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Críticas ordenadas por utilidad
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7
9 de enero de 2017
9 de enero de 2017
26 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si lo que te gustan son las series sobre el sistema judicial americano, sobre los juicios, los abogados, los pactos con la fiscalía,... esta puede ser tu serie. Porque es una serie más sobre juicios. Y la verdad es que hay muchas, incluso entre las recientes, por ejemplo American Crime Story (la de O.J. Simpson). Si que es cierto que no es sobre abogados glamourosos, ni sobre bufetes millonarios, pero en eso tampoco es original: hay series de este estilo, como American Crime.
Si lo que te mola es una serie que se refocile en la imperfección del sistema judicial y policial, donde se deje claro que importa más dar con un culpable rápidamente o llegar a un acuerdo antes que ir a juicio, esta también puede ser tu serie, porque es una serie más que va sobre eso. Claro que también hay series recientes que cuentan eso, como American Crime.
Si lo que te va es una película de denuncia social, que desenmascare el racismo de la sociedad (con los negros, los hispanos, los musulmanes,... eso da lo mismo) a la hora de buscar culpables, esta también puede ser tu serie, porque es una serie más que va sobre eso. Claro que también hay series recientes que cuentan eso, como American Crime.
Bueno, pero ahora en serio, no todo va a ser American Crime. De hecho esta serie no es tan aburrida como aquella. Si lo que te va es un drama carcelario, que muestre lo chungo que es estar en prisión, sobre todo si eres un pipiolo novato e inocente, los guardias que miran para otro lado, los chachullos para meter droga en la prisión, los capos que mandan dentro y ofrecen protección. Las cosas que tienes que hacer para sobrevivir allí,... entonces esta también podría ser tu serie, porque gran parte de la serie va sobre eso precisamente.
En cambio si lo que te mola es un thriller policiaco, una serie negra, sobre la investigación policial de un crimen, la búsqueda del culpable y demás... entonces esta podría ser tu serie, porque es una serie más sobre eso. Al menos en parte, porque aquí es una parte bastante secundaria (a ver, esto no es Bron|Broen ni True Detective, no nos engañemos).
En fin, lo que quiero decir es que The Night Of tira un poco de todos los palos, y mezcla varias cosas en una misma historia. ¿Dónde está la originalidad? Pues quizás en mezclarlas, precisamente. ¿dónde está lo atrayente de la propuesta? Pues en el tono de cine negro, pesimista, tristón, .... y sobre todo en el personaje de John Turturro.
<< el resto en el spoiler, aunque relamente no desvela gran cosa de la trama >>
¿Dónde está para mi gusto el principal problema de la serie? Bueno para la mayoría de la gente no habrá ninguno, pues parece que esta serie está “bendecida” por crítica y público, pero para mi si lo tiene y es la duración... Si, la duración. El hecho de que sea una miniserie y sólo tenga 8 episodios no significa que se necesiten 8 horas completas para contar esta historia. De hecho creo que puede caer en la monotonía. Para que os hagáis una idea: es parsimoniosa hasta el extremo de retratar con pelos y señales todo el proceso de traslado entre la comisaría, la prisión de la isla de Rykers, los juzgados... el autobús cruzando por el puente, las entradas, las salidas, las verjas que se abren,... hasta el tedio.
En realidad, si lo piensas un poco, de los ocho episodios que tiene la serie, le sobran los seis del medio. En serio, sin exagerar... probad a ver sólo el primer y el último episodio y veréis como la serie funciona perfectamente. El resto, salvo quizás las escenas de Turturro, realmente aportan poco... haced la prueba.
Más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2017/01/the-nigh-of-falso-culpable.html
Si lo que te mola es una serie que se refocile en la imperfección del sistema judicial y policial, donde se deje claro que importa más dar con un culpable rápidamente o llegar a un acuerdo antes que ir a juicio, esta también puede ser tu serie, porque es una serie más que va sobre eso. Claro que también hay series recientes que cuentan eso, como American Crime.
Si lo que te va es una película de denuncia social, que desenmascare el racismo de la sociedad (con los negros, los hispanos, los musulmanes,... eso da lo mismo) a la hora de buscar culpables, esta también puede ser tu serie, porque es una serie más que va sobre eso. Claro que también hay series recientes que cuentan eso, como American Crime.
Bueno, pero ahora en serio, no todo va a ser American Crime. De hecho esta serie no es tan aburrida como aquella. Si lo que te va es un drama carcelario, que muestre lo chungo que es estar en prisión, sobre todo si eres un pipiolo novato e inocente, los guardias que miran para otro lado, los chachullos para meter droga en la prisión, los capos que mandan dentro y ofrecen protección. Las cosas que tienes que hacer para sobrevivir allí,... entonces esta también podría ser tu serie, porque gran parte de la serie va sobre eso precisamente.
En cambio si lo que te mola es un thriller policiaco, una serie negra, sobre la investigación policial de un crimen, la búsqueda del culpable y demás... entonces esta podría ser tu serie, porque es una serie más sobre eso. Al menos en parte, porque aquí es una parte bastante secundaria (a ver, esto no es Bron|Broen ni True Detective, no nos engañemos).
En fin, lo que quiero decir es que The Night Of tira un poco de todos los palos, y mezcla varias cosas en una misma historia. ¿Dónde está la originalidad? Pues quizás en mezclarlas, precisamente. ¿dónde está lo atrayente de la propuesta? Pues en el tono de cine negro, pesimista, tristón, .... y sobre todo en el personaje de John Turturro.
<< el resto en el spoiler, aunque relamente no desvela gran cosa de la trama >>
¿Dónde está para mi gusto el principal problema de la serie? Bueno para la mayoría de la gente no habrá ninguno, pues parece que esta serie está “bendecida” por crítica y público, pero para mi si lo tiene y es la duración... Si, la duración. El hecho de que sea una miniserie y sólo tenga 8 episodios no significa que se necesiten 8 horas completas para contar esta historia. De hecho creo que puede caer en la monotonía. Para que os hagáis una idea: es parsimoniosa hasta el extremo de retratar con pelos y señales todo el proceso de traslado entre la comisaría, la prisión de la isla de Rykers, los juzgados... el autobús cruzando por el puente, las entradas, las salidas, las verjas que se abren,... hasta el tedio.
En realidad, si lo piensas un poco, de los ocho episodios que tiene la serie, le sobran los seis del medio. En serio, sin exagerar... probad a ver sólo el primer y el último episodio y veréis como la serie funciona perfectamente. El resto, salvo quizás las escenas de Turturro, realmente aportan poco... haced la prueba.
