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5,9
52.529
6
22 de septiembre de 2011
22 de septiembre de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizás, The Tree Of Life sea una gran película. Quizás su mensaje o su disfrute sólo pueda entenderse sin un análisis pormenorizado de su forma.
The Tree Of Life parece haber sido construida como obra acentuadamente interesada en ofrecer un placer estético y basar su valor añadido en la belleza de sus imágenes, que me supongo se despliegan al servicio del símbolo.
The Tree of Life, no llega a ser tan pretenciosa a un nivel consciente como el The Fountain de Aronofsky, sin embargo, si Aronofsky terminaba componiendo una pizza familiar, Malick, nos sirve dos pizzas familiares masa clásica con el borde relleno de queso. Y eso, empacha.
Malick no logra componer un filme exceisvamente complejo; a veces incluso, los símbolos recurrentes como el agua y la luz, contrapuestos con lo árido y la oscuridad, parecen groseramente obvios. Y eso sorprende bastante en una cinta cacareadamente idescifrable.
Pues nada de eso; que quizás en segundos o terceros visionados se puedan apreciar o descubrir nuevas relaciones y con ello formular nuevos símbolos, pues probablemente, pero el ejercicio inicial, no diría torpe, pero si que podría plantearse un olvido u omisión consciente de la construcción del símbolo, bien sea a través de algunos encuadres feistas o de un apabullante empleo de voz en off, pero sobre de la planificación del montaje; está bien hablar del caos, pero no por ello hay que convertirse en caos todo el rato. Si tu premisa es que el mecanismo motor de la vida ese el caos, no vuelvas a la gente loca así al tuntún.
The Tree Of Life parece haber sido construida como obra acentuadamente interesada en ofrecer un placer estético y basar su valor añadido en la belleza de sus imágenes, que me supongo se despliegan al servicio del símbolo.
The Tree of Life, no llega a ser tan pretenciosa a un nivel consciente como el The Fountain de Aronofsky, sin embargo, si Aronofsky terminaba componiendo una pizza familiar, Malick, nos sirve dos pizzas familiares masa clásica con el borde relleno de queso. Y eso, empacha.
Malick no logra componer un filme exceisvamente complejo; a veces incluso, los símbolos recurrentes como el agua y la luz, contrapuestos con lo árido y la oscuridad, parecen groseramente obvios. Y eso sorprende bastante en una cinta cacareadamente idescifrable.
Pues nada de eso; que quizás en segundos o terceros visionados se puedan apreciar o descubrir nuevas relaciones y con ello formular nuevos símbolos, pues probablemente, pero el ejercicio inicial, no diría torpe, pero si que podría plantearse un olvido u omisión consciente de la construcción del símbolo, bien sea a través de algunos encuadres feistas o de un apabullante empleo de voz en off, pero sobre de la planificación del montaje; está bien hablar del caos, pero no por ello hay que convertirse en caos todo el rato. Si tu premisa es que el mecanismo motor de la vida ese el caos, no vuelvas a la gente loca así al tuntún.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Por este aparente caos, a veces The Tree Of Life parece una respuesta múltiple a una batería de tests sobr el sentido de la vida, aunque la idea central, velada o menos acentuada versa sobre el misterio. El misterio de la vida, cuándo surge, cómo surge, cómo se desarrolla, y qué establece los valores de las relaciones. Imagino, que por este intento la forma final de la película podría haber sido cualquier otra sin resentir excesivamente la proposición conceptual.
Respecto a la belleza de la película, pues mira, no sé yo, todo parece excesivamente visto con anterioridad; wallpapers de supernovas, su poquito de 3D fotorrealista, su caminando entre dinosaurios, su algo de anuncio de compresa, su poquito de desierto de sal; sus olas de campeonato de surf... no sé, un pastiche que bien podría ser un destello del mundo en el que vivimos o una suerte de esto me gusta a mi lo encasqueto aquí. Luego está el empleo de angulares, cuya clara función es aportar un halo onírico y de distanciamiento, en lo que quizás sea un intento no tanto de narrar sino como documentar un proceso impostado.
Ahora, en el momento de pecar de pretenciosidad, digamos que Malick, ha querido esculpir en el tiempo la muerte, darle forma y ojos a través de la vida, ordenadar los reinos o bien borrar el excesivo antropocentrismo de 2001: A Space Odissey lavándole la cara, y poniéndole un par de dinosaurios que hacen las veces de monos.
