentorro), entiendo que si me hubiera cogido con la edad adecuada quizás me hubiese encantado.

De todos modos, tengo la vieja costumbre de intentar ver todas las películas basadas en libros que he leído y "Crepúsculo" no iba a ser una excepción. El filme no es mucho más que un trabajo de encargo, resuelto con corrección por Hardwicke (la directora de otra película de adolescentes mucho más cruda, "Thirteen") y diseñado para satisfacer a los lectores de la saga, ni mucho más ni mucho menos.

Los/las fans encontrarán a una Isabella un tanto insípida -floja Kristen Stewart- pero en cambio, podrán disfrutar de la magnética belleza de Robert Pattinson como Edward Cullen. Bonitos escenarios, bastante ajustados al mundo descrito por Meyer y unos efectos especiales que delatan una hiriente falta de presupuesto. La mayoría de defectos que se le puedan achacar -la historia, los diálogos, la presentación de personajes- son los que ostentaba ya el libro, de modo que nada que reprochar por aquí. No se puede sacar de donde no hay.

Como película, pobre y ciertamente cutre pero como adaptación, hará felices a todos los devotos con su acertado cóctel de aventura, misterio y romanticismo sobrenatural.

El resto, ¡huid!
3 de septiembre de 2007
311 de 417 usuarios han encontrado esta crítica útil
Normalmente intento juzgar las películas basadas en libros de forma independiente al texto, porque una cosa es una obra literaria y sus cánones y otra muy distinta el lenguaje expresivo del cine. Pero en este caso, al ver un título tan descarado como "Drácula de Bram Stoker" no he podido evitarlo. Ya que se nos está vendiendo la película con el mismo nombre del autor del libro, es imposible disociar ambas: de este modo nos encontramos con dos obras esencialmente distintas que comparten nombre y línea argumental pero poco más. La novela de Stoker presenta una clásica lucha del Bien contra el Mal, pero también de la pureza contra la corrupción, la belleza contra la monstruosidad y el amor contra la muerte. El dantesco viaje a través de Rumania, el acecho del vampiro a Lucy Westenra, la sensación de que el tiempo se acaba y esa sombra omnipresente que planea sobre todos los relatos de los personajes resumían las sensaciones y la esencia de una novela que ha atravesado los años sin perder un ápice de su poder aterrador.
Sin embargo, el filme de Coppola ha envejecido y además, ha envejecido mal. Obviando lo caducos que se han quedado los efectos especiales y la estética (que por entonces era impactante e influyó a muchas películas posteriores), convertir al malvado señor de los Cárpatos en un romántico petimetre en busca de su novia reencarnada fue una idea pésima. Sin duda, la productora o el mismo Coppola decidieron que darle un giro amoroso al asunto vendería más que respetar el texto de Stoker: al igual que convertir a Lucy y a Mina en unos zorrones, ningunear a Jonathan Harker y convertir a Van Helsing en un científico loco, en lugar del profesor bondadoso y ligeramente -sólo ligeramente- excéntrico. También es justo señalar que esta película es la adaptación más fiel de la novela en cuanto a trama, aunque difiera en intenciones y es cierto que los personajes tienen una mayor profundidad que en la novela (si bien esta profundidad se basa en una sexualidad para nada reprimida - algo muy extraño en una sociedad victoriana).
Lástima de elenco descompensado pues, mientras que Gary Oldman hace una interpretación aceptable a ratos, Hopkins se pasa de histriónico y Keanu Reeves demuestra una vez más porqué se ganó a pulso el apodo "Stoneface". Por cierto que él mismo ha reconocido a posteriori que la de Jonathan Harker fue la peor interpretación de su vida...
Personalmente creo que nunca hubiera debido usarse el nombre de Bram Stoker para promocionar el filme. No vamos a encontrar, en definitiva, nada en común más allá de los hechos desnudos y las sensaciones que provoca la novela son bien distintas que las de la película.
8 de septiembre de 2009
237 de 269 usuarios han encontrado esta crítica útil
Te levantas todos los días. Vas a trabajar. Realizas las mismas tareas. Hablas con la misma gente. Te haces la comida. Le haces un corte de mangas imaginario al capullo de tu compañero de piso. Limpias la casa. Lees un poco de esa novela que lleva cinco meses en tu mesilla de noche. Ves una película. Duermes.

El ciclo (el círculo) renace y pasa el tiempo y llega un día en que te levantas como todos los demás y te das cuenta de que has empezado a deambular por un mundo fantasma. Este día, aunque no puedes saberlo fue el día en que abandonaste la Búsqueda. Fue el día en que cruzaste el meridiano y perdiste la esperanza. No hay mensajes escondidos, ni personas especiales ni sucesos inesperados y mágicos. Esto es lo que tenemos y te lo comes porque no hay más remedio.

Pero no siempre.

Puede que "El protegido" nos esté hablando de la génesis de los mitos a través de la historia, es una posibilidad.

Puede que "El protegido" nos hable de la reencarnación, las fuerzas fatales del destino, del ying y el yang, de las fuerzas negativas y las fuerzas positivas.

Pero también puede que Elijah Price, ese patético y enfermizo amante de los cómics obsesionado por David Dunn, el Irrompible, seamos nosotros en la desesperada búsqueda de algo excepcional, inesperado, imposible que nos confirme que la vida no era eso, que hay cosas escondidas, que merece la pena seguir intentándolo. Elijah Price se diferencia del resto en que convierte la búsqueda en su elección de vida. Al precio que sea. Y no con los mejores medios. Pero nunca se rinde. A pesar de su fragilidad, de ese mundo de azules y grises. Porque está acercándose a Algo.

Y es por eso que esta película es única y hermosa y perfecta. Porque está hecha por y para aquellos que nunca han dejado de buscar, para todos los Elijah Price iluminados y tristes que parecen sobreescritos sobre los renglones torcidos de una vida de mierda, pero que cuando llega el momento están preparados como nunca lo estará nadie y puede que David Dunn sólo sea un tipo tremendamente saludable y puede que Elijah Price no sea más que el dueño de una tienda de cómics, enfermo y desgraciado pero la fe, amigos, la fe es lo que separa a veces a un hombre de un insecto. La fe es la clave de todo.

La fe y los nombres.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
"They called me Mr. Glass"
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