Más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2017/01/the-nigh-of-falso-culpable.html
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Es lo que levanta y mantiene la serie. No es un abogado de oficio, pero si un abogado barato, de esos que se anuncia en el metro, que merodea por las comisarías buscando clientes y que reparte tarjetas con un slogan que dice no pagas hasta que no estés libre. Un abogado de delincuentes de poca monta, culpables para los que trata de obtener el mejor trato posible.
Turturro interpreta a un personaje genial, un perdedor patético, que va siempre arrastrando los pies, con una especie de abrigo largo y con una cartera colgada en bandolera,... y que tiene una repulsivo y desagradable eczema (una soriasis o algo así) que no invita a que la gente se acerque a él, y que le obliga a llevar sandalias para dejar los pies al descubierto. Como de día, es realmente el personaje por el que merece la pena esta serie.
¿Y los demás?. Bueno, creo que se le podría haber sacado mucho más partido al personaje del inspector de policía: experimentado, profesional, que sabe más por viejo que por diablo (de hecho está a punto de jubilarse),... pero lo cierto es que como el tema de la investigación del crimen aquí es una trama bastante secundaria, pues está bastante desaprovechado.
Otro personaje muy desaprovechado es el de Freddy, (Omar en The Wire) el verdadero capo en la cárcel que toma bajo su protección al pipiolo de Nasir. Bueno, sé, es verdad, no es exactamente desinteresado, pero me resultan un poco confusas –y poco creíbles- las motivaciones del personaje.
¿Y el que se supone que es el protagonista?¿Y Nasir Khan?, ¿el falso culpable? Pues que queréis que os diga... a mi particularmente me daban ganas de darle en la boca, encerrarlo y tirar llave. Este personaje es un panoli en todos los sentidos, el tipico chico bueno, estudiante aplicado, musulmán de provecho, respetuoso de sus padres,.... y parece que se pasa la serie haciendo las cosas que no debe para joderse la vida.
Desde el principio, cuando le “roba” el taxi a sus padre para ir a una fiesta donde habrá “pivones de categoría” (según le explica un amigo, nada que ver con sus amigas musulmanas habituales, según parece) hasta que ingresa en al cárcel y –antes de que lo juzgue el jurado- se rapa la cabeza como un skin-head y empieza a tatuarse...
Pasando por todas las etapas intermedias: el tipo se pierde, físicamente hablando, en las calles. No quiere coger a un par de tíos en el taxi, porque en realidad no es taxista, pero cuando se monta una chica guapa, no sólo no es capaz de decirle que no, sino que acaba comprándole cerveza y llevándola “a la playa” como ella pide (bueno, realmente a la orilla del río).
El caso es que después de una noche loca con ella (falta el rock and roll, pero sexo y drogas no faltan) el chico bueno se despierta sin acordarse de nada y descubre a la chica (Andrea) muerta a cuchilladas. Y bueno, vale, el tipo no se acuerda de nada y le da miedo y huye... pero como ya os digo el personaje es tan panoli que vuelve porque se le han olvidado las llaves del coche... Tan pánfilo que es capaz de dejar en la escena del crimen su inhalador para el asma pero que es capaz de recoger el arma homicida (un cuchillo ensangrentado) y mantenerla en su bolsillo todo el tiempo que permanece detenido sin ser sospechoso... hasta que se lo descubre la policía. Vamos que dan ganas de encerrarlo pero por tonto.
Turturro interpreta a un personaje genial, un perdedor patético, que va siempre arrastrando los pies, con una especie de abrigo largo y con una cartera colgada en bandolera,... y que tiene una repulsivo y desagradable eczema (una soriasis o algo así) que no invita a que la gente se acerque a él, y que le obliga a llevar sandalias para dejar los pies al descubierto. Como de día, es realmente el personaje por el que merece la pena esta serie.
¿Y los demás?. Bueno, creo que se le podría haber sacado mucho más partido al personaje del inspector de policía: experimentado, profesional, que sabe más por viejo que por diablo (de hecho está a punto de jubilarse),... pero lo cierto es que como el tema de la investigación del crimen aquí es una trama bastante secundaria, pues está bastante desaprovechado.
Otro personaje muy desaprovechado es el de Freddy, (Omar en The Wire) el verdadero capo en la cárcel que toma bajo su protección al pipiolo de Nasir. Bueno, sé, es verdad, no es exactamente desinteresado, pero me resultan un poco confusas –y poco creíbles- las motivaciones del personaje.
¿Y el que se supone que es el protagonista?¿Y Nasir Khan?, ¿el falso culpable? Pues que queréis que os diga... a mi particularmente me daban ganas de darle en la boca, encerrarlo y tirar llave. Este personaje es un panoli en todos los sentidos, el tipico chico bueno, estudiante aplicado, musulmán de provecho, respetuoso de sus padres,.... y parece que se pasa la serie haciendo las cosas que no debe para joderse la vida.
Desde el principio, cuando le “roba” el taxi a sus padre para ir a una fiesta donde habrá “pivones de categoría” (según le explica un amigo, nada que ver con sus amigas musulmanas habituales, según parece) hasta que ingresa en al cárcel y –antes de que lo juzgue el jurado- se rapa la cabeza como un skin-head y empieza a tatuarse...
Pasando por todas las etapas intermedias: el tipo se pierde, físicamente hablando, en las calles. No quiere coger a un par de tíos en el taxi, porque en realidad no es taxista, pero cuando se monta una chica guapa, no sólo no es capaz de decirle que no, sino que acaba comprándole cerveza y llevándola “a la playa” como ella pide (bueno, realmente a la orilla del río).
El caso es que después de una noche loca con ella (falta el rock and roll, pero sexo y drogas no faltan) el chico bueno se despierta sin acordarse de nada y descubre a la chica (Andrea) muerta a cuchilladas. Y bueno, vale, el tipo no se acuerda de nada y le da miedo y huye... pero como ya os digo el personaje es tan panoli que vuelve porque se le han olvidado las llaves del coche... Tan pánfilo que es capaz de dejar en la escena del crimen su inhalador para el asma pero que es capaz de recoger el arma homicida (un cuchillo ensangrentado) y mantenerla en su bolsillo todo el tiempo que permanece detenido sin ser sospechoso... hasta que se lo descubre la policía. Vamos que dan ganas de encerrarlo pero por tonto.
7
20 de junio de 2015
20 de junio de 2015
26 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece a que a la todopoderosa HBO le están saliendo algunos competidores en esto de producir series de TV. Uno de los más destacados de esos competidores es Netflix, que está jugando a todos lo palos: series dramáticas serias, series más ligeras, series de género,... de todo un poco.
Sense8 no creo que pase a la historia por ser una de esas series sesudas, reposadas y que goza del favor de crítica y público, y tampoco creo que pase a la historia como una serie modesta y de culto. Pero la verdad es que no se le puede negar que es sumamente entretenida, que no es poco. Y además supone la incursión en la televisión de los hermanos Wachowski, que son sus creadores y que dirigen más de la mitad de los episodios.
