Hubo un tiempo en el que involucrarse en la producción de una película (o serie) para criticar el machismo imperante (y defender el derecho de la mujer a triunfar o fracasar laboralmente como políticas, policías u obreras industriales, tener citas sexuales al gusto u ofrecer menor compromiso "familiar" que sus maridos) podría considerarse valiente y contracorriente. De eso hace ya más de una generación (o dos). Realizar esta serie en la actualidad presenta el mismo espíritu crítico y rebelde que producir "Raza" en tiempos del dictador. Hacerlo, no obstante, sí que les permite disfrutar de un buen plantel de directores, actores y técnicos muy profesionales y posiblemente con remuneraciones económicas adecuadas.

LO MEJOR. Pues que actualmente el gremio audiovisual en España tiene una calidad profesional y artística digna de elogio. Los directores, actores y técnicos son de primer nivel y elaboran un producto más que aceptable desde estos puntos de vista. A destacar la actuación de Verónica Echegui.

LO PEOR. El cine (o las series) deben ser algo más que un producto correctamente elaborado. Además deben emocionar y, si adicionalmente pretendes ir de crítico y rompedor, has de remover algunas conciencias enfrentándote a los convencionalismos de la época. Esta serie es todo lo contrario, se trata de un mero compendio de típicos tópicos pseudo-feministas contemporáneos. Además, la promoción de Bilbao y el País Vasco en general, por exhaustiva, omnipresente e innecesaria, termina produciendo auténtico hartazgo.