Sinceramente, no sé si necesita tanto para hablar del amor, del perdón, y sobre todo de la compasión; pero parte de lo que habla conmueve y a veces, está bien detenerse un rato a reflexionar sobre cómo nos comportamos con los que tenemos al lado. Hell yeah.
En cualquier caso, me parece una total falta de respeto el cachondeo que se están trayendo algunos cines con esta película. Tampoco hay que pasarse de listos o de hacerse los guays.
Respecto a la belleza de la película, pues mira, no sé yo, todo parece excesivamente visto con anterioridad; wallpapers de supernovas, su poquito de 3D fotorrealista, su caminando entre dinosaurios, su algo de anuncio de compresa, su poquito de desierto de sal; sus olas de campeonato de surf... no sé, un pastiche que bien podría ser un destello del mundo en el que vivimos o una suerte de esto me gusta a mi lo encasqueto aquí. Luego está el empleo de angulares, cuya clara función es aportar un halo onírico y de distanciamiento, en lo que quizás sea un intento no tanto de narrar sino como documentar un proceso impostado.
Ahora, en el momento de pecar de pretenciosidad, digamos que Malick, ha querido esculpir en el tiempo la muerte, darle forma y ojos a través de la vida, ordenadar los reinos o bien borrar el excesivo antropocentrismo de 2001: A Space Odissey lavándole la cara, y poniéndole un par de dinosaurios que hacen las veces de monos.
Sinceramente, no sé si necesita tanto para hablar del amor, del perdón, y sobre todo de la compasión; pero parte de lo que habla conmueve y a veces, está bien detenerse un rato a reflexionar sobre cómo nos comportamos con los que tenemos al lado. Hell yeah.
En cualquier caso, me parece una total falta de respeto el cachondeo que se están trayendo algunos cines con esta película. Tampoco hay que pasarse de listos o de hacerse los guays.

5,1
8.363
2
7 de agosto de 2020
7 de agosto de 2020
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tengo el cerebro entumecido y algo resacoso cuando en la soledad de una cama sudada por llevar durmiendo demasiadas horas y con la ropa atufando a tabaco me he sentido dicho y reconfortado ante la idea de ver hoy, pizza, cocacola, y Michael Bay mediante como instrumentos redentores de esta culpa cristiana que arrastro de salir entre semana. He usado las pocas fuerzas que me quedaban para bajar a por víveres cuando he descubierto que mi tarjeta de crédito se ha jodido y no me sirve para hacer compras en caja. He tenido que dejar la compra en el súper con la promesa de volver a recogerla tras ir al banco a ver qué pasaba. En el banco he podido constatar 2 cosas, una, la hora que era, las 14:00, y que consecuentemente la sucursal estaba a punto de chapar y dos, que la tarjeta sirve para sacar dinero del cajero. Añadiría un tercer punto que sería que por la mirada de la empleada de banca, salir en pijama con un chaquetón por encima, no me confiere un aspecto demasiado confiable. He ido de nuevo al súper, he hecho otra vez la cola y he terminado de pagar la compra. Ya en casa, he encendido el horno, metido la pizza, me he puesto un vaso con hielos y me he servivido cocacola en un vaso hasta que ha alcanzado el nivel necesario para provocarme una obstrucción coronaria. En el sofá he configurado por primera vez Netflix en esta tele. He introducido caracter por caracter todas las letras del mail y todas las del password. Diez millones de letritas de los cojones escritas como si fuera un sms de un nokia to puntero. He buscado la peli, he dado un primer sorbo a la cocacola y le he dado al play. A partir de ahí no sé muy bien qué narices ha pasado ni qué clase de puta locura he visto. ¿Michael? ¿Michael qué pollas ha pasado tronco? No te hablo del guión. No. No te hablo del sin fin de planos de relojes Chopard. Tampoco. Ni de la idea, ni de los actores, ni del gore gratuito because of reasons… Tengo la sensación de que ha hecho esto para reirse de Netflix. Es una peli parodia de una peli de Michael Bay. No tiene pulso, ni ritmo, ni escenas memorables, ni planos tipiqueantes. Todo es tan rápido que no hay compás alguno. No es el bayhem de toda la vida, es una versión speed racer de Michael Bay. Fast & Furious de saldo pero con muchos billetes. Quizás es la evolución lógica de Michael Bay, es su nueva etapa como autor, prescindir de los elementos básicos de la cohersión narrativa, una redución del lenguaje cinematográfico a su mínima expresión, acción visual-reacción cerebral. ¿Es el Michael Bay más puro//liberado y destilado o bien es un Michael Bay demente y omnipotente desamparado de cualquier contacto con la realidad? ¿Ha transmutado Michael Bay en una suerte de Ozymandias megalomaníaco desatado o ha trascendido por encima del bien y el mal con la picha fosforecente al aire tal que el Dr. Manhattan?