No sabría muy bien dentro de que género encuadrar esta serie, porque aunque en teoría es ciencia ficción, la verdad es que tarda bastantes episodios (como 7 u 8) en demostrarlo: antes bien podría ser del género fantástico, y desde luego de acción, bastante acción.
El título es un juego de palabras en si mismo: pronunciado en inglés sonaría como sensate, que viene a significar “consciente”, pero el 8 es intencionado, porque ese es su número de protagonistas.
Sense8 cuenta las historias entrelazadas de 8 personajes distribuidos por otras tantas ciudades de 4 continentes. Ocho personajes que aparentemente sólo tienen una cosa en común: son sensibles los unos a los otros. Están conectados de alguna manera, de forma que, aun sin conocerse ni haber oído nunca hablar los unos de los otros, de vez en cuando, uno de ellos puede sentir lo que siente el otro, ver lo que ve el otro. Por ejemplo, en una escena uno de los personajes, que escucha música con unos auriculares puestos empieza a oír los golpecitos que da otro de ellos a medio mundo de distancia. O bien oye los truenos y la lluvia de una tormenta cuando en su ciudad brilla el sol y en el cielo no hay ninguna nube.
Claro que esto es sólo al principio, poco a poco empezarán a establecer contacto –virtual- entre ellos, a “visitarse”, podrán verse y hablarse, y ver y hablar lo que ve el otro como si estuvieran junto a él aunque físicamente estén separados por miles de kilómetros.
Y así poco a poco comenzamos a conocer las vidas de todos ellos y su pasado a medida que sus propias vidas se van entrelazando y van siendo conscientes los unos de los otros y de que forman una especie de grupo (un cluster como lo llaman en la serie). Porque, con un poco de práctica, van descubriendo que pueden sentir lo que los demás sienten, saber lo que los demás saben y adquirir las habilidades que los demás tienen. De hecho lo que empieza siendo simplemente “visitas” a los otros y conversaciones con ellos, acaba convirtiéndose en que unos pueden “asumir el control” del otro, meterse dentro de él y hasta actuar como actuarían ellos, cosa a la que la serie saca bastante partido, sobre todo en las escenas de acción.
Curiosamente entre los personajes secundarios tenemos a Jonas Maliki (al que interpreta Naveen Andrews, el iraquí de Lost) otro “sensate” que contacta con ellos para advertirles del peligro que corren y de que los están buscando para eliminarlos, y que será quien les vaya revelando información sobre su origen y su condición. Y también aparece brevemente Daryl Hannah, en el escueto papel de la misteriosa Angel (Angélica). De hecho la serie empieza justamente con su suicidio, cuando se ve desesperada y atrapada, y tras hacerle prometer a Jonas que “cuidará de ellos”.
La verdad es que aunque pueda parecer una serie típica no trata temas típicos, sino que se mete en harina con cosas como la multiculturalidad, la política, la sexualidad (y la homosexualidad, o la transexualidad), la religión, etc. Probablemente te gustará si te gustan series como Utopía, o mejor aún Orphan Black, a la que creo que se parece más.
Y sobre todo hay que reconocerle que los doce episodios de la primera temporada son francamente muy entretenidos, con un ritmo y una realización ágiles (sobre todo las escenas en las que interactúan unos con otros) con escenas de acción bien dosificadas, cierto sentido del humor (sobre todo la historia del actor Mexicano) y en la que casi ningún episodio aburre (salvo quizás uno, creo recordar que el noveno).
A ver que tal la continúan en la segunda temporada...
Más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com.es/2015/06/sense8-la-serie-de-los-wachowski.html#
<< no se cuenta gran cosa en el spoiler, pero por sia acso>>>
Sense8 no creo que pase a la historia por ser una de esas series sesudas, reposadas y que goza del favor de crítica y público, y tampoco creo que pase a la historia como una serie modesta y de culto. Pero la verdad es que no se le puede negar que es sumamente entretenida, que no es poco. Y además supone la incursión en la televisión de los hermanos Wachowski, que son sus creadores y que dirigen más de la mitad de los episodios.
No sabría muy bien dentro de que género encuadrar esta serie, porque aunque en teoría es ciencia ficción, la verdad es que tarda bastantes episodios (como 7 u 8) en demostrarlo: antes bien podría ser del género fantástico, y desde luego de acción, bastante acción.
El título es un juego de palabras en si mismo: pronunciado en inglés sonaría como sensate, que viene a significar “consciente”, pero el 8 es intencionado, porque ese es su número de protagonistas.
Sense8 cuenta las historias entrelazadas de 8 personajes distribuidos por otras tantas ciudades de 4 continentes. Ocho personajes que aparentemente sólo tienen una cosa en común: son sensibles los unos a los otros. Están conectados de alguna manera, de forma que, aun sin conocerse ni haber oído nunca hablar los unos de los otros, de vez en cuando, uno de ellos puede sentir lo que siente el otro, ver lo que ve el otro. Por ejemplo, en una escena uno de los personajes, que escucha música con unos auriculares puestos empieza a oír los golpecitos que da otro de ellos a medio mundo de distancia. O bien oye los truenos y la lluvia de una tormenta cuando en su ciudad brilla el sol y en el cielo no hay ninguna nube.
Claro que esto es sólo al principio, poco a poco empezarán a establecer contacto –virtual- entre ellos, a “visitarse”, podrán verse y hablarse, y ver y hablar lo que ve el otro como si estuvieran junto a él aunque físicamente estén separados por miles de kilómetros.
Y así poco a poco comenzamos a conocer las vidas de todos ellos y su pasado a medida que sus propias vidas se van entrelazando y van siendo conscientes los unos de los otros y de que forman una especie de grupo (un cluster como lo llaman en la serie). Porque, con un poco de práctica, van descubriendo que pueden sentir lo que los demás sienten, saber lo que los demás saben y adquirir las habilidades que los demás tienen. De hecho lo que empieza siendo simplemente “visitas” a los otros y conversaciones con ellos, acaba convirtiéndose en que unos pueden “asumir el control” del otro, meterse dentro de él y hasta actuar como actuarían ellos, cosa a la que la serie saca bastante partido, sobre todo en las escenas de acción.
Curiosamente entre los personajes secundarios tenemos a Jonas Maliki (al que interpreta Naveen Andrews, el iraquí de Lost) otro “sensate” que contacta con ellos para advertirles del peligro que corren y de que los están buscando para eliminarlos, y que será quien les vaya revelando información sobre su origen y su condición. Y también aparece brevemente Daryl Hannah, en el escueto papel de la misteriosa Angel (Angélica). De hecho la serie empieza justamente con su suicidio, cuando se ve desesperada y atrapada, y tras hacerle prometer a Jonas que “cuidará de ellos”.
