A priori, sentía desánimo. Casi dos horas de baile, sin una palabra, en la que cada canción supone un avance en el tiempo donde se va narrando la historia de la Francia del siglo XX. Y una vez vista, quedé maravillado. Posee un reparto fabuloso, muy gesticulante y teatral ante la ausencia de voz; una puesta en escena magnífica para decorar la sala de baile y vestir a los personajes según la época; una cámara que siempre toma el plano adecuado y es una bailarina más; y un ritmo narrativo inteligente, plagado de guiños. Sugerente y hermosa película.

Película muy floja que va de más a menos, o para ser exactos, de poco a nada. Rose Byrne es una actriz malísima, del todo inexpresiva, el guión es plano, y la entrada en acción de la medium, su equipo de torpes ayudantes y el mundo psicodélico del más allá resultan de lo más ridículo. Y la escena final se las trae ... aunque ya daba igual. No tenía arreglo.