¿Quien vigila a Michael Bay? ¿Eh? ¿Ah?
¿Quien vigila a Michael Bay? ¿Eh? ¿Ah?
5
5 de octubre de 2016
5 de octubre de 2016
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Noah Baumbach (y Jake Paltrow) entrevistan a Brian de Palma a lo largo de 10 años; una conversación entre cineastas que analiza la carrera de de Palma que alcanza ya 6 décadas."
Pues no, no es así, no documentan ni conviven con él 10 años, como mucho un día. El "documental" es una mera entrevista, que le grabarían al De Palma en una tarde, a modo de conversación sobre su filmografía; desde sus primeros años hasta Passion (2013).
Si te interesa De Palma, pues no dejes de verlo, si te provoca curiosidad, échale el ojo, pero no es ni una gran entrevista o conversación, ni un gran documental. Es bastante plano en general.
Lo mejor: el poster imitando el rollo de Drew Struzan... Cosa que no entiendo muy bien, porque la carrera de De Palma, ha estado bastante alejada del rollo de Drew Struzan a nivel de cartelería por mucho que perteneciera al grupo de Spielberg, Cimino, Lucas, Coppola, Scorsese y Paul Schrader... Vete a saber... (si a alguien pudiere interesarle el arte del cartel es de Steven Chorney)
Pues no, no es así, no documentan ni conviven con él 10 años, como mucho un día. El "documental" es una mera entrevista, que le grabarían al De Palma en una tarde, a modo de conversación sobre su filmografía; desde sus primeros años hasta Passion (2013).
Si te interesa De Palma, pues no dejes de verlo, si te provoca curiosidad, échale el ojo, pero no es ni una gran entrevista o conversación, ni un gran documental. Es bastante plano en general.
Lo mejor: el poster imitando el rollo de Drew Struzan... Cosa que no entiendo muy bien, porque la carrera de De Palma, ha estado bastante alejada del rollo de Drew Struzan a nivel de cartelería por mucho que perteneciera al grupo de Spielberg, Cimino, Lucas, Coppola, Scorsese y Paul Schrader... Vete a saber... (si a alguien pudiere interesarle el arte del cartel es de Steven Chorney)
12 de septiembre de 2010
12 de septiembre de 2010
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Capitán Zoom y los pequeños saltimbanquis atolondrados es basura de primera calidad. Si alguien necesita potar, por ejemplo por culpa de una ingesta masiva de alcohol, esta es su película.
Es una película que se puede aplicar conjuntamente a la maniobra heimlich; esta película, en determinadas situaciones puede salvar vidas.
Y encima, El Capitán Zoom es una rara avis dentro del cine comercial de evasión perpetrado para la chiquillada, de mala que es, te obliga a pensar, a hacer que te esfuerces en no odiar a Tim Allen, Courtney Cox e incluso a Chevy "La Sumisión" Chase e incluso puede hacerte que te plantées la existencia de un plan cósmico destinado a destruir la humanidad.
No me imagino mayor motivo para no tener hijos que el saber que tal vez, un día, tengas que ir obligado al cine a ver estas mierdas. Y comprar palomitas. Y poner una cara de palo al encenderse las luces de la sala. O peor, alquilarla, y luego tener que mirar con cara de odio al del videoclub en plan: Quema esto, si de verdad quieres sobrevivir a la "piratería", por dios, traéme cine bengalí del de calidad.
Es una película que se puede aplicar conjuntamente a la maniobra heimlich; esta película, en determinadas situaciones puede salvar vidas.