La verdad es que aunque pueda parecer una serie típica no trata temas típicos, sino que se mete en harina con cosas como la multiculturalidad, la política, la sexualidad (y la homosexualidad, o la transexualidad), la religión, etc. Probablemente te gustará si te gustan series como Utopía, o mejor aún Orphan Black, a la que creo que se parece más.
Y sobre todo hay que reconocerle que los doce episodios de la primera temporada son francamente muy entretenidos, con un ritmo y una realización ágiles (sobre todo las escenas en las que interactúan unos con otros) con escenas de acción bien dosificadas, cierto sentido del humor (sobre todo la historia del actor Mexicano) y en la que casi ningún episodio aburre (salvo quizás uno, creo recordar que el noveno).
A ver que tal la continúan en la segunda temporada...
Más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com.es/2015/06/sense8-la-serie-de-los-wachowski.html#
<< no se cuenta gran cosa en el spoiler, pero por sia acso>>>
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Sun Bak es una chica coreana de aspecto apocado y frágil, hija de un importante empresario en cuya compañía –en Seul- trabaja como directiva, junto con su hermano. Una mujer en un mundo corporativo de hombres a la que no parecen hacer mucho caso, sino más bien menospreciar bastante. Pero Sun no es tan frágil como aparente, en sus ratos libres le da por entrenar y practicar el kickboxing.
Nomi Marks es una mujer que vive en San Francisco, junto con su novia Amanita. Ciberactivista, bloguera y orgullosa de su condición sexual, para mayor disgusto de su familia. Nomi nació siendo Mike. Así que para horror de su madre es una transexual que ahora ejerce de lesbiana, que tiene como novia una chica negra, y que en el pasado tuvo algún problemilla con la ley por hachear ordenadores del gobierno.
Riley Blue es una DJ que vive en Londres, donde goza de cierto éxito en sus sesiones. Riley es islandesa, hija de un reputado pianista clásico, pero abandonó Islandia por algún trágico suceso que descubriremos a lo largo de la serie, para acabar viviendo en Londres, aunque parece que no rodeada precisamente de las mejores compañías.
Will Gorski es agente de policía en Chicago. Hijo también de policía -con el que últimamente no se lleva demasiado bien- y acostumbrado a lidiar con los chicos del ghetto, también parece que en su pasado hay algún que otro “fantasma”, sobre todo con un caso que su padre no fue capaz de resolver cuando él era niño: el de Sara Patrell, una niña desaparecida.
Wolfgang Bogdanow en cambio es un ladrón de cajas fuertes. Originario del Berlín oriental, tiene raíces rusas, y también relaciones con la mafia local. Sueña con dar un golpe acompañado de su amigo y socio Félix, en el que logre abrir limpiamente el modelo de caja fuerte que su padre –también ladrón y ya fallecido- nunca logró reventar. Pero sus otros socios puede que no estén demasiado de acuerdo.
Kala Dandekar es una chica de Bombai. Universitaria y religiosa, trabaja para una poderosa compañía farmacéutica india, cosa de la que se enorgullece pues siempre ha buscado más una carrera profesional que un marido, a pesar de las presiones de sus padres para que se case con un buen partido. Cosa que parece que va a ocurrir ahora, pues Rajan, el hijo del presidente de la farmacéutica está locamente enamorado de ella y ahora están prometidos.
Lito Rodríguez (curiosamente interpretado por Miguel Ángel Silvestre, el famoso “Duque” de la serie Sin tetas no hay paraíso) es un actor de telenovelas y de películas de acción en México. Es toda una superestrella, un latin lover al que los hombres envidian y las mujeres desean. Por mucho que la prensa rosa quiera adjudicarle romances y relaciones él siempre aparece acompañado de alguna mujer distinta cada vez es sus cenas y compromisos de sociedad. Claro que lo que no saben es que comparte un ático de superlujo con su amigo Hernando.
Capheus, al que todos llaman Van Damme, su ídolo, vive en un suburbio de chabolas a las afueras de Nairobi. Trabaja como conductor de un matatu: uno de los muchos microbuses que –por un módico precio- transporta a la gente de los suburbios a la ciudad. La competencia entre los distintos matatu es feroz, y cada uno decora el suyo con colores chillones y diseños vistosos. Obviamente el de Capheus está decorado con imágenes de Jean-Claude van Damme. Cuando era niño, Capheus y su madre –que lo sacrificó todo por él- tuvieron que huir de su aldea, y ahora el debe cuidar de su madre, enferma de SIDA- y ahorrar dinero para comprar de contrabando las caras medicinas que necesita.
Nomi Marks es una mujer que vive en San Francisco, junto con su novia Amanita. Ciberactivista, bloguera y orgullosa de su condición sexual, para mayor disgusto de su familia. Nomi nació siendo Mike. Así que para horror de su madre es una transexual que ahora ejerce de lesbiana, que tiene como novia una chica negra, y que en el pasado tuvo algún problemilla con la ley por hachear ordenadores del gobierno.
Riley Blue es una DJ que vive en Londres, donde goza de cierto éxito en sus sesiones. Riley es islandesa, hija de un reputado pianista clásico, pero abandonó Islandia por algún trágico suceso que descubriremos a lo largo de la serie, para acabar viviendo en Londres, aunque parece que no rodeada precisamente de las mejores compañías.
Will Gorski es agente de policía en Chicago. Hijo también de policía -con el que últimamente no se lleva demasiado bien- y acostumbrado a lidiar con los chicos del ghetto, también parece que en su pasado hay algún que otro “fantasma”, sobre todo con un caso que su padre no fue capaz de resolver cuando él era niño: el de Sara Patrell, una niña desaparecida.
Wolfgang Bogdanow en cambio es un ladrón de cajas fuertes. Originario del Berlín oriental, tiene raíces rusas, y también relaciones con la mafia local. Sueña con dar un golpe acompañado de su amigo y socio Félix, en el que logre abrir limpiamente el modelo de caja fuerte que su padre –también ladrón y ya fallecido- nunca logró reventar. Pero sus otros socios puede que no estén demasiado de acuerdo.
Kala Dandekar es una chica de Bombai. Universitaria y religiosa, trabaja para una poderosa compañía farmacéutica india, cosa de la que se enorgullece pues siempre ha buscado más una carrera profesional que un marido, a pesar de las presiones de sus padres para que se case con un buen partido. Cosa que parece que va a ocurrir ahora, pues Rajan, el hijo del presidente de la farmacéutica está locamente enamorado de ella y ahora están prometidos.
