Cuando salí de ver REC, descubrí que me sentía igual que cuando era niño y fui a visitar el Castillo de Alfaz del Pi (Benidorm, Alicante), una de esas atracciones en las que te adentras en un recorrido programado y actores caracterizados de monstruos y fantasmas te van dando sustos.
Jaume Balagueró y Paco Plaza han conseguido crear eso: una atracción de feria con muchos sustos. En lugar de en un castillo, la acción transcurre en una finca del Eixample barcelonés.
Creo que el verdadero logro de la peli es que los dos directores, especializados en este tipo de cine, han sabido incorporar en REC un "mosaico de todos los miedos", retales terroríficos de diverso género:
-El formato cámara en mano que se rompe, que se queda sin sonido y se cae al suelo recuerda mucho a "The Blair Bitch Project".
-Alguna escenografía tétrica y muy conseguida evoca al magnífico y terrorífico videojuego "Silent Hill".
-Hay guiños al cine de terror japonés.
-El más puro survival americano también está presente.

Comparto la opinión de que se le está dando demasiado auto-bombo en la promoción del film al hecho de que se supone que da muchísimo miedo y a más de uno esta situación puede crearle una predisposición psicológica negativa, un anticlimax, cuando entre influenciado por esta campaña desmedida y vea la peli.
Yo salté del asiento en un par de ocasiones y me divertí. Por eso y por evocar en mí situaciones de la infancia, la recomiendo y le doy un notable.