Y encima, El Capitán Zoom es una rara avis dentro del cine comercial de evasión perpetrado para la chiquillada, de mala que es, te obliga a pensar, a hacer que te esfuerces en no odiar a Tim Allen, Courtney Cox e incluso a Chevy "La Sumisión" Chase e incluso puede hacerte que te plantées la existencia de un plan cósmico destinado a destruir la humanidad.
No me imagino mayor motivo para no tener hijos que el saber que tal vez, un día, tengas que ir obligado al cine a ver estas mierdas. Y comprar palomitas. Y poner una cara de palo al encenderse las luces de la sala. O peor, alquilarla, y luego tener que mirar con cara de odio al del videoclub en plan: Quema esto, si de verdad quieres sobrevivir a la "piratería", por dios, traéme cine bengalí del de calidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La película es defecación mental. Incluso trata de plantear complejas estructuras narrativas con inesperados giros de guión que no vienen a nada. Quédense con la copla, de que en yankee blow, es tanto soplar como chupar... ahí lo dejo.

5,8
10.124
4
12 de abril de 2023
12 de abril de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
Me preocupan y me inquietan muchas de las cosas que muestra Charlie Kaufman en esta película. Añado que también me preocupa mi propia posición como espectador que contempla “Estoy pensando en dejarlo”.
Por un momento, recuerdo que quería verla. No recordaba realmente el título, pero algo vino a mi mente de modo fugaz y dije, ostras si esta cosa estaba dentro de alguna de esas listas que tengo con películas pendientes. Todo esto sucedía, justo en ese momento que te pones a buscar infinitamente algo que ver, y terminas dedicando más tiempo a buscar, que a ver. Creo que se cruza un ecuador, en el que buscar se convierte más en sufrimiento y lastre que termina generando grietas conyugales, que en un disfrutar del tener el tiempo para uno mismo y divertirse con una buena, o mala pero divertida, película.
Como contexto, debo aclarar que no sé el motivo, pero creí tener un recuerdo sólido de que era una película de terror, quizás el trailer, quizás el poster, vete a saber, pero ha sido bajo este marco conceptual que durante 90 minutos, esperé que se desarrollara en unos tropos comunes del cine de terror, que parecían desplegarse con precisión a lo largo de una buena parte del metraje. Obviamente, toda la puñetera escena de la presentación de los padres, sirve como leña al fuego del refuerzo de estas ideas con esa sensación de amenaza permamente.
Ya había algo en el ambiente que nos hacía creer que era un "Get Out", que nunca llegaba a manifestarse ante nosotros. Ahora hablo en plural porque he visto esto con mi novia. Mi novia es real, no me la he inventado en mi lecho de muerte y simulado en mi cabeza una paja mental del día que la conocí y terminamos teniendo una relación y se la presenté a mis padres.
Esos 90 minutos iniciales, que se reparten entre el viaje en carretera más desperante de la historia del cine y unos descartes de una cena en familia de Hereditary, como espectador, atravieso todos los estadios del dolo.
En el curso de estos 90 minutos, solo hemos seguido viendo la película para recibir una recompensa como espectadores. Descubrir el "misterio" que se esconde tras ese guión embustero, pretencioso, ampuloso, sobrerrecargado y pueril es lo que nos ha motivado como personajes. Pasados esos 90 minutos, tras teorizar más de la cuenta sobre las posibles causas de los comportamientos de los personajes, que si está en coma la protagonista, que si es un telépata que controla a los que le rodean, que si es un sueño, que si es una fantasía en la que están atrapados bajo el yugo de una suerte de mad doctor, etc... He perdido la esperanza.
Esa explicación sobre la que montar un significado para comprender de qué iba toda esta patochada se desvancecía. El Sueño de Resines, no se nos aparecía. Atrapando la atención no por los patéticos diálogos sino por la búsqueda imperturbable de una resolución satisfactoria al quedar todavía 40 minutos de gilipolleces sin tener que ir a buscar un texto aclaratorio o un vídeo con acento latino que te explique el siginifcado de lo que estás viendo sea lo que te propulse como espectador hasta el final. Si fuera una fiesta, me habría ido hacía mucho.