Lito Rodríguez (curiosamente interpretado por Miguel Ángel Silvestre, el famoso “Duque” de la serie Sin tetas no hay paraíso) es un actor de telenovelas y de películas de acción en México. Es toda una superestrella, un latin lover al que los hombres envidian y las mujeres desean. Por mucho que la prensa rosa quiera adjudicarle romances y relaciones él siempre aparece acompañado de alguna mujer distinta cada vez es sus cenas y compromisos de sociedad. Claro que lo que no saben es que comparte un ático de superlujo con su amigo Hernando.
Capheus, al que todos llaman Van Damme, su ídolo, vive en un suburbio de chabolas a las afueras de Nairobi. Trabaja como conductor de un matatu: uno de los muchos microbuses que –por un módico precio- transporta a la gente de los suburbios a la ciudad. La competencia entre los distintos matatu es feroz, y cada uno decora el suyo con colores chillones y diseños vistosos. Obviamente el de Capheus está decorado con imágenes de Jean-Claude van Damme. Cuando era niño, Capheus y su madre –que lo sacrificó todo por él- tuvieron que huir de su aldea, y ahora el debe cuidar de su madre, enferma de SIDA- y ahorrar dinero para comprar de contrabando las caras medicinas que necesita.
22 de junio de 2017
22 de junio de 2017
22 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mediados de los años 80, la canadiense Margaret Atwood estaba preocupada por la nueva ola de conservadurismo que parecía avanzar por el mundo: eran los años de Reagan y de Thatcher y de otros gobiernos conservadores.
Así que decidió escribir una especie de fábula, una distopía. En el mundo imaginado por Atwood, años continuados de contaminación ambiental, las enfermedades y los malos hábitos de vida y alimentación (industrializada pero poco sana), han provocado serios problemas de fertilidad: pocas parejas pueden tener hijos, y menos aún son los que nacen vivos.
Se ha establecido un régimen militar en el que los jerarcas (los llamados Comandantes de la Fe) detentan un poder absoluto y teocrático sostenido por los llamados Ángeles (los soldados), y por los Ojos de Dios (o simplemente los Ojos, una especie de policía del pensamiento o policía secreta que espía y vigila a los posibles disidentes). En este mundo con problemas de natalidad son crímenes muy graves la homosexualidad, el aborto y el sexo que no tenga como fin la reproducción: garantizar que haya más niños.
Y sin ser mala, y tener cierto éxito y obtener cierto reconocimiento, lo cierto es que la novela tampoco logró pasar a los anales de la ciencia ficción como uno de los libros más recordados. Hasta cierto punto es lógico, en esto de las distopías Un mundo feliz y 1984 dejaron el listón muy alto, y The Handmaid’s Tale es un libro mucho más adulto que las historias distópicas de adolescentes que vendrían después (series como las de Los juegos del hambre, Divergente, El corredor del laberinto,...) y que si tendrían mucho éxito de público.
Algunos años después, en 1990, se hizo esta adaptación al cine, una película alemana que en España se tituló El cuento de la doncella, que no es que estuviera mal, pero que no tuvo ningún éxito y es bastante poco conocida.
En el mundo imaginado por Margaret Atwood, las mujeres tienen asignados unos papeles muy concretos y son divididas en clases (casi como castas) y obligadas a seguir un estricto código de conducta y de vestimenta.
Están las esposas, la cúspide de la pirámide aunque para ellas también rigen prohibiciones como las de leer o escribir libros, que visten siempre de azul. Por supuesto están las viudas, las esposas cuyos maridos han fallecido (vestidas de riguroso negro, sobran las explicaciones) y las hijas, tanto naturales como “adoptadas” (ya os explicaré lo de las comillas), obligadas a vestir de rosa (los hijos no, esos siguen otro camino).
También están las Martas, mujeres que no pueden tener hijos, bien por su edad, bien por ser estériles (recordad que la esterilidad es un serio problema en este mundo), que están destinadas a ser sirvientas dedicadas a las tareas del hogar: cocinar, limpiar...
Y también están las criadas que también son sirvientas asignadas a las familias de los comandantes, vestidas de rojo, pero estas si son mujeres probadamente fértiles, que pueden tener hijos.
Por último están las tías, mujeres no fértiles, no casadas y normalmente de cierta edad que visten de color marrón, las únicas a las que se permite leer, y cuya función es adiestrar a las criadas.
Por supuesto no toda la población vive así: esto está reservado para los jerarcas del régimen, los Comandantes y sus familias. El resto (los hombres de clase social más baja, tienen esposas que deben cumplir todos los papeles (esposa, Marta, criada) a la vez, a las que se denomina “Econowives” en el original.
Y estas son las mujeres “legítimas”, las clases socialmente aceptadas. Además están las no-mujeres (las solteras por decisión propia, las lesbianas, las monjas, algunas viudas, las criadas que no han logrado concebir hijos, y en general las mujeres “disidentes”) que son ejecutadas o exiliadas para trabajar en las llamadas colonias (áreas rurales, agrícolas, con fuerte polución).
Y por último las Jezabels, las prostitutas, bien las que ya eran profesionales antes, bien las que se han visto forzadas a ello para eludir ser declaradas no-mujeres.
Pero el meollo de la historia (y la razón del título: El cuento de la criada) viene del papel de las criadas (o las doncellas, según la versión). Su “trabajo” es tener hijos, y se considera casi sagrado, una bendición. El problema es que no es voluntario, claro, es obligado: la historia cuenta las vivencias de una de ellas, que es capturada cuando intentaba escapar con su familia a Canadá.
Aunque rodeada de una parafernalia y una liturgia místico-religiosa, su papel no es otro que el de ser úteros andantes: son reproductoras, están ahí para tener hijos. Cada mes, en sus días fértiles, tiene lugar “la ceremonia” en la que se tienden de espalda sobre el regazo de la esposa que la sujeta, mientras el comandante intenta hacer lo suyo. Todo muy aséptico y muy ceremonial: Nadie se desnuda, ni la criada ni la esposa ni el comandante, por supuesto el comandante no toca ni acaricia a la criada (aparte de penetrarla, claro). De hecho la criada (aquí es la doncella) debe vestir un velo rojo que le oculta la cara.
Más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com.es/2017/06/el-cuento-de-la-criada-nolite-te.html
Así que decidió escribir una especie de fábula, una distopía. En el mundo imaginado por Atwood, años continuados de contaminación ambiental, las enfermedades y los malos hábitos de vida y alimentación (industrializada pero poco sana), han provocado serios problemas de fertilidad: pocas parejas pueden tener hijos, y menos aún son los que nacen vivos.
Se ha establecido un régimen militar en el que los jerarcas (los llamados Comandantes de la Fe) detentan un poder absoluto y teocrático sostenido por los llamados Ángeles (los soldados), y por los Ojos de Dios (o simplemente los Ojos, una especie de policía del pensamiento o policía secreta que espía y vigila a los posibles disidentes). En este mundo con problemas de natalidad son crímenes muy graves la homosexualidad, el aborto y el sexo que no tenga como fin la reproducción: garantizar que haya más niños.
