Dirigida por el director que nos trajo hace unos pocos años la genial La Autopsia de Jane Doe (2016), y producida por Guillermo del Toro (La Cumbre Escarlata, 2015), nos llega esta adaptación de los polémicos libros de relatos cortos homónimos, escritos por Alvin Schwartz y con unas excelentes ilustraciones de Stephen Gammell.

Un grupo de adolescentes debe resolver el misterio que rodea a una serie de repentinas y macabras muertes que suceden en su pueblo.

Sobre ser una adaptación de relatos cortos, no se ha optado por realizar una antología, en lugar de esto han añadido una historia que sirve de empaste para todos los relatos mostrados que añade drama y comedia a la película mediante unos personajes juveniles muy bien dibujados y un contexto sociopolítico excelentemente marcado. El principal problema que se pueden encontrar los espectadores es el tono de la cinta, ya que estamos ante una película de terror orientada a un público juvenil, por lo que, aunque tanto los más mayores como los niños pueden disfrutar de esta cinta, los que se acerquen a ella buscando escenas salvajes o jumpscares potentes se van a quedar decepcionados. No obstante, el film en cuestión regala unos monstruos de pesadilla, escenas tensas y una dosis de comedia bastante acertada para este tipo de películas.

Historias de Miedo para Contar en la Oscuridad es una buena película excelentemente dirigida que seguro que atraerá a los más jóvenes hacia el terror, además de hacer pasar un buen rato al resto de su público.

Nota personal 7/10

Thriller de acción surcoreano que está dirigido por el responsable de títulos como The King (2017), y que cuenta en su reparto con nombres como Song Kang-ho (Parásitos, 2019), o Lee Byung-hun (Encontré al Diablo, 2010), entre otros.

Un investigador farmacéutico amenaza con matar a los pasajeros del avión en el que viaja, lo que da paso al caos, desesperación y miedo, no solo dentro del avión, también en el planeta.(FilmAffinity)

La película empieza con la tensión latente, ya que se sabe, si se ha leído la sinopsis o se ha visto el trailer, lo que va a suceder, y los responsables de la película juegan con esta baza para elevar el nivel de tensión. Una vez la trama pone sus cartas sobre la mesa, estamos ante un thriller, con momentos políticos que reconstruyen la sociedad y sus diferentes prototipos en un momento de crisis, con lo que es inevitable las comparaciones con lo que acabamos de vivir, momentos de acción con un Song Kang-ho que aporta también la parte cómica, y esos momentos dramáticos que tan bien se les da al país asiático, y que en este film funcionan a la perfección. Las actuaciones están muy bien llevadas, y el ritmo, sobre afrontar dos historias en paralelo, es más que correcto y hace que la película, que cuenta con un extenso metraje de casi 150 minutos, pase bastante rápido.

Con una trama que no innova para nada, Han Jae-rim se marca un thriller de acción capaz de hacer reír, emocionar y mantener la tensión, contando una historia con momentos surrealistas pero muy humana.

Nota personal 7/10

Comedia de terror que mezcla zombis con niños de guardería. Segundo largometraje del director de la desconocida comedia negra Down Under (2016), y protagonizada por la oscarizada Lupita Nyong'o (Nosotros, 2019), Josh Gad (Asesinato en el Orient Express, 2017) y Alexander England (Alien: Covenant, 2017).

Un músico fracasado, Dave (Alexander England), se une a la profesora infantil Miss Caroline (Lupita Nyong'o) y a una celebridad para los niños, Teddy McGiggle (Josh Gad), para intentar proteger a los pequeños estudiantes de un repentino brote de muertos vivientes.

La película hace gala de un humor más ácido de lo que uno cabe esperar, además de algunas escenas bastante sangrientas y una emotividad, que aunque genérica y cogida de mil films, funciona muy bien. Las actuaciones cumplen sin destacar, con una Lupita Nyong'o que lleva puesto el piloto automático, pero un ritmo envidiable que no para en apenas ocasiones durante sus 94 minutos de metraje, consiguen que el asiduo de las comedias zombis, y muchos no tan avezados también, encuentren en Little Monsters un entretenimiento muy agradable.

Esta película australiana no es ninguna obra maestra, pero un humor desenfadado unido al terror zombi y algo de corazón consiguen que Little Monsters esté por encima de la media de películas similares como la reciente Los Muertos No Mueren (Jim Jarmusch, 2019), por poner un ejemplo.

Nota personal 7/10

Película de bajo presupuesto que mezcla varios estilos, dirigida por el director que nos ha traído films como Tú Eres el Siguiente (2011) o Blair Witch (2016), y protagonizada por Amy Seimetz (Cementerio de Animales, 2018) y A. J. Bowen (La Casa del Diablo, 2009).

Sarah (Amy Seimetz) decide emprender una nueva vida, después de que su última relación acabara con una revelación que envió a su novio Garrick (AJ Bowen) a condena perpetua en prisión. Sarah se ha trasladado a un pequeño pueblo y tiene una nueva identidad, y abraza la oportunidad de empezar una vida distinta. Pero lamentablemente, el pasado no la dejará en paz. Garrick escapará de la prisión y descubrirá la nueva ubicación donde se oculta, y empezará un viaje por todo el país para localizarla, dejando un rastro de violencia a su paso.

La película presenta un argumento trillado con psychokiller de por medio, aunque la labor de guión y la de dirección consigan mantener la tensión en todo momento, e incluso consiguen añadir algún giro en la parte final del metraje, que sobre ser relativamente predecible, se agradece y suma enteros a la cinta. Las interpretaciones cumplen en todo momento, con una Amy Seimetz que es capaz de llevar a sus hombros casi todo el peso de la cinta y dotar de drama la película. Uno de los principales problemas que nos podemos encontrar con Una Manera Horrible de Morir es su cocción a fuego lento, además de que los elementos de terror están contados y concentrados casi por completo en la parte final de la cinta.

Estamos ante una película de bajo presupuesto que está claramente marcada por un sello de autor, que Adam Wingard mantendrá en sus obras con sus más y sus menos, independientemente de que sus películas gusten o no a la gente.

Nota personal 6/10

Secuela de la gran película surcoreana Train to Busan (2016), que tuvo a su vez una más que decente precuela animada, Seoul Station (2016). Dirigida por el mismo que las dos entregas anteriores y protagonizada por Gang Dong-won (Burning, 2018), y Lee Jung-hyun (Roaring Currents, 2014).

Después de que la infección se extendió hace 4 años, solo algunas partes de Corea del Sur permanecen resguardadas, aunque la Península de Busan es la única parte en donde pueden buscar refugio los coreanos, muchos aún mantienen la esperanza de ser rescatados por ayuda internacional.

En esta secuela, el director a dejado de lado el carisma de los protagonistas y el sentimiento en la historia que tanto engancho a la gente en Train to Busan, para construir una película más a lo grande que resulta un cruce entre Mad Max y Resident Evil (Paul W.S. Anderson, 2002). No obstante, Peninsula es infinitamente inferior a su anterior entrega, con unos personajes algo desdibujados en algunos casos, unos villanos sin motivo aparente para serlo, y un exceso de efectos digitales que se nota en una gran parte de las escenas, sobretodo en las escenas de acción en la ciudad abierta y en unas persecuciones que consiguen ser incluso algo ridículas.

Peninsula es un producto entretenido de principio a fin con un ritmo muy bueno, con una historia que poco o nada tiene que ver con las dos entregas anteriores, y una serie de elementos, que sobre no ser deficientes en casi ningún aspecto, pierden por goleada si se compara con la inevitable predecesora que dejó el listón demasiado alto.

Nota personal 6/10