A veces pienso, que uno recurre a este tipo de ayudas, los explicativos, no porque el producto que visiona en si sea indescifrable, sino por la pereza de darle demasiadas vueltas a algo, que independientemente de la explicación que se le dé, te suda los cojones ampliamente, porque nada de eso justifica el tostón que te acabas de comer. A mi esto me pasa con Le Mépris, que ya puede ser todo lo que quieras de una versión moderna de La Odisea, que esos 35 minutos de discusión insufribles en el apartamento te los puedes meter en el culo junto con todo este intelectualismo francés gélido en lo emocional y febril en lo verborreico y machista como solo Bertín Osborne puede configurar la idea del macho muy macho en los bares, y la mujer muy mujer en su cocina y Dios En El Cielo Todo Chachi En La Tierra.
Siguiendo con esta turra filmica, en un punto, mentan a David Foster Wallace, y en mi cabeza se enciende una luz, primera pista real; hostia, la persona que ha dirigido esto, es de Nueva York, esto apesta a ese tufillo narcicista, de intelectual de saldo y autocomplaciente de Woody Allen. Parece escrito por una persona pedante que se cree más lista de lo que realmente es... Esto es una obra masturbatoria.
Por un momento, recuerdo que quería verla. No recordaba realmente el título, pero algo vino a mi mente de modo fugaz y dije, ostras si esta cosa estaba dentro de alguna de esas listas que tengo con películas pendientes. Todo esto sucedía, justo en ese momento que te pones a buscar infinitamente algo que ver, y terminas dedicando más tiempo a buscar, que a ver. Creo que se cruza un ecuador, en el que buscar se convierte más en sufrimiento y lastre que termina generando grietas conyugales, que en un disfrutar del tener el tiempo para uno mismo y divertirse con una buena, o mala pero divertida, película.
Como contexto, debo aclarar que no sé el motivo, pero creí tener un recuerdo sólido de que era una película de terror, quizás el trailer, quizás el poster, vete a saber, pero ha sido bajo este marco conceptual que durante 90 minutos, esperé que se desarrollara en unos tropos comunes del cine de terror, que parecían desplegarse con precisión a lo largo de una buena parte del metraje. Obviamente, toda la puñetera escena de la presentación de los padres, sirve como leña al fuego del refuerzo de estas ideas con esa sensación de amenaza permamente.
Ya había algo en el ambiente que nos hacía creer que era un "Get Out", que nunca llegaba a manifestarse ante nosotros. Ahora hablo en plural porque he visto esto con mi novia. Mi novia es real, no me la he inventado en mi lecho de muerte y simulado en mi cabeza una paja mental del día que la conocí y terminamos teniendo una relación y se la presenté a mis padres.
Esos 90 minutos iniciales, que se reparten entre el viaje en carretera más desperante de la historia del cine y unos descartes de una cena en familia de Hereditary, como espectador, atravieso todos los estadios del dolo.
En el curso de estos 90 minutos, solo hemos seguido viendo la película para recibir una recompensa como espectadores. Descubrir el "misterio" que se esconde tras ese guión embustero, pretencioso, ampuloso, sobrerrecargado y pueril es lo que nos ha motivado como personajes. Pasados esos 90 minutos, tras teorizar más de la cuenta sobre las posibles causas de los comportamientos de los personajes, que si está en coma la protagonista, que si es un telépata que controla a los que le rodean, que si es un sueño, que si es una fantasía en la que están atrapados bajo el yugo de una suerte de mad doctor, etc... He perdido la esperanza.
Esa explicación sobre la que montar un significado para comprender de qué iba toda esta patochada se desvancecía. El Sueño de Resines, no se nos aparecía. Atrapando la atención no por los patéticos diálogos sino por la búsqueda imperturbable de una resolución satisfactoria al quedar todavía 40 minutos de gilipolleces sin tener que ir a buscar un texto aclaratorio o un vídeo con acento latino que te explique el siginifcado de lo que estás viendo sea lo que te propulse como espectador hasta el final. Si fuera una fiesta, me habría ido hacía mucho.
A veces pienso, que uno recurre a este tipo de ayudas, los explicativos, no porque el producto que visiona en si sea indescifrable, sino por la pereza de darle demasiadas vueltas a algo, que independientemente de la explicación que se le dé, te suda los cojones ampliamente, porque nada de eso justifica el tostón que te acabas de comer. A mi esto me pasa con Le Mépris, que ya puede ser todo lo que quieras de una versión moderna de La Odisea, que esos 35 minutos de discusión insufribles en el apartamento te los puedes meter en el culo junto con todo este intelectualismo francés gélido en lo emocional y febril en lo verborreico y machista como solo Bertín Osborne puede configurar la idea del macho muy macho en los bares, y la mujer muy mujer en su cocina y Dios En El Cielo Todo Chachi En La Tierra.