Y sin ser mala, y tener cierto éxito y obtener cierto reconocimiento, lo cierto es que la novela tampoco logró pasar a los anales de la ciencia ficción como uno de los libros más recordados. Hasta cierto punto es lógico, en esto de las distopías Un mundo feliz y 1984 dejaron el listón muy alto, y The Handmaid’s Tale es un libro mucho más adulto que las historias distópicas de adolescentes que vendrían después (series como las de Los juegos del hambre, Divergente, El corredor del laberinto,...) y que si tendrían mucho éxito de público.
Algunos años después, en 1990, se hizo esta adaptación al cine, una película alemana que en España se tituló El cuento de la doncella, que no es que estuviera mal, pero que no tuvo ningún éxito y es bastante poco conocida.
En el mundo imaginado por Margaret Atwood, las mujeres tienen asignados unos papeles muy concretos y son divididas en clases (casi como castas) y obligadas a seguir un estricto código de conducta y de vestimenta.
Están las esposas, la cúspide de la pirámide aunque para ellas también rigen prohibiciones como las de leer o escribir libros, que visten siempre de azul. Por supuesto están las viudas, las esposas cuyos maridos han fallecido (vestidas de riguroso negro, sobran las explicaciones) y las hijas, tanto naturales como “adoptadas” (ya os explicaré lo de las comillas), obligadas a vestir de rosa (los hijos no, esos siguen otro camino).
También están las Martas, mujeres que no pueden tener hijos, bien por su edad, bien por ser estériles (recordad que la esterilidad es un serio problema en este mundo), que están destinadas a ser sirvientas dedicadas a las tareas del hogar: cocinar, limpiar...
Y también están las criadas que también son sirvientas asignadas a las familias de los comandantes, vestidas de rojo, pero estas si son mujeres probadamente fértiles, que pueden tener hijos.
Por último están las tías, mujeres no fértiles, no casadas y normalmente de cierta edad que visten de color marrón, las únicas a las que se permite leer, y cuya función es adiestrar a las criadas.
Por supuesto no toda la población vive así: esto está reservado para los jerarcas del régimen, los Comandantes y sus familias. El resto (los hombres de clase social más baja, tienen esposas que deben cumplir todos los papeles (esposa, Marta, criada) a la vez, a las que se denomina “Econowives” en el original.
Y estas son las mujeres “legítimas”, las clases socialmente aceptadas. Además están las no-mujeres (las solteras por decisión propia, las lesbianas, las monjas, algunas viudas, las criadas que no han logrado concebir hijos, y en general las mujeres “disidentes”) que son ejecutadas o exiliadas para trabajar en las llamadas colonias (áreas rurales, agrícolas, con fuerte polución).
Y por último las Jezabels, las prostitutas, bien las que ya eran profesionales antes, bien las que se han visto forzadas a ello para eludir ser declaradas no-mujeres.
Pero el meollo de la historia (y la razón del título: El cuento de la criada) viene del papel de las criadas (o las doncellas, según la versión). Su “trabajo” es tener hijos, y se considera casi sagrado, una bendición. El problema es que no es voluntario, claro, es obligado: la historia cuenta las vivencias de una de ellas, que es capturada cuando intentaba escapar con su familia a Canadá.
Aunque rodeada de una parafernalia y una liturgia místico-religiosa, su papel no es otro que el de ser úteros andantes: son reproductoras, están ahí para tener hijos. Cada mes, en sus días fértiles, tiene lugar “la ceremonia” en la que se tienden de espalda sobre el regazo de la esposa que la sujeta, mientras el comandante intenta hacer lo suyo. Todo muy aséptico y muy ceremonial: Nadie se desnuda, ni la criada ni la esposa ni el comandante, por supuesto el comandante no toca ni acaricia a la criada (aparte de penetrarla, claro). De hecho la criada (aquí es la doncella) debe vestir un velo rojo que le oculta la cara.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Como curiosidad: la principal diferencia entre serie, película y libro es el final, no porque sean distintos, sino porque unos cuentan más y otros menos. La serie acaba cuando Defred es llevada por los Ojos. La película acaba un poco después, cuando Defred ha logrado (con ayuda, claro) escapar de ese mundo, y además deja entrever como los movimientos de resistencia formados por insurgentes están iniciando la batalla por derrocar al gobierno de Gilead. Y en cuando al libro, abarca lo que cuenta la película, pero además tiene un capítulo final, una especie de epílogo en el que (más de un siglo después) en un congreso de historiadores, un par de profesores presentan unas antiguas cintas grabadas por la criada como ilustración de lo que fue el “breve periodo de Gilead”, antes de que el régimen cayera. Por tanto, en el libro, todo está narrado como si fuera como un gigantesco flashback en el que la criada (mediante las cintas) cuenta su historia.
6
28 de junio de 2011
28 de junio de 2011
24 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues eso: no es la primera secuela de la historia del cine pero es mejor que la primera parte, "El testamento" no se ve lastrada por la desorbitada duración del primer Mabuse (casi 4 horas y media frenta a unas 2 horas de esta) y la década transcurrida entre las dos también ayuda a mejorar: añade el sonido con todas las posibilidades intersantes que permite, el montaje es mejor (está muy bien el que a medida que se acerca el climax final haya acciones paralelas y un montaje más rápido), y vuelve a introducir al personaje del doctor Lohman de M.
La película tiene cosas aciertos muy apreciable, como el hecho de potenciar más los aspectos de thriller y abandonando los elementos esotéricos de la primera aprte, o como la escena inicial (muda, aunque paradojicamente con un sonido ensordecedor de la imprenta) o la persecución de coches noctura. De hecho son aciertos apreciables porque era de las primeras veces que se hacían en la historia del cine, y luego se imitarían hasta la saciedad.
Sin embargo no es suficiente: no pasa de ser una película regular, interesante pero alejada de otras obras del autor, tanto anteriores (mudas) como posteriores ¿Si le dieramos a esta película una nota de 7 u 8, que habría que darle a M, Furia, Los Sobornados, La mujer del cuadro, perversidad...?
No, lo siento, aún reconociendole sus méritos, por tempranos en la historia del cine, me niego a "ajustar" el nivel y la puntuación al año de produccción de una película: si el primer Mabuse era la prehistoria, esto es historia antigua, y ambas como tales deben ser tratadas: piezas de museo dignas de estudio y referencia por lo que supusieron, pero no obras maestras a la altura de otras posteriores.
