Jamás en mi vida había escuchado el nombre de Pearl Jam, hasta el día de hoy ignoraba la existencia de esta banda y pocas eran las ganas que tenia de ver este documental que celebraba sus dos décadas desde que se había formado. Pero pasando canales me encontré que lo iban a presentar en un canal de paga, así que ni corto ni perezoso me dispuse a verlo. Resultado: hacia el final del documental me encontraba alzando el brazo y moviendo mi cabeza junto con los fans de la ahora magnifica y mejor banda de la historia ¡PEARL JAM!

Como dice en una de las críticas, se te mete debajo de la piel hasta llegar a tu corazón cada uno de sus integrantes, sus canciones y sus más grandes y alocados momentos y claro también los más tristes. Es increíble como logro que sintiera esa pasión y ese amor hacia Pearl Jam, que me sintiera parte de su historia de su vida tan llena de pasión, arte, amor, rebeldía, locura, tristeza, alegría y devoción hacia la música y hacia sus fans.

Es digno de admirar la manera en que vivieron su vida como banda y ruego que por lo menos en algún momento de mi vida pueda vivirla de esa manera tan asombrosa, siendo fiel a mis principios, a mí y a lo que creo con tanta fuerza y convicción, poder sentir esa desgarradora pasión, pero sobre todo poder mirara atrás y no creer que esa fue mi vida.
P.D: no se un carajo de música.

Ridley Scott es un ya consagrado director de cine, autor de dos títulos indispensables tanto en la ciencia ficción como en el cine en general, las legendarias “Blade Runner” y “Alien” y este año nos trae “Prometeo” película que se desarrolla en el mismo mundo de “Alien” y cuya trama tienen lugar unos años antes de los eventos de la anterior, pero que no es una precuela ya que su trama gira en torno a otros temas y dista mucho del argumento original de la Original “Alien” con la que inevitablemente será comparada por más que se advierta que poco tiene que ver con ella.

“Prometeo” Tiene muchos topicasos hollywoodenses y fallos de guion que la dejan muy mal parada, pero por otro lado tiene grandes momentos emocionantes y excitantes que por sí solos valen la pena, aparte de unos efectos especiales muy buenos tanto de computadora como de la vieja escuela, una hermosa fotografía y atrapante atmosfera, muy diferente a la de Alien que era más oscura y terrorífica.

el mayor fallo de la película desde mi punto de vista es que a veces sobre explica demasiado y se atora dando vueltas al mismo tema una y otra vez: el origen de la vida humana, la razón de nuestra existencia en el universo y demás temas existenciales que terminan cansando, mientras que en otros que son mucho más relevantes en la trama o el desarrollo de algunos personajes los deja de lado. Pero esto no evita disfrutar de Prometeo, siempre entretenida pero que decae un poco en la parte final, sobre todo en comparación con su interesante inicio.

Tengo que mencionar el trabajo de los actores, entre los que se alzan unos más que correctos Fassbender y Repace que se desenvuelven con total naturalidad y credibilidad, en ningún momento dudamos de la artificial naturaleza de David y de la “fragilidad” de la doctora Shaw.

No se que tendrá Sofía Coppola, que hace de una película simple, superficial y adolescente, un espectáculo visual, lleno de emociones, murmuraciones, risas y caprichos de una “reina adolescente”, que ridículo suena eso “reina adolescente” pero así es. Esta vez Coppola nos muestra la frivolidad y ridiculeces del la burguesía através de la vida de María Antonieta, su juventud, donde vemos a una niña inexperta y caprichosa convertirse en reina. Este absurdo con otros muchos, como los caprichos de la reina, son convertidos en un umbral por el que vemos los verdaderos sentimientos de una chica perdida ante tanta exuberancia y lujos, que como muchos jóvenes nos deslumbramos a la idea de ser reyes, complacer nuestros caprichos y vivir en una burbuja perfecta sin percatarnos del mundo real, ni de los demás. Pero esta no es la verdad de nuestras vidas y no era la verdad de Antonieta, que sin querer queriendo llevo a Francia a la miseria y a ella misma a su muerte, una injusta muerte porque, como pueden darle a una niña caprichosa el mandato de un país, la vida de un pueblo, y una de las responsabilidades mas grandes, como muchos ella fue un victima de la burguesía y del deslumbrante espejo que nos muestra Coppola. Un espejo, una ilusión pastel ,rosa y pop que es irremediablemente atrayente y bella.

Bañar todos los días a la personas que amas, cuidarlo cada vez que le dan una golpiza, cocinarle aun cuando estas mas enfermo que él, aguantarle sus celos, sus shows y sus pataletas, y aun así mirarlo todas las noches mientras duerme y ser feliz asiéndolo. Esto sí es amor. Ver a Lai y a Po es ver amor, tal vez no el más correcto, ni el más sano, bueno, es más bien una relación dependiente y dañina pero sigue siendo amor a pesar de esto, porque Lai ama a Po, y Po ama a Lai, ama su nobleza, sus favores, sus cuidados, su ser y todo lo que es.

No soy muy fan de Wong Kar- wai, o al menos antes no lo era, después de ver la preciosa e infravalorada “My Blueberry Nights” me dispuse a conocer la filmografía de este renombrado director y vi 2046, buena aunque algo cansina y aburrida sobre todo hacia su final, y deseando amar, que con respeto al resto de aficionados a este director, no me gusto en absoluto, pero ayer tuve la oportunidad de ver una de las películas más crudamente románticas y bellas de todas, esa enfermiza pero natural relación entre estos dos hombres. Ese amor tan fraternal que sentía el cocinero hacia Lai, que en algún momento se cuestiono era algo más que una amistad, un personaje esencial que retrata los deseos de Lai, sus ganas de ser feliz de nuevo, de amar y de ser amado. Y su final tan real, románticamente anti romántico y esperanzador, en el que queda abierta una maravillosa, apasionante y poderosa historia de amor, de posibilidades y de momentos que ya en el pasado siguen marcando la vida de todo ser humano y la esperanza de volverlos a vivir.

¡AMO EL CINE, AMO EL CINE, AMO EL CINE, AMO EL CINE, AMO EL CINE, AMO EL CINE, AMO EL CINE, AMO EL CINE, AMO EL CINE, AMO EL CINE, AMO EL CINE, AMO EL CINE, AMO EL CINE, AMO EL CINE, AMO EL CINE, AMO EL CINE, Y CON TODO MI CORAZON AMOR EL CINE!

Esto es lo que grita “Hugo”, lo que grita Scorsese, lo que grita ese maravilloso y mágico París, lo que grita un huérfano, lo que grita una aventurera, lo que grita una sirena, lo que grita el amor perruno, el amor humano y el amor al arte, y lo que grito yo. ¡AMO EL CINE!

Hugo es puro sentimiento y nostalgia combinada con la magia del cine, de contar una historia, simple, si, pero maravillosamente contada , esta para mi es la oda al cine más sincera, honesta y GRANDIOSA,que se ha hecho hasta ahora, y si, ya vi “the Artist”. Porque por alguna razón, por algún engranaje en mi interior “Hugo” me llego al corazón, y me volví a sentir niño, soñador y aventurero.

Bravo Scorsese, bravo.