Siguiendo con esta turra filmica, en un punto, mentan a David Foster Wallace, y en mi cabeza se enciende una luz, primera pista real; hostia, la persona que ha dirigido esto, es de Nueva York, esto apesta a ese tufillo narcicista, de intelectual de saldo y autocomplaciente de Woody Allen. Parece escrito por una persona pedante que se cree más lista de lo que realmente es... Esto es una obra masturbatoria.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El filme sigue con sus diálogos interminables que no van a ninguna parte y la tensión como espectador ya es totalmente palpable; un sarpullido sobre la final piel, unos labios que se resquebrajan secos bajo el virus herpes que vuelve una y otra vez. Y ojo, que no seré yo quien te diga qué tienes que ver o que no ver, ni te juzgaré por cuantas películas hayas visto; entre tu y yo, escúchame con atención, que todas las películas que puedas ver durante tu vida, al final solo serán un puñado ínfimo de todas las películas que los humanos podemos ver. Tu igual has visto "Intolerancia" de Griffith y yo "A Por Todas: Anima O Muere", pero ninguno de los 2 hemos visto Barravento de Glauber Rocha.
Como la gota de miel cayendo por el tarro, y precipitándose infinitesimalmente hacia el vacío, comienza a llegar la resolución. Y sin embargo 8 minutos antes de terminar, ya no puedo contener más la ganas de saber si el director es newyorkino... Hostia, que el tipo es Charlie Kaufman. Y aquí todo encaja. Mi pieza final del puzzle. Esta película es abrazar sin despreocupaciones ni escrúpulosos aguantar durante 2 horazas y 15 minutos que alguien te chille: soy más listo que tu, he leído más que tu, tengo reflexiones más profundas que tu, vivo en un universo rico y ampliado hasta límites insospechados, donde tu ves unas ovejas balar, apretujándose las unas con las otras, yo veo la miseria de la comunidad, la inefable y eventual llegada de la muerte y el ser humano perdido en todos los destinos pero ligado a esta suerte final compartida por todos... Ah pues muy bien, qué de puta madre…
Y aún a pesar de todo, efectivamente y sí, todo ha sido un sueño de Resines. Pero también es una infatuación querer que la película fuera de otra manera a la que ha sido. Como espectador, he soñado con otra película, como Jake ha soñado con otra vida y que llega al final de ella sin ninguna otra recompensa que los cuentos que se cuenta a si mismo como yo he aguantado hasta el final por recibir un “ I see dead people”, que ningún personaje llega a entonar y me quiero inventar otra película, pero por mucho que me esfuerce, no me importa lo suficiente como para imaginármela de otro modo.
Y con todo esto, tu puedes justificar y alambicar "Estoy pensando cómo dejarlo" como te salga de los webos, pero es una versión excesivamente intelectualizada del Sueño De Resines. No está tan lejos de Los Serrano como te gustaría creer. Que sí, joder, que lo que tu quiersa, pero al final es lo mismo. LO MISMO. LO MISMO. Donde Resines sueña con su tasca gestionada entre hermanos y sus tapitas de Jamoncito serrano y su gran familia feliz; Jake, se sueña ganando el Premio Nobel de las Artes, siendo un tío que arrasa en el Trivial Pursuit Genus, y pudiendo citar el Ulises de James Joyce de pe a pa. Bocadillos de Calamares y poemas de Tranströmer, hermanados por los mismos mecanismos. Porque Resines vive, y es a través de su recuerdo que podemos asistir a lo que nos han mostrado... Pero a la muerte de Jake, ¿Quién recuerda?