En cuanto a la anticipación del nacismo... bueno muy cogida por los pelos la veo. Creo que si Gobbles hubiese pensado eso no es que hubiera prohibido el estreno en Alemania como ocurrió, sino que Lang en vez de abandonar el país habría acabado en un campo de concetración. Además aunque Lang era anti-nazi, su mujer y co-guionista, Thea von Harbou era simpatizante y miembro del partido: no creo que con la trama pretendiera criticar al partido nazi
La película tiene cosas aciertos muy apreciable, como el hecho de potenciar más los aspectos de thriller y abandonando los elementos esotéricos de la primera aprte, o como la escena inicial (muda, aunque paradojicamente con un sonido ensordecedor de la imprenta) o la persecución de coches noctura. De hecho son aciertos apreciables porque era de las primeras veces que se hacían en la historia del cine, y luego se imitarían hasta la saciedad.
Sin embargo no es suficiente: no pasa de ser una película regular, interesante pero alejada de otras obras del autor, tanto anteriores (mudas) como posteriores ¿Si le dieramos a esta película una nota de 7 u 8, que habría que darle a M, Furia, Los Sobornados, La mujer del cuadro, perversidad...?
No, lo siento, aún reconociendole sus méritos, por tempranos en la historia del cine, me niego a "ajustar" el nivel y la puntuación al año de produccción de una película: si el primer Mabuse era la prehistoria, esto es historia antigua, y ambas como tales deben ser tratadas: piezas de museo dignas de estudio y referencia por lo que supusieron, pero no obras maestras a la altura de otras posteriores.
En cuanto a la anticipación del nacismo... bueno muy cogida por los pelos la veo. Creo que si Gobbles hubiese pensado eso no es que hubiera prohibido el estreno en Alemania como ocurrió, sino que Lang en vez de abandonar el país habría acabado en un campo de concetración. Además aunque Lang era anti-nazi, su mujer y co-guionista, Thea von Harbou era simpatizante y miembro del partido: no creo que con la trama pretendiera criticar al partido nazi
2
2 de mayo de 2013
2 de mayo de 2013
23 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hasta que llegó Anne Rice, el mito vampírico habría sido tratado en el cine, la literatura, los comics, etc casi exclusivamente desde el género de Terror. El vampiro era siempre el malo, el monstruo. Como todos los malos de ficción tenía su encanto, sus motivaciones, sus debilidades y muchas veces era un personaje más carismático e interesante que el héroe, que los buenos, pero una cosa quedaba clara: Drácula y todos los demás discípulos, seguidores o imitadores suyos eran malignos y malvados, en el sentido clásico.
Pero llegó esta buena mujer con su Lestat y compañía, allá por finales de los 70 y sobre todo en los 80 y la cosa cambió. Ahora los vampiros también podían ser seres glamurosos, atractivos, encantadores,... incluso sensuales.
Y no es que lo que ella hizo estuviera del todo mal, por lo menos en sus inicios. El problema es la ola de imitadores (o más imitadoras) que le siguió. Y esta precisamente es una de ellas.
Crónicas Vampíricas es una serie para adolescentes. Más bien para chicas adolescentes. Tiene esa ñoñez y ese romanticismo para jovencitas, para quinceañeras púberes y virginales que están dejando de jugar con barbies y empiezan a interesarse por otras cositas... o para algunas ya no tan jovencitas ni virginales, pero que se ve que les sigue molando ese rollito. Por supuesto, estoy seguro que la serie también tiene entre su público a representantes del género masculino, y a gente de mayor edad, de todo hay en el mundo, pero su "target" es el que dicho antes.
¿De que va esta cosa? Bueno, vamos a resumir la trama y seguro que os suena de algo:
Elena es una virginal jovencita de 17 (en sus últimos años instituto) en una pequeña población sureña llamada Mystic Falls, con sus clases, su equipo de animadoras, su amigas (entre ellas la chica negra: Bonnie) y demás. A la ciudad, y al instituto llega un nuevo pipiolo, así con aire misterioso y de criatura atormentada interiormente, llamado Stefan Salvatore. Y claro se hacen tilín mutuamente.
Stefan, el chico bueno, misterioso y atormentado (se pasa la mitad de la serie poniendo esas miradas profundas y trascendentales con el ceño fruncidito) se ha instalado en la ciudad junto con su hermano Damon, algo mayor que él. Y este es todo lo contrario que él, salvo que ambos están buenorros y macizos: éste es el chico malo, pícaro, gamberrete, atrevido, al que no le importa demasiado lo que los demás piensen o hablen de él. O mejor dicho, que prefiere que hablen de él, aunque sea mal.
Desde el principio se ve que los dos hermanitos tienen sus enfrentamientos y diferencias, desde el principio se ve que al chico malo de Damon no le va a importar demasiado que su hermano esté interesado por la virginal Elena, desde el principio se ve que a la virginal Elena le cae antipático el hermano de su novio,... pero también desde el principio se ve venir que los amores más queridos son los más sentidos, que entre el odio y el amor hay una línea muy fina, y que en definitiva, aunque tarde una o varias temporadas, el triángulo va a estar servido.
Hasta aquí todo normal, una serie de adolescentes más o menos típicas. Muchas fiestas juveniles y bailes (cada dos o tres episodio hay alguna), muchas conversaciones de instituto, su equipo de animadoras con sus entrenamientos, su equipo de fútbol americano, y demás.
Pero resulta que los hermanos Salvatore son vampiros que se ocultan dentro de la vida social normal de la pequeña localidad. Stefan, el bueno, siguiendo una "dieta de desintoxicación" a base sangre de animales, y Damon, el malo, todavía "enganchado a la sangre humana" que sigue cazando de vez en cuando algún adolescente de los alrededores.
¿A que os recuerda esto? Pues sí, lo habéis acertado: a la Saga Crepúsculo y a la serie True Blood. Y si además os digo que la amiguita negra de la protagonista tiene poderes como los de una brujita, o que más adelante en la serie aparecerán hombres lobos también.... Originalidad al poder.
Crónicas Vampíricas (muy mal traducido el título, pues el orginal sería Diarios de Vampiros, ya que tanto Elena como Stefan llevan un diario y sobre todo los primeros episodios suele acabar con ellos escribiendo sus cuitas y pensamientos más profundos) no es tan descarada, violenta, ni sexual como True Blood (Sangre Fresca): no, esta no es para es para un público adulto, y tiene que ser tolerada para menores. Lo cual le quita casi toda la gracia que tiene True Blood, la verdad...
Pero tampoco es tan nauseabundamente ñoña ni pavisosa como Crepúsculo (siempre hablo de adaptaciones a cine y TV, de los originales literarios de las tres sagas no digo nada porque no conozco ninguno de ellos). Digamos que está en un término medio, quizás más cerca de Crepúsculo que de True Blood.
<sigo en el spoiler sin revelar nada>
Pero llegó esta buena mujer con su Lestat y compañía, allá por finales de los 70 y sobre todo en los 80 y la cosa cambió. Ahora los vampiros también podían ser seres glamurosos, atractivos, encantadores,... incluso sensuales.
