Con menos profundidad pero con los mismos gestos y poses, que el filmen que le catapultó a la fama: "La leyenda de la ciudad sin nombre".
Aunque el argumento tiene sus lagunas, pues se preveen algunos episodios, no deja de ser ameno y se digiere con facilidad, Una comedia, dentro de un western, que sin muertos mantiene el tipo, con el añadido de una Elizabeth Ashley con frescura y simpatía.

A pesar de lo inverosímil del argumento y la ciencia infusa que dotan a los malos, el argumento tiene todos los ingredientes de un buen thriller .
Pero lo que más destaca, es la buena selección de los protagonistas y la magnifica interpretación de los malos, dejando a un De Niro un poco desplumado..
En definitiva el largo metraje del film se soporta bien.

Es un relato costumbrista, muy profundo, de un pueblo de Grecia en Subdesarrollo. Donde las costumbre, creencias y religión, están por encima de todo.
Los oficios, las labores de la mujeres son tratadas con realidad absoluta. El sexo ilegal es ofensivo y por lo tanto tratado con rudeza.
Existe algún primer plano, a lo Segio Leone, que desvela el pensamiento del personaje.
Se hace presente permanentemente el religioso local .Jack Hawkins hace su papel a la perfección.
Es muy recomendable de ver.
Valoración 8 sobre 10.

Pura obra teatral: abundantes diálogos en habitáculos cerrados. Una trama de comedia un poco sosa (falta verdadero enredo),
Incorpora Minnelli, en el reparto, a Pat Boone, un cantante cuyo peso específico es su voz y la melodía, su papel lo realiza bien, pero falta una canción, aunque solo sonara en el tocadiscos de Charlie como música de fondo.
También incorpora a ese monstruo interpretativo de personajes maliciosos y quisquillosos, que es Walter Matthau. Lástima que no tenga más contenido.
Es decir, que por recursos no queda, para haber sacado mayor partido y no quedare en una calificación de pasable.

El cine francés ha explotado al máximo, los temas policiales, Alain Delon, Jean Gabin, Jean Paul Belmondo.... Al no quedarle muchos recursos, ha optado por hacer un guion demasiado sencillo, pero con ingredientes orientales, que no ha pasado más allá del exceso de puñetazos y escasa lucha oriental.
Ha surgido un actor secundario (Michel Muller) que ha puesto una nota discordante y cómica al personaje estereotipado del policial francés.
Se puede pasar el rato visionandola,, pero nada más.