Y yo me tengo que preguntar muchas cosas como espectador, ¿Qué me quieren contar? ¿Por qué un personaje recordaría su propia vida como una amenaza cuando está fantaseando consigo mismo como el héroe de la ficción que se cuenta? ¿Por qué me cuenta esta historia de este modo? ¿Quién es Jake? ¿Es un paleto? ¿Es un tío super lúcido? ¿Es un común mortal? ¿Un Intelectual de bestsellers del Fnac? ¿Se cree instruído por leer tres libritos de Punset? ¿Ha leído Sapiens y ahora se cree Roger Penrose? ¿Ve videos de charlas Ted y cree comprender el sentido de la vida? ¿Por qué esta forma y no otra? Pero sobre todo… ¿De quién es el punto de vista de lo que he visto? Porque el modo en que está contado, no me permite entrar, me saca, y me saca por tantos motivos, que la vida de Jake, me da absolutamente igual. Y esto no es un fracaso del fondo, sino de la forma. Porque el fondo, mierda, el fondo es la hostia de interesante. El argumento, 10, el guión, como el río, una mierda.
Como la gota de miel cayendo por el tarro, y precipitándose infinitesimalmente hacia el vacío, comienza a llegar la resolución. Y sin embargo 8 minutos antes de terminar, ya no puedo contener más la ganas de saber si el director es newyorkino... Hostia, que el tipo es Charlie Kaufman. Y aquí todo encaja. Mi pieza final del puzzle. Esta película es abrazar sin despreocupaciones ni escrúpulosos aguantar durante 2 horazas y 15 minutos que alguien te chille: soy más listo que tu, he leído más que tu, tengo reflexiones más profundas que tu, vivo en un universo rico y ampliado hasta límites insospechados, donde tu ves unas ovejas balar, apretujándose las unas con las otras, yo veo la miseria de la comunidad, la inefable y eventual llegada de la muerte y el ser humano perdido en todos los destinos pero ligado a esta suerte final compartida por todos... Ah pues muy bien, qué de puta madre…
Y aún a pesar de todo, efectivamente y sí, todo ha sido un sueño de Resines. Pero también es una infatuación querer que la película fuera de otra manera a la que ha sido. Como espectador, he soñado con otra película, como Jake ha soñado con otra vida y que llega al final de ella sin ninguna otra recompensa que los cuentos que se cuenta a si mismo como yo he aguantado hasta el final por recibir un “ I see dead people”, que ningún personaje llega a entonar y me quiero inventar otra película, pero por mucho que me esfuerce, no me importa lo suficiente como para imaginármela de otro modo.
Y con todo esto, tu puedes justificar y alambicar "Estoy pensando cómo dejarlo" como te salga de los webos, pero es una versión excesivamente intelectualizada del Sueño De Resines. No está tan lejos de Los Serrano como te gustaría creer. Que sí, joder, que lo que tu quiersa, pero al final es lo mismo. LO MISMO. LO MISMO. Donde Resines sueña con su tasca gestionada entre hermanos y sus tapitas de Jamoncito serrano y su gran familia feliz; Jake, se sueña ganando el Premio Nobel de las Artes, siendo un tío que arrasa en el Trivial Pursuit Genus, y pudiendo citar el Ulises de James Joyce de pe a pa. Bocadillos de Calamares y poemas de Tranströmer, hermanados por los mismos mecanismos. Porque Resines vive, y es a través de su recuerdo que podemos asistir a lo que nos han mostrado... Pero a la muerte de Jake, ¿Quién recuerda?
Y yo me tengo que preguntar muchas cosas como espectador, ¿Qué me quieren contar? ¿Por qué un personaje recordaría su propia vida como una amenaza cuando está fantaseando consigo mismo como el héroe de la ficción que se cuenta? ¿Por qué me cuenta esta historia de este modo? ¿Quién es Jake? ¿Es un paleto? ¿Es un tío super lúcido? ¿Es un común mortal? ¿Un Intelectual de bestsellers del Fnac? ¿Se cree instruído por leer tres libritos de Punset? ¿Ha leído Sapiens y ahora se cree Roger Penrose? ¿Ve videos de charlas Ted y cree comprender el sentido de la vida? ¿Por qué esta forma y no otra? Pero sobre todo… ¿De quién es el punto de vista de lo que he visto? Porque el modo en que está contado, no me permite entrar, me saca, y me saca por tantos motivos, que la vida de Jake, me da absolutamente igual. Y esto no es un fracaso del fondo, sino de la forma. Porque el fondo, mierda, el fondo es la hostia de interesante. El argumento, 10, el guión, como el río, una mierda.
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