Una verdadera maravilla de película. Impecable en todos sus aspectos: guión bien elaborado y coherente, argumento interesante, estupenda dirección, efectos especiales espectaculares pero sin excesos y magníficas interpretaciones. Todos y cada uno de los actores están soberbios, mención especial para su protagonista, Sharlto Copley, a quien espero ver en futuras películas. Todo un ejemplo de cómo actores noveles pueden dar una lección de interpretación a más de una estrella del celuloide.

El debut de Nelly Blomkamp como director de largometrajes ha supuesto un soplo de aire fresco en la industria del cine y se agradece. Me llamó mucho la atención que la película estuviera rodada a plena luz del día en lugar de desarrollar la acción en una continua penumbra, como suele ser habitual.

Momentos de acción, ciencia ficción, drama e incluso humor se dan la mano en una película que no decae ni un solo minuto y mantiene su ritmo desde el principio hasta el final. Imprescindible.

Nueve estrellas le he dado, sí. Y no es porque odie el manga sino porque realmente pienso que Dragonball Evolution es una buena película.

Como adaptación es malísima pero es que los de la Fox dejaron claro desde el principio que esta película NO era una adaptación sino una película libre basada en el manga que pretendía llegar a todos aquellos que desconocían Dragonball, de ahí que añadieran “Evolution”.

Como aspectos negativos diré que el guión cojea bastante y la duración de la película es escasa. Necesitaba al menos media hora más. No debió bajar de los 120 minutos.

Lo de los cambios realizados es irrelevante porque – repito – no se trata de una adaptación. No veo nada extraño en que un chico de 17 años vaya al instituto, viva con su abuelo y le guste una compañera de clase.

Los actores más que correctos. Todos. Las carencias existentes en sus personajes son a causa de un guión flojo y una dirección no demasiado acertada pero su actuación es buena.
- Justin Chatwin es expresivo y supo darle a Goku ese aire inocente y noble que le caracteriza.
- Randall Duk Kim es el abuelo Gohan. La forma en que trata a su nieto, la forma en que le habla, la ternura que transmite... ES Gohan.
- Emmy Rossum interpreta a una estupenda Bulma arrojada y aventurera.
- Chow Yun-Fat da vida a un Mutenroshi algo chiflado y “verde” y además da la sensación de estarlo disfrutando.
- James Marsters está muy bien como Piccolo. Su actuación no es histriónica y resulta creíble en todo momento.
- Eriko Tamura es una fría e imperturbable mano derecha de Piccolo. Apenas tiene diálogo pero sí presencia.
- Jamie Chung gracias a Kami-sama y al buen juicio de Ben Ramsey (algo tenía que hacer bien) está totalmente alejada de la Chichi insoportable, histérica e irritante del manga. Fantástica esta Chichi peleona y dulce.
- Joon Park. Pues sí, yo también pienso que esas mechas rubias son de juzgado de guardia pero le da a su Yamcha un aire macarrilla y algo fantasma que queda bien.

La película no es el bombardeo de efectos especiales tan habitual en el cine últimamente y eso la hace mucho más agradable de ver porque el peso de la película recae en los actores y no en la espectacularidad de los efectos. Y los que hay son excelentes. El uso de la cámara lenta – propio del cine oriental – está muy bien empleado. La escena de la gota de sudor cayendo es visualmente magnífica junto a otras que no voy a enumerar por falta de espacio.

La banda sonora es de lo mejor de la película. El tema central es soberbio, los coros imponentes, los temas ambientales muy buenos y los más dinámicos cañeros sin resultar cargantes. Por supuesto que hay algún tema más flojo pero eso pasa en todas.

Dragonball Evolution, aunque lejos de ser el taquillazo que se esperaba o el peliculón que pudo haber sido, ha rendido beneficios en taquilla, así que es posible – incluso probable – que se de luz verde a Dragonball Reborn, la cual pienso disfrutar tanto o más que la primera.