Y no es que lo que ella hizo estuviera del todo mal, por lo menos en sus inicios. El problema es la ola de imitadores (o más imitadoras) que le siguió. Y esta precisamente es una de ellas.
Crónicas Vampíricas es una serie para adolescentes. Más bien para chicas adolescentes. Tiene esa ñoñez y ese romanticismo para jovencitas, para quinceañeras púberes y virginales que están dejando de jugar con barbies y empiezan a interesarse por otras cositas... o para algunas ya no tan jovencitas ni virginales, pero que se ve que les sigue molando ese rollito. Por supuesto, estoy seguro que la serie también tiene entre su público a representantes del género masculino, y a gente de mayor edad, de todo hay en el mundo, pero su "target" es el que dicho antes.
¿De que va esta cosa? Bueno, vamos a resumir la trama y seguro que os suena de algo:
Elena es una virginal jovencita de 17 (en sus últimos años instituto) en una pequeña población sureña llamada Mystic Falls, con sus clases, su equipo de animadoras, su amigas (entre ellas la chica negra: Bonnie) y demás. A la ciudad, y al instituto llega un nuevo pipiolo, así con aire misterioso y de criatura atormentada interiormente, llamado Stefan Salvatore. Y claro se hacen tilín mutuamente.
Stefan, el chico bueno, misterioso y atormentado (se pasa la mitad de la serie poniendo esas miradas profundas y trascendentales con el ceño fruncidito) se ha instalado en la ciudad junto con su hermano Damon, algo mayor que él. Y este es todo lo contrario que él, salvo que ambos están buenorros y macizos: éste es el chico malo, pícaro, gamberrete, atrevido, al que no le importa demasiado lo que los demás piensen o hablen de él. O mejor dicho, que prefiere que hablen de él, aunque sea mal.
Desde el principio se ve que los dos hermanitos tienen sus enfrentamientos y diferencias, desde el principio se ve que al chico malo de Damon no le va a importar demasiado que su hermano esté interesado por la virginal Elena, desde el principio se ve que a la virginal Elena le cae antipático el hermano de su novio,... pero también desde el principio se ve venir que los amores más queridos son los más sentidos, que entre el odio y el amor hay una línea muy fina, y que en definitiva, aunque tarde una o varias temporadas, el triángulo va a estar servido.
Hasta aquí todo normal, una serie de adolescentes más o menos típicas. Muchas fiestas juveniles y bailes (cada dos o tres episodio hay alguna), muchas conversaciones de instituto, su equipo de animadoras con sus entrenamientos, su equipo de fútbol americano, y demás.
Pero resulta que los hermanos Salvatore son vampiros que se ocultan dentro de la vida social normal de la pequeña localidad. Stefan, el bueno, siguiendo una "dieta de desintoxicación" a base sangre de animales, y Damon, el malo, todavía "enganchado a la sangre humana" que sigue cazando de vez en cuando algún adolescente de los alrededores.
¿A que os recuerda esto? Pues sí, lo habéis acertado: a la Saga Crepúsculo y a la serie True Blood. Y si además os digo que la amiguita negra de la protagonista tiene poderes como los de una brujita, o que más adelante en la serie aparecerán hombres lobos también.... Originalidad al poder.
Crónicas Vampíricas (muy mal traducido el título, pues el orginal sería Diarios de Vampiros, ya que tanto Elena como Stefan llevan un diario y sobre todo los primeros episodios suele acabar con ellos escribiendo sus cuitas y pensamientos más profundos) no es tan descarada, violenta, ni sexual como True Blood (Sangre Fresca): no, esta no es para es para un público adulto, y tiene que ser tolerada para menores. Lo cual le quita casi toda la gracia que tiene True Blood, la verdad...
Pero tampoco es tan nauseabundamente ñoña ni pavisosa como Crepúsculo (siempre hablo de adaptaciones a cine y TV, de los originales literarios de las tres sagas no digo nada porque no conozco ninguno de ellos). Digamos que está en un término medio, quizás más cerca de Crepúsculo que de True Blood.
<sigo en el spoiler sin revelar nada>
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Dicho esto, la verdad es que resulta un poco injusto comprar Crónicas Vampíricas con Crepúsculo, y tildara de semiplagio o de imitación, porque aunque al primera temporada de la serie (emitida en 2009) es un año posterior a la primera película de Crepúsculo y seguramente se hizo para aprovechar el rebufo de su éxito, lo cierto es que las novelas originales en las que se basa (de una tal Lisa Jane Smith) son muy anteriores (la primera data de 1991, mientras que la primera novela de Stephanie Meyer, la autora de Crepúsculo, es de 2005). Así que en todo caso sería al contrario Crepúsculo sería la imitación de esto: otro mérito más que añadirle, por si no tenía bastantes.
Suelo ser paciente con las series, y no las abandono a las primeras de cambio: si he elegido una para verla (cosa que no ocurre con todas) le doy una oportunidad, y suelo aguantarla una temporada completa, para que le de tiempo a mostrar todas sus cartas, o a despegar si es una serie lente. Y con esta hice lo más. Más incluso, pues la abandoné casi a la mitad de la segunda temporada... No pude con ella.
Como yo ni soy mujer, ni viriginal adolescente, ni me mola especialmente el tema vampírico, y puestos a ver tías buenas de veintipocos interpretando a estudiantes de intituto de 17 años se me ocurren otros sitios donde buscar..., pues se ve que no está hecha para mí: prefiero True Blood, es mucho más gamberra y atrevida. Pero tiene su público, no lo dudéis: basta con mirar sus notas y sus críticas.
Si te gusta o quieres leer más pásate por: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com.es/2013/05/cronicas-vampiricas-cuanto-dano-hizo.html
Suelo ser paciente con las series, y no las abandono a las primeras de cambio: si he elegido una para verla (cosa que no ocurre con todas) le doy una oportunidad, y suelo aguantarla una temporada completa, para que le de tiempo a mostrar todas sus cartas, o a despegar si es una serie lente. Y con esta hice lo más. Más incluso, pues la abandoné casi a la mitad de la segunda temporada... No pude con ella.
Como yo ni soy mujer, ni viriginal adolescente, ni me mola especialmente el tema vampírico, y puestos a ver tías buenas de veintipocos interpretando a estudiantes de intituto de 17 años se me ocurren otros sitios donde buscar..., pues se ve que no está hecha para mí: prefiero True Blood, es mucho más gamberra y atrevida. Pero tiene su público, no lo dudéis: basta con mirar sus notas y sus críticas.
Si te gusta o quieres leer más pásate por: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com.es/2013/05/cronicas-vampiricas-cuanto-dano-hizo.html
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